30 de septiembre de 2012

Huevos a la Micha



Pablo Jair Ortega - www.columnasinnombre.com.- 
Lo de los huevos a la Micha fue una verdadera pasada de lanza; es reprobable una agresión así a una dama y periodista. Rebasa la línea de la tolerancia, como bien lo dice el boletín de gobierno, pero la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) la puso de a pechito en tiempos donde todavía no acaba el sinsabor electoral.

Entiendo que la UPAV busque promocionarse dando Honoris Causa. Siendo de reciente creación, es lógico que busque crear un renombre a la par de su rector Guillermo Zúñiga Martínez, hombre íntegro que rebasa en todo a cualquiera que se diga experto en menesteres de educación. Es entendible que existan estas problemas desde la fundación de una universidad, lo cual no debe ser fácil.

En lo político, parte de esa lucha es la de sobrevivir al fuego amigo que tiene Zúñiga Martínez en la presente administración: no hay discurso de su homólogo Raúl Arias Lovillo, de la Universidad Veracruzana, donde no critique la creación de la UPAV.

Bastaba con preguntarle al de prensa de la UPAV, Uriel Rosas, también presidente de la organización de periodistas más grande de la entidad, si entre las colegas podría hacer una pequeña encuesta para saber quién era la más reconocida periodista del país para darle su Honoris Causa.

Estamos seguros que Adela Micha, con lo agradable que pueda ser su persona, no estaría entre los primeros lugares. Si bien es respetable su trabajo, es muy inferior a lo que hacen Denise Maerker o Carmen Aristegui o Cristina Pacheco, incluso Lolita Ayala, reconocida por sus labores humanitarias.

Hay en verdad mejores reporteras y periodistas, no sólo en el país, sino también en el estado, que simplemente no venden su credibilidad anunciando crema para las patas.

Por supuesto que la UPAV en primera instancia dirá que no es su culpa, que fueron esos trinches estudiantes izquierdosos rebeldes hijos de su Che Guevara, pero la universidad es en parte responsable por no medir el impacto de sus Honoris Causa.

Incluso me atrevería a cuestionar si realmente esos estudiantes de la UV no son parte del gremio de porros que existe en la máxima casa de estudios de Veracruz no sólo ahorita, sino desde hace generaciones, en aras de hacer trizas la reputación del movimiento #YoSoy132, que al nuevo PRI-Gobierno le cae como ladilla en los testículos.

No se trata de usar los Honoris para promocionarse abiertamente con barata publicidad. Hay qué saber a quién dárselos y quién lo merece. Si fuesen sólo a modo del poder, no se extrañen que después de huevos sean jitomatazos, y luego un desprecio generalizado a un proyecto que bien puede ayudar a la educación en Veracruz, con todo y sus broncas.

La UPAV necesita seriedad ante todo. El reconocimiento a ilustres personajes veracruzanos que abundan por el mundo: poetas, filósofos, escritores, abogados, políticos, militares, periodistas, marinos, maestros, arquitectos, académicos, etc. quizás sea la ruta mejor trazada para los Honoris Causa de la UPAV que no hace la UV por su sello elitista: reconocer y destacar a los veracruzanos que se lo merecen.

Ahí tuvieron como ejemplo al poeta y escritor, detective de los contemporáneos, Miguel Capistrán, recientemente fallecido, y quien nadie le hizo homenaje alguno.

LA MICHA NI SE INMUTA

Por unos huevazos no se va a morir Adela Micha. Así son los gajes de este oficio. Quien no lo entienda, no es periodista.

La reacción del Gobierno Estatal y hasta del presidente Calderón fueron en verdad exageradas. Entiendo que no quieren que Adela Micha se lleve la impresión de que en Veracruz somos groseros, pero los boletines del Gobierno del Estado no representan el sentir de la mayoría de los veracruzanos.

El caso de Calderón fue bastante más ridículo; vía Twitter, expresó: “Son reprobables la intolerancia y el odio que han sido sembrados desde hace tiempo en política. Mi solidaridad con @Adela_Micha”.

Al presidente saliente se le olvida que esa intolerancia y odio nacieron desde las campañas del 2006, cuando se vio a un México dividido, enojado por la manera en que se desenvolvieron las frases y estrategias de la clase política en su búsqueda del poder presidencial. El odio sembrado vino desde Calderón y Antonio Solá, ese español experto en crear rencores con su propaganda sucia.

Por su parte, Adela Micha tomó todo como una periodista profesional; se divirtió con el asunto como se deben hacer las cosas en este oficio. En Twitter, hizo el comentario de lo ocurrido: “Gracias a todos en veracruz ! Estuvo de huevos !!!”.

Este domingo, para no variar su línea, siguió con el cotorreo: “Amaneci ahuevadiiiiisima ! Gracias a todos otra vez ! Son de huevos y valen lo que su peso en huevo !!!! Besos”.

ARIAS LOVILLO, CRITICADO

Quien también salió inmediatamente a la palestra para deslindar a la Universidad Veracruzana fue su rector Raúl Arias Lovillo, quien envió de inmediato un comunicado vía su departamento de prensa.

Palabras más, palabras menos, el rector recibió la crítica de que hubiese actuado de la misma manera cuando los estudiantes lo han buscado.

El tuitero JLCastellanosS le recordó: "Para tomar reflectores eres muy bueno, pero que tal te escondiste cuando fuimos a exigir seguridad en la zona UV. No tuviste la dignidad de presentarte ante la comunidad universitaria despues que apuñalaron al compañero de contabilidad. Esa reacción enérgica te hizo falta cuando un camión de pasajeros, atropello y mato a un compañero frente a rectoría.”

27 de septiembre de 2012

Los penecos de Portilla y Villalbazo

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Este miércoles la palabra “Pendejo” fue la estelar en las noticias. Uno porque fue el hashtag tuitero #VillalvazoEsUnPendejo que se ganó Alejandro Villalvazo, presentador de noticias de TvAzteca, porque le dio duro y tupido al más despiadado de las izquierdas: Fernando González Noroña, quien dejó de ser diputado federal pero es todo un tuitstar en eso que antes era microblog y ahora es red social.

El segundo fue Lorenzo Antonio Portilla, quien en lugar de imitar a su homónimo regiomontano para darle doce rosas a las reporteras, les mandó uno de esos guarros que llaman guachomas a las que cubren la fuente del Congreso para soltarles un “pendejas”.

Total que entre pendejos, ayer destacaron dos. Uno nacional y otro en Veracruz.

Lo de Villalvazo sin duda son gajes del oficio. Si bien hay gente que le cae gordo la manera en que se maneja Fernando González Noroña como político, también tiene su club de fans. Y aunque las figuras más conservadores y recalcitrantes de la derecha vean a Noroña como simple barbudo alborotador pejista, la verdad es que la culpa no la tiene el indio, sino quien le formó la personalidad: la clase política tan caricaturesca, nefasta, demagógica, convenenciera e hijos de su repipin chamuco necesita un Noroña que los esté castrando.

Así pues, la entrevista en radio del señor Villalvazo cuestionó duro al ex legislador, causando escozor entre los simpatizantes de Noroña, y con eso de que los medios tradicionales son parte del juego político y blancos favoritos de una juventud rebelde, pues ahí le llovió vía Twitter.

Sin duda es respetable la manera en que uno se puede expresar de algo o de alguien, pero parece incongruente que una juventud cansada de tanta pinchi transa, de tanta violencia que les obliga llamar “asesino” a Calderón, y tanta matazón de narcos, sea la que incite violencia (aunque sea verbal) contra un periodista.

No podemos entender que se busque el cambio, la paz en este desgastado México, cuando de manera tuitera se agrede a quien tiene su manera de trabajar como periodista o presentador de noticias. Y no es que se defienda a Villalvazo: en lo personal, por salud mental, este autor evita la jodida programación de TvAzteca y sus presentadores pedorros.

Y es que aunque se quejen de que periodistas como Villalvazo sean vendidos, lameesos, hueleesos, etc., el remedio es muy sencillo: apagar la tele, el radio y no comprar ese periódico.

Que los taxistas escuchen a gente como Villalbazo, pues es cuestión de gusto. Si lo que se trata es de que la gente cambie de estación y “abra los ojos”, “apague la caja idiota”, que se haga una revolución y se democraticen los medios, basta con voltear a ver a la prensa cubana: servil, censurada, más pobre que la prensa mexicana.

El otro pendejo fue uno de los chalanes del nuevo titular del Órgano (agarre a su perro, mi auditor) Fiscalizador del Estado de Veracruz.

Ya sabe: es de esos que le cargan la maleta al patrón y le huele las flatulencias para decir que es esencia de jazmín y lavanda. Le suplica que le eche otro en la cara para sentir el fresco amanecer entre sus nalgas.

Pues uno de estos energúmenos tiene la piel tan sensible, que cuando Lorenzo Antonio terminó de rendir protesta y fue abordado por las reporteras con preguntas incómodas, espetó un “pendejas”.

Las colegas olímpicamente ignoraron al vato, a final de cuentas no merece ni la más mínima atención, pero ya de entrada al auditor superior del estado le creó una imagen de intolerante con la prensa.

Lo peor es que no sabemos si el auditor tomará medidas o se disculpará por el comentario de su chalán, porque la prensa no se merece groserías de esa magnitud.

Ya de entrada su actitud es de pendejos.

EPÍLOGO: “Pendejo”, según el Diccionario de la Real Academia del órgano (agarre a su chalán, mi auditor) móvil situado en el interior de la boca se refiere al “Pelo que nace en el pubis y en las ingles”, mismo lugar donde oficia el guarro de Lorenzo Antonio su papel de huelepedos. “Peneco”, es la manera en que las abuelitas le dicen a los nietos más morritos cuando se caen aprendiendo a caminar.

25 de septiembre de 2012

Peña Nieto como una cara Espergencia




Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Pues, señor, resulta que Peña Nieto es presidente electo, y hasta hoy, que ni toma la protesta y ya anda gástalon. Anda presentándose en sociedad en gira mundial artística, cual cara Espergencia que de prole no tiene ni una Paulina.

Espergencia, aquel personaje del inolvidable Chava Flores que cumplió los treinta y le festejaron sus quince, fue muy modesta: hicieron el gran baile allá en casa e Noemí porque ahí, como es la sala grande, pos dijo que sí, con vestido de organdí que a su madre le ha costado un potosí, aunque ella lo cosió.

A diferencia de la quinceañera treintona, el presidente electo nacido en la capital del chorizo, anda haciendo una gira por todo el mundo. Se acaba de chutar centro y Sudamérica. Comió picaña y vio traseros brasileños; bailó tango y saboreó un tinto argentino de Las Moras. Llegó a Chile y abrazó a Piñera.

Ahora anuncia que dará un rol por Europa, y debe ser que su extranjerismo es delicioso. De ahí pasa a reportarse con el negro Obama en Estados Unidos donde demostrará que ha practicado inglés con cassette y ademanes para cantar “The book is on the table”.

De ahí irá a Canadá, a ver si logra ver a varios jarochos que andan por allá exiliados ya sea porque pidieron asilo político o buscaron trabajo bien pagado antes de que se les ocurriera expedir visas.

En general, Enrique Peña Nieto, el hombre del copete, hará una gira mundial sólo comparable con las de Justin Bieber. Lejos de una gira nacional como la de Chente, que se despide en medio de gritos de pubertas como Espergencia, porque él sí es prole y no como el novio de la Paulina.

Y sobra decir lo oneroso que resultará el viajecito de presentación en sociedad que Peña Nieto está haciendo: un mexinaco promedio no viajaría más que al puerto de Veracruz, con eso de que dicen en Gobierno del Estado que es el lugar más visitado a nivel nacional y no por turismo jicamero, eh, puro gringo escandinavo que baja cada quince minutos a tierra jarocha como en Xalapa.

¿Cómo de a cuánto estará saliendo a los contribuyentes la gira artística peñanietista por el mundo? ¿De a cuánto estarán saliendo los boletos de avión, hospedaje, y chalanes en su gira artística mundial?

Entiendo que el ex gober mexiquense tiene que ser presentado en la sociedad mundial ¿pero no es exagerado tanto viaje? ¿Por qué no una gira interna como la de Chente para, al igual que Varguitas, sepa dónde andan parados?

Ya ven que cuando eran las elecciones los del #YoSoy132 se organizaron también de manera austera (y no al Montiel Style) vía redes sociales, y se vieron protestas antipeñistas y de apoyo a AMLO en todas partes del mundo. Así de gratis, sin costo para los que pagan impuestos en este trinche país.

Los ardidos peñistas luego se burlaban porque no les parecía que hubiera ese apoyo mundial al orgullo de Macuspana. “¿A poco va a ser presidente del mundo?”, decían osados.

Y no, pos no ganó otra vez. Pero el orgullo de Toluca anda seguramente viajando a esos lares para que vean esos proles exiliados que su presidente electo los alcanzará por muy lejos que estén de La Chingada (el rancho de AMLO, con confundir con Octavio Paz).

