26 de agosto de 2010

A ver qué tan salsa eres, Tláloc

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Veracruz comienza otra vez el vía crucis de cada año: inundaciones. En este 2010, el reto es mayor porque las lluvias se nos adelantaron y dicen los expertos que vendrá más agua que en otras ocasiones.

Pero los jarochos para eso y más estamos requetepreparados. Aquí nadie nos puede venir a contar de qué se trata una inundación ni cómo prevenirnos. Que me disculpen los regios, pero allá subestimaron el poder de la naturaleza y por eso están como están y no se parecen a “naiden”. No se ha podido levantar pese al mito de ser la ciudad industrializada del país. El resto del estado ni se diga: envuelto en problemas de delincuencia organizada y desastre, los neoleoneses le rezan hasta a Piporro.

Es curiosa esta anécdota: cuando por acá se estuvieron viviendo balazos de alto impacto mediático, en Minatitlán un grupo identificado como el Cártel del Golfo, a través de un boletín con fotografías, daba a conocer que estaba entregando despensas y apoyos a quienes fueron afectados con las inundaciones del 2008. Ahí se ven las fotos de la gente recibiendo de a dos o tres despensas y con el mensaje del capo Osiel Cárdenas Guillén de ánimo ante la desgracia.

En Nuevo León quien sabe si ocurra lo anterior. Está por verse. La geografía del narco ha cambiado demasiado.

Acá en tierras donde hacen su nido las olas del mar, ya comenzaron a desalojar las viviendas y comercios, como sucede en el Playón Sur de Minatitlán, la parte baja de la petrolera ciudad, colindante con el río Coatzacoalcos. Ahí desde siempre se inunda, no es nada inusual ni extraordinario para los “playoneros”; las cantinas de la zona (considerada como de tolerancia) incluso están en segundos pisos o elevados de las calles con altas escalinatas: pase lo que pase, los borrachos no dejarán de beber y llegan hasta en cayuco por su dosis diaria.

El sur de Veracruz es experto en la materia: Las Choapas, Jáltipan y Cosoleacaque ya tienen listos los albergues, con gente que comenzará a ser evacuada. Es cierto, habrá también el escenario que les gusta a los políticos para tomarse la foto con una pala o cargando un costal para hacerle al héroe. Es patético.

Agua Dulce quién sabe por qué, pero pese a las experiencias siempre paga la peor parte. Puede deberse a su complicado acceso; o puede ser también el inútil del alcalde, quien no pudo contenerse más y salió del armario para demostrar su amor por el teatro, construyendo uno como si de veras hiciera falta en esa localidad.

En general habrá detalles como el mencionado arriba que son las manchas en la loable labor de rescate: suele pasar, que hasta se esconden a los muertitos de las cifras.

Pero no son suficientes para embarrar toda la gran labor y coordinación entre autoridades y civiles para rescatarse mutuamente; solidaridad y apoyo se ven entre todos los ciudadanos. Los helicópteros y lanchas de la Marina y el Ejército, Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja: todos son los verdaderos héroes.

El norte tuvo la experiencia del 99, y apenas se van recuperando: la zona de Costa Esmeralda ya es otra, llena de hoteles, sitios para descanso o para echarse un buen pescado. Lechuguillas, en Emilio Carranza, es otro de los puntos: ahí está el paraíso de don Mario Chama.

En lo que sí estamos resultando primerizos es en ser víctimas de la perversidad política del gobierno federal. Los recursos no se liberan, al igual que en el año 2008; y mientras muchos jarochos padecen las lluvias, el burocratismo y la desidia impiden que los recursos fluyan con inmediatez ante la urgencia.

Dicen que porque en Veracruz los recursos los mal usan, como si los trinches panistas no hicieran lo mismo con el Bicentenario. Qué asco, la verdad.

En fin, pero nada nos quita el callo que tenemos para esto de las inundaciones. Los veracruzanos hemos salido a flote tal vez con mucho ingenio, como cuando en Jáltipan a un cuate se le ocurrió rescatar su vocho subiéndolo a unos tambos a manera de panga hechiza (imagen tomada por el premio nacional de periodismo Fabián Santiago Hernández). De ahí tampoco se puede dejar de lado a los chamacos echándose un chapuzón a falta de alberca fufurufa.

A ver, trinche Tláloc, a ver si eres tan salsa. A ver de qué cuero salen más chicharrones. Aquí te estamos esperando.

22 de agosto de 2010

Federales contra Gina Collins

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Nos pide hasta el cansancio el presidente Calderón que le tengamos confianza a las instituciones en medio de una guerra donde se desconfía hasta de la sombra: se hace a medias ante personajes que esconden la cara, se pasean intimidantes con armas de alto poder. No se sabe si son malosos o de los buenos.

Lo mejor para una sociedad tan vulnerable, abandonada, es hacerse de las vista gorda ante la situación, porque todos sabemos que la autoridad está corrompida. Sus policías pueden ser héroes por momentos: en el Distrito Federal, en el canal Milenio, los directivos Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín fueron succionadores hasta el cansancio de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. No se cansaron de alabarla, perdiendo la cordura periodística.

Y mientras allá en la arrogante capital se enaltece a la Policía Federal, la realidad en los estados rebasa las alabanzas: los estados no sólo viviendo con violencia por la lucha de los carteles-gobierno; no sólo se tiene que andar con cuidado al cubrir información; ubicar a los “orejas” ya no parte de los gajes del oficio, ahora también hay que ubicar a gente que trabaje con los narcos, no meterse con ellos porque ni siquiera hay las garantías para seguridad.

