Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Pasan por Veracruz como si nada, tienen influencia y protección. Las autoridades cooperan porque les tienen miedo. No tienen los recursos ni la estructura para combatirlos. Es el cártel más peligroso que ha existido en los últimos años.
Dicen que está liderado por un tal Javier Sicilia, alias “El Poeta”, un criminal que asesina con versos calibre 50. Que tortura fumando como chacuaco frente a sus víctimas encerradas en una casa de seguridad; hasta los más fuertes ceden y se les frunce el cicirisco.
Estos impunes liderados por el tal Sicilia han ido extendiendo su territorio más invasivos que el peor cáncer, más fuertes que los Zetas, que los Chapos, que los Michoacanos aliados; y son tan cínicos que no se andan escondiendo: se la pasan viajando en caravana con grandes camiones así como si nada por todo el país, protegidos por las autoridades.
Este cártel está decidido irse con todo contra la ciudadanía. Atentar contra ella a base de discursos de paz. En respuesta a la granada que tiraron en el Acuario de Veracruz, dicen que irán a tirar los borradores chafas que hizo el tal Sicilia, ahí nomás pa’ que sea basura de utilidad.
En Tabasco, primo de Veracruz, detuvieron por unos momento al lugarteniente Fray Tomás González Castillo, de esos que se hacen pasar por defensores de derechos humanos. Esos son todavía más peligrosos y más el tal Solalinde, jefe de la plaza de Ixtepec. Los cómplices de Sicilia
Ahorita anda por carreteras jarochas, promoviendo su maldito mensaje de paz.
Entró a Coatzacoalcos donde apretó al pobrecito e inocente gobierno, diciendo mentirotas sobre un grupo armado que los había acosado. Puras mentiras, eso no pasa en México, y mucho menos en Veracruz.
Ahí en el Coatza donde reniegan la realidad, ese delincuente poeta acusó y acusó. Dicen los tenían retenidos por mentarles la madre a los soldados, quienes con su endeble entrenamiento se vieron ofendidos: “Yo me trabo a plomazos con delincuentes, pero una mentada no la aguanto”, dijo uno de guachos agredidos.
Veracruz debe cuidarse de este peligroso poeta que anda invadiendo territorio. Dicen que los Zetas de Acayucan de plano se rindieron y dejaron de “pedir prestadas” camionetas y pasearlas por la ciudad, porque este cabrón Sicilia viene armado hasta los dientes, con mejores armas.
Dicen que pese a los retenes del Ejército y la Marina, éste malévolos y ruines sicarios que disfrazan de periodistas y de activistas hijo de sus repipín chamaco, pasaron como si nada por los caminos de Veracruz. Que poco faltaba para que los recibieran con charola de plata y llaves de oro de la ciudad.
Que el cártel de la paz es el más peligroso y por eso en Veracruz están que ni dicen nada, que es mentira que la gente sale a las calles, que es mentira que en Xalapa llegaron cientos a saludar a su líder maquiavélico, casi Escobar Gaviria renacido con alma de pituche. Que es mentira que en las redes sociales se le esté dando cobertura, que la presencia del capo Sicilia es nada.
Que el cartel de la Caravana de la Paz se impuso. Simplemente. Que en lugar del típico “Para que aprendan a respetar”, el mensaje fue “No hay camino para la paz, la paz es el camino”.
“Pinches hippies”, diría Don Nico allá en el cielo.
Ese poeta puro mensaje de paz contra el odio que se cultiva en estos tiempos. De veras que pasan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario