20 de diciembre de 2007

Ah, ¡Qué mi querido cardenal!

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- En verdad no quería escribir del tema, porque la idea era descansar este diciembre (desde mediados de octubre) luego de las jornadas de titulación que todavía no acaban. Esta columna sin bautizar pensaba reescribirse a finales de diciembre, principios de enero, pero una declaración en los noticieros me obligó a retomar el teclado.

Se trata de un príncipe de la iglesia desatado en sus expresiones: el cardenal Norberto Rivera, quien dijo que existen "verdaderas prostitutas, verdaderos prostitutos de la comunicación que deshacen la fama de los demás", en referencia a periodistas. Poco sutil su comentario, y no faltarán varios "Rubén Aguilar" que se encarguen de interpretar lo que el dirigente religioso quiso decir.

De hecho, según el portal informativo de la cadena UNIVISION, se justificó ante los medios presentes al momento "que no se refería a todos los reporteros, sino a los que generalizan las actividades ilícitas de algunos sacerdotes".

De entrada, no se trata de atacar al cardenal por mera muina. Este servidor respeta mucho la fe, porque trato de no ser dogmático (a diferencia de la Iglesia Católica) y pensar que la mejor solución a los problemas de este mundo no es perseguir a la gente por creer en Dios. Se respetan todas las creencias, porque sentimos que la tolerancia es uno de los más altos valores, y ese respeto al derecho ajeno -como lo diría Benito Juárez- es nuestra paz.

Para nada: no hay intenciones negras. Habrá quienes se encarguen de difamar al máximo dirigente católico de México; quienes le señalen por odio, por su manera de conducirse como político, y vaya que lo es. Pero para eso tiene a los reaccionarios que lo enfrentan constantemente en la Catedral. Aquí se trata de los términos "prostitutas" y "prostitutos", que según el Diccionario de la Lengua Española, editado por la Real Academia Española, es la " persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero".

En el caso de los varones, pues creo que el insulto se resbala, pues se entiende que entre hombres (porque debajo de esa ostentosa sotana se supone que hay uno) nos aguantamos como machitos las ofensas, sobre todo en este medio de tanta grilla. Lo que no se vale es que en aras de un mensaje cobardemente abierto (de esos de "se ofenderá el que le quede el saco"), Norberto Rivera asevere que existan prostitutas mujeres dentro del gremio.

Vaya, el patriarca católico quiso señalar sin precisar que en el medio periodístico existen hombres y mujeres que venden su cuerpo en aras de la pachocha y el chisme, quizás en contestación a los señalamientos también abiertos de pederastia en la Iglesia Católica, entre los cuales se incluye a su persona como protector de estos curas pervertidos.

Al igual que el cardenal Norberto, yo no generalizaría, pues he conocido sacerdotes que demuestran lo contrario de la mala imagen de la Iglesia Católica.

Sólo que si se trata de entrar a ese juego de señalar tan agresivamente, entonces recuerdo que en Tehuacán, Puebla, nos comentaban sobre gente cercana al entonces obispo del lugar, Norberto Rivera, que constantemente lo veían consumir alcohol, siendo esta una de sus aficiones cotidianas. Que el hedor era común entre sus más cercanos colaboradores y así se la pasaba oficiando.

Al menos se sabe que el señor no es un alcohólico crónico, aunque tal vez sí un bebedor social. La cosa es que si se trata de hacer señalamientos a la ligera, no nos cabe la menor duda que este será el nivel del debate que el propio cardenal provoca, y si bien nos puede llamar "prostitutos y prostitutas", entonces el máximo jerarca católico en el país, bien podría aguantar que le digamos "borracho".

Es extraño: por lo regular el católico, pese a sus formas conservadoras, sabe manejar muy bien la cuestión de los medios de comunicación, interviniendo sutilmente en la vida política del país y sobre todo con un gobierno de derecha que lo apapacha; al menos con el presidente Fox, no nos quedó duda que los que mandaban en el país era el Papa, su representante en México y el cardenal Norberto… y desde luego Diosito.

Esta vez, quién sabe, pero quizás las neuronas no conectaron y al cardenal se le salió tremenda comparación. Es comprensible su enojo ante la mala imagen que se atañe a la Iglesia Católica, pero de veras ¿los medios tienen la culpa?

Digo, si bien es cierto que es una exageración decir que toda la Iglesia y fe católica es mala por algunos curas pederastas, el cardenal también debería comprender que desgraciadamente vivimos con nuestros pesares en el gremio periodístico, teniendo que apechugar (¡Oh, resignación!) que existen seres como Fabiruchis, Pepillo, Bisogño y cuanto periodista "barato y primitivo" (¡Oye, mi perico, eso se oye chido en verdad!) que de plano, dan pena. Ni modo. De todo hay en la viña del señor.

18 de diciembre de 2007

Para encontrar la dichosa Casa de Piedra para el brindis con el gober…

Pablo Jair Ortega – pablo.jair.ortega@gmail.com.- Dormitando luego de una desvelada tremenda que la impaciente curiosidad nos provocó: anoche me enteré que Karl Marx, Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche son los “maestros de la sospecha”; que Ludwig de Baviera quizás no estaba tan demente y que su castillo de Neuschwanstein es netamente fantasía; que Wagner era muy soberbio; y que existió un papá genio científico llamado Silvestre II, nombre de pila: Gerberto de Aurillac, que tenía una cabeza parlante a manera de oráculo.

Todo eso fue en la noche, cliqueando enlaces subrayados y en letras azules… ¡Ah! Confieso también que estaba trabajando sobre el portal que me da de comer.

Para no aburrirlos más con horas nocturnas inertes, de fría madrugada, les comentó que terminé de estarle viendo la jeta al monitor como a eso de las 7.30 de la mañana. Pero como a eso del mediodía de este lunes, recibo una llamada de mi director general César Vázquez Chagoya para decirme que había que acudir al brindis con el gobernador.

“Futa, chupar ahorita a mediodía… que hueva”, fue mi primer pensamiento somnoliento.

Me dispusieron de unos cuantos minutos para quedarnos de ver en un punto y de ahí partir hacia El Lencero, donde iba a ser el evento. Tengo que decir que a pesar de provenir de tierra caliente, me encanta el agua a alta temperatura, “Como pa’ pelar pollos”, diría un viejo amor. El asunto es que por el corto lapso disponible, tardé un poco más esperando a que se calentara tantito el agua… Y los “fonazos” del “lic” para decirme que ya estaba en el lugar, y yo con el jabón en las orejas. Aún con las prisas, me tomé los momentos mínimos para medio afeitarme, medio peinarme, medio secarme, y salir en busca del desesperado dueño del Jeep Liberty.

- Te hubieras bañado con agua fría- fue su consejo.

Todavía a tiempo para la cita de la una de la tarde en un lugar conocido como Casa de Piedra. Es allá en El Lencero, por la entrada a Xalapa, región conocida porque ahí está asentada la Academia de Policía, y sobre todo por la hacienda que perteneció a su Alteza Serenísima Antonio López de Santa Anna, uno de los tantos puntos turísticos que visitar en la zona.

Ahí vamos rumbo a la hacienda y nada… Ni un vehículo ni las vagonetas que regularmente se ven en los actos de Comunicación Social. Seguimos en el camino, y llegamos hasta donde están unas caballerizas de Seguridad Pública, donde también hay un cementerio de patrullas. Lo lógico: preguntarle a quienes hacían talacha por ahí, en dónde quedaba la mentada “Casa de Piedra”.

- ¿Casa de piedra?- contestó un uniformado con extrañeza, quien a la vez preguntó a sus compañeros si acaso existía eso… “No… pues, no… La verdad, no”.

Total que ante el desconocimiento, nos acercamos a otro portón, negro y gigante, que albergaba un “auditorio”, edificio color blanco, con unas gentes adentro que tampoco sabían de la dichosa “Casa de Piedra”.

Para no hacerle más al tonto, pues fuimos a la primera tienda de abarrotes para saber dónde era la mentada casa. El tendero dio una explicación medio enredada, pero a veces habemos seres humanos que preferimos aparentar que entendimos para que no nos crean tan zopencos. Con la explicación dada y medio entendida, entendí que había que salir de nuevo a la carretera y buscar unos letreros que dijeran “Casa de Piedra”.

Y así fue, saliendo a carretera, ahí había unos carteles guiando hacia el evento. Ahora lo hicieron más lejos: el año pasado fue en la hacienda de La Orduña, en Coatepec, lo que nos daba la ventaja de estar más cerca.

Por un sinuoso y largo camino (sí, como la rola de McCartney) llegamos a unos campos con unos sembradíos medios raros… Lo admito: se me cebó la curiosidad por la desvelada y nunca pregunté que sembraban ahí, que estaba tan misteriosamente tapado con unos hules grises. Al fin ubicamos la “Casa de Piedra”, junto a unas instalaciones de PEMEX.

Afuera del lugar, varios compañeros hacían plática mientras esperaban el arribo del gobernador. Ahí saludamos al Betogato y a don Mario Chama. También a los fotógrafos Toño Palacios y Miguel A. Carmona. Ya adentro, Vázquez Chagoya recibió las felicitaciones por parte del gremio y los políticos ahí reunidos, sin duda por su periodismo “barato y primitivo”, como así lo calificó nuestro flamante secretario de Educación, quien por cierto, resultó ser más sano que mi abuelita.

Al interior, los primeros saludos de la banda de EnlaceVeracruz212 fueron hacia los columnistas Quirino Moreno y Pompeyo Lobato, así como hacia el director de Comunicación Social del Gobierno de Veracruz, Alfredo Gándara.

Presencia muy nutrida de colegas: desde el puerto de Veracruz ahí estaban el fotógrafo Martín Lara Reyna y el locutor de noticias Manolo Victorio. En la terraza, Héctor Lechuga, el popular comediante que se inmortalizó con su sección “Barriendo la Noticia”, al lado del ex diputado local y hoy empresario periodístico Alejandro Montano Guzmán. Otros propietarios de medios presentes, fueron el licenciado José Luis Poceros, a quien tuvimos el gusto de saludar, al igual que al “lic” Edel Álvarez Peña y su hermano Lorrimer.

Muchas caras famosas, aunque no tengo el gusto de conocerlos personalmente, como la gente de Televisa Veracruz, con los conductores estelares Rogerio Pano y Eloisa Maasberg (todavía más guapa en persona, dicho sea con todo respeto), así como sus corresponsales en Xalapa. Presentes también Andrés Hondall, director del semanario Proyectos Políticos; el fotógrafo Ramón Uribe, de la agencia Multigráfica; la columnista Miriam Magaña, quien llevó a su hija, y también comentó que no ubicaba el lugar y andaba extraviada por los mismos rumbos de nosotros previamente. Saludamos también a al conductor del noticiero “Contacto Informaivo”, Mario Lozano Carbonell, quien nos presentó a su coordinadora de información, Edith Mendoza.

Llegó el gobernador, y lo de todos los años (Ja ja ja, perdonen ustedes, pero me cae que se ve chistoso): se hace una comparsa a su alrededor entre fotógrafos y camarógrafos que no lo sueltan ni un segundo. Si el “gober” se desplaza a la izquierda, ahí van todos para esa dirección; si se mueve para atrás, ahí van todos a seguirle. Es como en el juego de niños que cada año, en cada brindis, deberemos bautizar “Fidel dice…” en lugar de “Simón”.

Como es costumbre, el mandatario pasó a saludar a cada uno de los presentes. La despedida fue inmediata luego de las fotos con el gobernador. Visita casi de doctor: tardamos más en encontrar la dichosa “casa de piedra” (por cierto, lugar donde eran las caballerizas de su Alteza Serenísima), que en dar el brindis, el cual finalmente, no escuchamos porque ya íbamos de salida.

9 de octubre de 2007

Los Zetas en Minatitlán

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Sucedió el pasado martes 2, cercano al cobro de la quincena que desde horas antes al plazo se puede cobrar en los bancos de Minatitlán. La vida económica de la ciudad se rige principalmente por los empleados de PEMEX y los subcontratistas.

Parte también –lamentablemente– de lo que es ya la vida normal en el pueblo petrolero, es la gran proliferación de prostíbulos que se han incrementado en los recientes años: en el periodo de los alcaldes perredistas Amado Guzmán García y Román García (1998-2000, de los municipios conurbados de Minatitlán y Cosoleacaque, respectivamente), se dio a conocer que en Minatitlán se habían otorgado por lo menos 100 nuevas licencias de venta de alcohol en diversas modalidades: depósitos, bares disfrazados de restaurantes, centros de prostitución disfrazados de bares, etc; en el caso de Cosoleacaque, hasta el Instituto Tecnológico denunció que en sus alrededores se habían duplicado los expendios en donde los alumnos acudían a comprar cervezas.

Actualmente los minatitlecos pensaban que se había superado el triste trienio de Guzmán García, pero resulta que sus sucesores reafirmaron la incapacidad de los políticos minatitlecos de hoy en día: el anterior edil, Pablo Pavón Vinales, tuvo un periodo lleno de penas y nulas glorias; el actual, Raúl Morales Cadena (quien siempre argumenta para su ineptitud que escritos como éste es otro ataque político más, como si siguiéramos en tiempos de campaña) de plano se ha coronado como el peor alcalde que ha tenido Minatitlán.

Con esto presente, y la dichosa reconfiguración de la refinería Lázaro Cárdenas que ha traído más calamidades a la ciudad y a cientos de obreros fuereños, se ha notado un crecimiento considerable y muy palpable de sitios donde se expenden bebidas alcohólicas. Recientemente se dio a conocer que los bares y cantinas de la ciudad son la principal fuente ilícita de ingresos de directivos del ayuntamiento, en especial de Octavio Flores Colorado, según versión de un ex inspector municipal.

Uno de estos burdeles se llama Cocobongo (anteriormente se llamaba Cosmopolitan, una de las cantinas más viejas de Minatitlán), ubicado en pleno malecón frente al río Coatzacoalcos; es uno de esos sitios donde anteriormente colocaban un letrero en la entrada que rezaba —palabras más, palabras menos— “Se prohíbe la entrada a menores de edad, militares, uniformados y vendedores ambulantes”. El sitio está ubicado en una planta alta que hace esquina con las calles Iturbide y Francisco I. Madero, por lo que desde ésta última (la principal del malecón) se entra para subir unas escaleras, se llega a una segunda puerta donde te revisa un vigilante y te da acceso al lugar. Quienes acuden habitualmente saben que hay “variedad” constante y que además regularmente no está muy lleno, incluso en las horas pico de la madrugada.

Ese martes 2, algunos parroquianos se encontraban conviviendo cuando de repente apareció un comando fuertemente armado, conformado por individuos vestidos de negro con el rostro cubierto por pasamontañas; quienes pudieron apreciar la llegada vieron armas de alto calibre como las populares Avtomat Kalashnikov modelo 1947. El grupo se desplegó tácticamente por el lugar como cuando realizan las redadas. Ante una escena así, quienes bebían en el lugar creyeron que se trataba otro de los operativos de “Veracruz Seguro”; que habían llegado los de la AFI o la PFP para revisar bolsillos y detectar si había droga o armas.

Uno de los concurrentes se encontraba en la “rocola” escogiendo unas canciones, pero uno de los empistolados le pidió autoritariamente que regresara a su lugar. Uno más se atrevió a verle directamente la cara a otro: “¿Qué madres me ves, cabrón?”, fue la respuesta. Los pocos en el lugar no comprendían bien la situación, pero ante la actitud y las armas, pocos dudan en bajar la cabeza o por lo menos la mirada.

Internados en el lugar en cuestión de segundos, uno de los personajes a quien identificaron por portar una llamativa pistola calibre 45, se acercó a la barra y le dio al encargado un mensaje. Dicho esto, se retiraron en una camioneta y todo volvió a la normalidad. No hubo la necesidad de explicarse que estos señores no eran policías.

Uno de los paisanos comentaba que eran Zetas, y que ya están en Minatitlán; entre los obreros se comentan que los han visto circular como si nada, al igual que aquí en Xalapa han llegado hasta la casa del secretario de Seguridad Pública disfrazados de la misma manera: con trajes de operativos militares oscuros, discretos, con armas largas y camionetas blindadas.

Entre la misma flota obrera saben que el narcotráfico está más que nunca haciendo su agosto por la presencia de miles de trabajadores en las obras en PEMEX; y no sólo ha sido el fino arte de rendir tributo al Dios Baco, sino que algunos están acostumbrados a ir más allá: en uno de los viajes en taxi de este pueblo petrolero, quien esto escribe atestiguó el momento en que un obrero en total estado de ebriedad pidió el servicio al vehículo, pero como ya estaba ocupado, inmediatamente dijo que siempre no: “Nomás voy aquí adelante, compita”, le decía el chofer, pero el individuo dijo que esperaría uno vacío.

“A este cuate ya lo he levantado… Ahorita va por coca”, comentó el conductor instantes después de volver a arrancar la unidad. “Es obrero de las compañías, y siempre cuando anda así, va por polvo”.

Minatitlán no sólo se está sumergiendo en la inmundicia y en la incapacidad de sus gobernantes; con la presencia de varias compañías contratistas al servicio de PEMEX para la flamante “reconfiguración”, también se ha convertido en un excelente nido de alimañas que hacen negocio en todo lo referente a los vicios: es una cadena de corruptelas que inicia desde el permiso otorgado por las autoridades municipales, hasta el diezmo que se le debe otorgar a la policía, aunado a la presencia de la delincuencia organizada con la prostitución vía telefónica y el tráfico de drogas. Con la incapacidad para meter orden, es obvio que se incrementan los delitos como robos y riñas callejeras.

Mientras tanto, sobra decir que los letreros que prohíban la entrada a uniformados, pues ni los van pelar. Si no, pregúnteles a los que dejan mensajes en el Cocobongo.

3 de octubre de 2007

La venganza del zancudo asesino

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- De plano a los jarochos nos desprecian por ser acarreadores de dengue. Y no sólo a sus pobladores, también a su fauna; en estados limítrofes han decidido establecer cercos sanitarios para evitar casos de dicha enfermedad. Sólo cabe aclarar a estos “expertos” (secretarios de salud y sus asesores) que el dengue no se contagia de persona a persona.

Por ejemplo, en Tamaulipas, ante lo que las autoridades de la Secretaría de Salud del vecino estado consideran como la detección de “miles de casos de dengue en Veracruz”, se implementaron medidas “en los límites con ese estado para reducir el riesgo de que se multiplique en Tamaulipas por el alto flujo migratorio que se presenta entre ambas entidades” con un cerco sanitario --como si el mosco necesitara pasaporte para realizar sus actividades naturales--.

Según la nota del portal HOY TAMAULIPAS: “Luis Fernando Garza Frausto, director de Protección a la Salud, dijo que las inundaciones registradas hace unas semanas en el vecino estado han comenzado a reflejarse en el incremento de enfermedades de la piel, ojos y dengue clásico. Ante ese riesgo, mencionó que el Secretario de Salud Rodolfo Torre Cantú instruyó establecer un cerco de vigilancia epidemiológica entre la población procedente de los limites de Veracruz para evitar el ingreso de personas que pudieran portar alguna enfermedad”.

Pero los tamaulipecos no son los únicos que nos consideran “apestados”, o en este caso, adengados: en Tabasco también nos echan la maldición díptera y la Secretaría de Salud de esa entidad informa que, a diferencia de Veracruz, con más de 4 mil casos según cálculos del titular Luis Felipe Graham Zapata, en el “edén” de Pepe del Rivero apenas hay cerca de 500 casos de dengue confirmados, de los cuales 15 son de tipo hemorrágico.

En Oaxaca los reportes también indican aumentos considerables en los casos de dengue hemorrágico. Prácticamente todo el sureste se está viendo infestado por esta problemática, al grado de que los mandatarios de Oaxaca, Chiapas y Guerrero se unieron para combatir la marginación a través de lo que llamaron el Programa del Sur, que busca elevar a la media nacional los niveles de educación, salud, vivienda e infraestructura de estas entidades, y para lo cual se requieren unos 12 mil millones de pesos en 2008. Entre todo esto se destaca el combate a enfermedades como el dengue, asociada con la pobreza.

Desde El Bajío también llegaron las quejas contra los jarochos, así que desde ahora nos podemos considerar peligros biológicos ambulantes. Resulta que Veracruz no solamente es un excelente exportador de limones, café, energéticos y “mojados”, pues según un tal Javier Rivera Maya, oficial “matazancudos” de San Luis Potosí, los veracruzanos nos podemos enorgullecer de que también exportamos dengue a estados como Guanajuato: “En la huasteca potosina y de Veracruz estamos invadidos de mosco que transmite el dengue clásico y del hemorrágico, que es el más peligroso. De esos lugares viene mucha gente a León a comprar calzado, por lo que es seguro que alguien contagiado allá, vino y provocó el problema de salud”, señaló el tal Javier. (Recordemos que el dengue no se contagia de persona a persona; quien no ha padecido dengue tal vez desconozca que junto con los dolores y la fiebre característicos de esta enfermedad, se presentan unas ganas irrefrenables de comprar zapatos, y venciéndola, uno hace lo posible por satisfacer esta necesidad, y si es en León, pues qué mejor; esto tal vez explique la “acertada” teoría y la seguridad con que el señor Rivera Maya hizo sus declaraciones).

La verdad es que mientras hay una como paranoia institucional de que Veracruz es culpable de todos los males de salud en otras entidades, desde acá remitimos la culpa a “Chilangolandia” por su pésimo sistema hidráulico que hizo desbordar al río Pánuco en el norte de la entidad; tuvimos que admitir al menos cuatro municipios del sur con brotes de dengue debido a las recientes inundaciones; en total, en todo Veracruz se reportan cerca de tres mil 500 casos, según el subdirector de Prevención y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud estatal, Alejandro Escobar Mesa.

Según informes, señaló que tienen registrados brotes de la enfermedad en Alvarado, Coatzacoalcos, Minatitlán y Nanchital. En el puerto de Veracruz, el ayuntamiento reporta unos 100 casos de dengue clásico y aproximadamente 75 casos del hemorrágico en lo que va del año. En el norte de la entidad, donde han pegado con todo los huracanes, no se descarta que pueda haber un incremento en los casos de dengue en la región, afectada por los desbordamientos de los ríos y anegamientos.

No sólo es privativa la crisis en climas calurosos; es reciente la inclusión de brigadas contra el mosco del dengue en zonas de clima frío y donde el desarrollo del Aedes Aegypti era nulo. De un par de años para acá, y con los cambios climáticos tan extremosos que se viven en la zona montañosa de Xalapa y Coatepec (ahora hay calores que los habitantes de antaño ni sabían que existían), resulta que el mosco transmisor se adaptó perfectamente al clima y está dando su batalla en colonias y congregaciones de estos municipios.

En el sur la situación es más grave. Se cuenta una baja en la guerra contra el dengue, y es lamentable la muerte del empleado de Protección Civil de Agua Dulce, Julio César Jiménez Martínez, a consecuencia de un avanzado dengue hemorrágico, el pasado domingo 30 de septiembre. Esto pese a que a mediados de septiembre se enviaron desde la Secretaría de Salud cinco brigadas motorizadas con 28 “abatizadores” porque las autoridades locales ya habían detectado la emergencia sanitaria.

Pese a todo, Jiménez Martínez falleció y no es concebible que no se le haya detectado a tiempo dicha enfermedad pese a los síntomas. Según versiones, el viernes 28 había llegado a trabajar sintiéndose mal de salud, por lo que se dirigió a la clínica del Seguro Social para recibir atención médica, pero en ese lugar las enfermeras le dijeron que no podían atenderlo y se retiró. Se fue a descansar a su casa sin tener conocimiento de que se encontraba muy enfermo pese al dolor de cabeza y cuerpo. Sin embargo, el sábado 29 el estado de salud del joven empeoró y acudió de nuevo al Seguro Social mostrando ya mostraba manchas de sangre en la piel y vomitando sangre.

Nuevamente incapaces, la clínica pidió el apoyo a la Cruz Roja para que fuese trasladado a Coatzacoalcos, pero falleció en el trascurso de la mañana de ese domingo: su enfermedad estaba muy avanzada. Sus familiares indicaron al periódico choapense DIARIO PRESENCIA que “Julio en menos de cinco días perdió la vida, ya que cuando tuvo los primeros síntomas fue trasladado al Seguro Social de esta ciudad en donde sólo estuvo internado por unas horas y después le dieron de alta sin diagnosticarle la enfermedad”.

¿En verdad están preparadas las clínicas y hospitales para este mal? En el Hospital de PEMEX de Minatitlán, que se supone de los mejores en la región, posponen cirugías argumentando otras urgencias, como si no hubiera personal médico para atenderlas. ¿Qué no pasará en clínicas del Seguro Social, ISSSTE o de SSA en las pequeñas comunidades? ¿En cinco días se puede morir la gente por una enfermedad que se supone controlable?

Con la muerte de este empleado de una dependencia para protección de la ciudadanía, viene la ironía: la venganza del zancudo asesino va más allá de la vulgar discriminación.

26 de septiembre de 2007

Rumores, rarezas y reestructuras

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Desde el 2 de septiembre, cuando el PRI demostró su hegemonía enraizada en Veracruz al ganar 28 de las 30 diputaciones locales, y 155 alcaldías de las 212 que existen, se han dado a relucir varios rumores, señales y hasta lamentables acontecimientos.

Algunos los podemos atribuir --y sólo en algunos casos-- a la fiebre de triunfalismo y a quienes todavía celebran dicha victoria tricolor, sin que tengan en cuenta la gran responsabilidad de haber ganado, y cuyo futuro desempeño como legisladores o presidentes municipales le pueden costar a sólo una persona: al gobernador Fidel Herrera.

Los otros son escenarios que causan enrarecimiento en el ambiente político veracruzano; además de señales de que a la mitad del camino, el gobernador desea mover piezas claves de su gabinete para renovarlo, inyectarle vitalidad y nuevas ideas. Dentro de las reestructuras del gobierno estatal, se confirma la licencia del alcalde de Coatzacoalcos, Iván Hillman Chapoy, para asumir la titularidad de la Secretaría de Turismo, donde despachaba Gustavo Sousa Escamilla, quien se regresa a actividades privadas como abogado.

A su salida del ayuntamiento, Hillman Chapoy deja una estela de rumores sobre quién podría ser su sustituto: en un principio se suponía a Roberto Chagra Nacif, actual director de Carreteras Estatales, pero finalmente no fue así. El candidato ideal para la actual administración es el síndico Alfonso Morales Bustamante, pero se dice que no desea aceptar. Se dice idóneo, porque está anunciado como tesorero en la próxima gestión que encabezará Marcelo Montiel, y eso le permitiría estar al tanto de las finanzas municipales; no obstante, dentro de la rumorología se maneja también el nombre de la notaria pública número 13, Rebeca López Nassar, quien es suplente del síndico.

Cambios notables también se están dando al interior de la Procuraduría de Justicia y en la Dirección de Tránsito del Estado, donde se han rotado a los fiscales y comandantes de la Policía Ministerial, así como a algunos delegados y jefes de servicio. Según información publicada en el diario porteño NOTIVER, pareciera que Cirilo Rincón Aguilar es el suplente estrella de Martha Montoya Barradas, pues al paso de ésta por la direcciones de Reclusorios y ahora en Tránsito, viene reemplazándola Rincón Aguilar.

Dentro de las mismas reestructuraciones, también ya está fluyendo la manera en que quedará compuesto el Congreso local la próxima administración. Ya se había dado a conocer que Héctor Yunes Landa, diputado por La Antigua y recientemente subsecretario de Gobierno, será el presidente de la Junta de Coordinación Política. Que de igual manera Carolina Gudiño, diputada electa por Veracruz, será por lo menos dos años la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso.

Pero desde este martes, comenzaron a ensalzar dichos nombramientos al comentarse que Carolina Gudiño, aparte de ser cabeza del Congreso, será también presidenta del PRI en el estado, sustituyendo a Ricardo Landa Cano, quien a su vez ocupará la cartera que ostentaba Yunes Landa como subsecretario de Gobierno, obligando al actual, Carlos Rodríguez Velasco, a retornar a la Dirección de Política Regional. No obstante, y como así lo difunde el portal Gobernantes.com, se antoja difícil que Ricardo Landa asuma tal subsecretaría, ya que tiene truncados los estudios profesionales que requieren el perfil del puesto.

De igual manera, dicen viejos políticos veracruzanos que podría ser un “borregazo”: suena imposible que Carolina Gudiño asumiera doble papel como presidenta del PRI y también del Congreso. Que es mucha carga cumplir en ambas partes, atender a gentes tan diferentes y de variados sectores, con diferentes responsabilidades. En todo caso, podrían los priístas igualar la situación de Alejandro Vázquez Cuevas, quien sería diputado (pero no titular de la legislatura) y líder estatal del PAN.

Por otra parte, uno de los casos preocupantes de enrarecimiento es el de Teocelo, donde recientemente fue atacado el periódico local “Punto”, por parte de miembros de la fundación “Fidel Herrera Beltrán” (lamentable cómo llevan el nombre del gobernador); el rotativo, propiedad del periodista Alfonso Morales Chama, tuvo algunos daños en inmuebles que se espera le sean recuperados. Dicen que allá están celebrando en grande el triunfo del tricolor.

No obstante, también preocupan los rumores de ataques inminentes por parte de maldosos, cuando en días pasados se dio a conocer que un grupo supuestamente de policías federales, el martes 18 de septiembre, anduvo rondando el domicilio particular del secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, y que casi confirman las sospechas al momento de verse un grupo de agentes de la Policía Federal Preventiva, este 19 de septiembre, frente a Palacio de Gobierno, armados hasta los dientes. (Ya había habido a principios de agosto una ronda similar con supuestos elementos de la Agencia Federal de Investigaciones rondando la casa del secretario de Seguridad Pública, Juan Manuel Orozco; no eran ni AFIs, ni PFPs, sólo un preocupante grupo de gente armada).

Ese día, en realidad, dicen que el secretario de Gobierno tenía repugnancia a otra manifestación de policías que se le estaba organizando por la detención de dos que encabezaron las protestas de los uniformados el pasado 15 de junio, donde también hizo acto de presencia la Policía Federal Preventiva en un acto innecesario de confrontación entre ambas corporaciones.

Este domingo también circulaba entre los celulares la versión de que un grupo armado había baleado al secretario de Gobierno, y que a la vez se veía una gran movilización policíaca en Coatepec. Lo primero resultó falso, y el cuerpo de seguridad en el “Pueblo Mágico” era debido a que el gobernador inauguraría el festival San Jerónimo. De haber habido un ataque de un grupo armado a un miembro del gabinete, lo más lógico es que la presencia del mandatario estatal se hubiese cancelado.

Causa más extrañeza en el panorama el caso de Germán Lagunes Huesca, dirigente del sindicato del DIF, y sus múltiples detenciones, cuyas manifestaciones también han sufrido acoso policiaco: a estas alturas pareciera que en Veracruz puede pasar cualquier cosa entre tanto chisme.

24 de septiembre de 2007

Jóvenes sicarios (Adieu, monsieur Bip)

Este domingo 23 en Coatepec, la población se dispuso a superar los terribles hechos sangrientos del 7 de agosto, cuando por el rumbo de Los Carriles mataron al inspector de Policía Honorio Gutiérrez Muñoz, y cuyo escolta Pablo Aguilar Ruiz, persiguió a los sicarios hasta Xalapa, pero tuvo la misma suerte que su jefe.

Precisamente ahí en Los Carriles se dedican a confeccionar los famosos arcos que engalanan las entradas de las iglesias de la región, y en particular con la festividad que se acaba de inaugurar este domingo: las fiestas patronales de San Jerónimo. Desde ese lugar, en las partes altas de esta ciudad colonial, hacen con flores y madera los gigantescos adornos que cargará una multitud de coatepecanos, para descender hasta la parroquia del santo y colocarlo en la entrada de dicho templo.

Paulatinamente regresó la calma a Coatepec. Hoy, a casi dos meses, no se sabe nada sobre quién o quiénes mataron a Honorio Gutiérrez Muñoz, pero los coatepecanos tienen claro el por qué: “por actuar como sheriffe”, es la respuesta más común.

El problema, dicen varios, es que quiso actuar con mano dura. No es que se le recrimine tal forma de trabajar, al contrario: muchos reconocen que el fallecido inspector ya había limpiado a buena parte de Coatepec de “graperos”, especialmente jóvenes. Diario detenía por lo menos a uno, y quienes se llevan con tales individuos, comentan que se habían topado con un tipo que ahora sí los estaba metiendo en orden.

Pero más allá de problema de salud pública o de seguridad nacional, para los capos éste es un negocio, y como tal, tienen que cuidar los intereses. Se sabe que un importante jefe de los narcotraficantes había llegado meses antes de los homicidios a Coatepec para hablar con el inspector y llegar a un acuerdo, “de a cuánto iba a ser”. El encuentro se dio por allá en Briones, pero nunca acordaron nada. Lo demás es ya historia conocida: amenazas de muerte surgieron en cascada.

Ese fatídico día, el inspector de Policía salía de su domicilio particular después de haber ido a comer. Iba en su motocicleta, y escoltado sólo por el elemento Pablo Aguilar, quien iba en la patrulla, atrás de su jefe. Al momento de doblar hacia una calle que lo llevaría a la Inspección, una camioneta Cherokee blanca se interpuso pidiendo el paso entre el jefe policiaco y su ayudante, a lo cual accedió éste último. Segundos después, la Cherokee arremetería contra la moto del inspector, quien cae al suelo y antes de poder levantarse, un joven que no rebasaba de los 28 años, bajó detrás del chofer y lo remató con una ametralladora. Subió a la unidad, y el escolta comenzó a hacer disparos inútiles: la unidad de los sicarios era blindada.

Los testigos oculares relatan que a bordo iban al menos unas cuatro personas, todos jóvenes en promedio de 25 años. Otra camioneta Toyota los esperaba como vehículo insignia, que lo guiaría hasta las afueras de la ciudad. También relatan de una camioneta Silverado que estuvo apoyando la acción. En todas se pudieron apreciar a jóvenes de no más de 30 años.

Finalmente se dio la persecución, pero según testigos, los de la Cherokee se perdieron y tomaron una ruta diferente para huir sobre la calle Hernández y Hernández, que si bien no es una arteria principal, sí tiene tráfico regular y no tiene preferencia. Esta Cherokee es la que fue abandonada en La Pitaya, luego de que llegaron a Xalapa y retornaron para Coatepec nuevamente tomando el camino hacia Briones por la zona conocida como Los Arenales, después de haber matado al policía Pablo Aguilar, cerca del Museo de Transporte de Xalapa.

El dato interesante es la presencia de jóvenes en tales hechos sangrientos. En Coatzacoalcos, el 10 de marzo de este año, fueron detenidos 5 jóvenes que portaban tres armas largas tipo R15 y tres escuadras calibre 9 milímetros, abastecidos de cargadores y una gran cantidad de cartuchos, quienes viajaban en una camioneta Ford Expedition. Se identificaron como Ramiro Pérez Moreno, de 26 años de edad; Alfredo de la Fuente Ramos, de 29 años de edad; Carlos García Hernández, de 21 años de edad; Luis Antonio Azuara Rodríguez, de 26 años; y Gerardo Sánchez Trujillo, de la misma edad, quienes dijeron provenir de Nuevo Laredo y Matamoros. En las imágenes se aprecian efectivamente a 5 jóvenes, cuyos rostros son todavía de niños.

Se dice que iban a secuestrar a un presunto narcotraficante de Oluta, quien se encontraba realizando compras en una conocida plaza comercial del antiguo Puerto México, pero que al ser descubiertos prefirieron retirarse, no sin antes ser detectados por la Policía Municipal, que los enfrentó. En su detención, uno de ellos exigían la presencia del delegado; también mencionaba la clave de un comandante de la policía municipal. Horas después vendría un impresionante operativo de policías federales desde la Ciudad de México, para llevárselos a la capital.

Recientemente, en este mes, también se detuvieron a bandas en donde se apreciaban jóvenes entre sus integrantes. El día de las elecciones locales, 2 de septiembre, en Córdoba se detuvieron a 23 personas que viajaban a bordo de tres vehículos con alto blindaje (entre ellos un Stratus, que es catalogado como un carro muy pesado para ser una unidad policiaca), encabezados por quien se identificó como Adrián Varela Gómez, comandante del Grupo Leopardo de la Policía Judicial del Estado de México; entre los detenidos había algunos que no rebasaban los 30 años. Fueron liberados horas después.

En Xalapa, y tras un frustrado secuestro a un comerciante en Banderilla, fueron detenidos 3 de cuatro jóvenes que se enfrentaron con elementos de la Policía Intermunicipal, cerca de Centro de Especialidades Médicas; los arrestados fueron identificados como José Luis Hernández Rodríguez, de 23 años, quien resultó herido; Baltasar Rivera, de 27 años; y José Luis Carballo Marrón de 26 años. En la balacera, a uno de los delincuentes se le cayó una granada de fragmentación. Viajaban en una Ford Lobo de lujo, 4 x 4, de doble cabina y polarizada, con equipos sofisticados de radiocomunicación.

En estos cuatro casos tenemos una particularidad: una nueva generación de sicarios que son reclutados por los jefes de la delincuencia organizada para servir a la organización; no bien están saliendo de la adolescencia, y pareciera que el nuevo sueño --para sustituir al americano-- es ahora convertirse en rico con la facilidad que otorga la vida criminal. Es la otra opción en contraparte al remedio tradicional para curar la desesperación del desempleo, que es irse “al otro lado”, vía Pollero-Plus, para juntar muchos dólares, construir la residencia soñada de dos plantas, comprarse la “troca” y regresar como benefactor del pueblo, o por lo menos del barrio. (Otra vertiente de este remedio, es mandar por un tubo a México, porque la idea es llevarse a toda la familia a territorio estadounidense).

Ahora la delincuencia organizada facilita más esos sueños: ¿Para qué salir de México si aquí también puede hacerse la dolariza? ¿Para qué arriesgar el pellejo en la frontera, si aquí también se puede, y aparte se puede matar? Como salario mínimo tienen miles de pesos a la semana. Tienen acceso a armas de alto calibre, mujeres hermosas, alcohol de todos, vehículos de lujo, polvo, marihuana, pastillas, impunidad, influencia, control sobre las autoridades y pueden ir las veces que quieran a ver los Tigres del Norte. ¿Para qué trabajar o estudiar?

Claro que esto tiene que ver con los principios y educación de cada familia. Hay quienes comentan que en el antaño, el sistema absorbía a los jóvenes que de plano no tenían futuro más que en el fino arte de las “moquetizas”, la prepotencia y las malas mañas. Estos finalmente fueron instruidos como guaruras, “madrinas”, policías, choferes, y toda una gama de malencarados al servicio de los políticos.

Ahora ya no: mínimo por ética, y ante los nuevos tiempos luego de la caída del priato, se refuerzan las corporaciones con hijos de familias comunes, jóvenes con verdadera vocación para dedicarse al trabajo policial, pero quizás sin la malicia de los mañosos que atraía antes el sistema. Ante esta situación, es posible entonces que la delincuencia organizada se ocupe de ese sector ahora “abandonado”, e incorporan a estos impulsivos que son animados por trabajar al margen de la ley, sin respeto a autoridad alguna, con reglas simples, dinero fácil, y que gustan además de la adrenalina que proporciona el oficio de alto riesgo.

Parece mentira, pero este reclutamiento está funcionando más que el programa “Primer Empleo” que, según el presidente Calderón, iba a darles a muchos jóvenes la oportunidad de entrar a las filas laborales. Para la miseria que pagan muchos empresarios, es más atractivo la vida dentro del narcotráfico, porque en una de esas y hasta a Chespirito les llevan de a gratis a una fiesta.

ADIEU, MONSIEUR BIP

El 25 de noviembre del 2004, quizás el más grande mimo de todos los tiempos, Marcel Marceu, hizo su presentación en el Teatro del Estado. Particularmente quien esto escribe no tenía muchas referencias de su obra; cuando la adolescencia, sólo me dijeron que le había dado clases a un artista urbano de Villahermosa, Tabasco. Luego vi algunos videos y supe que era de los pocos artistas leyenda que quedaban cercanos al siglo XXI. Supe que venía a Xalapa y nos mostró su magia: impresionado por la notable edad avanzada, pero con movimientos finos como si acariciara el aire. Algo de lo que más recuerdo es cuando el poeta del silencio actuó como un artesano de máscaras: verle cambiar las expresiones a cada segundo, como si en realidad se arrancara varias caras sobrepuestas en ese resaltante maquillaje blanco que le daba vida a BIP, su alter ego. Hoy descansa con sus ídolos que también son míos, por parte de mi abuelo materno: Chaplin y Keaton. Au revoir, maître!

19 de septiembre de 2007

CHESPINARCO



Un adorado Chespirito que en su momento, según hijo de un capo colombiano, entretuvo en fiestas de narcos de ese país... (SÓLO PÚCHELE PLAY AQUÍ ABAJO)


“Qué mejor presión para el gobierno que petroleros muertos"

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com

Haya o no guerrilleros en Veracruz, y mientras lo nieguen o admitan las autoridades, a los trabajadores de Petróleos Mexicanos les pegaron el susto de su vida en uno de los puntos siniestrados por las explosiones del Ejército Popular Revolucionario. Entre tanto, las autoridades se enfrascan en la legitimidad del grupo guerrillero, o si la desaparición de sus dos compañeros en Oaxaca es real, o que si es un “grupo pequeño” que “beneficia a los narcos” (según las propias palabras del procurador general Eduardo Medina-Mora), los que tienen que estar presentes en el lugar de los hechos no la piensan tanto como los políticos.

Resulta que, de la nada, a los trabajadores petroleros se les apareció un misterioso personaje al momento de estar trabajando por la noche en la recuperación de crudo derramado en el río Blanco, específicamente en un lugar llamado “El Ojito”, un ojo de agua a las faldas de las montañas de Ciudad Mendoza donde pasa un arroyo que se crece con la corriente que viene bajando hacia la carretera.

“Ahí arriba en la montaña estaba contenido en distintas partes, hasta un lugar accesible hasta para una unidad de PEMEX”, narra uno de los trabajadores comisionados proveniente del sur de Veracruz, zona desde donde fueron enviadas varias cuadrillas para reparar lo que el EPR hizo estallar por motivos ideológicos y de protesta.

En el punto a los obreros de PEMEX les tocó trabajar 24 horas continuas; en un paraje desolado como –dicen– “para filmar la tercera parte de La Bruja de Blair”. En el día no había problema, por la luz natural del sol incandescente al que tuvieron que someterse, pero llegando la noche los obreros se dispusieron a cenar a eso de las 10 de la noche, iluminados sólo con las luces de la camioneta.

Desierto y completamente oscuro el lugar, cuando cerca de las 23 horas, en una brecha que era el único camino para llegar, se empezó a mover algo: era un individuo en bicicleta que como a unos 20 metros de los obreros se detuvo, y se les quedó observando en silencio. Con la luz de la camioneta los trabajadores eran visibles, pero no así el perímetro. Al momento no le tomaron importancia, pues creían que dicho personaje tenía miedo de pasar por ahí porque le iban a golpear o asaltarlo, o simplemente se aminoró sorprendido por la presencia inusitada de los petroleros.

Pero luego de 5 minutos de estar mirándolos, con inquietud natural los trabajadores le preguntaron si deseaba pasar, pero el extraño visitante (al que describieron como de aspecto campesino, con chamarra y gorra negra) contestó que no, que sólo estaba “mirando” (en la noche donde no se veía nada).

En el acto los obreros se acercaron, pero cuando estaban por llegar, el fulano se bajó de la bici y gritó “que estaba pedo, hasta la madre”; empezó a fingir un estado etílico y uno de los obreros lo ofreció un cigarro, “se lo prendí, pero no me llegó el tufo a alcohol”. Para esto, bajita la mano, estuvo preguntándole a los petroleros qué hacían ahí, cuántos eran.

Ya una vez cerca, los obreros le preguntaron de dónde era, e indicó que por el río: “Entonces le dije pasa”, detalla uno de los trabajadores, pero el tipo se retractó, dijo que de ahí no y dijo a manera de verdad: “la neta vengo huyendo de unos cuates que vienen a disparar para acá”.

Ahí fue donde sus mentiras no concordaron: si vienes huyendo, ¿para qué te detienes y finges una borrachera? Después de decir eso, agarró su bici y salió –como dice Polo Polo– “hecho la... duro” y en la noche se perdió, sobre un terreno fangoso donde la camioneta de PEMEX no podía virar fácilmente.

Pasó como si nada, pero ante lo raro del asunto que acababa de ocurrir, surgieron los comentarios al respecto, hasta que después de pensarlo detenidamente, los obreros se treparon a la camioneta de tres toneladas, la arrancaron, y salieron disparados del lugar.

“Que mejor presión para el gobierno que petroleros muertos”, comentan. Y ya no digamos muertos, por lo menos secuestrados. El impacto psicológico de los ataques quirúrgicos del EPR ha causado que se espere de todo en esta nueva etapa de embates clandestinos.

Todo esto fue el día que tomaron la carretera México-Orizaba, en el tramo La Balastrera; se reportaron con el jefe de zona, y éste a su vez avisó a la policía estatal, quienes dieron un recorrido con los resultados oficiales de siempre: nada. Al día siguiente, las barreras que contenían el crudo derramado sobre el arroyo no estaban.

“Ese güey fue a vernos para ver cuántos éramos, o ve a saber tú si cuando estábamos a lado de él, estábamos rodeados... Súmale eso a la oscuridad”.

- ¿No estaban polis cerca vigilando?
- No, solos, caón, en la noche y rodeados de cerros; nomás ves como baja la bruma (algo que para los del sur siempre será sorprendente, pues el paisaje acostumbrado son puros llanos).

Sea o no sea real lo que concluyeron los obreros de “El Ojito” (un guerrillero que los fue a sondear en búsqueda de información), el justificado temor los hizo huir antes de que los gobernantes de este país y este estado se decidan a creer si hay guerrilla o no; si la entidad es sólo paso o no; o se pregunten a quiénes perjudican o benefician las explosiones, o si dilucidan sobre el tamaño de los grupos, si son marxistas-leninistas comunistas o sólo son anárquicos como los Flores Magón. Pero no es lo mismo estar en una cómoda oficina de político, que ir a al lugar de los hechos y vivir unos minutos en la incertidumbre.

14 de agosto de 2007

De EnlaceVeracruz212...

Renato Tronco saca las pezuñas y acusa a periodista de armar “compló”

Pablo Jair Ortega – pablo.jair.ortega@gmail.com.- Mire usted que la vida nos da sorpresas y resulta los malosos de la película resultan ser las pobrecitas víctimas. Sucedió esta mañana de lunes en Coatzacoalcos, donde el candidato a diputado local por el PAN, y alcalde con licencia de Las Choapas, Renato Tronco Gómez, dio una conferencia de prensa.

Ahora resulta que alguien como Tronco Gómez, señalado como autor intelectual del asesinato del regidor panista Alfredo Pérez Juárez, además de verse inmiscuido con el tráfico de indocumentados y otras lindezas más, es una blanca palomita que está siendo “perseguido” por el gobierno del estado con un “compló” que se gesta en su contra, y que –disculpará la expresión, pero qué jalada del candidato– “encabeza” el periodista Roberto Morales Ayala, director del diario Presencia de Las Choapas, y del semanario Sin Límite, que se edita en Coatzacoalcos.

Sí, suena fantasioso, pero desde que trascendió en los últimos días que se abrirá nuevamente el proceso judicial con el que se le persigue a Renato Tronco como el cerebro detrás del asesinato del regidor Alfredo Pérez Juárez, acontecido el 5 de junio de 2006, al alcalde no se le ocurrió algo mejor para defenderse que echarle la culpa a un periodista, lo que entonces nos ubica en la exacta dimensión de la ignorancia y perversión de este personaje. Una vil cortina de humo.

¿De qué se trata el asunto con este sujeto? Roberto Morales Ayala edita un periódico en una de las zonas más tenebrosas del sur de Veracruz, donde ser periodista es una forma de vida de riesgo alto y latente al estar en zona de narcotraficantes, polleros, mafiosos, caciques a los que no les gusta la prensa, y mucho menos la que es crítica. El trabajo de PRESENCIA ha sido impecable, y es el medio que más oportunamente ha informado de los sucesos en dicha región (su trabajo del regidor asesinado ha sido el más veraz), al grado de que huestes de Renato Tronco intimidan a los voceadores para que no sea distribuido el periódico en algunas zonas, porque no quiere que lean PRESENCIA.

A esto súmese el constante ambiente de tensión por las amenazas que personalmente han llegado a Roberto Morales Ayala, y a sus reporteros. Aún así, PRESENCIA se mantiene con su línea crítica, responsable de informar a la ciudadanía, y no anda anunciando a los cuatro vientos que son amenazados por mensajeros de los que, seguramente, se deslindará Tronco.

Roberto Morales Ayala y PRESENCIA van haciendo historia con el reflejo de lo que acontece en Las Choapas, y si el reflejo es que un payaso como Renato Tronco se la pasa haciendo payasadas, entonces esas payasadas son dignas de publicarse, para que la gente se dé cuenta de la clase de alimaña que se esconde bajo ese disfraz de ratón vaquero.

Estamos hablando de un folklórico personaje que vocifera avalentonado que le pelan los dientes todos, incluidos el gobierno de Veracruz, pese a los señalamientos de la propia familia de Alfredo Pérez Juárez de ser su real homicida. Aquí cabe subrayar que se espera que en verdad la Procuraduría de Justicia actúe, y no retarde el proceso judicial, porque en verdad que sería triste dicha situación por evitar un conflicto de intereses políticos.

Estamos hablando de un personaje que gusta de las pistolas, y que se ve rodeado de gatilleros a los cuales está pidiendo permiso para darles armas de fuego, porque de igual manera, en su paranoia, se hace la víctima de un “compló” seguramente para asesinarlo.

El trabajo periodístico de Roberto Morales Ayala y su grupo de reporteros lo respaldan. Varios conocemos personalmente a Roberto y sabemos de su trabajo, de su calidad como profesional y de la inexpugnable línea editorial que maneja. No anda pidiendo seguridad para él, a diferencia de Tronco, ni carga armas de fuego ni se protege con guaruras. Tampoco anda haciendo conferencias de prensa para decir que es amenazado de muerte, ni llora como magdalena, ni busca ser mártir.

Mejor que Tronco explicara la fortuna que está gastando en publicidad, su fortuna personal, que diera la cara a personas como Orfelina Galindo Jaimes, viuda de Pérez Juárez, quien quiso encararlo en un debate que iba a sostener como candidato en Coatzacoalcos, pero al ver a la señora inmediatamente huyó del lugar. No tiene ni la vergüenza para dar la cara.

Lo realizado por Renato Tronco no tiene nombre, y es en realidad triste que las garantías de derecho a la libertad de expresión y de información, se vean manchadas con caciquitos como él.

Bien lo dice la letra del grande Cri Cri: “Tras las fuertes rejas que resguardan la prisión, mueve las orejas implorando compasión”. Pareciera profecía para “víctimas” como Tronco.

De EnlaceVeracruz212...

Policías de Coatepec no tienen permiso para portar armas; alcalde dispuesto a unir la corporación a la Intermunicipal de Xalapa

Pablo Jair Ortega – pablo.jair.ortega@gmail.com.- Desde el reciente homicidio del inspector de la Policía Municipal de Coatepec, Honorio Gutiérrez Muñoz, así como de su escolta Pablo Aguilar Ruiz, la capital mundial del café ha vuelto paulatinamente a sus actividades normales. Se ven a los turistas en sus últimos días de descanso, los restaurantes comienzan a llenarse, las actividades del Palacio Municipal regresan a la normalidad, que hasta para sacar una copia certificada del acta de nacimiento de una persona, la hacen de tos diciendo que tarda como una semana, pero a cambio de “algo pa’ los cheskos” la hacen al momento.

En la entrada de la Inspección de Policía, puede verse un enorme moño negro en señal de luto por la muerte del jefe policiaco y su otro compañero.

Con estos hechos sangrientos que empañaron la tranquilidad de Coatepec, salieron a relucir muchas cosas como el precario armamento de la corporación en contra el de los sicarios, que los policías no tienen seguro de vida por el ayuntamiento, y que ningún miembro del Gobierno de Veracruz se presentó al sepelio de estos dos caídos a pesar de que anteriormente había ido hasta el gobernador a los funerales de honor de policías ejecutados en Boca del Río.

Este domingo, el gobernador Fidel Herrera fue a la casa de los deudos para ofrecer sus respetos y anunció que se apoyaría a ambas familias. De igual manera, surgió la propuesta de que la Policía Municipal de Coatepec se adhiera a la Policía Intermunicipal de Xalapa-Banderilla-Tlalnehuayocan, para crear una corporación estatal de tal magnitud y fuerza con una amplia cobertura regional.

Al alcalde Miguel Galindo Huesca no le pareció nada mala la idea, y declaró a los medios de comunicación que se está analizando dicha propuesta con el Cabildo, así como se han sostenido reuniones con el secretario de Seguridad Pública, Juan Manuel Orozco, y el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar.

De este asunto, todavía muy caliente, también se da a conocer en voz del secretario de Seguridad Pública que de al menos 50 elementos que forman a la Policía Municipal de Coatepec, sólo 7 tienen los requisitos para portar armas, lo que habla de la poca preparación que tienen estos elementos en contraste con situaciones como la ocurrida el 7 de agosto de este año, cuando un comando fuertemente armado y entrenado ejecutó a los dos valientes policías.

1 de agosto de 2007

Hambientos por el voto

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com

Lo que pasó en Coatepec es patético. Lo acontecido en la ciudad colonial y capital del café, es sólo la confirmación de que la creatividad para hacer campañas políticas, es sustituida por el oportunismo, la piratería y lo conchudos que puedan ser los candidatos a alcaldes y diputados.

¿Qué aconteció? Este martes, en un acto llevado en el salón agrícola ubicado frente a la plaza central, donde el gobierno del estado –representado por Juan Humberto García Sánchez, secretario de este ramo– entregó apoyos para cafeticultores, se salió de control a los organizadores cuando hicieron su acto de presencia los candidatos del PAN y el PRI, aprovechando la multitud para encender sus bocinas con su propaganda, pasearse con camisetas de colores, ondear banderas: toda la habitual parafernalia.

Los candidatos del PRI fueron más allá al irrumpir al interior del recinto como si nada, con el ya tradicional color rojo, y esto originó que los asistentes (en su mayoría campesinos) rechiflaran en señal de molestia: “¡No la chiflen! ¡Chíflenle a su madre!”

Esto pese a que el mismo gobernador Fidel Herrera confirmó que se suspende toda promoción y publicidad de su administración para no favorecer a candidatos de su partido; pero lo que no parece estar impedido, es que los candidatos priístas sí pueden acudir a actos oficiales desvergonzadamente y con su mejor ensayada sonrisa.

Sucede lo mismo en Xalapa: en los actos del gobernador aparecen los candidatos David Velasco Chedraui y Dalia Pérez Castañeda; llegan a inauguraciones de obras como sucedió en el puente Rébsamen, hasta en actos caritativos, como la presentación de una nueva sala de la Fundación AHTECA (Ayúdame Hermano, Tengo Cáncer).

Sin invitación o no, lo ético es no aprovecharse de estos eventos. Claro, también ayudaría que el gobierno del estado deje de pintar todo de color rojo y de poner argumentos absurdos como el de la titular del COEDUCA, Karime Aguilera, quien dice que es reglamentario dicho color por cuestiones de construcción. La verdad es que la estrategia sí les ha funcionado, porque ya nadie puede salir a la calle vestido de rojo o azul, sin que falte alguien que lo señale como panista, priísta, porque los partidos políticos han logrado lo que se pensaba imposible: han privatizado a los colores.

Pero esto no debería dar pie a lo acontecido en Coatepec, donde candidatos como Sergio Ramírez Contreras (el que se cuelga de la fama de su abuelo, el legendario historiador Joaquín Ramírez Cabañas), y Julio Hernández, aparecen enganchándose a un acto oficial para su propaganda política.

Los panistas no quedaron atrás, y antes de que terminara el evento, acercaron a la multitud la camioneta de la candidata panista Silvia Monge para entrarle al juego de a ver quien tiene las bocinas más potentes para hacer escándalo. Agitar las banderas, caldear los ánimos, y todavía parecerles normal, gracioso, como parte del oficio político. No había necesidad de caer en el mismo juego y ni acrecentar el caldeo de ánimos. Menos con el sol de mediodía que prende a cualquiera.

Es siempre respetable la preferencia política de cada quien, pero lo acontecido en Coatepec demostró una molestia latente entre los campesinos, que ya están cansados de que los agarren de barquito para fines partidistas. Si de por si la situación del café en Coatepec es grave, de una crisis colosal donde el cortador de café apenas subsiste, es entendible el enfado cuando todavía se tienen que soportar a los políticos oportunistas que los agarran de carne de cañón para la vulgar simpatía electoral.

Esto también tomando en cuenta que venimos de unas elecciones federales recientes muy polarizadas, donde las agresiones propagandísticas, la lucha excrementicia entre los candidatos a la Presidencia, polarizaron a la población, y hoy tenemos a buena parte de ésta todavía molesta precisamente por la manera en que se desarrollaron las campañas previas: con el odio por delante.

En verdad que la forma de hacer política en México es muy sui géneris. En Coatepec al menos no se cansan de saturar las calles con carros de sonido que reproducen canciones populares con letras cambiadas para decir “vota por tal, vota por cual”. Los pendones han sido también la manera de saturar los postes con la basura propagandística de todos los años; hasta en frente del domicilio tenemos que amanecernos intimidados por la carota de un candidato que nos ve en la ventana.

En fin, esto es inofensivo, y sin duda todavía habrá más maneras creativas para desarrollar las campañas políticas, y prueba de eso es que se pueden contratar despachos publicitarios en Xalapa o Veracruz, que no le piden nada a agencias como la del pedante Carlos Alazraki. En los días publicitarios que organiza la licenciatura de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Veracruzana, todavía se recuerda la queja generalizada de los políticos veracruzanos para acudir a despachos de otros estados de la república, pese a la gran cantidad de alumnos y profesionales que van surgiendo en las áreas de comunicación.

Cientos de mentes veracruzanas desperdiciadas para usar los mismos nefastos ritos de la política veracruzana. Lo de Coatepec es el más burdo ejemplo de a lo que se llega cuando no se tiene la más mínima creatividad para promocionarse… Ya ni esperemos qué puedan hacer si llegan a alcanzar el anhelado hueso para matar el hambre. (1 de agosto de 2007)

24 de julio de 2007

Bush, Calderon y los terroristas

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Sí, los actos de explosiones premeditadas de ductos petroleros en Querétaro y Guanajuato es algo deleznable. El atentado del EPR a la supuesta oligarquía sólo le da el pretexto a quienes dicen gobernar el país para comenzar a empeñarse en temas como el progresivo discurso de terrorismo incipiente en el país, y da más argumentos a los políticos que expresan la necesidad de deshacerse de PEMEX como paraestatal.

No sólo eso, quien esto escribe no está de acuerdo en el método de hacer estallar el poco patrimonio nacional que queda –con eso de que hasta la pirámide de Kukulcán, nueva maravilla del mundo, es propiedad privada– y que, junto con las remesas que mandan los paisanos desde los Yunaites Esteits, es el sostén de este maltratado país, pese al verdadero terrorismo que ejerce el gobierno federal al estar más pegadito a los ductos succionándolos como sanguijuelas para mantener a toda su carísima burocracia y parásita cúpula sindical.

Sí. Este país, que depende (insistimos, pese a que el gobierno federal ocupa gran parte del porcentaje presupuestal para sostener a su burocracia) de los millonarios ingresos petroleros, en contraste con la situación de extrema pobreza, de falta de servicios básicos en buena parte del mismo, tiene los suficientes problemas como para que todavía se agregue a la agenda nacional el combate al "terrorismo", si pensamos que la reciente estrategia contra el narcotráfico fracasó cuando el Ejército mató a unos niños a balazos en Sinaloa. Desde ahí, el comandante en jefe Felipe El Recluta prefirió sacar al Ejército de las calles.

Pero la nueva estrategia parece enfocarse en crear ese ambiente de miedo justo como el que utilizó el mandatario gringo George W. Bush para mantener en estado de alerta a su población de un ataque inminente de cualquiera que odie a los EE.UU., de dimensiones catastróficas, visiones apocalípticas –y nada integradas–, que derrumbarían al "mundo libre". En Fahrenheit 9/11 y Bowling For Columbine, el documentalista Michael Moore lo expresa más claramente: una permanente campaña de terror para mantener a la población asustadiza, histérica hasta de un ataque nocturno de mosquitos.

Acá en el rancho frijolero –aunque se enojen los de Molotov– no han faltado los "especialistas" de temas financieros (como los nuevos alebrijes y rebujos de Televisa) en llamar "terrorismo" a las acciones emprendidas por el Ejército Popular Revolucionario en las explosiones de PEMEX, acorde con el discurso oficialista.


Frijolero, de Molotov

No obstante que quedó demostrado en el sexenio de Fox que compartir la agenda "antiterrorista" de los Estados Unidos no contagió entusiasmo alguno, y que aún así México tiene el prestigio de dar tanto asilo político, como extraditar a posibles terroristas extranjeros, el gobierno federal ya comenzó a dar los primeros pasos en lo que podría ser una estrategia propia del miedo: la inclusión de la palabra "terrorismo" en México podría considerarse novedoso, porque así pretenden llamar a los asuntos de problemas internos de seguridad.

No por nada acaban de crear el Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacional, presidido por un secretario de Gobernación que cuando fue gobernador de Jalisco desató su sociopatía al, literalmente, darles una "madriza" a los manifestantes globalifóbicos. O el anuncio del secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez, de la instalación de sistema de radares contra terrorismo para detectar inclusiones marítimas o aéreas no autorizadas en zonas petroleras.

La verdadera cuestión es si, en lugar de alarmarse por inminentes "ataques terroristas", no sería mejor que trabajaran con servicios de inteligencia (usada con inteligencia, valga la redundancia) para detectar situaciones como las de Querétaro y Guanajuato; que el gobierno federal antes de tomar las armas y reiterarse como un estado "de mano dura" –según lo prometió Calderón, así que no debe sorprendernos–, con un Estado Mayor Presidencial más golpeador, sería bueno que utilizaran por lo menos algo que se llama CISEN, o de perdida capaciten bien a los militares para que no anden haciendo ridículos como en la reciente marcha de Oaxaca donde querían infiltrarse y pasar desapercibidos a pesar de su carota de sardos.

Antes de pensar siquiera en implementar una estrategia de terror bushiana, la realidad nos remite a que no están llamando las cosas por su nombre: los discursos son tangenciales y alarmistas, pero la realidad es que las explosiones del EPR han sido en instalaciones bancarias, en la sede del PRI y otros lugares en donde no se ha lastimado a nadie, y sólo han sido daños a inmuebles.

En el caso del PRI… pues despertamos con la noticia, y el dinosaurio sigue ahí.

Sólo debería uno cuestionarse que si los del EPR realmente querían hacer un mega escándalo de muertos, sangre, sudor y lágrimas (¡Oh yeah! ¡Rock and roll, baby!, les recomiendo Spinning Wheel, de Blood, Sweat & Tears) podrían haber pasado a Veracruz para detonar una parte de los 14 mil kilómetros de ductos que atraviesan a la entidad y así por lo menos llevarse de corbata a unos cuantos jarochos, como lo acostumbra hacer PEMEX con sus fatales accidentes que nunca tienen culpables.

Bueno, hasta el momento se identifica a uno: Dios, gracias a la aguda percepción del entonces director de PEMEX Refinación y hoy senador por Veracruz, Juan Bueno Torio, expresado en el desastre de La Balastrera. Hasta sugirió que se le demandara, pero siendo quien es Diosito, debe tener unos abogados muy perrones y colmilludos.

La realidad es que los "atentados" explosivos del Ejército Popular Revolucionario hasta el día de hoy no han matado a nadie, a diferencia de organizaciones terroristas tan conocidas y famosas en el mundo por sangrientas. Y lo peor de todo es que se trata de una organización paramilitar conocida en México que Calderón y su gabinete intentan ensalzar con la palabra "terroristas", sin ni siquiera mencionar el nombre del EPR.

Ahora que la estrategia contra el narco se ha difuminado, la nueva campaña es la de llevar el miedo con "actos terroristas". En el caso de Bush, pues es creíble y hasta justificada la paranoia porque se trata del presidente de los Estados Unidos, reelegido, que no tiene cuestionada su legitimidad como mandatario electo (aunque sí la más baja popularidad). Acá en la granja nopalera, todavía existe un alto porcentaje de gente que cree en el fraude, que no piensa en Calderón como un presidente legítimo, y que además proviene de una campaña de odio promovida por él y su partido contra todo lo que huela a López Obrador y PRD.

Quizás esa sea la insistencia de Felipe Calderón para ahora llevarnos en un nuevo rumbo de violencia doméstica vanagloriada como actos contra la patria demagógica: el mero hecho de usar al Ejército y el aparato del estado para legitimarse a punta de acciones y operativos militares y policiacos.

A los "guachos" no les queda otra que obedecer, porque así se los enseñan en la escuela castrista.

9 de julio de 2007

Antidoping también para el perico

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Vaya con el antidoping para alumnos mexicanos que propuso el presidente Calderón en días pasados. Sí, en verdad que apegados a una funesta realidad, los colegiales de ahora quizás están lejos de aquellos buenos muchachos bien portaditos, que a lo mucho se iban de pinta y tomaban unas Caribe Cooler a escondidas; que la cuestión de la mota era como un tabú y sólo algunos lo hacían a escondidas, temerosos, como la muñeca fea, de que alguien los viera.

Como siempre, cito a Bob Dylan: “los tiempos están cambiando”, y la moda actual va más allá de fumarse un churrito de cola de borrego, o de apestarse el aliento a licor del más barato, y lo de ahora es llevar el celular a la escuela secundaria para no sólo grabarle los “chones” a la maestra y a las alumnas, sino para ver si pueden convertirse en estrellas pornos o, por lo menos, directores del incomprendido erotismo hardcore.


Joan Baez y Bob Dylan

Sí, porque ahora resulta que una felación explícita como la de la película “Batalla en el Cielo” es arte. De esto no vemos diferencia alguna con la nueva luminaria “deep throat” del cine casero: Heather Brooke, quien sí se avienta sus tremendos clavados orales.

Pero eso lo dejamos para los curiosos de la internet (¡ah, perversones!), porque esta columna hoy se enfoca a la lamentable idea de un alumnado desenfrenado, cuya decadencia se acelera y se halla lejos ya de los valores familiares. Si bien antes era bonito y hasta tierno disimular la travesura de verle la “panti” a la maestra de ciencias sociales en la ETI, hoy la adolescencia se actualiza y prefiere guardar ese bonito recuerdo en formato JPG, y si es con una resolución mayor a 2 mega píxeles, pues qué mejor.

Ahora con la mano doblada en la frente, y una postura mojigata que recuerda –para los fanáticos de Los Simpson– a la señora del reverendo Alegría, resulta que debemos pensar en los niños, y la mejor opción que se nos ocurre es hacer un antidoping para ver qué clase de sustancias se están metiendo los escuincles, más allá de su adicción a la cocacola, las sabritas, y toda la gama azucarada del osito bimbo.

La realidad es que las sustancias nocivas no caminan solas para llegar a manos de los adictos, y pensando, según la lógica de las autoridades educativas de Veracruz, para el chorromil y pico de alumnos que hay en las escuelas veracruzanas, podemos asegurar que, afortunadamente, un bajo porcentaje de éstos es adicto a algún enervante.

En verdad es criticable una postura donde, en lugar de los cuernos, al toro se le tome de la cola para espantarlo, y luego soltarlo para echarse a correr. Nadie niega que podría ser una de las tantas alternativas que podría dar seguridad a los alumnos, pero en este término también los maestros se supone que están atentos y observadores a las actitudes de sus estudiantes, y que una acción “sospechosista” de alguno de ellos amerita inmediatamente la intervención de la escuela con sus padres de familia.

Claro, se oye muy improcedente por los cientos de casos donde los padres sólo acuden a la escuela a recoger la boleta, y que de plano le importa un cacahuate saber qué hace su hijo cuando no está en el aula.

Lo que aquí se quiere criticar es el viejo cuento de la postura conservadora (¿será porque son del PAN?) de enfrentarse a una juventud decadente: algo que siempre ha existido en todas las generaciones, y sin ser antropólogo, considero esta hipótesis: sólo hay que viajar tantito al pasado y darnos cuenta que conforme las estirpes avanzan, cada una tiene su “juventud en éxtasis”; en los tiempos de nuestras abuelas, si una mujer tenía una falda alzada cerca del tobillo, ya se consideraba impúdica; unos años más para acá, el tener el cabello largo para un hombre, era sinónimo de, mínimo, guerrillero subversivo o mariguano.

La juventud de quien esto escribe también quizás fue motivo para que los abuelos quisieran que me exorcizara el padre Damien Karras, o de plano llevarme al extremo de quemarme en leña verde o de pirul ante la falta de efecto del agua bendita, y sobre todo, cuando me negaba a ir al catecismo.

En fin, ahora que estamos más allá de lo que fue la adolescencia, el pasar por una escuela y ver los símbolos actuales de la rebeldía como los copetes de caricatura japonesa, pantalones rotos (que siempre ha sido una moda), dijes de la Santa Muerte, oyendo las “simpáticas” canciones de Ramón Ayala –espacio para reírse: JAJAJAJA, ASÍ SE LLAMA EL PRETENCIOSO DADDY YANKEE– también nos recuerda que también anduvimos de ridículos haciéndonos los rebeldes, porque todos pasamos por ahí.

Pero la postura más fácil para el gobierno, y secundada por huestes de ultraderecha como la Unión Nacional de Padres de Familia (como si realmente fuese posible aglomerar a todos los padres, entre tanta ideología distinta) y el Partido Acción Nacional, es ir contra los estudiantes para atacar el problema de las drogas.

Esto es una verdadera hipocresía del gobierno… ¿Tienen la autoridad moral para sentirse los vigilantes del consumo de enervantes entre los escolares? Vaya, sólo en Veracruz, con un secretario de Educación tan señalado –y hasta el día de hoy nunca lo ha negado– como adicto a la cocaína, sería realmente engañoso que se pretenda hacerle pruebas a los chavitos, y los que se suponen están a cargo de su educación se libren de tales pruebas.

Lo lamentable además son los partidismos: el PAN apoyando 100% la posición de su comandante en jefe; el PRI, ambiguo, diciendo que van a analizar la propuesta para ver si no daña los derechos humanos. El PRD, pues es obvio que todo lo que huela a Calderón no les gusta para nada.

¿Por qué no, en lugar de andar analizando cabellos, orina y sangre de los estudiantes, los políticos dan el ejemplo antes haciéndose su propio examen? O mejor aún, ¿por qué mejor no toman verdaderas medidas de prevención y ataque contra los cárteles, más allá de la guerra entre Ejército y la PFP contra los sicarios del narco? Como ejemplo, ¿por qué no atacan a las cuentas bancarias, al financiamiento en millones de dólares, el real poder del narcotráfico para corromper hasta a las hormigas para que no pasen por su territorio?

¿Por qué una postura contra la sociedad civil, y no contra la delincuencia organizada? ¿Por qué no hacerle como los gringos?: seguir la ruta del dinero. Ahí podemos decir que podrían darle varias estocadas al toro.

La triste realidad nos impide pedirle un razonamiento lógico a los maestros para no apoyar esta propuesta calderoniana, ya que sus líderes inmediatamente los deslindan de cualquier cosa que pueda pasarle a los alumnos con el argumento de que la culpa lo tienen los padres de familia: si es alcohólico, es por culpa de los padres; si es drogo, también; si es flojo, igual.


Rafael Ochoa y Elba Esther Gordillo, al acudir a Los Pinos el mes pasado (Foto: José Antonio López / LA JORNADA)

Lejano se oye todo lo anterior porque los bancos ni se preocupan por las cuentas bancarias del narco, y mucho menos de tanto correo falso que se envía a nombre de ellos para sabotear a los usuarios. Lejano, por el poder ahora vitalicio que ostenta Elba Esther Gordillo, quien también secundó la propuesta de Calderón a través del SNTE, como si no hubiera maestros –queremos pensar que también pocos– susceptibles a los pecados. (9 DE JULIO DE 2007)

3 de julio de 2007

El testamento de "El Potro"

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Viera usted que Minatitlán es un pueblo muy grande en donde la gente se conoce bien entre sí. Muchas familias tienen años radicando en el municipio, y aunque muchos son provenientes de diversas partes del país (dado a la industria petrolera) es increíble la amalgama que se ha formado entre tamaulipecos, oaxaqueños, veracruzanos, tabasqueños, y hasta yucatecos, entre otros.

Por eso luego todo se sabe. En Minatitlán pareciera que es difícil guardar un secreto, ya que nunca faltará el comentario respecto a la vida de los demás.

En el caso de la unión entre el ex secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, y Juana Isabel Morales Aguirre “La Potra”, ex síndica de Minatitlán (y señalada de dar muerte a su esposo a punta de balazos), en el pueblo se comenta que la alianza de ambos personajes en pro de la candidatura de Flavino a la alcaldía de Minatitlán va más allá de una simple estrategia política, sino incluso de intereses que tienen que ver con posibles pugnas familiares.

Esto se comenta porque en días pasados hubo movimientos en las instalaciones de la Unidad de Mujeres Minatitlecas (grupo de choque dirigido por la ex síndica), cuyas filas llegaban hasta enfrente de los campos de las ligas pequeñas de béisbol, a unos 30 metros del lugar. Esto puso en amarillo los focos de quienes se encargan de monitorear todos los movimientos de las huestes de doña Juana Isabel; y resulta que el objetivo de esa movilización era que les iban a donar unos lotes del rancho “Los Javieres”.

Como se recordará, este rancho pertenecía al finado Javier Gómez, “El Potro”, esposo de Juana Isabel y personaje muy conocido por ser una persona de bienes ostentosos (gustaba de pasear en su camioneta Hummer por toda la ciudad), además de ser compadre del ex líder petrolero y derrocado jefe político de la región Pablo Pavón Vinales, y dueño de varias propiedades importantes en Minatitlán.

El sábado 11 de marzo del 2006, aproximadamente a las 12:15 del día, una fuerte discusión familiar en una de las recámaras de la casona del rancho “Los Javieres” culminó cuando Javier Gómez cayó muerto por 5 balazos calibre 38 especial. Las indagaciones concluyeron que su esposa Juana Isabel era la asesina, y así lo dieron a conocer las autoridades ministeriales en su momento.

A raíz de esta tragedia, la consecuente huida de Juana Isabel, su paso hacia el desafuero, y los procesos legales, queda en medio el testamento de “El Potro”, del cual se dice es una cuantiosa una fortuna y que parte de ésta incluye el rancho “Los Javieres”, ubicado a un costado de la autopista Nuevo Teapa-Cosoleacaque, al parecer a nombre de Javier Gómez.

El pasado regresa para hacerse presente. Resulta que doña Juana Isabel tiene dos hijos de anteriores matrimonios: Damara Isabel y Javier Eduardo, ambos reconocidos por Javier Gómez como suyos, otorgándoles su apellido. Quedarían bautizados como Gómez Morales, pero se divulga una pequeña traba: los padres de Damara y Javier nunca dieron su consentimiento para que cambiaran el apellido de sus respectivos hijos.

Originalmente Damara Isabel debería llamarse López Morales, siendo nieta de un conocido jefe militar apellidado López Flores; Javier Eduardo, por su parte, es hijo de Juan Carlos Trolle, hijo del ex alcalde de San Juan Evangelista, Carlos Trolle Franco.

Pero al igual que sucede con Flavino Ríos Alvarado, cuando se cree que el destino nunca los va a alcanzar falseando una acta de nacimiento, al matrimonio Gómez Morales se le hizo muy fácil cambiar los apellidos de los hijos de Juana y creando una nueva identidad para ellos, siendo que por ley la primera acta de nacimiento es la válida y única de por vida.

Se reconoce la buena acción del fallecido ganadero al cumplir como todo hombre con los hijos de su amada Isabel, pero lo que nunca pensaron es que esta acción ocasionaría el actual conflicto de herencia que se disputa entre la señora Morales Aguirre y sus hijos, con la familia de una hija legítima de Javier Gómez: trasciende que los bienes a nombre del difunto estarían intestados y por ley pertenecen en un 50% a la esposa, y el restante a los hijos, pero como sólo hay una única hija de “El Potro”, nacida antes de juntarse con la ex síndica (al parecer de nombre Jovita), ésta podría convertirse en la heredera universal.

¿Por qué universal? Porque todavía existe la investigación contra la señora por el presunto homicidio de su esposo Javier Gómez; de ser culpable, automáticamente le dejaría sin el beneficio de herencia, y los bienes pasarían directamente a la hija del desaparecido ganadero.

En Minatitlán comentan que la hija y su familia están decididas para que la presunta asesina no se quede con dichos bienes.

Por lo anterior y en vista de que posiblemente les puedan quitar el rancho y otros millonarios bienes, doña “Juana Gallo” andaría promoviendo la invasión de una parte del rancho por parte de sus huestes (la Unidad de Mujeres Minatitlecas), con la finalidad de crear un problema de tenencia de tierra y llevarlo a juicios que llevan a veces años para el desalojo, lento por las argucias legales de los abogados, sobretodo planteados por litigantes astutos y caros que puede pagar la señora Morales Aguirre.

De aquí se comenta que surge la alianza con Flavino Ríos Alvarado: se dice que a través de la notaría de éste, el doctor se encargaría de escriturar por medio de informaciones testimoniales la posesión de dichos lotes, lo que llevaría a las huestes de Morales Aguirre a tener su pedacito del rancho “Los Javieres”, a sabiendas de que existe un conflicto de bienes intestados.
El fondo vendría siendo siempre lo mismo: el maldito dinero. Esto en parte también explicaría el apoyo de la Unidad de Mujeres Minatitlecas al notario “espurio” (por aquello de que consiguió la notaría con el acta falsa).

Fíjese que coincidencia: tanto a Flavino como a los hijos de “La Potra”, una simple acta de nacimiento los viene alcanzando desde el pasado para ubicarlos en la realidad del presente.
Eso pasa por querer cambiarse de nombre… y de origen. (3 DE JULIO DE 2007)

2 de julio de 2007

El sur pone nervioso al PRI

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- “Están muy reñidas las elecciones”: es la percepción de varios ciudadanos del sur de Veracruz con los que hemos platicado en los últimos días, y es de destacarse que ante una incipiente democracia en México a raíz de la caída del PRI en las elecciones del 2000, la ciudadanía ha ido madurando más su voto, y poco a poco desaparecen los vicios y típicas mapacherías inculcadas institucionalmente por el tricolor.

Si bien todavía existen algunas rutinas para influenciar sobre el voto, como el caso de los desvíos obvios de recursos públicos, los apoyos que se entregan en bolsas rojas, azules o amarillas -según el partido en el poder-, las sutiles presiones hacia sectores populares, amas de casas, pequeños sindicatos, comerciantes, etc., hay que resaltar que el ciudadano ha estado madurando electoralmente y asume como una gran responsabilidad el ser un votante, más que un mercantilizado “ciudadano IEV”.

El elector ha estado tan participativo en cuestiones de comicios, que incluso la gran muestra se dio en las pasadas elecciones de hace un año, el 2 de julio, cuando se da una gran participación del pueblo mexicano para dar cumplimiento al compromiso personal de llevar su voto a la urna más cercana.

Más allá del compromiso, nadie negará que también las discusiones en muchos hogares se centraron en el tema electoral; que si la guerra sucia, que si el mesiánico peligro para México, que si el chaparrito pelón de lentes, que “conmigo esto se acabó”, y otras tantas lindezas que nos dejan los creativos de las agencias de publicidad para el folklore de la política mexicana. El asunto es que así como trascendían los radicales y excrementicios agarrones entre los principales candidatos a la Presidencia, en la casa no faltaba el padre conservador contra el hijo pejista, o la madre madracista contra la tía mocha, o el marihuano extremista de izquierda contra todos… El asunto era que como mexicanos también estábamos en la controversia, en el debate político, sin necesidad de tener que chutarnos los cientos de programas especiales que se hicieron en la tele para la ocasión.

Sirvió también para darnos cuenta que hay cosas más interesantes para discutir que Jolette y su salida de “La Kkdemia”, tema el cual increíblemente nos ponía a discutir en la oficina de redacción (me reservo a decir qué oficina era para evitar penas a terceros de discusiones tan banales).

Sí, en verdad que tenemos que concedernos un aplauso de pie y quitarnos el sombrero de cuatro pedradas, cachucha, boina o hasta birrete, porque ahora estamos más concientes de lo que representa una papeleta electoral; que no sólo se trata de poner una bonita tacha como así lo decían las paredes instructivas con el “VOTA ASÍ”; ahora el sufragio es más razonado, incluso quizás hasta más convenenciero, y es difícil pensar ahora en votos corporativos o gremiales.

No obstante, a nivel nacional, el ejemplo de que un poderoso sindicato puede hacer lo que se le plazca una vez que no tiene que rendirle tributo al legendario presidente priísta, fue el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, cuya estirada dirigente Elba Esther Gordillo dirigió para favorecer al Partido Acción Nacional.

Pero al menos en el sur de Veracruz, bastión durante mucho tiempo de los priístas, influenciado por un gran poder de ganaderos y del omnipotente sindicato petrolero, ahora se ven sectores completamente separados a lo que hace apenas una década era impensable: retar al PRI, porque retar al PRI, era retar al gobierno, retar al gobierno era retar al gobernador, y si se retaba al gobernador, de refilón se retaba al Presidente de la República.

Como ejemplo tenemos la reciente derrota del líder petrolero Jorge Wade González, postulado por el PRI en las elecciones federales para ser legislador en San Lázaro por el distrito de Minatitlán, y de quien se aseguraba que ganaría contundentemente, pero lo impensable fue que ganó el comerciante Robinson Uscanga, quien casi ni hizo campaña. ¿Qué sucedió? ¿Cuál era la explicación pese a que el sindicato petrolero controla la mayor parte de la estructura electoral a través del PRI? ¿No causaba simpatía el minúsculo bigote de Wade al poblado mostacho de Robinson? Quién sabe, pero fue una sorpresa estatal.

Y no sólo en Minatitlán, en Nanchital también se vivió la estrepitosa caída del poder petrolero hace dos años y medio cuando triunfó un partido distinto al PRI: el Partido Revolucionario Veracruzano. Igual en Las Choapas, donde ganó el PAN con Renato Tronco, igual que en Agua Dulce, Acayucan, y decenas de municipios más que pasaron a manos de la oposición ya sea en los ayuntamientos como en las legislaturas locales y federales.

Hoy el PRI se mantiene nervioso dado a la gran prueba de fuego que tiene enfrente: son las primeras elecciones locales de la administración encabezada por el gobernador Fidel Herrera Beltrán, y es aquí donde se reflejará en verdad si el trabajo político, los operadores, los dirigentes priístas, las gestiones, la eficacia del gabinete, de los diputados y alcaldes de este partido, son agradables para la población y se traduce en votos favorables para el tricolor.Se duda mucho lo anterior porque pese a un intenso ritmo de trabajo del gobernador Fidel Herrera (aunque ahora se ha relajado más, por el bien de su salud física), muchos alcaldes priístas están totalmente “pelados”: como Raúl Morales, en Minatitlán; Cuauhtemoc Cadena, en Cosoleacaque; hay diputados locales a los que no se les augura grandes posibilidades ahora que quieren ser presidentes municipales, como Ricardo Calleja; y ya ni se diga de representantes o funcionarios del gobierno estatal que supuestamente por ser del sur podrían haber hecho algo por su comunidad, como Marcos Theurel, “flamante” secretario de Comunicaciones.

La realidad es que el PRI no tiene contento a muchos, especialmente en el sur, como así se pueden ver en diversas protestas y pugnas que se están llevando a cabo en la región. Ahora la tarea de dicho organismo político va más allá de unas simples elecciones locales, porque tiene que dejar a los mejores hombres del PRI en los cargos, al partido muy bien posicionado, una representatividad efectiva del tricolor en los distritos y una buena labor de cada uno de sus funcionarios o representantes populares, por el riesgo de una alta probabilidad de que el gobierno estatal pase a manos del PAN, o de Miguel Ángel Yunes Linares, o incluso de Convergencia, con Dante Delgado.

A final de cuentas quizás también no pase nada: la clase política es un sistema propio de códigos, tradiciones, amistades, lealtades, traiciones, y no dudamos que veamos lo mismo de siempre, sea el partido que sea, el que esté en el poder: el PAN, por ejemplo, ha aprendido y pone en práctica muchas mapacherías que el PRI patentó.

Eso es lo único que falta: así como los votantes han madurado, ojalá así también lo hicieran los políticos veracruzanos, y no perdieran el tiempo en pedir seriedad a la prensa cuando se les caricaturiza o fotografía en situaciones chuscas, y por el otro lado, andan montando toros mecánicos como si fuese una gracia para su investidura.

Un excelente amigo comentaba hace poco: “Imagínate a los grandes líderes de antes, a Demetrio, a don Yayo, haciendo el ridículo” (2 DE JULIO DE 2007)

21 de junio de 2007

Necesaria una ley antichapulín en Veracruz

Con la polémica desatada en Baja California, y llevada a escala nacional por los medios, acerca de la anulación de la candidatura del empresario promotor de casinos Jorge Hank Rhon a la gubernatura de ese estado, porque la ley local se lo impide al no terminar su periodo como alcalde de Tijuana, reflexionamos sobre la urgente necesidad de igualar a dicha constitución para detener los trampolines políticos al que están acostumbrados la mayoría de los políticos veracruzanos.

Es costumbre que, aprovechándose de los tiempos electorales, un alcalde pida permiso para contender como diputado federal, o viceversa: o los diputados locales que utilizan su respectiva legislatura para trepar en lo que ellos llaman “carrera política”, y que no es otra cosa que la costumbre de vivir como un parásito adherido al erario.

La constitución local del estado de Baja California lo establece muy claro en el artículo 42, pese a la prepotencia de Hank Rohn en negarlo y mofarse cual burgués acostumbrado a tener lo que quiera gracias a su incalculable fortuna: “No podrán ser electos Gobernador del Estado: el Secretario General de Gobierno, los Magistrados y Jueces del Tribunal Superior de Justicia del Estado, el Procurador General de Justicia y los Secretarios y Directores del Poder Ejecutivo, salvo que se separen de sus cargos en forma definitiva, noventa días antes de la elección. Los Militares en servicio activo y los titulares de los cuerpos policíacos, no podrán ser electos Gobernador del Estado, salvo que se separen de sus cargos en forma provisional, noventa días antes de la elección”.

El párrafo que mata la aspiración de Hank Rohn: “Los Diputados y Senadores del Congreso de la Unión, Diputados locales, Presidentes Municipales, Síndicos Procuradores y Regidores de los Ayuntamientos durante el período para el que fueron electos; aun cuando se separen de sus cargos; con excepción de los suplentes siempre y cuando éstos no estuvieren ejerciendo el cargo”.

Así de simple lo estipula el artículo 42 de la constitución local del estado Baja California; no confunde con tecnicismos propios de los mañosos políticos, ni lo deja la disposición de las interpretaciones subjetivas: los alcaldes no pueden ser candidatos, aunque se separen de sus cargos, porque tienen que terminar sus periodos.

Pero volviendo aquí al rancho donde la doble moral entre los gobernantes tiene fuerte arraigo (con eso de que liberan a indígenas presos con la ley de amnistía promulgada por el gobernador Fidel Herrera, pero a la vez les ponen una inspiradora madriza y los meten a la cárcel como sucedió en Ixhuatlán de Madero, en el norte de la entidad), tenemos casos increíbles de saltimbanquis que cambian de puesto como lo hacen de ropa interior: para vergüenza nacional, el diario El Universal publicó en días pasados como la legislatura de Veracruz se vio lesionada cuando casi la mitad de los diputados locales dejaron sus curules para aspirar a las alcaldías: “Con 20 diputados inexpertos y dos curules menos, el Congreso del estado analizará en los siete meses que le restan a la 60 Legislatura local iniciativas de reformas o de creación de nuevas leyes trascendentales para la vida política y social de Veracruz”.

Pidieron licencia para sus mezquinas ambiciones políticas: por el PAN, Julio Saldaña, William Charbel Kuri Ceja, Miguel Ángel Yunes Márquez, Silvia Isabel Monge Villalobos, Alfredo Valente Grajales Jiménez, Sergio Méndez Mahé, Daniel Alejandro Vázquez García, José Alfredo Osorio Medina y Francisco Fernández Morales; por Convergencia, hoy panista Cinthya Amaranta Lobato Calderón; por el PRD, Atanasio García Durán; por el PRI, Gladys Merlín Castro, Guadalupe Josephine Porras David, Marina Garay Cabada, Ricardo Calleja y Arroyo, Marcelo Montiel Montiel, Ricardo García Guzmán, Juan René Chiunti Hernández; la diputada independiente Blanca Armida Batalla Herver. Todos van por el hueso de sus respectivos municipios.

Esto ocasionó las críticas incluso de sus propios compañeros diputados que se quedaron en la legislatura para continuar los trabajos pendientes: el legislador Alejandro Montano Guzmán (a quien hay que destacarle que no ha acelerado el paso en su incipiente carrera política, y poco a poco ha ido deshaciendo de la imagen de policía), fue más explícito al expresar que “no se vale”, en el sentido incongruente de quienes usaron el Congreso como una casa de precampaña.

Por otro lado, tenemos el caso del diputado federal Robinson Uscanga Cruz, de Convergencia, quien tiene el trastabilleo en sus aspiraciones a la alcaldía de Minatitlán al momento en que su suplente fue detenido por el supuesto delito de fraude, lo que impedía al legislador pedir licencia; en estos momentos, su suplente ya se encuentra libre, y pese al tropezón, Uscanga se la va a jugar.

Para la historia tenemos el caso burlesco de José de la Torre, quien ya habituado cínicamente al presupuesto, pidió licencia como alcalde de Martínez de la Torre para ser diputado federal, y luego volvió a pedir licencia para regresar a ser alcalde.

No obstante, a la ley de Baja California se le argumenta que el artículo 42 contraviene con la carta magna de los mexicanos, y por lo cual podría recaer en inconstitucionalidad.

Según nuestras leyes, los preceptos locales no pueden contradecir contra las aspiraciones políticas que garantiza la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos en el derecho de votar y ser votado. Claro, ni siquiera se le ocurra pensar en una reforma a las leyes, porque les fastidiaría la existencia a los que están trepados en el carro de la buena vida.

Ya no digamos lo nefasto que representa el estar jugando con el voto de la población, engañarles de frente ofreciéndoles de todo, para que finalmente abandonen el barco en búsqueda de otro hueso; lo peligroso en realidad son aquellos que buscan la protección del ansiado fuero constitucional, pese a que son señalados en delitos de naturaleza financiera (irregularidades, desvíos de recursos, etc.) o casos graves de homicidio como el del regidor Alfredo Pérez Juárez, de cuyo autor intelectual se le señala hoy al alcalde con licencia de Las Choapas, Renato Tronco, quien aspira a ser diputado local por ese distrito, posición que lo protegería contra cualquier intención judicial.

Hay que razonar bien el voto y darse cuenta de si vale la pena que tales personajes sean beneficiados con el triunfo en comicios; darse cuenta que es un beneficio personal-partidista más que representación popular el hecho de que tales sujetos (y sujetas, diría Fox) estén ahora de nuevo en campaña, con una sonrisa desvergonzada en las fotos.

En verdad, pregúntese al menos en el caso de los legisladores locales, ¿qué demonios hizo su diputado por su población? ¿Qué demonios hizo por usted?