30 de diciembre de 2011

Propinas de fin de año

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Durante muchos años la agobiaron las deudas. Si no eran llamadas del banco, eran entonces de tiendas o agiotistas que exigían el pago de sus préstamos. Los más agresivos mandaban a alguien con cara de duro, comportamiento gorilesco, a hacer amenazas infantiles.

Durante mucho tiempo como jefa de familia soltera, tuvo el sacrificio de no ver a sus hijos por estar trabajando; rentó una casa, pero sus retoños tenían que quedarse con los abuelos y así fue hasta que le dieron una en PEMEX que todavía conserva.

Durante la mitad, supongo, de toda su vida, se dedicó en tiempo y alma a dar todo lo mejor de sí a los niños del hospital. Llegó a ser jefa de piso porque es muy perfeccionista y nada tolerante a la pereza, al descuido, a la indiferencia. Mucha gente la quiere por como hizo su trabajo antes de jubilarse. Se ganó un prestigio como pocas.

Llega una etapa de su vida donde lo difícil fue criar hijos que prácticamente eran desconocidos en sus rutinas: le pedían permiso para bañarse, porque no sabían si para su madre era normal bañarse a altas horas de la madrugada (por lo menos el mayor heredó las costumbres nocturnas y bohemias de los abuelos). Tuvo que enfrentar la edad de la punzada y se dice que así como fue rebelde con sus padres, pagó muy caro la rebeldía con su prole.

Hasta la fecha todavía los soporta, resignada, pero sabe que no fueron malos muchachos, ni lo son todavía.

Llega una etapa donde pese a que las preocupaciones amainan con una vida plena, sigue preocupándose por llevar brigadas médicas a la zona rural con sus estudiantes; que se enfrenta, y nadie le puede platicar, lo que es la pobreza extrema, la ignorancia, la intolerancia de la sierra. Nadie, ni siquiera un miserable político como los que ha apoyado en campañas, ha sentido a flor de piel lo que es el gran contraste entre la mancha urbana petrolera de Minatitlán y sus zonas rurales empobrecidas.

Aunque su sueño siempre ha sido viajar al extranjero, a Europa especialmente, tiene ese don de seguir fletándose para demostrar ante sus alumnos, sus colegas, pero sobre todo ante sí misma, que hay mucho qué hacer. Nunca deja de estudiar, se desvela peor que narcotraficante perseguido por la Marina, y aunque su salud es mermada, tiene la fortaleza y constancia que ya quisieran los mediocres atletas mexicanos.

Llega a su vida una etapa donde puede decir que gana lo suficiente, así sin muchas mezquinas ambiciones. Debería ganar más, pienso yo, pero es honesta en lo que sabe y lo que hace; no pretende aparentar lo que no es y presumir lo que no tiene.

Su filosofía de vida ha sido religiosamente ayudar.

Hace poco llevó su viejo automóvil al cambio de placas y le dio mucha ternura ver a unos niños ofreciéndose a ponerles las placas nuevas a los usuarios. Ahí andaban con un desarmador ganándose unos pesos. Billete de 50 y los niños quedaron asombrados: “Ya tenemos para el desayuno”, pero le siguen dando duro al subempleo curiosamente generado por el Gobierno de Veracruz, porque nunca es suficiente y el dinero se esfuma en cosa de segundos.

Viene a Xalapa y ve que están los ancianos sirviendo de “cerillos”.

--Tenga.
--Es que no tengo cambio.
--No, es todo para usted.
--No, es mucho ¿cómo cree?
--Es Navidad, señor. Quédeselo.

Conozco que gente que al ver la acción diría “Ay, sí, mucha lana ¿no?”, “Ay sí, muy fufurufa”, pero a ella siempre le ha valido espárragos lo que la gente piensa. No es ambiciosa y es alérgica a la avaricia; el dinero sabe que no es para siempre y que no se lo va a llevar cuando (se me haga el Word chicharrón) fallezca.

Ella dice que tiene un ángel y debe ser así. Dudo mucho que ingiera alucinógenos para andar viendo seres celestiales, aunque sí se embarraba Vaporub cerca los ojos para aguantar la guardia en Pediatría y estudiar al mismo tiempo en la UV. Fuera de eso, dudo mucho que sea adicta a algo: bueno, sí, de ayudar al prójimo.

