Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Luego de la tronadera de balas que se escuchó por todo Casablanca (de todas las colonias, de todas las ciudades, de todos los estados de México, tenía que ser en Veracruz, carajo), este viernes helado, heladísimo, que amaneció en Xalapa nos suponemos fue para muchos de: “Mejor me quedo en camita y afuera que se acabe el mundo”.
No es para menos, para los testigos en la zona aledaña al enfrentamiento entre miembros del Ejército Mexicano y malosos, fue terror de una noche escuchar estruendos durante horas… pero ya pasó.
El otro terror nació desde las primeras horas del día, cuando en las redes sociales, bueno, más específicamente Twitter (Facebook como que no se presta a eso de informar, más bien es jueguitos y fotos en poses sexys), comenzaba la histeria colectiva de una Xalapa llena de balaceras por todos lados.
Es comprensible el remanente de miedo que queda latente, ¿quién al día siguiente saldría tranquilamente a darse una vuelta por los alrededores?
El asunto es que tampoco había porqué abonar a un de por si espantado Xalapa cuyas actividades diarias se vieron afectadas por una intensa bola de rumores difundidos de manera irresponsable. Comercios como el famoso Pasaje Tanos cerraron de manera definitiva, y todo debido a que se difundía una fantasiosa balacera en pleno centro de Xalapa.
Por ningún lado confirmado, la ola de rumores continuaba por Twitter alertando del supuesto enfrentamiento; hablaba de tiroteos en las principales avenidas de la ciudad: 20 de Noviembre, luego otra en Ávila Camacho, otra en Villahermosa, otra en la colonia Progreso, otra en San Bruno; todo eso y más lugares, que si uno juntaba todos los textos de todas las “balaceras” que estaban “ocurriendo” en la ciudad, usted tenía una Xalapa sitiada, con enfrentamientos en todos lados; una guerrilla urbana operando por doquier.
Fueron tantas balaceras al mismo tiempo, que por momentos nos imaginamos que Xalapa era la nueva ciudad sitiada; que alguien nos había venido a gritar: “Ya llegó la Revolución, cabrones… Ora sí agárrense, jijos de la tostada”.
Xalapa por medio día fue Bagdad.
Reenviándose y reenviándose mensajes sin comprobar: que se escuchó esto acá; que fulanita me dijo que su vecinita que es amante del carnicero que es primo del tío del sobrino del hermano que hubo una balacera; que es que dicen en el Twitter y en correo electrónico… Y una sarta de pretextos que en nada ayudaban a calmar la tensa situación en la capital de Veracruz.
Hubo un momento que de rumores se pasó a una discusión entre usuarios: “#parendemamar” era el lema para evitar que se siguieran difundiendo mensajes sin confirmar. Que hasta hoy casi en los primeros minutos de sábado nunca se confirmó ninguna balacera.
Reconocimiento para aquellos reporteros que estuvieron dando los rondines por las calles donde supuestamente estaban los enfrentamientos: esa es la verdadera chamba periodística, no la difusión de rumores.
Para esto, los mismos tuiteros fueron quienes comenzaron a exhortar que ya no se estuvieran difundiendo falsas alarmas, aunque en la capital ya se comenzaban a vaciar algunas calles, cerrar comercios.
El pánico fue tal, que mucha gente preguntaba si era seguro salir; si tenían que pasar por sus hijos a la escuela temprano. La psicosis se desató a un grado en verdad desbordado.
Pero de la etapa eufórica de andar derramando mentiras sólo para alarmar, luego la etapa de contra campaña para pedir que no se difundieran rumores, como buenos jarochos no pudimos dejar de reír también:
“Hoy es el día perfecto en Xalapa para sacar la Cheyenne a rolar por el centro y escuchar Exterminador a todo volumen”, decía el usuario @gblas.
@fitolfo especificaba: “Pues estuve en el centro de #Xalapa, parte de Ávila Camacho y Murillo Vidal y sólo me encontré con lo de siempre: MUCHO TRÁFICO”.
El conocido comunicador Ángel Armengol, se unió a la contracampaña de seriedad en la información: “Ya me habló 1 amiga, que le dijo su prima, que tiene una comadre, que vio a una vecina que se tiraba al suelo xq oyó como un disparo #nomamar”.
Y funcionó, ya pasado el mediodía la intensidad de la campañita de balaceras por toda la capital se fue apagando. Para cerca de las 14 horas, por el timeline se anunciaba que el gobernador Javier Duarte hablaría con un López Dóriga que se orgasmeaba al hablar de Xalapa: “la Atenas de América, la capital cultural del país”… y muchas loas a la capital de Veracruz. Abuelitas.
Se agradeció también que los mismos tuiteros fueron los que pidieron prudencia a no difundir mensajes falsos, sin confirmar, o de oídas.
Xalapa la verdad está en paz, muy espantada, eso sí, luego de una balacera que se hizo noticia nacional. La psicosis desatada sólo afecta a los ciudadanos. Siendo más claros, hasta usuarios de Sinaloa decían que allá tienen tres diarias y aquí nos espantamos por una (como si eso fuera un gran logro a presumir); que Monterrey diariamente tiene enfrentamientos serios y la cuenta @trackmty se creó para avisar precisamente de las balaceras y alertar a los regios.
Xalapa no es así; tampoco es un hecho aislado, porque el mismo gobernador diría a López Dóriga: “sería una irresponsabilidad decir que en Veracruz no pasa nada”
Xalapa es, como diría extasiado el conductor estrella de Televisa, una hermosa ciudad de las más tranquilas en el país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario