Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Estas elecciones en Veracruz se marcaron por dos visibles participantes: las encuestadoras y las redes sociales. Las primeras, porque filtraron desde el mediodía del 4 de julio los resultados a través de Internet; las segundas, porque fueron el medio más efectivo para informarse instantáneamente, desplazando a los portales, a la radio, a los medios que en oportunidad se les denominaba reyes.
No sé el caso de los otros estados, desconozco la geografía política, pero sí creo conocer la de Veracruz.
Es un estado diverso, muy enmarañado: no es el mismo Veracruz el del centro del estado, al Veracruz del sur, el que limita con Tabasco o el que limita con Tamaulipas; tampoco es igual al de la cuenca, el que limita con Oaxaca y tiene vida muy relacionada con Tuxtepec.
Al ver las encuestas, con números de muestra de entre mil a dos mil gentes, lo primero que se nos viene a la mente si la cantidad de encuestados no era muy reducido en un estado que tiene 5 millones de electores en un territorio, insistimos, diverso. Que además las encuestas telefónicas reducen más el margen a un sector de la población que tiene la capacidad de pagar un teléfono residencial, habiendo tanto jodido que a duras penas le alcanza para celular de tarjetita.
Cuando trabajamos para CNI 40 (saludos, Carrillo) me quedó claro en muchas ocasiones que el capitalino, el chilango, desconoce mucho del estado. Por ejemplo desde las oficinas en el World Trade Center del DF te decían que había que ir a cubrir un evento en Poza Rica, teniendo que viajar desde Coatzacoalcos: de punta a punta en el estado, sin saber el tiempo del viaje en carretera, las condiciones de los caminos, el calor y la compleja red del estado.
Para no chorear mucho, nos queda claro que el chilango, el capitalino, el radicado en el DF, desconoce el tamaño que es el chorizo veracruzano o cree que solamente Veracruz es el puerto y ya, la playa más cercana a la capital del país.
Ebrard no, él conoce Alto Lucero.
Esto nos lleva a pensar si la falla de las encuestadoras se debió precisamente a ese desconocimiento tan amplio del estado; que la concentración de sus encuestas se hizo quizás solamente en el puerto, sólo en la capital Xalapa, olvidando que el norte es un bastión del PAN importante; que el puerto, la región de Orizaba y Córdoba, pueblos alrededores de Xalapa, hasta hace pocos años eran gobernados por panistas con amplia simpatía en sus lugares de origen.
Las encuestadoras, que cobran mucho dinero por entrevistar a unos pocos y sólo en determinadas zonas, parecen no haber medido bien un estado multicultural. O que tal vez se enfocaron a entrevistar en las grandes ciudades, regularmente bastiones del PRI, olvidando ciudades medias que también aportan gran cantidad de votos.
Ahora, si la realidad es que los datos se sabían erróneos, ¿para qué exhibirse? ¿Para qué quedar como empresas con poca confiabilidad? En fin, las encuestadoras fueron las grandes perdedoras de esta elección por difundir falsas expectativas.
Por otra parte, reportan que entre Jáltipan y Acayucan asaltaron por la madrugada de este martes dos camiones de pasajeros.
No hace mucho, quienes viajamos constantemente en el mítico ADO, nos dimos cuenta que la ruta desde el sur cambió y el camión forzosamente entra al puerto de Veracruz para salir por San Juan de Ulúa. Los tramos colindantes con Paso del Macho y Soledad del Doblado, justo pasando la caseta de Paso del Toro, los evitan porque comenzó una oleada de asaltos que ahora ocurren en el tramo carretero mencionado anteriormente. Afortunadamente sólo fueron pérdidas materiales, pero ya es preocupante que la delincuencia comience a hacer acto de presencia en momentos tan álgidos en el estado.
Urge presencia policiaca; lo de los asaltos carreteros ya había sido superado.
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