Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- La neta que sí. No se vale perder tanta inversión, tanto amorío con la maestra Elba y un pastelazo de tres leches que la neta sabía del nabo, pero que era necesario para asumir la designación como candidato.
No, no se vale que se hable de triunfos pertenecientes a otros; no se vale tanto bufar de rabia en los debates, hacer malos chistes y hasta llevar sorpresitas que resultan ser un churro. No se vale tanta bilis derramada, cola recortada, presionar que no se sepan verdades incómodas.
Yo creo que por eso cuando circuló por Internet la imagen del “Sonríe, ya enloquecí”, pues sí, ya enloqueció.
No tarda en que a lo mejor tome Ávila Camacho y haga campamentos tipo Reforma. Que llegue a la Plaza Lerdo y diga “¿Qué ajemos, compañeroj? ¿Noj vamo’ o noj quedamo’?” y decida desde ese momento hacer una resistencia civil inolvidable para Xalapa.
Es probable también que “El Pejerasta” llame a sus amigos de los 400 Pueblos para que le apoyen y hagan desnudos juntos. Que use un taparrabos con la foto de Fidel; que vaya a tomar la fuente de La Rotonda o haga un baile sobre la avenida Enríquez con sus cuates Ampudia, Herrera Marín, Rodríguez, etc.
No nos extrañaría que también pueda decidir convertirse en gobernador “legítimo” y llamar “espurio” al otro candidato. Haga su propia toma de protesta, invite a la maestra, a Fecal, y se auto nombre mandatario hasta con logotipo seudo-republicano federativo, pero muy jarocho.
Por eso vale hacer el ridículo. Salir ante los medios para insistir. Así como van las cosas, pues en una de esas le dice a Dante que si por favor llama a López Obrador para hacer más legítimo el movimiento. Ya de paso, también a Marcelo.
Hay que tomar en serio a “El Pejerasta”. No perderlo de vista. Va a ser un personaje que no olvidaremos en la historia política de Veracruz. Así como la caricatura del gran Betogato: con camisita del Ché, boina y discursos de voto por voto, casilla por casilla.
Por cierto, el presidente no ha hablado con ningún ganador en Veracruz. Javier Duarte ya explicó que es por temor a ser grabado telefónicamente; “El Pejerasta” no dice nada, porque tampoco le han hablado, ni su mismo presidente le ha reconocido el mentado triunfo, pese a tanta insistencia.
En el documental de Luis Mandoki, “FRAUDE”, relata en una entrevista López Obrador que el movimiento civil pacífico se realizó para evitar que los enfrentamientos llegarán a derramamientos de sangre en la Ciudad de México.
Ahí le falló a nuestro “Pejerasta”. Sus huestes ya se tornaron violentas. Peor que… priístas.
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