Aparte de andarse cuidando en los territorios donde uno anda, también hay que aventarse el tiro de lidiar con monitos que se suponen que sirven para cuidar a la ciudadanía. Sí, usted los ha visto: son policías federales como los que maman Marín y Gómez Leyva, pero que son peores que cadeneros de discoteca chafa.

Son de esos que andan en las camionetotas y armas que les compran los contribuyentes. Pasamontañas dizque para ocultar la identidad y no exponer a la familia, pero que a estas alturas sirven más para delinquir. Así como viles delincuentes, fascinados por el anonimato que les da tantito gramos de poder y una máscara.

Pues uno de estos monitos vestidos de azul arremetió este fin de semana contra la fotógrafa Gina Collins, quien detectó movimiento de los federales en el centro de la capital veracruzana. Entraban los “azules” a la tienda departamental JR (quizás a comprarse un vestido para alguna fiesta travesti), cuando Collins se apersonó a tomar fotos del operativo.

Esto molestó a un comandante, quien acosó a la reportera, amenazándola con decomisarle la cámara (como si fueran baratas, zopenco) si no borraba las imágenes.

Gina, fotógrafa profesional muy chambeadora, optó por no tener problemas y se abrió del asunto sin imágenes.

Perdone usted la expresión, pero QUÉ POCA MADRE la del señor federal. Digo, ya estamos acostumbrados a lidiar con este tipo de primates, pero ¿meterse con una mujer? Digo, ¿ya cayeron tan bajo en la Policía Federal?

Gina Collins no es mastodonte, ni luchadora profesional, ni siquiera practicante de karate. Ni siquiera es violenta. Es una chava muy alivianada con un excelente ojo fotográfico.

¿Era necesario el ridículo del comandante acosando contra una mujer fotógrafa sola? ¿Eso es demostrar autoridad o respeto? ¿No hay maneras más diplomáticas para decir “señorita, le pedimos que se retire y no tome fotos”?

Es cierto, en el gremio periodístico hay también alimañas que gustan del escándalo de enfrentarse con “guachomas”, hay quienes también actúan con pedantería, pero no se iguala contra la prepotencia quienes se suponen vigilan el orden, cuidan ciudadanos.

Una cámara está resultando más peligrosa que los fusiles y armas cortan que porta la Policía Federal.

Gina ni siquiera estaba en territorio federal, o en instalaciones de la Policía. Cumplió con su trabajo de acercarse a un operativo policiaco para informar desde su cámara, lo que quizás hubiera servido para mejorar la impresión que se tiene de las fuerzas federales.

Hoy no. No hubo gráficas porque a un imbécil se le hizo más fácil meterse con una dama que les estaba regalando su lente.

¿Así quieren confianza en la policía, en el Ejército? Nel, mejor sigo creyendo en Batman.

19 de agosto de 2010

Cambio climático y suicidios


Hielote que se desprendió en febrero de este año

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.-
No cabe duda que le estamos partiendo el queso al planeta. Ya ni podemos ir a Marte a salvarnos, porque resulta que eso de viajar en el espacio hace que se nos atrofien los músculos. En pocas palabras, y sí ando muy jalado, pareciera que ya comenzó nuestra extinción. El trinche mundo se va a acabar, me cae.

Todavía no acaba el verano, y ahora entramos a los suicidios que tradicionalmente se incrementan más en invierno; es la época donde uno más se deprime: se recuerda a los que ya no están, se incrementa la nostalgia; ahora en estas épocas de crisis, se estresa uno por no tener para regalos, siquiera para la cena, siquiera pa’ sobrevivir.

Ahora vemos que desde el año pasado el clima comenzó a ser tópico importante en la agenda mundial. Hubo cumbres mundiales, presidentes hablando del tema, hasta Tío Fide que fue a parar a Conpenhague, Dinamarca, en la Cumbre del Cambio Climático.

Y es que acá en el rancho también nos dimos cuenta que los dioses como Tláloc nos comenzaron a castigar… ¿Ya ven por hacerle caso a monitos como Sandoval Íñiguez? Ahora los ídolos aztecas reclaman lo que es suyo, y nos han traído cortitos con lluvias intensas que incluso han estado a destiempo: este año se adelantaron y no se sabe para cuándo acabarán.

El cambio climático en México, y Veracruz, nos está pegando con tubo aunque ya medio agarramos la onda y se usan bolsas de plásticos biodegradables; en el DF “quesque” están prohibidas.

Hay lugares cerca de Xalapa donde los lagos y ríos ya se ven contaminados al por mayor; basura por todos lados, excremento que flota; antes había aventurados que se creían Jim Morrison y se aventaban a nadar a los lagos de la zona UV; ahorita, pura verde.

Aunado al cambio climático que ya hizo que se desprendiera un hielote allá cerca de Islandia donde vive mi esposa Björk, acá en Veracruz ha sobresalido una serie de suicidios cuando todavía es época de homicidios.

De la nada en la zona sur comenzó una oleada desde la región de Acayucan y Coatzacoalcos, donde como epidemia comenzó la idea de quitarse la vida, así nada más porque sí; problemas económicos, falta de empleo, detonantes como el fuerte alcoholismo que se vive en zonas calurosas (en Mina, por ejemplo, una frase común es “este calor sólo se aguanta loco o pedo”).

Pero resulta que las estadísticas (al menos en la zona sur) ya rebasaron a las del 2009 en materia de suicidios. Diario Notisur de Coatzacoalcos ha llevado esta contabilidad de manera puntual con su resumen semanal, además de entrevistas con autoridades sobre el preocupante caso.

¿Será que el cambio climático ya afectó la forma de morir? Carajo. No aprendemos, en verdad, y estamos viendo como el planeta se desmorona, y ahí seguimos metiéndole duro a la contaminación. Ahora en castigo, la señora Tierra nos está adelantando las temporadas de suicidio en un plan medio perverso pa’ irnos extinguiendo de poco en poquito.

Y disculpen ustedes si la paranoia de este columnista está llegando a extremos tan estúpidos, pero no está del todo descabellado: ¿quién en su sano juicio quiere soportar los intensos calores que se incrementan año con año, sin posibilidades de mudarse? ¿Quién demonios quiere vivir en ciudades contaminadas, donde los ríos son de caca y las montañas de basura? ¿Quién quiere estar oliendo amoniaco, gasolina, humo, petróleo y gases de los líderes petroleros? ¿Quién desea seguir viviendo cuando se pierde todo en plena crisis y con inundaciones cada vez más despiadadas?

Vaya, hay lugares donde o los mata la crisis o el clima o los sicarios. ¿Así quién chilpaya quiere vivir? Surge depresión, miedo; resultado: ganas de no vivir.

Así van las cosas. Ya ni el planeta nos quiere, ‘ingao.

16 de agosto de 2010

¡Sálvalos Chapulín Colorado gay!

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- La polémica decisión de la Suprema Corte del País creo que está siendo exagerada por grupos de extrema --izquierda y derecha-- minoritarios, pero que están haciendo eco al calor de la morbosidad.

Les conviene a estos grupos (pero en especial a los de extrema derecha) aprovechar la bandera de lo que puede ser una discusión razonable para crear escenarios violentos.

Le explico: creo que efectivamente la sociedad se va a polarizar con el tema de la adopción gay, pero también creo que está suficientemente civilizada para aguantarlo. Cuando fueron las elecciones del 2006, ante la guerra sucia utilizada en las campañas electorales, el país literalmente se dividió ante dos líderes nacionales: Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa.

El mapa mexicano entonces quedó definido en sólo dos colores: para el norte, todo azul; para el sur, todo amarillo. Las discusiones pasaron de los foros en medios de comunicación hasta las mesas de comer y tertulias de las casas; hubo fuertes discusiones en las familias, mentadas, argumentos, soplamocos verbales… y ya. El 2006 nos demostró que superamos una etapa donde se veía un México dividido.

Tanto así que nos seguimos ayudando en tiempos de desgracia, ahora con lo de las inundaciones. Nadie puede decir que México no es fiel siempre a las buenas causas. Vaya, hasta el trinche Teletón nos une.

Creo entonces que pese a todo, somos una sociedad que sigue adelante, supera las discordias y estamos en frentes comunes contra la corrupción, contra la delincuencia organizada, contra la denigrante clase política que nos gobierna, contra muchas cosas que son verdaderamente graves.

El asunto es que la decisión de la Suprema cae ahora en el riesgo de que grupos de extrema derecha y sectores de la Iglesia Católica (encabezados por radicales como el príncipe de la iglesia, Juan Sandoval Íñiguez) aprovechen para conducir protestas que traspasen la discusión y las mentadas para llegar a escenarios de enfrentamientos dignos de los años 70, donde se llegó a linchar a supuestos comunistas: la guerra sucia de México que tiene sus desaparecidos.

Es preocupante que una decisión de la Corte ahora sea utilizada por grupos especialmente afines al gobierno como pretexto para iniciar guerras contra la misma sociedad. La postura de Sandoval es sólo una muestra de la intolerancia de la que se debe tener cuidado, porque si en misa hay padrecitos que dicen que los celulares y el Internet son del diablo, que no dirán de los homosexuales.

En Veracruz creo que hay un respeto enorme a la comunidad gay. En el puerto jarocho se les va ya como una congregación natural entre todo el folclor porteño. En el sur existen los llamados “muxes”, los hombres que se visten de mujer, originarios de Juchitán, pero que también están fuertemente integrados a ciudades como Minatitlán, Cosoleacaque, el propio Coatzacoalcos.

Hasta donde recuerdo y cuando todavía creía en Dios, íbamos a la iglesia San Pedro o Cristo Rey en Minatitlán y había entre la comunidad uno que otro homosexual, pero nunca fue maltratado, corrido a patadas. Era un cristiano más recibiendo misa, donde por cierto siempre dicen, en pos de la paz, la tolerancia y el respeto, que nos debemos amar los unos a los otros… y otras.

Pienso que el asunto de la adopción gay es más bien un tópico que lástima a la susceptibilidad de las personas, pero que a la vez ha sido tolerante con el paso del tiempo ante las manifestaciones homosexuales. Que si bien hay gente que no traga la idea de una hombre acostándose con otro hombre o mujer con otra mujer, el mismo respeto nos ha llevado a mantenernos al margen y no hacer escarnio de algo que ha sido siempre común.

Digo, maricones siempre ha habido, que antes no se daban a conocer, es otra cosa.

La realidad es que en un mundo “correcto” para las mentes conservadoras, las estadísticas dictan que los delitos se multiplican entre personas “normales”: las violaciones sexuales son regularmente entre parientes, padres o padrastros a hija; tíos, etc. Los feminicidios son situaciones que entonces parecen normales y aceptadas por la iglesia. Los abortos van en aumento. La pobreza y el hambre desgarran a la patria.

Es una hipocresía que la Iglesia salga a protestar lo que ellos consideran una aberración que afecta a los niños y la familia, y no hayan protestado abiertamente contra el caso ABC o el caso de la comida chatarra que se da en las escuelas; ambos casos de vida o muerte, no de preferencia sexual, porque en el incendio de Sonora murieron 49 angelitos y con el otro caso ya vemos niños con diabetes.

Creo que sí, efectivamente la decisión de la Corte no está avalada popularmente: en estos días previos se hablaba que el 70% de la población mexicana no estaba de acuerdo con la adopción para grupos homosexuales. Pero ellos se fueron con lo que saben: lo jurídico.

El asunto es que ante un escenario de polarización, lo que menos esperaríamos de los patriarcas de la iglesia (cuya influencia es palpable) es que ya se vayan formando ideas de intolerancia, racismo, y peores que la homosexualidad.

Lo más chistoso del caso es que se dice que Jalisco (estado del cardenal Sandoval) es tierra colorada, pero dicen que de la pena… Vaya usted a saber porqué. ¿Será por qué Jalisco los producía, el Distrito Federal los distribuía y Veracruz los consumía?

EPÍLOGO: Pobrecito del líder petrolero Jorge Wade, de Minatitlán, que no tiene para su fiesta de cumpleaños y tienen que pedir cooperación de a 100 varos por cabeza entre los obreros para comprarle su piñata, payasos, dulces y hasta viagra.

13 de agosto de 2010

El Twitter de CAPUFE

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Twitter se ha convertido en el portal que ha dejado atrás el estigma de ser solamente una red social. Ha trascendido como medio de información inmediato.

Sí, habrá académicos de Comunicación que discutirán sí Twitter es medio o no (hay algunos que todavía piensan que Internet no lo es), que la neta, que la baba, pero la verdad son disputas que contagian horriblemente esa enfermedad llamada hueva.

La realidad es que la red social del pajarito informa más allá de entretener, levantar egos, escuchar estupideces, hacer mofa: es referencia obligada ya en muchas redacciones.

Su inmediatez es quizás su punto débil. Por momentos surge un rumor y se riega como pólvora en un tiempo verdaderamente volátil: cuando se daba a conocer la presunta muerte de la comunicadora Rocío Sánchez Azuara, hasta los nefastitos periodistas de espectáculos y sociales daban como un hecho lo que finalmente tuvieron que desmentir. Sánchez Azuara estaba bien de salud.

En la madrugada del pasado miércoles, algún perdido soltó el rumor de que Chespirito se había muerto, y el tema se reprodujo como roedores en primavera. En las primeras horas de la mañana quedó desmentido.

El punto es que el alcance de esta red está consolidándose como una de las fuentes más consultadas para el periodismo, al grado de que ya existen aplicaciones en las que se usan el Twitter como plataforma para difusión de trabajos, de herramientas en Internet, o el uso de imágenes o video que desde el teléfono se puede enviar para dar a conocer un evento en tiempo real.

Usuarios que van desde CNN, Milenio, Federico Arreola, Pepe Cárdenas son algunos de los más consultados.

Aquí transcienden a veces más rápido las noticias que en los medios tradicionales. Basta recordar el caso de Veracruz cuando la señora Karime Macías de Duarte (fuente imprescindible en Twitter) dio a conocer que su esposo, Javier Duarte de Ochoa, había recibido la llamada del presidente Felipe Calderón para felicitarlo por su triunfo del pasado 4 de julio.

En EnlaceVeracruz212 se dio la exclusiva de tal noticia que tardaron en asimilar incluso los portales de Internet. Cautos, no dieron por válida la noticia hasta cuando se dio el boletín oficial.

De las dependencias gubernamentales creo que hay que “seguir” (follow, argot tuitero para referirse a leer lo publicado por un usuario) a la cuenta de Caminos y Puentes Federales. Búsquelo como @CAPUFE. Constantemente están dando información sobre la situación de las carreteras: si están bloqueadas, si tienen accidentes, derrumbes hasta estadísticas de tráfico y consulta de cuotas.

CAPUFE está dando el ejemplo como una tecnología tan novedosa como el Twitter puede ser una herramienta sumamente útil para los automovilistas. Hasta el momento de redactar este texto había casi 6 mil usuarios consultando la cuenta de Caminos y Puentes, pero que a la vez replican a los miles de usuarios más que están conectadas a esta red social.

En verdad que todavía le falta mucho a los gobiernos como el de Veracruz en el uso del Internet. Las campañas demostraron que las redes sociales pueden ser un arma poderosa, aunque los usuarios en Internet en suelo jarocho estén limitados.

Algunos ayuntamientos sólo se limitan a boletinar las actividades del alcaldes y dar información del respectivo municipio, dar números de emergencias, pero no hay un verdadero plan para interactuar con la comunidad internauta, que simplifica muchas cosas en ciudades grandes.

Muchas dependencias de gobierno bien podrían tomar el ejemplo de CAPUFE en Twitter, aunque no faltan quienes prefieren usarlo para mantener su culto de imagen, ego levantado, mentir, pues así son los políticos; pero en cuanto respecta a las dependencias, bien podrían usar esta herramienta en un uso más de beneficio social.

Bien podría informarse mucho a la ciudadanía con el Twitter. Muchos gobiernos en Veracruz siguen pensando en monitos que se mueven en su página de Internet y ya.

Bien por @CAPUFE, y no es chayotazo, me cae.

11 de agosto de 2010

Pésima la Junta de Caminos

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Viajamos, vemos periódicos, leemos noticias en el Internet, y las noticias convergen en una sola: los caminos de Veracruz se encuentran destrozados.

Al norte, en El Chote, el camino que va hacia el río Remolino desde la zona arqueológica de El Tajín, literalmente está abandonado, sin asfalto, asemejando más a un camino rural de terracería donde los vehículos y los pocos que caminan terminan empanizados.

Al centro, justo cuando se pensaba que debido a las Fiestas de Xico en honor a Santa María Magdalena se asfaltarían los huecos que todos los años se hacen, pues esta temporada no hubo presencia de camineros ni de la Junta Estatal (hasta el día de hoy) siendo la carretera Coatepec-San Marcos la más llena de huecos.

Al sur, los tramos de la carretera Minatitlán-Cosoleacaque están igual para llorar.

Para vergüenza de las autoridades, no faltan aquellos que de manera ingeniosa toman tierra de algún lado para rellenar los huecos a cambio de unas monedas. Nos ha tocado ver hasta niños bajo la lluvia, exponiéndose en carreteras de tráfico pesado, pero ahí andan jugando a trabajar, divirtiéndose en un tema serio, pero poco retomado por el Gobierno de Veracruz.

Todos los caminos tienen la característica de que con tantita lluvia sale a florecer la pésima construcción y se convierte en algo así como suelo lunar. Los trabajos por lo regular se llevaban con una periodicidad como en el caso de la carretera a Xico, pero de buenas a primeras, todo está paralizado.

Se desconoce que tanto pueda saber Agustín Mollinedo Hernández al frente de la Junta Estatal de Caminos, pero es claro que está demostrando que el cargo asignado le quedó muy grande para su perfil; que el simple hecho de haber renunciado al Partido Acción Nacional por lealtad a Gerardo Buganza, y premiársele con el puesto, ha salido muy perjudicial para el Gobierno de Veracruz y los veracruzanos.

El asunto es que Mollinedo ha demostrado desconocer el estado y al menos tampoco ha demostrado acercarse a los trabajadores para conocer de la agenda que la Junta Estatal debe cumplir en temporadas como la de lluvias.

En consecuencia, lo que para el ex diputado federal sólo pueda significar un cargo para estar dentro del carro fidelista (y a lo mejor hasta los seis años que vienen), para los cientos de miles de automovilistas que circulan diario por las carreteras de Veracruz significa daños a sus vehículos, accidentes que pueden desembocar en fatalidades (ya va uno en el tramo Coatepec-San Marcos, afortunadamente con lesionados), retrasos, molestias por ver que un estado tan rico en Veracruz no tiene ni para llenar un huequito, ni pensar en los cráteres.

La Junta Estatal de Caminos está paralizada. Ni porque fueron tiempos de vacaciones se podría decir que Veracruz mantuvo contento a sus “millones” de turistas

Este martes, el fotógrafo Jesús Singüenza, en la agencia Marcha, da a conocer que la carretera que lleva al municipio de San Andrés Tlalnelhuayocan lleva 17 años sin rehabilitación por parte de las autoridades.

Claro, de lo anterior no tiene la culpa de origen Mollinedo, pero si toma el cargo, debe igual tomar conciencia de las responsabilidades que implica, tomar compromiso de la silla donde está sentado, que además significa una de las partes vulnerables del estado.

Hace tiempo, nos dábamos cuenta como al salir de Veracruz y al entrar al estado de Puebla, las carreteras cambiaban en su totalidad. Saliendo de Tabasco, ni se diga: es puro concreto.

No puede ser que los cientos de kilómetros de caminos en Veracruz se queden a la deriva. ¿De qué sirve tanto puente, libramientos, tanto anuncio de obras? ¿Para qué promover turísticamente el estado si no hay caminos seguros para andar?

Urge que Mollinedo se ponga las pilas, porque su renuncia al PAN no ha garantizado nada en materia de trabajo.

8 de agosto de 2010

Frustrado lavado de imagen

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- En la pasada entrega titulada “LOS TEATROS DE LA SSP”, señalamos que desde el Distrito Federal y a través de impactos mediáticos de alto nivel quieren lavar la imagen de la Policía Federal, pero en las entidades la percepción es distinta.

Mientras que Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín, de Milenio, echan loas a la Policía Federal por el rescate de uno de sus compañeros secuestrados, se les olvidó por momentos el ser periodistas y cuestionar el actuar de la Secretaría de Seguridad Pública. Es “la arrogancia del altiplano” que siempre menciona López Dóriga: lo que ellos difunden es la “verdad” y ya.

Decían entonces que la casa donde estaban secuestrados los 4 periodistas --entre ellos el camarógrafo de Multimedios y Milenio-- era vigilada, rastreada con inteligencia, pero como si nada escaparon los captores, a lo que la lógica periodística lleva a pensar: o eran policías o negociaron la liberación con una célula del cártel del Pacífico, dirigida por “El Chapo” Guzmán, a quien se le relaciona con el gobierno como el narco favorito del sexenio.

La estrategia de lavar la imagen a la Policía Federal --y consecuentemente a la Secretaría de Seguridad Pública-- salió mal para variar. Los golpes a la delincuencia, al narco, las conferencias de prensa, ante una protesta como la ocurrida en Ciudad Juárez, se derrumban por la falta de transparencia y congruencia entre lo que informan hacer y lo que verdaderamente hacen.

Y es que mientras en la capital del país, donde se concentran los medios de alcance nacional, hablan maravillas de los federales y la Secretaría que los maneja, los que tienen que lidiar muchas veces con la verdadera cara de los elementos policiacos son los ciudadanos y periodistas de la provincia.

Es algo parecido a lo que ocurre en Xalapa con respecto a las demás ciudades del estado de Veracruz: el trato de los policías es diferente con los xalapeños porque no saben si en una de esas se trata del hijo de un connotado político, de una familia conocida, o uno de los miles de burócratas que viven en la capital. Fuera de los municipios, la policía es menos diplomática.

No debemos olvidar febrero de 2008 cuando se llevaron al fotógrafo Gabriel Huge, del Notiver, cuando al ir siguiendo a un convoy que iba a misión, lamentablemente un oficial cayó de la batea de la patrulla y murió, arremetiendo los elementos contra el fotógrafo que en ese momento tomaba las gráficas del accidente. El final feliz fue que los federales se fueron caballerosamente a disculpar con Huge y con los del diario porteño.

Pero no todos han sido felices y sí ruidosos escándalos: el 15 de julio del 2008, en Minatitlán, una bailarina denunció que todo un grupo de 30 policías federales querían violarla tumultuariamente cuando iban a bordo de un camión habilitado como “table dance” rodante. Al ponerse pesado el asunto, la bailarina alcanzó a huir y solicitar el apoyo de la Policía Municipal, deteniendo a los federales y luego llevándolos ante sus jefes inmediatos.

Cabe mencionar que en el caso de Minatitlán, los federales no estaban en condiciones deplorables de comodidad: dormían en instalaciones de la 29ª Zona Militar, con resguardo de militares y servicios básico garantizados. No estaban en hoteles y haciendo guardia por sí mismos para cuidarse de posibles ataques.

El 24 de julio de 2010, el diario El Dictamen da a conocer que elementos de la Policía Federal del programa México Seguro y que refuerzan la seguridad de la garita de migración ubicada a la salida de esta ciudad, protagonizaron un escándalo en la calle Ocampo con Victoria al realizar disparos. Los elementos policiacos se encontraban ebrios y fueron detenidos por la Policía Municipal, horas más tarde fueron liberados por sus mandos. Los hechos se registraron la noche del miércoles, cuando los ebrios policías federales a bordo de un vehículo Astra color blanco y un Jetta color arena, amedrentaron a un taxista al cual lo amenazaron y encañonaron, para luego amenazar a la recepcionista del hotel que se encuentra cercano al lugar.

Así como los casos anteriores, ha habido eventos lamentables que recordar: cuando el policía federal chocó en estado de ebriedad a bordo de su patrulla en Xalapa.

La cereza en el pastel ha sido la protesta que este sábado armaron policías federales contra sus mandos en Ciudad Juárez; a los mismos los acusaron de estar coludidos con la delincuencia organizada que fueron a combatir a la ciudad más peligrosa de México. “Nosotros exponemos nuestras vidas”, fue el grito de la tropa, denunciando que sus jefes los obligan a servir al narco.

Y es que no basta que los policías sean alabados, montarlos en altares y prenderles una veladora, por el simple hecho de hacer su trabajo (eso es quizás lo más ingrato de su oficio), sino hacer todo lo anterior cuando realmente cumplan con esas labores de manera constante y transparente, con golpes verdaderamente neurálgicos en las estructuras de los malosos.

Es cierto, la actuación de algunos malos elementos no significa que sean toda la corporación, como igual sucede en el Ejército; el problema es que esta corporación es más vulnerable a perder credibilidad a diferencia de las fuerzas castrenses, porque hablamos de policías civiles con un yugo menor, ambiente donde es más fácil contaminarse por la delincuencia, pero con similar capacidad de armamento y entrenamiento.

Lo peor es que Genaro García Luna, el super secretario de Seguridad Pública, insiste en que los culpables de todos los males son los policías municipales al grado de que ya hasta calculó cuánto invierte el narco en pagarle sus nóminas, como si sus elementos estuvieran exentos de cualquier acto de corrupción, cosa que se encargaron de desmentir en Juárez.

Bastan cuatro dichos populares para el secretario que, necio, quiere ser el mero mero de todas las policías: el buen juez, por su casa empieza. En casa del herrero, azadón de palo. Candil de la calle, oscuridad de su casa. No mires la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el tuyo propio.

Como si salir en tele lavara la pésima imagen en las calles.

2 de agosto de 2010

Unidades de Protección Civil politizadas

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Cerca de Xalapa está Coatepec, un pueblo que se ha desarrollado por sus propios méritos a la par de la capital de Veracruz; su economía basada en el café, en el turismo y el comercio lo han sostenido.

Siendo cercano a la capital, los cuerpos de rescate eran prácticamente inexistentes hasta que se dio la explosión de una gasolinera clandestina (a la vista de todos, menos de las autoridades) que conmocionó a toda la región: decenas de muertos, millones de pesos en daños y un juicio que terminó con la madre del dueño en la cárcel por tener todo a su nombre.

