15 de febrero de 2007

Líderes y divos mexicanos

pablo.jair.ortega@gmail.com.- Los “líderes” de opinión gustan de lucirse como deidades cuando salen al extranjero; no sólo tenemos que ser las víctimas del estereotipo gracias a la siempre popular imagen del mexicano sombrerudo recostado en un nopal echando la flojera, al famoso ratón Speedy González y el tequila, sino que también tenemos que soportar los desplantes y “lapsus soberbius” de las divas y divos mexicanos, cuyo oportunismo dista de una verdadera ideología y apunta al deseo fatuo de llamar la atención.

Ahora el activismo entre los artistas y políticos se convierte en mero producto de marketing para así convertirse en los líderes mexicanos, cuyas lamentables actitudes llevan a reforzar la imagen de unos mexicanos más que orgullosos, en franca y vacía arrogancia.

Sólo debemos visualizar las pretensiones de Vicente Fox cuando quiso parecer más intelectual que vaquero al hablar del “premio Nóbel colombiano”, Mario Vargas Llosa. Esa actitud pomposa de darse a conocer como un conocedor conferencista, líder mexicano de opinión, lleva a México a la poco amable conclusión de que somos un pueblo acostumbrado a elegir gobernantes ignorantes y que celebramos cualquier ocurrencia de quienes se cuelgan el estandarte de “representantes” nuestros.

Sólo por eso, más de un político serio o estudioso de la materia se habrá carcajeado con la ingenua propuesta del ex presidente: unir a las dos Coreas, más allá del peligro que representa inmiscuirse en asuntos de otros países.

Cómo olvidar la digna representación mexicana en la entrega de los premios Oscar del año 2003 en la voz del ahora joven actor-activista, Gael García Bernal, quien aprovechó el idioma español para confundir a los productores de dicha emisión en vivo (es altamente censurada la entrega de dichos premios desde que el documentalista Michael Moore aprovechó su triunfo para encarar al presidente Bush por fraude electoral) y dijo ante millones de espectadores: “Si Frida estuviera viva, estaría con nosotros, contra la guerra”.

Seguramente las calles de California en ese momento se llenaron de anarquía y caos por las declaraciones del artista, y miles de manifestantes latinos (o los que entendiesen español) tomaron las principales plazas en demanda de que termine la guerra, abanderando las declaraciones de García Bernal quien a esas alturas se habrá convertido en un peligroso activista, indeseable para el gobierno.

De igual manera, no hay que dejar de lado a la banda Maná (ese alimento que Diosito repartió, a diferencia del DIF de Alvarado) cuando en un plan del más puro orgullo azteca declinaron el asistir a los premios Grammy que se otorgan a lo más trascendente de la industria musical comercial. Los “manitos” dijeron que era porque los habían discriminado y no iban a ser televisados los latinos como el resto de los premiados.

Para esto una buena observación de un usuario de los foros del diario El Universal online: “Para empezar, los Grammy son una payasada, pero Maná es peor. Los Grammy son premios para los gringos, igual que los Oscar, y los brutos creídos de Maná quieren que se les dedique la noche y la ceremonia a ellos. Se enojaron porque no los invitaron a cantar en vivo. Para eso están los Grammys latinos. Los de Maná han perdido el piso. Pensaron que cancelarían la entrega nada más porque ellos no fueron.”

Independiente de los gustos musicales de cada quien, la verdad es que la actitud de dicha agrupación seudoroquera y su “boicot” a la ceremonia de premiación –que anunciaron en rueda de prensa con bombo y platillo–, dudamos que haya preocupado en lo más mínimo a los organizadores. No creemos que tales señores hayan estado a punto de cancelar el evento porque los de Maná no asistirían, y mucho menos considerarían seriamente suspender hasta nuevo aviso los galardones que se han entregado desde 1959, sólo para discutir si la protesta de los “roqueros” era justa y válida.

Claro que en el foro de El Universal hay opiniones donde se demuestra un total apoyo a la actitud de dicho grupo, celebrando la dignidad de la raza de bronce. Son muy respetables.

Pero quisiéramos pensar si protestas y activismos como esos son lo más justo para México, dada la decadente imagen exterior actual en política diplomática. Claro que hay que estar en contra de algo tan estúpido como la guerra de Irak, sobretodo cuando es una vil invasión por controlar el petróleo más barato del mundo (está a 5 metros de la superficie, lo que no requiere tanta inversión para su extracción)… ¿pero, realmente, un activismo artístico ha cambiado el mundo? ¿Se ven las expresiones? ¿O fue simple oportunismo para impulsar una carrera artística?

En el caso de la banda de los “manitos”, ¿en serio creen que a uno como mexicano le preocupa esa “dignidad” defendida en unos premios extranjeros? El cineasta Guillermo del Toro acaba de ganar premios importantes como los Goya y los BAFTA, y no por eso anda diciendo que no iría a los premios porque España e Inglaterra apoyaron la guerra en Irak. Tampoco manifiesta activismo propio de la prensa sensacionalista, sino que realiza lo que sabe hacer bien: cine, y con ese arte expresa su manera de ver el mundo sin tanto alboroto y escándalo.

Pero en verdad que ahora hay una facilidad para crear falsos ídolos mexicanos y divos de desplantes propios de la “Doña” ante una juventud que es adicta al programa barato de chismes y espectáculos, propensa a crearse la imagen de que verdaderamente esa es la gente que necesita el país para salir de una imagen desgastada de latinos orgullosos.Si fuese así, ya quisiéramos ver a tales divos rechazando realmente premios, galardones, contratos millonarios en dólares con firmas disqueras en su mayoría gringas, y realzando realmente los conceptos artísticos de los mexicanos.

Total, el nacionalismo también vende.

7 de febrero de 2007

Amenazas equinas

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- En los últimos días para nadie ya sería sorpresa que la señora Juana Isabel Morales Aguirre, síndica desaforada del municipio de Minatitlán y principal sospechosa del crimen de su esposo Javier Gómez Gutiérrez, regresaría a los escenarios del petrolero municipio haciendo gala de impunidad.

Primero fue el asunto del desafuero: algo que indignó a más de un minatitleco y donde uno como ciudadano no se explica el porqué hay preceptos legales para proteger a quienes están acusados de homicidio; que el famoso fuero constitucional de ciertos políticos (principalmente alcaldes) se ha convertido en un amparo para delinquir y el camino con el tiempo suficiente para que el acusado emprenda la graciosa huida y aplique sus estrategias de defensa, en un estado donde se contradice a la retórica de la justicia llana, simple y sin miramientos.Ya no hablemos del asesinato de Gómez Gutiérrez; desde un principio se veían las señales de que a la señora Juana Isabel la justicia sólo le iba a pelar los dientes, y que el homicidio, el delito más grave que se debe perseguir de oficio, va rumbo a ser recordado como una penosa anécdota para la historia de Veracruz.

No sólo huyó con todas las facilidades otorgadas por la Policía Municipal y Ministerial, quienes supuestamente la resguardaban en una clínica privada luego de resultar lesionada de un balazo en los hechos de sangre donde perdiera la vida su marido, sino que se escondió mientras sus abogados buscaban los mecanismos legales para su feliz retorno, protección que distaba mucho de ser solamente una vil huida: alguien debe estarla protegiendo desde las esferas gubernamentales porque sólo así se explica que el director de la Policía Ministerial, José Gabriel Pérez Gutiérrez, haya declarado el año pasado que no tenían porque andar investigando a la señora causándole molestias. Una declaración por demás absurda y ridícula.

Pero en fin, la señora ha regresado a los brazos de su familia, allá en el rancho “Los Javieres” que fue la tumba de su esposo. Y ahora se fotografía en cafés para darle a conocer a Minatitlán que sí, es ella, créalo, está aquí, ella es y no necesita presentación: es “La Potra”.

Ya sus más cercanos colaboradores han pedido a los reporteros que ya vayan a reportarse con la “jefa” ahora que ya ha regresado, y sobretodo porque tiene dentro de sus objetivos inmediatos regresar a la posición de síndico único en el ayuntamiento (como un insulto para la buena fe de los minatitlecos), posición desde donde dispone de los recursos municipales.

Pero no sólo es el hecho de que la señora se ha amparado bajo la justicia federal para evitar ser detenida; en el mismo palacio municipal ya muestran su actitud supina de verse dispuestos a lo que digan las autoridades competentes en lo referente al regreso de la señora al ayuntamiento. Ni un pero han puesto y a lo mejor ya hasta globos y serpentinas con mensajes de “Bienvenida Juana” ya estarán colocando en las paredes.


Lo que no tiene nombre (como esta columna) son las ya insinuadas amenazas y advertencias dentro del gremio periodístico por parte de gente cercana a la ecuestre dama. Los mismos adoradores de la hípica andan difundiendo que parte de los objetivos ya dentro de la sindicatura, es tomar represalias contra periodistas que informaron sobre las épicas hazañas de la señora al verse involucrada con el homicidio de su esposo, quitando los convenios de publicidad con sus respectivos medios de comunicación.

El chiste es crear una especie de mito novelesco sobre su reaparición en los escenarios políticos; algo así como publicitar un corrido norteño que podría denominarse “El regreso de la Potra”.
Sólo que es extraño que entre tantas expresiones se olvide que doña Juana “Potra” está bajo proceso judicial y será hasta que se le dicte sentencia por parte de un juez (se le declare oficialmente inocente o culpable) que podrá tener la oportunidad de regresar a su puesto de síndica. Que la legislatura es la que tiene que autorizar o negar el regreso oficial de la señora a la comuna, en un proceso que se antoja largo y tedioso, de por lo menos un año o dos más.
Si los tiempos son justos, lo más probable es que a doña Juana Isabel no le alcance el tiempo para regresar a ser la síndico del periodo actual, por el desarrollo de su proceso judicial.

Pero dicen que dada a la manera de ser tan caprichosa doña Juana “Potra”, suponiendo que en octubre dé un fallo a su favor el juez, lo más probable es que regrese al palacio nada más a tomar protesta nuevamente como síndico, a unos días de terminar la actual administración y sólo para orgullo cual alpinista necio que a fortiori quiere llegar a la cima como sea.

