20 de noviembre de 2013

Y nos dejaron solo a Panchito

A diferencia de otros años en Xalapa, en el 103 Aniversario de la Revolución Mexicana, el monumento a Francisco I. Madero se quedó sin homenaje (Lourdes García/MULTIGRÁFICA)

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- 
En este día que se conmemora a la Revolución Mexicana, los actos protocolarios dictados desde los tiempos donde se institucionalizó la Revolución indican que por lo menos se debería dejar una ofrenda a cualquier estatua de Francisco I. Madero, en su figura apostólica del que se supone es el movimiento social más importante del siglo pasado.

(Rius, el gran educador de México, descarta, por cierto, que Francisco I. Madero sea el principal impulsor de dicha revuelta, y lo describe como alguien más ensimismado en asuntos de índole espiritista, lejos de un serio iniciador de revoluciones como lo quiere plantear la historia oficial mexicana).

Sea o no Francisco I. Madero el iniciador de una revolución que sólo creó nuevos ricos e hizo más jodidos a los jodidos, llama poderosamente la atención que este día en el parque Juárez de Xalapa no se le haya puesto siquiera una ofrenda floral o de perdida se tomaran desde temprano la foto conmemorativa con funcionarios del gobierno municipal.

Quizás sea que Madero era el héroe favorito de los regímenes panistas de Fox y Calderón, y ahora resulte que volvamos a los tiempos donde los nuevos héroes sean Carranza, Villa, Zapata, Obregón y anexas.

O quizás sea que con las mentadas protestas magisteriales, se echó para abajo la fiesta del tradicional desfile deportivo y militar, donde a muchos ya nos tenían hasta el gorro practicando todo el mes, apurarle a comprar el uniforme a los chamacos con exigencias a veces dictatoriales, y todavía pararse a las 6 de la mañana para un desfile que comenzaba hasta las 11, mientras te tenían parado bajo el sol o la lluvia.

A lo mejor resultó mejor para los padres y no se tuvo que gastar en los mentados desfiles, como también ya era tradición todos los años.

Probablemente sea que las lluvias e inundaciones en el sur de Veracruz ahora obliguen a la suspensión del desfile, aunque apenas se note la reacción de los funcionarios de gobierno que, en lugar de estar trabajando, andaban besándole las patas al gobernador con lo de su Tercer Informe de Gobierno.

“Haiga sido como haiga sido”, el 20 de noviembre de 2013 se estrena como una fecha donde no hubo la celebración acostumbrada, el ritual matutino de cada familia; hubo poblaciones en donde no hubo problema alguno para realizar el desfile conmemorativo, pero al menos en Xalapa, ahora el 20 de Noviembre fue arrebatado y simbolizado por un grupo de maestros que ahora resulta buscan “cambiar” las cosas en el país en aras de los ideales de la revolución.

Ándale, pues.

19 de noviembre de 2013

Peñita es un #Belieber... Eso lo explica todo

Peñita quemado por Justina Castora (Justin Bieber)


Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Está más que claro que tenemos un presidente con problemas de conocimientos y de dicción. Que quizás su escolaridad --siendo secreto de estado, según Presidencia-- debe ser escasa o prácticamente nula.

No entendíamos el porqué le costaba recordar tres nombres de libros o porqué su inglés suena de manera deficiente o de plano le cuesta trabajo decir ciertas palabras. Peor aún es que considere a Boca del Río como capital de Veracruz.

Pero ayer el cantante Justin Bieber reveló el secreto de porqué Enrique Peña Nieto carece de cultura general: es porque, más que priísta, es un Belieber de hueso colorado.

Y el quemón del cantante juvenil de origen canadiense se dio a través de Twitter, cuando este lunes expresó desde su cuenta: "just met some amazing mexican beliebers and the presidente of mexico and his familia (acabo de conocer a algunas asombrosas beliebers mexicanas y al presidente de México y su familia)".

La Presidencia, en un actuar ridículo, desmintió al cantante a través del mismo medio, diciendo que en ningún momento hubo tal reunión, pero este martes, Justin Bieber los volvió a quemar: “*correction. I met the presidente's family and all their friends in the private meet and greet with all their security. They were very nice (* correcció: Conocí a la familia del presidente y todos sus amigos en el ámbito privado y saludan con toda su seguridad. Fueron muy amables)”.

El cantante en sí es polémico porque siempre busca reflectores que le dan miles de pubertas. Tampoco se conoce a Justin Bieber por ser un artista inteligente en su actuar y es conocido por ser bien pinche marihuano, según las noticias del espectáculo: a lo mejor eso lo llevó a revelar la reunión con la familia presidencial que se supone era privada.

El primer tuiter (ya borrado por Justin)
y el desmentido de Presidencia

Pero lo peor fue la respuesta de Presidencia: quiso desmentir algo que el cantante volvió a corroborar.

Y además ¿Qué si se reunió el presidente Peña Nieto y sus hijas adolescentes con Justin Bieber? Él en su papel como mandatario podría haberle dado un recibimiento a la mexicana y que Justin Bieber anduviera hablando bien de México en el mundo.

Aquí, por ejemplo, se produce la mejor marihuana, según amigos grifos que nunca faltan. Muchos dicen que la que se siembra en Playa Vicente y el Uxpanapa son de excelente calidad para la exportación: ¿por qué no regalarle un poquito a Justin Bieber para que sepa que las cosas en México (y Veracruz) están bien hechas?

Vaya forma de reaccionar de la Presidencia. Para nadie es secreto que las familias presidenciales aprovechan su posición para conocer artistas, escritores, premios Nobel, etc. Basta acordarse de aquel penoso incidente en tiempos de Ernesto Zedillo cuando miembros del Estado Mayor Presidencial asignados a la custodia del juniors del presidente se enfrentaron con miembros del staff del legendario grupo irlandés U2, por los caprichitos de tener un lugar privilegiado en uno de sus conciertos.

En verdad, muy estúpida la reacción desde Los Pinos: ¿qué ganaban con desmentir algo que un cantante de talla mundial puede convertir en verdad con su popularidad?

Pero a lo mejor es eso: Peña Nieto tiene miedo de que se enteren de que es un Belieber (como se les llama a las fans del canadiense). Quizás en sus ratos libres, que deben ser pocos, se la pase cantando los éxitos del ídolo de millones de pubertas y haciendo coreografía con sus hijas e hijastras.

¡Peñita es un Belieber! ¡Qué padre tan alivianado, me cae!... Pero me caía mejor Calderón: le gustaba el rock y la trova.

18 de noviembre de 2013

La Quina, Tamaulipas y Minatitlán

La Quina

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- 
En la década de 1980 nos tocó vivir otro México muy distinto. Era el poder absoluto del PRI totalitario. No había internet, no había celulares y las computadoras eran vistas como cosas del diablo. El año 2000 era inalcanzable y futurista.

Esa época fue parte de la bonanza petrolera tan cacaraqueada por el priato, cuando el petróleo era nuestra carta de presentación ante el mundo. En ese entonces, el líder nacional del sindicato era Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, fallecido hace una semana.

Se trató de un periodo de riqueza que no se ha vuelto a repetir y muchos petroleros en Veracruz añoran. El dicho popular entre éstos es que “La Quina robaba, pero repartía entre todos”. A los que vivimos la infancia en Minatitlán, nos tocaron las patadas de esa prosperidad.

La historia indica que Minatitlán era opositor político a “La Quina”. Los tamaulipecos asentados allí, por el contrario, se sentían orgullosos de que su líder regional fuese quien llevara las riendas del sindicato nacional.

Y es que “La Quina” era anteriormente dirigente de la Sección 1 de Ciudad Madero, Tamaulipas, y desde ahí convirtió su base operaciones al romper el acuerdo de que se relevaría la dirigencia nacional del sindicato entre las zonas norte, centro y sur. “La Quina”, una vez convertido en el máximo líder de los petroleros, nunca soltó el imperio. Los más felices: los tamaulipecos que convivían muy cerca de él.

Quienes lo conocieron dicen que tenía una memoria prodigiosa: con sólo ver a una persona, se acordaba del nombre, el de los padres, en qué departamento laboraba y en qué factoría.

Fue un hombre polémico cuyo error fue acumular demasiado poder. Su máxima lapidaria fue: “Si se cae el sindicato, se cae el presidente”; no obstante, mandatarios como López Portillo le reconocieron su labor más allá de los alcances del sindicato petrolero, como el aprovechamiento del campo y otras industrias como la textil.

Precisamente uno de los legados que se perdieron del Quinismo fueron las Tiendas de Consumo: tiendas departamentales donde uno podía adquirir de todo como hoy en las grandes cadenas comerciales, pero eran pertenecientes a los petroleros, administrados por los petroleros, con beneficios para la clase petrolera.

En Minatitlán se recuerda la megatienda de la colonia Petrolera, donde hoy es Crediland, cuya explanada en tiempos navideños se convertían en carpas gigantescas a donde los petroleros podían acudir a comprar montañas de juguetes para sus hijos. Otra de las tiendas está donde actualmente es la funeraria del sindicato, en la calle Reyes Aztecas.


Otra de las creaciones fue el uso de granjas y hortalizas donde algunos obreros transitorios hacían labor social. Una de éstas estaba ubicaba en lo que hoy es la unidad habitacional “Sergio Martínez Mendoza”, y era otro de los beneficios que se otorgaban a los obreros a través de despensas. De hecho, dicen que las despensas otorgadas por “La Quina” cada quincena eran tan vastas que difícilmente se acababan: de ahí vino la transa de vender los vales a gente no petrolera para que se hiciera de víveres pagados por el sindicato y por Petróleos Mexicanos.

Los uniformes para los obreros de PEMEX eran también suministrados por textileras propiedad del sindicato petrolero.

Todo esto era como una especie de utopía donde había facilidades para todo y con cargo a la holgada nómina, pero Sergio Martínez Mendoza, opositor a “La Quina” y dirigente de la poderosa Sección 10 de Minatitlán, siempre estuvo en contra de todo lo anterior: “El trabajador está para la producción de petróleo, no para el campo”.

“La Quina” fue un hombre que dijo en sus últimas entrevistas que nunca mandó matar, pero se le cargan dos muertitos en la historia oscurantista del sindicato petrolero en la lucha por el poder: Óscar Torres Pancardo, dirigente de la sección 30 de Poza Rica (región opositora a la perpetuidad de “La Quina”) así como Heriberto Kehoe Vincent, de la misma sección y quien fue asesinado saliendo de un café de esa misma ciudad. De Torres Pancardo siempre se manejó la versión de que había fallecido en un accidente automovilístico, pero lo extraño fue que su cuerpo, así como el de su chofer, tenía impactos de bala, lo que infiere que fueron perseguidos.

Se cuenta que “La Quina” contaba con todo un equipo de guardaespaldas armados que nada le envidiaba al Estado Mayor Presidencial. Que entre sus pistoleros de confianza se conocía a uno apodado “Vikingo”, quien no se le despegaba ni de su sombra.

Su caída fue escandalosa como el gran poder que ostentaba. Pensaba que él como dirigente del sindicato más importante del país podía manejar las riendas de la política nacional, lo que hizo faltar a la institucionalidad tan arraigada que tiene la clase política mexicana hacia la figura del Presidente.

Empezó a cavar su tumba cuando apoyó públicamente a Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano como candidato en contra de Carlos Salinas de Gortari, el candidato priísta: una vez ganada la Presidencia, Salinas lo encarceló con el famoso “Quinazo”. El mito urbano dice también que fue en venganza porque alguna vez “La Quina” hizo que Carlitos se disfrazara de mujer y le gritara “¡Que baile el pelón! ¡Que baile el pelón!” (el travestismo es muy común en las legendarias juergas de la cúpula petrolera).

Pocos fueron los amigos que lo visitaban en la cárcel; entre ellos, el ex diputado local por Minatitlán, Rosendo Enríquez Guzmán, quienes lo siguieron viendo a lo largo de su estadía en prisión. Los tamaulipecos asentados en Minatitlán se quejaban entonces de que comenzaron ser bloqueados por los nuevos dirigentes petroleros originarios de Oaxaca.

De hecho, la caída de “La Quina” tuvo que ver con la reactivación del petrolero jubilado Sebastián Guzmán Cabrera, a quien el presidente Carlos Salinas lo convirtió en el nuevo dirigente nacional del sindicato, con la misión también de desaparecer todo rastro del Quinismo: las tiendas de consumo, las granjas y las textileras. El periodo de bonanza también fue concluyendo y comenzaron las crisis económicas ya conocidas por todos.

Pero es Minatitlán (como igual Ciudad Madero, ligado históricamente a Veracruz por los tamaulipecos que llegaron a trabajar) testigo del modo de conducir los destinos del sindicato petrolero por parte de “La Quina”. Tiempos donde quizás podría haberse dado el crecimiento y desarrollo de una ciudad ahora inmersa en la basura, la corrupción y las aguas negras.

“¡También era un hijo de la chingada” me dijera alguna vez mi abuelo, en paz descanse y siga fumando como chacuaco.

11 de noviembre de 2013

México le teme a Venezuela

El jet derribado por Venezuela

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El derribo de una aeronave mexicana en territorio de Venezuela, en primera instancia, pone a pensar a cualquiera en tambores de guerra. Una agresión de esa magnitud no es cualquier cosa.

No es un Rey de España gritándole a Hugo Chávez “¿Por qué no te callas?”; no es un simple “Bush es Mr. Danger” de Chávez al presidente de Estados Unidos. Es una agresión de tipo militar de un país contra un jet civil de otro país.

Pero es cierto: Venezuela tiene el absoluto derecho de inmovilizar una aeronave que no se identifique u obedezca las órdenes del suelo que está sobrevolando. Cualquier país --menos México, que perdona todo-- haría lo mismo y más cuando Venezuela ha creado un aura de izquierda intolerante.

De igual manera, el gobierno venezolano presidido por el “Hijo de Chávez” es conocido por guardarse información como sucedió con la agonía del polémico comandante; del mismo modo, el gobierno de México ha actuado muy tímido en este asunto como regularmente lo hace en todo lo que huele a escándalos políticos, lo que abona a la teoría de que realmente eran delincuentes o VIPS los que volaban en el jet y son protegidos por el estado mexicano.

A cuentagotas se ha dado información de lo ocurrido, aunque todavía quedan dos grandísimas interrogantes: ¿dónde están los pasajeros y quiénes son realmente?

Esto porque se sabe que serían sólo 3 (dos tripulantes y un pasajero) los que habrían volado por la zona al momento del derribo; otra versión indica que eran 5 los que originalmente volaban en el jet, pero que bajaron en las Antillas Holandesas y en el regreso fueron interceptados.

Así, en apariencia, México no exige nada contundente para explicar el actuar de Venezuela, como ésta tampoco pareciera tener mucha preocupación por aclarar lo ocurrido, lo que abona más al sospechosismo de quién viajaba en esa nave y porqué tanto misterio en proteger su identidad. Sin presión de parte del gobierno mexicano, Venezuela no tiene porqué rendir explicaciones sobre el actuar en su territorio.

¿Quiénes eran los pasajeros? ¿Por qué son protegidos? ¿Por qué ni una foto de los pasaportes falsos para identificar a los ausentes? La versión más clara, y subrayada por el mismo presidente Nicolás Maduro, es sobre tema del narcotráfico internacional. Venezuela, según expertos, es la segunda ruta más usada por el crimen organizado después de la del Pacífico.

También es muy común que la mal llamada élite mexicana (empresarios, políticos, deportistas, el clero, periodistas, artistas y anexas) se vincule a la mafia, al uso indiscriminado de recursos públicos para viajes de placer o hasta para simples caprichos como el “shopping”.

La teoría sólo concluye en que si no es un poderoso narcotraficante protegido por el gobierno, debe ser algún junior idiota de los que abundan en la administración de Peña Nieto, algún funcionario paseándose con recursos públicos, o alguna celebridad o empresario que no quieren que le caigan en la movida.

Así, con todo y el dogmatismo venezolano y su particular forma de ver el mundo, a lo mejor Venezuela está actuando verdaderamente contra la delincuencia organizada internacional derribando aviones sospechosos. En México no se sabe de casos así.

Esto en contraparte al uso de Chávez como símbolo arcaico de la nueva izquierda, pero que a su vez es similar al priato nuevo con las mismas prácticas de ocultamiento, de apostarle al olvido y a no hacer tantas olas en un asunto que quizás termine aclarándose con unos tragos en alguna oficina diplomática.

La fama de narcos la tenemos bien ganada, como la fama de fanáticos del colectivismo ortodoxo que se practica en Venezuela; ambos gustan de la música ranchera y en una de esas hasta ya hasta se perdonaron mutuamente en el rincón de una cantina.

A lo mejor era buena idea que Fidel Herrera se hubiese ido a Venezuela como embajador. Experto en las artes del choro, ya sabríamos santo, seña y pelos del asunto, y en una de esas hasta convence a Maduro de que derribó a un inocente Pajarito Chávez que se había extraviado en tierras bolivarianas.

3 de noviembre de 2013

Partido Verde ¿refugio de asesinos?

De izquierda a derecha: Juan Eduardo Robles Castellanos, Jesús Vázquez González, Monica Robles Barajas, Juan Cruz Elvira y Renato Tronco Gómez

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El Partido Verde Ecologista de México se ha convertido, en la posteridad, en uno de los parásitos más costosos de la incipiente democracia mexicana.

Creado a mediados de los 80, el PVEM se ha convertido en un partido dedicado a escándalos, al sensacionalismo y a ser comparsa como lo hizo con el PAN (llevando a Vicente Fox al poder, con quien rompió relaciones cuando no les dieron espacios en el poder) y luego con el PRI.

Lejos de hacer política ambiental, el Partido Verde Ecologista de México hoy sólo es un simple espacio usado por el Revolucionario Institucional para dar cuotas de poder de acuerdo a los intereses del tricolor. Darle espacios para que no pierda su registro como partido aliado y a la vez hacer crecer su influencia política en una corriente de supuesta oposición.

Al Partido Verde hay que sumarle que ha sido, en los últimos años, el blanco de escándalos ocasionados por su dirigente nacional, el junior Jorge Emilio González, quien ha sido detenido manejando en estado de ebriedad, se ha visto envuelto en el raro suicidio de una mujer búlgara desde su departamento de lujo en la Torre Emerald, de Cancún; y hasta la coronación del cinismo donde por dos millones de dólares de un soborno, pretendía avalar permisos inmobiliarios.

Así, los temas ecologistas han sido los menos relevantes para el PVEM. Han presentado esporádicamente proyectos de protección ambiental, sin ser difundidos mediáticamente como lo hacen con sus propuestas baratas de pena de muerte y medicinas gratis.

De hecho el PVEM, según datos, fue expulsado del Global Verde (Global Greens, en inglés), la red internacional que agrupa a partidos ecologistas que firmaron y suscribieron los principios de la Carta de los Verdes Mundiales, firmada en su fundación, en abril de 2001 en Canberra.

Su principal labor reciente --se recalca-- ha sido como tapete del PRI. Otro ejemplo radica en el actual Congreso Federal, donde tienen a un excelente golpeador a modo del poder: el diputado Arturo Escobar.

En Veracruz sólo se recuerda al Verde como partido “independiente” cuando fue tomado por la familia Fernández, de Xalapa, dueños de terrenos (casi latifundios) en toda la región de la capital de Veracruz, pero igual rompieron con ese esquema de “ecologistas” cuando decidieron vender el predio conocido como La Joyita, uno de los últimos pulmones grandes de Xalapa.