Eso se lo enseñó su gurú Doña Coki: una curandera bien chilanga que vivía por Rosario, luego por Azcapotzalco. Lejísimos como el ensayo de Octavio Paz. Fumaba como chacuaco y maldecía como istmeña, pero era una guía, consejera; de esa gente que por cómo piensa, no se le olvida a uno nunca.

--¿Y por qué les das tanta lana?
--Pobrecitos, están todo el día ahí. ¿Viste la cara que puso?
--Es que no están acostumbrados, ma.

Ese día compró unos muebles para lo que es el cuarto de un hijo irresponsable, medio loco y que escribe, que si por él fuera, dormiría ebrio de Jack Daniel’s y en su propio vómito. Ya habíamos hecho ganga con el mueblero, pero por subir los tiliches se llevó otro varo.

Más que verle la cara de sorprendido al vato originario de la sierra de Zongolica, vi la de mi madre diciéndole “Llévatelo por ayudarnos”.

Ahora sé que no tengo ni tantito con qué pagarle. Ni mucho para devolverle tanto.

13 de diciembre de 2011

Prófuga de la justicia, ex regidora de Coatepec en el caso SOFOM

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Desde el año pasado se denunció que Javier Limón Segovia --político de Coatepec que en un par de ocasiones buscó la alcaldía-- estaba anunciando casas de bajo precio, casi regaladas, que la Comunidad Europea estaría regalando a miles de veracruzanos.

La sospecha era inocua, ante la gran necesidad de vivienda para muchos que no tienen acceso. Precisamente en Coatepec se han fundado nuevos fraccionamientos, pero que tienen los precios elevadísimo en sus lotes. Costos que van entre 2 mil a 4 mil pesos el metro cuadrado: sólo para ricos, en zonas exclusivas.

Recientemente llegó Casas GEO con sus departamentos y viviendas de bajo costo, pero a un precio muy alto: están lejos de la mancha urbana, en una zona sin acceso a telefonía convencional o celular. Lo más grave: no tienen agua; durante días se quedan sin el vital líquido, ya que dependen de un tanque elevado que de vez en cuando a la administración del lugar se le ocurre llenar.

Es tanta la molestia de quienes invirtieron en casas GEO (el lugar se llama “Hacienda Los Cafetales”), que con motivo del primer informe del gobernador Javier Duarte, pretendió una casa productora hacer un promocional en la entrada como semblante cumplido en el rubro de vivienda, pero se llevaron la sorpresa de que los vecinos lo impidieron protestando de que si iban a grabar algo, lo hicieron como es en realidad: problemas de comunicación y de falta de agua.

El promo nunca se hizo ahí.

Javier Limón Segovia fue el ventajoso que sacó raja de la problemática. Con sus tratos con el senador Arturo Herviz (fue quien lo impuso como candidato del PRD a la alcaldía de Coatepec para el periodo 2005-2007, pero perdió) inventaron algo que llamaron SOFOM y se dedicaron a promover un supuesto crédito de muy bajo interés para quien deseara conseguir casa propia. Que los terrenos estarían ubicados en buena zona, el rumbo de La Marina, uno de los ríos más limpios de Coatepec.

Arturo Hérviz, Javier Limón Segovia y un extranjero que encontraron por ahí en alguna cantina, se presentaron ante los medios de comunicación y anunciaron que la comunidad europea estaba viendo hacia Veracruz para realizar un ambicioso programa de vivienda popular. Que sólo había que entregar una pequeña parte de dinero para papeleo y una credencial que los identificaría como beneficiarios. Algunos dieron 5, otros 10 mil, pero hay casos, al menos en Coatepec, que rebasan los 100 mil pesos.

Las oficinas del SOFOM estaban ubicadas en la entrada de Coatepec, frente a lo que es la bodega de la mueblería “La Principal”, propiedad de unos españoles negreros. Es un edificio grande de cristal, que poco tiempo después se convirtió en una tienda de maquinaria de café, así sin avisarle a nadie. Hoy está abandonada, con graffiti en sus paredes.