A @EPN pareciera que se le olvida pasear por México, donde están sus lobukis y más fieles simpatizantes.

Digo, a final de cuentas por muy pinchi guapo que esté y sea una especie de mirrey gobernante, México, como en el mundo, la cerveza es the bloody Corona, y así nos conocen en todo el globo: fiesteros, desmadrosos, ligados al narco, con políticos de caricatura y serviciales a Estados Unidos.

En el mundo México ya tiene su imagen. Al menos no se quitan esa idea de que andamos ensaparados, sombrerudos, cantando narcocorridos en botas vaqueras marca Fox y que hablamos como Speedy González. Incluso para los extranjeros, México es sólo uno: no hay Zacatecas, ni Xalapa, ni Minatitlán, ni Tijuana… Todo para ellos es México.

Y la neta no creo que Enrique Peña esté costeando de su propio bolsillo tanto viaje que hace por el mundo, presentándose cual quinceañera.

En realidad el asunto de ser presidente electo, es darse baño de pueblo y de una vez empaparse en las broncas de México, que hay muchas y todas son distintas porque México es diferente en cada estado, en cada región. No todo es Estado de México.

Ya habrá tiempo para viajes, mire que el Congreso anda muy al estilo de los viejos tiempos priístas, donde el presidente era el del poder absoluto y nadie le negaba nada.

Y así como las cosas volverán al pasado, probablemente, Peña Nieto podrá ir hasta a Siberia o a visitar a AMLO en una de esas en su rancho de Palenque. Por viajes el futuro presidente no se debería preocupar, al cabo que hasta avión nuevo tipo Star Wars va a tener nuevecito de paquete.

Para su envidia, proles.


14 de septiembre de 2012

¿Ejército alejado de la realidad?

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El discurso expresado por la cadete de la Escuela Militar de Enfermeras, Edith Fuentes Osorio, oradora en la conmemoración del 165 aniversario de la gesta de los Niños Héroes, causa extrañeza.

“Es inaceptable que algunos justifiquen el comportamiento delictivo aduciendo falta de empleo, carencia de oportunidades o marginación. Es obvio que la barbarie con que actúan los criminales no corresponde a un desempleado. Oportunidades existen, pero hay que aprestarse para ellas y trabajar con esmero todos los días para conservarlas”, expresó.

Desde siempre se ha considerado al Ejército Mexicano y a la Marina como una de las instituciones más loables, pero que además tienen una base social humilde, de orígenes pobres al menos en su tropa.

Nunca se ha considerado a las fuerzas armadas como discriminatorios, es decir, no desprecian por el nivel social, si bien hay que tener ciertas condiciones físicas para ser miembro de las fuerzas armadas, que limitan a la mayoría de la población que está obesa.

Los soldados y marinos están concientes de que la sociedad vive situaciones precarias, y son testigos de honor cuando las tragedias climatológicas llegan a lugares donde tener algo para comer es un lujo.

Los elementos de las fuerzas armadas, al salir del cuartel con la intención de acabar con el narcotráfico, ya han aprendido cómo combatir en las calles de muy diferente entrenamiento y mañas al que por muchos años se atuvieron por la disciplina castrense. Pero de igual manera deben haber visto ya otra realidad muy distinta en términos socioeconómicos.

Los soldados y marinos tuvieron que suavizar su trato con la población y dejar ese discurso de que todos somos enemigos y protegemos a los malosos. Tuvieron que palpar el miedo de que no se trata de señalar por señalar y andar de soplón quemando a los vecinos si venden droga o no. Que el verdadero cáncer de este país es la pobreza y la hambruna, no el narcotráfico.

Pero el discurso dado por la cadete Fuentes Osorio contradice toda realidad. Es el mensaje que expone a las fuerzas armadas como una clase elitista que no ve pobreza ni hambruna, pero sí una lucha ciega contra todos los criminales de este país.

Al parecer la cadete o quien le haya escrito el discurso y obligado a leerlo, no ha leído o escuchado las noticias donde, a grandes rasgos, se habla de una pobreza extrema en la que está sumergido el país. Del desempleo, ni se diga: el mentado “presidente del empleo” terminó por olvidarse de su promesa de campaña.

“Seis de cada 10 personas que se emplearon entre 2006 y 2011 lo hicieron en la economía informal. El desempleo creció 33.3% en ese lapso, con una cifra que alcanzó los 2.7 millones de personas, que sumadas a las que estaban en esa condición totalizó casi nueve millones de mexicanos”, según el estudio Desempleo y empleo informal en México 2006-2011, del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM.