A raíz de dicha explosión, donde además hubo fotógrafos como el gran Alberto Morales que salieron lesionados, se creó el cuerpo de Bomberos de Coatepec, con la idea de ya no depender de los servicios de rescate y urgencia de Xalapa; aunque la ciudad es cercana, toma al menos 10 minutos llegar por la carretera, dependiendo de las condiciones del camino, clima, tráfico.

Así como Coatepec, muchas ciudades grandes de Veracruz tienen el privilegio de contar con su cuerpo de Bomberos y por lo menos los municipios más pequeños tienen su unidad de Protección Civil.

Hace unos días en el llamado Pueblo Mágico desapareció la Unidad de Protección Civil con todos sus integrantes. Se habla de dos versiones: la falta de recursos para sostenerla (condiciones que al parecer se están repitiendo en otros lados) o la politización de su ex director, César Antonio Bravo, quien no tuvo empacho en irse a la campaña del diputado con licencia Julio Hernández, quien finalmente perdió.

Es penoso que algo tan sustancial como las Unidades de Protección Civil se politicen. De por si los cargos de director o coordinador se han convertido en puestos sólo para amigos o simpatizantes del alcalde en turno, desplazando a quienes posiblemente cuenten con mayor perfil para cubrir el cargo.

Hay lugares donde a veces --por el reducido tamaño de población o de la mancha urbana-- no se requiere personal de Protección Civil, pero de todas maneras se crea para ingresar al amigo, al compadre, al ahijado, todos a la nómina. La Policía Municipal es la que hace los trabajos de rescate, ambulancia, y hasta de Bomberos.

Así también hay que recordar aquel famoso caso de “El Tritón”, Martín Sánchez, célebre personaje que de ser guarura, chofer y mandadero de alcaldes panistas como Ángel Deschamps y José Ramón Gutiérrez de Velasco, se convirtió en flamante director de Protección Civil, desde donde se sabe que realizaba los trabajos sucios para Joserra, agredió a vendedores ambulantes y hasta a fotógrafos del inigualable Notiver.

En Minatitlán, al legendario profesor Guillermo Urbina lo dieron de baja de los Bomberos y Protección Civil este trienio, pese a haber parte de los fundadores y pieza importante. Incluso el haber formado parte de la primera generación de entrenadores del Pentatlón que formó el fallecido padre de la alcaldesa, no le valió el mérito para quedarse en el ánimo de Guadalupe Josephine Porras. A su salida, lo nombraron coordinador de la región sur, pero por parte del Gobierno de Veracruz: méritos le sobran al profe.

En Coatzacoalcos, el ex comandante del sector naval, Naín Domínguez Cuevas, hoy director de Protección Ciudadana, ha destacado por ser un jefe muy disciplinado, pero con poco tacto para la tropa y hasta con la población: en el pasado Carnaval nadie olvida las palizas que un grupo especial de seguridad dirigido por Domínguez Cuevas arremetía contra los trasnochados y borrachines. Haber tenido formación castrense no necesariamente significa que sea la mejor opción.

En el caso de Coatepec, se mencionaba que el director de dicha unidad dejó a un lado el asunto de Protección Civil para irse a cubrir campañas de un candidato perdedor. Ante tal irresponsabilidad la Unidad de Protección Civil quedó abandonada, a la suerte del personal de Bomberos, que en la temporada de lluvias no se dan abasto para cubrir situaciones de emergencia.

Dichos cargos deberían obedecer más seriamente a los perfiles y no a los caprichos del alcalde en turno, mucho menos a los de quienes más que servir, buscan seguir en el cargo por motivos políticos.

La poca seriedad que se le dan a los cargos, el amiguismo, el “mi cuate no se va a quedar sin chamba”, se trasladan a partes medulares de la protección ciudadana, exponiendo personal, civiles, sólo por desconocimiento de donde están parados. ¿Quién puede asegurar que el personal esté capacitado, tenga las herramientas, sepa qué hacer en caso de desastre?

Urge que se haga algo en materia de poner orden en Protección Civil. Es muy triste que los cargos se cambien cada periodo de gobierno sólo porque al gobernante en turno así le apetece. Ni que fueran cortesanos.

1 de agosto de 2010

Los teatros de la SSP

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El rescate de los periodistas en Gómez Palacio, Durango, pese a lo exitoso y mediático, deja más dudas que claridades.

Claro que son excelentes noticias, porque no se le desea a nadie una desaparición de esa naturaleza. Veracruz tiene lo propio: el periodista de Colipa, Evaristo Ortega Zárate, no aparece desde mediados de abril, por mucho que lo minimice el “presidente” de la “asociación” de periodistas en el estado.

Los 4 periodistas desaparecidos en Durango, en tierra del famoso triángulo durado del narcotráfico, pusieron a temblar no sólo al gremio, sino a la sociedad en general: ¿ya no es seguro ni siquiera ir a tomar fotos? ¿grabar video? ¿Ahora no sólo hay que cuidarse de los soldados que al amparo de usar bozales, agreden para que no se registre nada? ¿Si tomo una foto en el parque Juárez y resulta que por azares del destino un narco tomaba un helado y veía a los payasos ya me cargó la chinada?

Horas después del supuesto rescate, en Milenio Televisión se entrevistaba al camarógrafo de Multimedios secuestrado, Javier Canales, así como a dos altos funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública: Facundo Rosas, comisionado de la Policía Federal, y Luis Cárdenas Palomino, jefe de la División de Seguridad Regional.