Así es la política equina, con sus lacayos que son como jumentos.

5 de febrero de 2007

Pájaros en el alambre

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Se escucha como broma entre algunos periodistas. Hay quienes ya se dicen acostumbrados a que su teléfono esté intervenido, con “pájaros en el alambre”, o “pinchado” como dicen los españoles al traducir los manuales de “phreaking”.

Lo lamentable es que para algunos miembros de la familia resulta incómodo que por la profesión de uno se tenga que soportar a los chismosos que están colgados del otro lado de la bocina para escuchar llamadas. Ya ni recetas se pueden pasar, ni el secreto antiarrugas, ni platicar de esas farras donde se sentó a la mesera de falda morada y veintitantos años, porque inmediatamente apuntarán los anónimos del otro lado: “gusta de ir a tomar a cantinas y de enamorar meseras jóvenes”.

Ya no digamos de aquellos que guardan sus secretos de closet. Todo es una perfecta arma política: la concentración de los secretos porque la información es poder, y si no, lástima que se murió Gutiérrez Barrios, porque entonces les explicaría el alcance de ser el hombre más informado.

¿Y quiénes son los que están detrás del micrófono? Aquellos que por más que se les insulte siguen aguantando en aras del morbo por conocer los secretos del espiado. Dicen que son militares, pero la verdad es que al menos en la zona sur de Veracruz distan mucho del arte de “orejear”: en la primera marcha organizada por Tony Williams en contra de la Comisión Federal de Electricidad en Coatzacoalcos, ahí se veían infiltrados vestidos de civiles (para quienes hemos vivido cerca de los cuarteles militares, inmediatamente se reconoce la vestimenta de civil de un soldado) a los miembros del Ejército tomando notas y preguntándole a los periodistas “¿cómo se llama el gordito que está gritando?”.

De igual manera se tiene conocimiento de que muchas veces no salen a investigar al campo por la falta de recursos, aunque se sabe que tienen informadores en diversas partes, como el parque Independencia de Minatitlán disfrazados de boleros.

Pero igual el honorable Ejército debe tener cosas más interesantes que hacer en lugar de andar oyendo chismes de periodistas (o leyendo columnas tan banales como esta, que ni nombre tiene), así que creemos que el asunto se desenvuelve en el ámbito civil.

Civil significa el gobierno; municipal serían casos muy raros, por lo que nos vamos al ámbito estatal y federal, por la cantidad de recursos que tienen. En el gobierno estatal se conocen los llamados “informadores políticos” que siempre aparecen en todos lados; el “punto rojo” de Coatzacoalcos que siempre por la radio de la policía llamaban para que acudiera a diversos sucesos.

Claro que no faltará alguna oficina discreta donde haya equipo sofisticado (o no) para la cuestión de las detecciones de llamadas; que en las regiones donde esté dividida estratégicamente la “inteligencia” gubernamental (sí, suena contradictorio cuando vemos a ciertos personajes que gustan de hacerla de James Bond pocos discretos con todo y radio en los restaurantes) hay alguien que se encarga de intervenir a líderes sociales o editores, periodistas. Alguna vez nos decía el director del Cablecanal que tuviéramos cuidado con lo que reportábamos en la tele, porque había alguien que nos monitoreaba.

Pero igual y la verdad que sería de flojera estar espiando a todos los periodistas, y a todos los editores y líderes políticos. Tal vez si les convenga a sus intereses, porque sólo así se explica que se conozcan los pasos de ciertos personajes.

También deberíamos remarcar lo de “inteligencia” cuando una llamada entre este autor y otro se cortó de manera repentina, escuchándose música de fondo unos segundos antes y el claro sonido de ajetreo de un aparato. Pero igual y son los de TELMEX, desde donde sería más fácil intervenir cualquier número, pero ya sería especular mucho.

¿En Xalapa hay espionaje? ¡Claro! Por algo el famoso “palomar” arriba del Palacio de Gobierno. O los aparatos esos que dicen que nomás le programa uno los números de celular y se activan automáticamente para grabar las conversaciones. ¿Quiénes serán los espiados? ¡Híjole! En Xalapa se antojan varios: empresarios, políticos de todos los niveles, periodistas, editores, familias influyentes… a lo mejor hasta el clero.

Pero ¿serán los del CISEN también? No por nada el gobernador a veces sale al balcón o al parque Juárez para platicar cosas delicadas, como se vio cuando aquella “amenaza” de muerte que supuestamente existía en contra del gobernador Fidel Herrera y el diputado Alejandro Montano, donde ambos salieron a caminar al parque lejos de lo micrófonos.

Y claro que al gobierno federal (se da cuenta como van subiendo los intereses de nivel) también les interesa tener conocimiento de lo que se platica en los teléfonos o en los pasillos del Palacio de Gobierno, o en las altas esferas partidistas, diputados federales, etc.

A lo mejor ni pasa nada y es pura imaginación de un periodista paranoico, que sospecha hasta de un tordo en un cable de alta tensión a punto de cometer suicidio, porque se siente perseguido.