“En México laboral unos 13 millones de personas en condiciones precarias, sin seguridad social, ni salarios fijos, que si se suman a los 2.5 millones de desempleados y los 4 millones de subocupados –personas que declararon tener la necesidad y disponibilidad de laborar horas extras–; en el país hay unos 19 millones de mexicanos trabajando en condiciones negativas. Contra los 15.7 millones de personas que laboran en la formalidad”, subrayó recientemente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Y es que si para la élite del Ejército no hay pobreza ni hambruna, entonces ¿en qué país vive? No hay que ser genios, ni estudiosos, ni siquiera adicto a la información para saber que hay gente que se vuelve criminal por pura necesidad.

Un país de problemas tan complejos, como la falta de oportunidades, comida para todos y educación, sencillamente remite a que se busca la forma más fácil de hacer dinero: los que renuncian a las fuerzas armadas no sólo es por su falta de lealtad y compromiso, sino porque salen a hacer lana, que no ganarán como soldados al servicio de la patria.

Porque los que se hacen ricos en las fuerzas armadas son pocos. Sí es un seguro de vida trabajar en el Ejército, como lo es trabajar en PEMEX, en la Comisión Federal de Electricidad, pero es un pequeño círculo el que se lleva la verdadera fortuna como en cualquier paraestatal.

La cadete Fuentes Osorio, desde la comodidad del atril, empina al Ejército Mexicano por el simple hecho de querer dar expresiones retóricas que se convierten en banales apapachos al comandante supremo.

El desempleo, los empleos informales, mal pagados, derivan sencillamente en violencia doméstica. ¿Quién en su sano juicio estará feliz sabiendo que no tiene comida para llevar a la casa? ¿O que los clientes nomás no pagan mientras se les ve vivir como sultanes? ¿Quién es plenamente feliz sobreviviendo diariamente en un sub-empleo pese a estudiar una carrera? ¿Quién se atrevería a poner un puesto de tacos si al rato vienen a pedir la “cuota” de los criminales o la “mordida” de las autoridades?

El discurso dado en la conmemoración de la batalla de los Niños Héroes, incluso va en contra de las condiciones que los mismos soldados y marinos en operativo tienen. Nos consta que muchas veces hemos visto a los elementos carecer de los alimentos básicos: cuando llevan a un detenido a declarar en Xalapa, aprovechan esos momentos para comprar algo para comer, ya sea un pollo, a veces simplemente pastelitos Marinela y su refresco. Lo que sea para matar el hambre.

“Usted, señor Presidente, ha liderado la consolidación de estos valores. Lamentablemente, en esta radiografía del país también registramos cánceres que debemos extirpar con decisión y de una vez por todas, como la corrupción y la impunidad que nos laceran en doble vía, pues en algún momento somos víctimas de aquello que en ocasiones toleramos y a veces inducimos”, dice en otro párrafo el discurso de la cadete.

Pareciera que a la élite del Ejército tanto contacto con Felipe Calderón los alejó.

Es de destacar, en contraparte, las recientes declaraciones del secretario de Marina, Francisco Saynez (verdadero orgullo jarocho), quien con valentía y sentido común, expresó –palabras más, palabras menos-- que ojalá la próxima administración entienda que con inteligencia y no con violencia, se combate al crimen. En pocas palabras desarticuló toda la letanía de este sexenio cuyos muertos son sólo números y bajas colaterales.

Ojalá no sea este discurso de la señorita el sentir general del Ejército Mexicano. Al menos en la Marina ya quedó claro la forma en que se sienten por la manera de operar/combatir al crimen organizado.

Sencillamente es extraño la manera en que el Ejército no vería la pobreza ni la hambruna ni la falta de oportunidades.

Ojalá solamente haya sido una chaqueta discursiva de esos tantos zalameros que abundan en cualquier administración federal.

10 de septiembre de 2012

Rumores, rumores, rumores

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.Probablemente se esté sintiendo un ambiente de incertidumbre previo al cambio de gobierno federal. Mientras hay voces que plantean la salida del Ejército de las calles como una manera de revertir la violencia, los del equipo de transición dicen que se quedarán por unos meses más.

En el puerto de Veracruz, dicen que los jarochos ya se acostumbraron de ver a la Policía Naval y, de café en café, de canilla en canilla, entre mentadas de madre y picardía diversa, dicen que no quieren que se vayan los marinos porque sienten que el puerto se ha vuelto más seguro desde que se encargan de la vigilancia local.

Claro, exceptuando que hubo cuatro periodistas ejecutados al momento de su vigilancia. Ya ni qué decir de la muerte de Víctor Báez, en Xalapa, en una capital que supuestamente está encerrada entre retenes.

El asunto es que en la zona centro parecen haberse calmado los rumores y el pánico que originaba la violencia (ojo, no los tuiteros) entre bandas del crimen organizado y las fuerzas del orden.

Ahora el sur de Veracruz parece ser el territorio a donde se han replegado los delincuentes, pues en las últimas semanas comenzó a haber una ola de ejecutados y desaparecidos que parece imparable. Y eso no lo dicen quienes platican con este frustrado astronauta astrofísico: se lee en la prensa, entre los compañeros que hablan de la reciente violencia.

Los hechos violentos, si bien no detallados como uno quisiera en los medios, trascienden porque es imposible negarlos. Sería como actuar en complicidad con los “malos” el quedarse callados sobre hechos que, aunque se quieran ocultar, la gente se entera, lo sabe, lo comunica. Por eso hay medios donde, incluso la competencia de la nota roja, obliga a reportar lo que las esferas políticas pretenden minimizar.

El que la población sea la que transmita el chisme, la información, no es meramente de argüende de vecindad: no me dejarán mentir quienes trabajamos en este abarrote, que los amigos y vecinos preguntan a los periodistas cómo está la situación, ante la falta de una autoridad competente y honesta con la realidad que envuelve a los habitantes de una comunidad.

El sur de Veracruz se está volviendo particularmente susceptible a los rumores como ocurrió en su momento en Xalapa y Veracruz, donde fue más fácil echarle la culpa a las redes sociales sin entrar a fondo en el problema de comunicación entre autoridades y población, necesario de resolver en estos tiempos donde los mensajes de texto viajan casi a la velocidad de la luz.

Y los rumores no están creciendo solamente porque algún desgraciado anda haciendo maldades por el sólo hecho de poner en aprietos a la autoridad, sino porque es palpable la violencia: se siente en las calles la tensa calma, especialmente por las noches. Los changarros en varias partes han cerrado. En Minatitlán, la ejecución de un taquero muy popular hace pensar si vale la pena salir en la noche por una cena callejera.

La realidad de un Veracruz violento está reflejándose en la zona sur de Veracruz, donde no sólo parece haberse convertido en el nuevo Edén de la maldad, sino que todavía se percibe ese tufillo a impunidad, como el junior que amenazó con cortarle la cabeza mínimo a tres policías de Coatzacoalcos.

El chamaco se disculpó, eso se aplaude, pero la amenaza a la autoridad quedó sin castigarse; se supone que el ciudadano debe ya de empezar a respetar para que mejore esa imagen de corrupción, impunidad y nula seguridad.

El sur de Veracruz es especialmente delicado por sus historias de violencia y porque es donde está concentrada una gran riqueza para la entidad y el país. Aquí todo huele a petróleo, sabe a petróleo, se mueve alrededor de los petroleros, la clientela favorita del narcomenudeo, de los secuestros; ya ni digamos de los médicos, que ya incluso han hecho marchas contra la violencia, porque son uno de los sectores más afectados, especialmente en Minatitlán.

Pero mientras eso ocurre, los rumores crecen por una mala estrategia de comunicación al tratar de hacer tersa la violencia.

Mientras, los rumores, rumores, rumores. Sí, la mayoría es puro “méndigo” rumor, pero al menos en el sur de Veracruz hay una justificación: la gente tiene miedo y nomás no se ve una mejora en el rubro de seguridad.

El crimen en los últimas semanas se ha incrementado en esta región. Desde Isla hasta Las Choapas. Se pensaría que con los cuarteles militares instalados en Coatzacoalcos (que también es base de la Marina), Minatitlán e Ixhuatlán, la zona sur sería la más segura, pero al parecer los exitosos operativos contra los que trafican combustible derivaron en ejecuciones y en dinero urgente y necesario para la delincuencia organizada.

No es que se apueste a la alarma, pero la autoridad está a tiempo de tranquilizar a una población que está en la incertidumbre y en el temor de una nueva era de terror. Ya se debería sentir que la seguridad va mejorando en aras de una administración entrante que supuestamente va a cambiar todo lo que no hizo Calderón.

“Veremos”, dijo un ciego a José Luis Ortega.