Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Aquí se respira el miedo, y no obstante, para aquellos que dudan de la importancia de Minatitlán en la historia del mundo, les diremos que aquí anduvo paseando Don Porfirio con su Carmelita en lo que eran todavía aguas cristalinas del río.
Para aquellos incrédulos que no creen que la refinería fue hecha por unos tal Pearson, paisanos de los Beatles, de los Who, de Led Zeppelin y las satánicas majestades Rolling Stones.
Esto va por todos los que no creen que existan casas de los ingleses que tienen más de 100 años que se están echando a perder dentro de la cercada colonia “18 de Marzo” y que es exclusiva de pura caca grande de PEMEX. Es más, a los ingleses los tuvimos de albañiles construyendo la colonia “1o de Mayo” y su respectivo hospital.
Va para quienes no creen que hay descendientes de ingleses en Minatitlán y que la receta tradicional inglesa de pescado y papas, se cambió a la de camarón con totopo y queso.
Va para los que se les olvida que Minatitlán tuvo muelles ingleses para árboles de gran calado y que era estación principal para el ferrocarril que venía desde Salina Cruz, construido también por ingleses.
Esto va para los minatitlecos (o poblano en este caso, según confesó el alcalde) que han hecho de Minatitlán una ciudad que ahora puede darse el lujo de ser similar a Londres.
Sí, igual que Londres, Minatitlán tiene una neblina de esas para fotografiarse… Y varias fotografías se tomaron este día por la gran cantidad de humo que inundó a la petrolera ciudad, ahogó a sus ciudadanos y mantiene en una pasmosa indiferencia a las autoridades.
Van dos semanas desde que inició el incendio y Minatitlán ya luce como cualquier barrio londinense: farolas encendidas, gente hablando domingueras como cualquier comediante británico, y una intensa neblina azulada que está en toda a la ciudad.
Pero Minatitlán tiene algo que Londres no: esta neblina apesta. Sí, tiene olor a humo, basura, desperdicios por doquier. Imagine usted que ese vecino que tanto odia pone toda su basura frente a su casa: pañales, cáscaras, desperdicios de comida, papel higiénico, cartones, plásticos, etc. Luego tiene la idea de prenderle fuego y ahí está usted fumándoselas sin deberla ni temerla.
Algo así está Minatitlán, con una niebla tóxica que ya anoche reportaba niños enfermos. Las recomendaciones: cierre ventanas, tape agujeros, porte un trapo húmedo en la boca. Sí, el calor está insoportable, pero no tiene porque respirar lo que se respira en Mina.
EPÍLOGO: Era Juan Ramón Sáenz y esa era la famosa Mano Peluda. Ahí se respiraba el miedo… Si no me creen, pregúntele a la Dagor cuando llamaba a la redacción de Sotavento Diario preguntando por su hermano, y cuando el Conta le preguntó qué pasaba, le dijo que se estaba muriendo de miedo oyendo La Mano Peluda.
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