Dentro de las declaraciones resalta un par por contradictorias: Luis Cárdenas Palomino decía que el área estaba asegurada, vigilada, y con empleo de inteligencia se había ubicado en dónde estaba secuestrados los periodistas… Pero que los secuestradores huyeron… ¿no que estaba vigilada la zona?

Vaya, el operativo supuestamente sigiloso y al que dieron fe los periodistas Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín como una maniobra legítima de rescate, al final sólo amplifica dudas sobre la manera de actuar del gobierno mexicano en el tema de la delincuencia.

En estas semanas se ha hablado de que el Ejército ha buscado limpiar su imagen ante la prepotencia con la que se manejan algunos de sus elementos y han originado críticas en el desempeño; que además la guerra contra la delincuencia organizada le ha llevado a cometer errores que no tienen nombre como la muerte de niños en retenes.

Tanto así se empeñó el Ejército que hasta en su página de Internet ya promueve un apartado especial y vistoso de Derechos Humanos.

Su mismo comandante supremo, Felipe de Jesús, ya fue a escuchar las mentadas de madre y reclamo de los padres de la Guardería ABC, lo que debería haber hecho ya hace un año: escuchar.

Y ahora con la entrada de un secretario de Gobernación que no termina por convencer, pareciera que se están creando escenarios favorables para limpiar la imagen bélica de la administración calderonista, no sin antes dejar una especie de estela justiciera al acribillar a capos del narcotráfico (los dos golpes más fuertes, de Beltrán Leyva y Coronel terminaron en muerte de los jefes); de paso, no extrañaría que hasta unos meses antes de que termine el sexenio de Calderón, atrapen al “Chapo” Guzmán y digan que siempre supieron donde estuvo con “inteligencia”.

Por cierto que el dato a subrayar, manejado en la red social Twitter, es que al parecer la muerte de Coronel tiene otras connotaciones. Han matado a dos capos que han estado vinculados con Joaquín Guzmán Loera: uno, “El Barbas”, rompió con él; el otro, “El Cachas de Diamante”, estaba por crear su propio cártel.

Como parte de estrategia de lo mismo, no se extrañaría que el mismo operativo hubiese sido una farsa involucrando a los compañeros sin su consentimiento. O una de dos: que los periodistas efectivamente fueron secuestrados por una célula del “Chapo” Guzmán (como dando a conocer que ahora van contra el narco favorito de los panistas) o que los mismos policías se hayan prestado a montar la obra teatral secuestrando a los 4 periodistas.

Sólo así se entendería cómo escaparon los secuestradores: o eran policías del mismo bando o negociaron con la célula del cártel menos vapuleado de este país.

Incluso no queda certeza de cómo determinaron que era una célula del Chapo si no detuvieron a nadie; huyeron. Es como reafirmar: “Miren, eh, pa’ que vean que también vamos contra el Chapo”, cuando al parecer el gobierno federal está inclinado a proteger al Cártel del Pacífico, tal como lo dieron a conocer en Estados Unidos y les urgió desmentir.

Y es que hay razón para dudar: a principios de septiembre del año pasado se montó una de las comedias más patéticas cuando un supuesto loco llamado José Mar Flores Pereira tomó el avión 576 de Aeroméxico en el aeropuerto de la capital del país, amenazando que tenía una bomba para hacerla estallar; en menos de lo que canta un gallo y se niega a Jesús tres veces se realizó un operativo de la Secretaría de Seguridad Pública para detener al supuesto terrorista región 4 y pirata que pensaba detonar el avión con unas latas de JUMEX.

Otro detallazo de la SSP federal, que encabeza el visionario director de fantasías Genaro García Luna: el “intento de secuestro” a su familia cuando detuvieron a dos reporteros que tomaban fotos de su humilde mansión, la cual dio a conocer la revista electrónica Índigo.

La reportera Anabel Hernández también nos recuerda el caso de la hermosa francesa Florence Cassez: “García Luna y su equipo han sido señalados por inventar historias en sus partes informativos. Un caso que levantó polémica fue el de la francesa Florence Cassez, a quien se presentó ante los medios en un supuesto operativo de rescate de secuestrados en una casa en la que supuestamente ella estaba. Después, García Luna reconoció que se trató de un montaje para los medios y que ella no fue detenida en la casa donde estaban los secuestrados sino en una carretera”.

La Secretaría de Seguridad Pública, así con estos antecedentes de alto calibre, ya quedó permanentemente cubierta con el velo de la incredulidad.

Uno no duda de la integridad, ni del sufrimiento que hayan padecido los compañeros periodistas secuestrados, lo que se duda es de la manera de operar de la SSP, de los escenarios que la misma dependencia crea y ahora --a la par del Ejército-- utiliza cualquier método para crear credibilidad y borrar la mala imagen que les pinta.

En sitios especializados como Blog del Narco (donde se han filtrado desde imágenes de ejecuciones hasta videos que dieron a conocer la salida de reos de Gómez Palacio para ejecutar gente en Torreón, Coahuila) siempre están presentes interrogatorios donde vinculan a jefes de las fuerzas federales y locales con la protección a la delincuencia organizada.

Entonces también hay razón para dudar, así como desde el DF dicen que las policías locales son las más corruptas, acá en la provincia los federales no tienen fama de honestos.

Mucho menos la SSP tan teatrera, experta en montajes.