Puestas todas sus confianzas en el mentado SOFOM, las personas vieron como la estafa se consumaba al darse a conocer que la Comunidad Europea, a través de un representante en México, informó que no había ningún plan de vivienda para México.

Conocido el fraude, quien inmediatamente se desmarcó aduciendo que no sabía nada (por consiguiente, le vieron la cara de “inocente Arturo”) fue el senador Hérviz Reyes. Luego desapareció de la escena Javier Limón Segovia para incertidumbre de muchos engañados.

Desaparecido del mapa, Limón Segovia fue demandado masivamente y se sabe que tiene una orden de Interpol para su captura, ya que existe la sospecha de que huyó al extranjero.

Pero quien quedó en Coatepec, amparada (así lo manifestaba entre sus cercanos) en que la protegía el gobernador Fidel Herrera Beltrán y el secretario de Gobierno Reynaldo Escobar, era la regidora de Coatepec Themis Alarcón Limón, ya que un primo suyo, de nombre Víctor Hugo, era asesor del secretario y además titular de la Junta de Mejoras del Estado.

Themis Alarcón Limón fue quien recibió el dinero que solicitaba el falso SOFOM para iniciar los trámites de una vivienda nueva. A través de ella muchos de los coatepecanos acudieron para dejarle el ahorro de sus vidas y con ella se tramitaron los dizque inicios de beneficios europeos.

Reynaldo Escobar Pérez, secretario de Gobierno en todo el periodo gubernamental 2004-2010, fue la real cabeza visible de protección de la familia Limón. A Víctor Hugo lo consintió dándole el importante cargo de director de Tránsito del Estado, y éste colocó a su primo Jesús Sánchez Limón como delegado en Coatepec, donde arremetió contra defraudados que demandaron a sus primos involucrados en el caso SOFOM, al quitarle sus vehículos frente a sus casas con el argumento de que estaba prohibido estacionarse.

Entrando el gobierno de Javier Duarte, para los defraudados del SOFOM fue un duro golpe el saber que Reynaldo Escobar sería nombrado como Procurador del estado, a sabiendas de ser el protector de los hermanos Alarcón Limón y de Javier Limón Segovia.

Paradas las investigaciones, la ya ex regidora Themis Alarcón se dio el lujo de comprar una vivienda de lujo en la calle Juárez, frente al Seguro Social, justo al lado de donde vive su madre, pero no la ha habitado porque se anda escondiendo de la justicia.

Hasta hace poco del cambio de Procurador (se sabe que Reynaldo Escobar fue cambiado a petición del gobierno federal por relacionársele con narcotraficantes) es que las investigaciones avanzaron: a Themis le incautaron una camioneta Hilux como garantía de pago a defraudados, pero la señora desapareció ese vehículo.

Finalmente, hace poco los abogados de Josefina Méndez Sánchez, María Cristina García Castillo, Adriana Seseña Alfonzo, Dionisio Seseña Alfonzo, entre otros muchísimos más, dieron a conocer que aparte de que Limón Segovia tiene orden de búsqueda en Interpol, Themis ya es considerada por las autoridades como prófuga de la justicia, según el proceso penal no. 277/2011 por el delito de fraude en agravio del patrimonio.

Su orden de aprehensión es por entregar unos folios, documentos falsos, para adquirir una vivienda.

Dicho fraude, de acuerdo a los litigantes, no alcanza fianza y es prófuga de la justicia porque el valor de lo defraudado excede por más de 750 días de salario mínimo, con fundamento legal en el artículo 216 fracción 4 del Código Penal del Estado de Veracruz.

Themis Alarcón anda prófuga de la justicia, al igual que su primo Javier Limón Segovia, ya que cualquier amparo no le serviría: el delito es de naturaleza grave y son varios particulares ofendidos. Es por ello que se procede de oficio.

Ojalá les llegue pronto la justicia a los defraudados por el SOFOM. No hace mucho detuvieron en Perote a quien se le señala como el operador del fraude en esa zona, y todo porque por andar escondiéndose dejó pagar manutención. El procurador de Justicia, Amadeo Flores Espinoza, ha demostrado que, a diferencia de su antecesor, se está yendo contra los responsables de un crimen gravísimo.

En serio, que la justicia les llegue pronto a los defraudados por el SOFOM.