En Veracruz, a excepción de ese periodo, al Partido Verde sólo se le conoce como la extensión del PRI; votan igual que el PRI, hacen su discurso similar al PRI, y prácticamente son de la misma bancada. Es más, no es secreto que quienes llenan esos espacios son priístas; ganan y operan con la estructura del PRI.

Basta mencionar que en esta nueva legislatura entrante, el tricolor ganó de manera contundente las diputaciones con todo el aparato oficial, apostando a una fórmula que no se había visto antes: postuló y ganó con 23 candidatos, y con sus aliados llega prácticamente a tener 35 diputados locales, incluidos los del Partido Verde Ecologista con reconocidos priístas.

Y entre los diputados electos del PVEM para la próxima legislatura que toma protesta en unos días, se cuenta a Mónica Robles Barajas, hija del empresario periodístico José Pablo Robles Martínez, dueño de la agencia informativa “Imagen del Golfo”, y los periódicos “Imagen” y “Diario del Istmo”, entre otros. Considerada por muchos como la heredera natural de la sagacidad del padre. Esposa del ex alcalde de Coatzacoalcos y actual delegado de la CONAGUA, Iván Hillman Chapoy. Es la más seria de este grupo parlamentario.

Otro es Juan Eduardo Robles Castellanos, quien sin pena ni gloria ha subido como dirigente del Partido Verde en Veracruz por mantenerse acéfala la Presidencia Estatal. Es, en teoría, el único “verde ecologista” de la bancada.

Jesús Vázquez González, ex diputado por el PAN, medio hermano del frustrado Cacique del Sur, Cirilo Vázquez Lagunes, asesinado en 2006; y hermano de Abel Vázquez González, quien sigue los pasos de Cirilo. Su familia se ha visto envuelta en escándalos de pistolerismo que no parecen terminar nunca en la zona de San Juan Evangelista. El más reciente, uno de sus medios hermanos que asesinó a otro de sus medios hermanos y lo fueron a proteger a Argentina, donde fue detenido por la Interpol.

Juan Cruz Elvira, cacique de la zona de Isla, donde tampoco terminan los balazos. Curiosamente ha sido el único sobreviviente de una serie de atentados que ha habido contra políticos en la zona, donde han fallecido miembros de la familia Gasperín, Barradas, así como de la familia Tress. En la región se dice que Juan Cruz Elvira es beneficiado con todos estos asesinatos, pues ya no tiene rival político alguno.

Renato Tronco Gómez, ex alcalde de Las Choapas y formado desde el Fidelato como el nuevo cacique del extremo sur de Veracruz. Renato está ligado al asesinato del regidor Alfredo Pérez Juárez, acontecido el 6 de junio del 2000; también se le señala de haber intentado matar al ex alcalde Antonio Pouchoulen Cárdenas. Ha impuesto su ley a sangre y fuego, donde hoy también quiere dejar a su hermano Miguel en la silla municipal. De Miguel se comenta que es él la verdadera tenebra detrás de Renato.

Tanto Vázquez González, Cruz Elvira y Tronco Gómez representan tres de los distritos más conflictivos en todo el estado de Veracruz. Son zonas donde se siguen cometiendo los últimos asesinatos violentos y donde la presencia del crimen organizado, en todas sus modalidades, está más que asentada.

Es verdaderamente una pena que el tema ambiental en Veracruz no tenga una representatividad seria en el Congreso. Peor aún es que dentro de las filas de Partido Verde existan asesinos, verdaderos representantes polémicos de la manera violenta en que se hace política en Veracruz.

A lo mejor nos equivoquemos y resulte que son verdaderos adoradores de la ecología, como Jesús Vázquez lo es con los caballos, al igual que Cruz Elvira y Tronco, por su calidad de políticos charros a la veracruzana, donde las carreras de equinos llenas de malosos están a la vista de todos y nadie ve nada.