Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Bastó una filtración de una reunión con consejeros del banco Banamex para que entonces se hiciera el escándalo el día de hoy.
Según versión desmentida desde la residencia oficial de Los Pinos, el presidente Felipe Calderón había comentado a los banqueros que Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la Presidencia, está a sólo 4 puntos porcentuales del puntero Enrique Peña Nieto, del PRI.
Hoy hubo reuniones de los ejecutivos de Banamex, esa oligarquía consentida a la que hay que apapachar desde antes de las elecciones; estuvieron no sólo el presidente, sino que los tres candidatos presidenciales (Quadri no, es un chiste cruel) Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador se reunirían con la cúpula de dicha institución.
Dada la veda electoral, los candidatos presidenciales no pueden hacer apariciones en público ni hacer declaraciones en sentido electoral. Una orden difusa, poco clara, pero que el Instituto Federal Electoral justificó: es porque gracias a Fox, a sus adelantos de precampaña, se tuvo que limitar la voracidad de los partidos políticos y candidatos por promocionarse hasta en la taza del baño.
Lo que queda claro de la ley es que ningún gobernante, como lo hizo Fox y en este caso incurre Calderón, puede manifestar abiertamente con recursos públicos las preferencias hacia un candidato.
Fue Juan Molinar Horcasitas, secretario de Acción de Gobierno del PAN, quien confirma la existencia de dicha encuesta a la que se refirió este día Felipe Calderón, que fue pagada por su partido y supuestamente se hizo pública desde el 12 de febrero, la cual, considerando su relevancia periodística, nunca ha sido dada a conocer.
En entrevista para Radio Fórmula, Molinar precisó que el PAN pagó la encuesta realizada por la empresa Mercai y Gustavo Madero, líder del partido, la presentó ante la prensa, hecho del cual no se tiene recuerdo presente. Roy Campos, de Consulta Mitofsky, apuntó en ese sentido: las casas encuestadoras dan sus resultados a la conveniencia de cada partido. Los números reales se los guardan, y son las denominadas “independientes” (medios de comunicación, principalmente) los que dan los datos más reales a la opinión pública.
No obstante la prohibición, los candidatos han hecho algunas apariciones significativas: Josefina Vázquez en reuniones con funcionarios federales y políticos de su partido. Enrique Peña Nieto ha estado grabando promocionales en diversas partes del país. López Obrador dijo que se iba a ir a La Chingada.
Pero las declaraciones de Calderón desde la mañana de este jueves causaron escozor entre los priístas, que llegó hasta el Congreso de la Unión. Vía redes sociales, principalmente Twitter (a donde se ha trasladado la campaña y guerra sucia, a falta de espacio en medios masivos), se pudo medir la reacción del PAN y el PRI.
Por un lado, los albiazules se regodearon de que el camino de triunfos incipientes de Vázquez Mota haya rendido frutos y esté ocasionando que esté a punto de gana las elecciones que todavía no comienzan. Especialistas electorales detallan que, efectivamente, Josefina estará muy pareja al actual puntero Peña Nieto, cuyos desatinos en eventos públicos como la Feria Internacional del Libro y los mensajes de su hija Paulina en Twitter, le han costado ventaja.
Por la tarde, en sesión de la Cámara de Diputados estuvo a punto de discutirse el punto en tribuna, pero la bancada panista reventó el quórum y se suspendió el debate. En lo que sería uno de clásicos arrebatos, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña cuestionó si al momento de decir Calderón lo de los 4 puntos, estaría ebrio o drogado.
¿Necesita Josefina Vázquez Mota esa clase de ayuda? ¿Calderón dijo lo de los 4 puntos? No ganarían nada los banqueros al inventar una historia tan delicada de una reunión privada, como tampoco creemos que sean tan indiscretos como para filtrar algo de esa naturaleza, siendo uno de las cúpulas más favorecidas en este país.
Tampoco ayuda en nada tal declaración con supuesto favoritismo a Josefina. Si en algo se ha destacado la economista, es que no le han podido encontrar nada sucio a diferencia de sus contendientes. No necesitaría de este tipo de trampas, si su campaña no se ha basado en éstas.
Incluso sería un suicidio político el pensar que Calderón estaría en franco sabotaje para no dejar que Josefina asuma el poder, ya que no era la candidata de su predilección.
La realidad es que a los priístas les ardió tal declaración. Las reacciones en redes sociales fueron en el sentido de la intromisión de Calderón, que debería cambiar la Presidencia de casa encuestadora, y hasta se aventaron el dato de que Peña Nieto tiene 19 puntos de diferencia.
El presidente, quiérase o no, está en clara fase de operar la campaña de seguimiento a su partido. El mismo Vicente Fox, quien no era de todas las simpatías del proyecto de Felipe, entendió que el último año era para darle continuidad al gobierno panista, a la estructura panista, al partido panista. No iban a darle el lugar tan fácilmente a sus enemigos históricos de izquierda, como también sabían de la desventaja numérica del priísta Roberto Madrazo.
Lo que los priístas no entienden es que hacerse las víctimas acusando al Presidente de autoritario, no les funciona en nada cuando tienen 70 años que los descalifican históricamente y 12 para siquiera pensar que a la población electoralmente activa se le olvidaron los años del régimen totalitario reciente.
La misma experiencia del 2006 nos demuestra que teniendo un sobresaliente López Obrador con 20 puntos de diferencia, los panistas usaron todas las técnicas para derrocar al tabasqueño de su gran ventaja, hasta colocar con una mínima diferencia al que hoy es presidente de la república.
Destaca en mucho qué usarán como armas los priístas. No será en el papel de víctimas, sino en el papel que desarrollarán con todos sus actores políticos de peso realmente trabajando, operando. Los que están cerca de Peña Nieto, colaboradores mexiquenses, están perdiendo la batalla en el escenario nacional. Salvo el dirigente priísta Pedro Joaquín Coldwell, no se ven rasgos de aquella generación de ideólogos que conducían inteligentemente al partido tricolor.
Hoy los connotados priístas están sumergidos en escándalos y son los mismos que ante cualquier defensa del PRI contra el embate del PAN-Gobierno, automáticamente han debilitado a su partido.
¿Borracho Calderón? Tal vez, pero conozco alcohólicos que dicen la verdad y hasta escriben mejores columnas bajos los influjos del licor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario