28 de agosto de 2008

Embarrar la marcha

* ¡Ozuuuuu! ¡Que me he equivocado y no es domingo 30 de agosto, gilipolla! ¡Hijo de la que me parió!

Pablo Jair Ortega -
pablo.jair.ortega@gmail.com.- No se vale, en verdad. No se vale que con afán de protagonismos, los políticos veracruzanos hayan querido manchar la protesta promovida organizada por la organización Iluminemos México, en la que ciudadanos de todos los estados de la república saldrán a la calle este domingo 30 de agosto, vestidos de blanco, con una vela en las manos, en silencio, para marchar contra la inseguridad.

Los organizadores han pedido, suplicado hasta el cansancio, que, por favor, los políticos se abstengan de participar en la marcha para que no se preste a malas interpretaciones: es decir, que no se confunda dicha movilización con fines políticos, propagandísticos y partidistas. Es una marcha pura, blanca, sin colores, y aunque los organizadores tuvieran (que se duda) sus simpatías políticas y objetivos tenebrosos de fondo, éstos quedan rebasados por la gran cantidad de ciudadanos que se espera protestarán con una sola voz: alto a la inseguridad.

La presencia de miles precisamente es lo que le dará legitimidad a la protesta. Se habla de millones, si tenemos en cuenta que la protesta será en las 32 entidades del país (Distrito Federal incluido), además de la participación internacional de España, Costa Rica, Estados Unidos e Israel y, posiblemente, Polonia y el Reino Unido.

Lo lamentable es que varios políticos (y políticas, ciertamente) que piensan que el mundo se acaba en los límites de su municipio, como los alcaldes de Veracruz, Boca del Río y Minatitlán, ya se estaban colgando de la participación en la marcha por la paz de este domingo en sus respectivas ciudades.

En el caso de Veracruz-Boca del Río es significativo por la lucha de colores entre ambos municipios: Veracruz pertenece al PRI, los rojos, los de Fidel Herrera y el gobierno estatal; y Boca del Río es del PAN, los azules, los de Felipe Calderón y el gobierno federal; dichos lugares gobernados respectivamente por Jon Rementería y Miguel Yunes.

Más significativo es que será una sola marcha a lo largo del bulevar costero, partiendo de Boca del Río hasta el puerto de Veracruz, por aquello de la conurbación. Por lo tanto, boqueños y jarochos caminarán sin miramientos y colores (se anhela que sea así) a lo largo de todo el malecón.

Ambos ediles, Rementería y Yunes, anunciaron pomposamente que irían a la marcha y participarían como "ciudadanos" en la misma. Inmediatamente se les vinieron las críticas encima por la disposición de ser protagonistas, tomarse la foto con la raza, y ser los "líderes" de la sociedad civil que protesta, precisamente, por las formas en que actúa la clase política.

Peor aún, que no faltaría el fanático partidista que llevará su camisa o cachucha color rojo fastidio, o azul panucho.

Y es que no captaron al momento los políticos jarochos como Jon, Miguel y Guadalupe (la de Minatitlán), que más que la inseguridad, el fondo de la protesta es manifestarse contra la patética y cínica actuación de la clase política en materia de seguridad. La marcha representa el descontento, el rechazo con indignación de la sociedad civil hacia quienes les ha confiado la tarea de la gobernabilidad, de encabezar los cuerpos policiacos y legislar determinadas leyes.
La marcha contra la inseguridad es contra la ineptitud de la clase política, pues.

Luego entonces, no cabría para nada la participación de los actores políticos veracruzanos (y veracruzanas, ciertamente) en un acto que encabezará un rostro heterogéneo de la sociedad. Es triste que las pocas veces que los civiles se manifiestan, los folklóricos representantes populares vengan a embarrar una movilización con su suciedad de grillos.

En este juego infantil de los políticos jarochos, quien dijo primero "me voy y me llevo mis canicas" fue el alcalde de Boca del Río, Miguel Yunes Márquez, al fin y al cabo que ni cargo se hace de ninguna policía, más que de su extrema seguridad personal. El alcalde de Veracruz, Jon Rementería Sempé, tardó en reaccionar con ese obstinado efecto "espejo" de querer opacarle la plana a Yunes Márquez; este día 28 finalmente mandó un boletín para decir que siempre no participará, pese a la férrea insistencia previa de hacerlo.

Para el mediodía de este jueves, en Minatitlán, los asesores de la alcaldesa Guadalupe Porras David le estaban sugiriendo que no participara en la marcha, como lo había confirmado la licenciada en días anteriores a través de su Dirección de Comunicación Social. Con los anuncios de Jon Rementería y de Yunes, lo más probable es que cancele, porque participar la hará quedar mal, sobre todo si busca capitalizar la movilización para su propaganda personal, y más ahora que se candidatea para la diputación federal donde hará mancuerna con Renato Tronco, como suplente estrella del PRI.

Ya hubo un antecedente en la ciudad de México, donde se estimó que participaron un millón de ciudadanos, de los cuales algunos corrieron a las botargas que el Dr. Simi había mandado según para marchar en contra de la seguridad y a favor de la paz.

De hecho, la advertencia es más que clara por parte de los organizadores a escala nacional: el diario La Crónica de Hoy lo resalta: "Representantes ciudadanos, encabezados por Elías Kuri, advirtieron que si algún político asiste a la caminata será bajo su propio riesgo de que sea abucheado o retirado de ésta pues ninguno será bienvenido".

“No queremos que vaya ningún político porque a ellos les vamos a exigir (...) si se presentan, con respeto les vamos a decir que ese momento no es para ellos, sino para los ciudadanos”, señaló Joaquín Quintana, de la Organización Convivencia sin Violencia.

Si bien al calor de las campañas políticas federales rumbo a la Presidencia se denostó la marcha por parte de los perredistas, como "la marcha de los pirrurris", la verdad es que los nacos, los fresas, los incultos, los ignorantes, los sabihondos, los tullidos, los homosexuales, los trasvestis, los mochos, los chayoteros, los egocéntricos, los divos, las bellas, los feos, y los miles que me faltan, todos somos parte de una misma sociedad.

Hasta un cuatro-ojos panzón de mata larga como yo. Políticos no, ¡fuchi!

12 de agosto de 2008

¿Cuánto habrá costado Flavio Sosa?


La marcha de Flavio Sosa en Xalapa

Pablo Jair Ortega -
pablo.jair.ortega@gmail.com.- La presencia de Flavio Sosa Villavicencio como dirigente fundador de lo que hoy es la APPOSVER (Asamblea Popular de Pueblos y Organizaciones Sociales de Veracruz), sólo nos lleva a pensar que a quienes dicen representar a la izquierda veracruzana, de plano se les acabaron las ideas para ser oposición.

Flavio Sosa, con los antecedentes que tiene en Oaxaca como agitador profesional en la nómina del gobierno de José Murat, dudamos mucho que haya venido a Veracruz por el hecho de ser un luchador social comprometido con las causas nobles, o que de plano sea algo así como un Martin Luther King región 4 y reloaded; alguien tuvo que haberlo convencido de que acá en Veracruz es terreno virgen para eso de las manifestaciones radicales y violentas; que ante la cerrazón del gobierno para bloquear las protestas, se necesita de su “carisma” y “liderazgo” para encabezar el recién creado grupo APPOSVER, cuyo antecedente en Oaxaca ya probó ser ultra radical.

Juan Carlos Mezhua Campos, consejero nacional del PRD e identificado con las causas indígenas, es quien hoy dirige en el estado la APPOSVER. Fue un activo militante en el caso de la indígena violada presuntamente por militares Ernestina Ascencio.

Se duda que la presencia de Flavio Sosa en Veracruz sea gratuita. Los servicios de un activista de la naturaleza de Sosa Villavicencio, concluyen en que deben haberlo convencido con una suma considerable de gastos para movilización, traslados, comidas, alojamiento, teléfonos celulares, manutención, pero sobre todo, para la operación política de lo que hoy es otra de sus creaciones.

En Oaxaca es conocido que Sosa Villavicencio posee riquezas.Quienes lo apoyan, especialmente dirigentes del Partido de la Revolución Democrática simpatizantes del lopezobradorismo como Mezhua Campos, deben haber agotados sus recursos como para verse en la necesidad de importar a un líder social oaxaqueño, admitiendo con esto que la izquierda veracruzana carece de liderazgo propio, minimiza a sus propios miembros y prefiere contratar a mercenarios.

De esto no sólo tiene la culpa el PRD: el mismo gobierno estatal ha optado por los ataques de pánico cuando se anuncian movilizaciones de campesinos, al grado de que los pobres campiras --regularmente INDÍGENAS, aunque se rasgue las vestiduras el diputado Polo Torres-- son detenidos por la Policía Estatal y confinados en el Agrocentro (un edificio a pocos kilómetros de Xalapa, conocido por su arquitectura como “El Armadillo”), que se ha convertido como en un moderno campo de concentración.

Ante la negativa de que a Xalapa entren manifestantes campesinos, huarachudos y sombrerudos, no aptos para la high society encabezada por su fresa alcalde David Velasco, esta discriminación a la legítima manifestación en la capital del estado se radicaliza, y es por eso que obligan (o por lo menos tratan de justificarlo así) a traer a especialistas en materia de organización opositora.

No obstante, Flavio Sosa Villavicencio, como todo mexicano, puede andar donde se le plazca porque así se lo garantiza la constitución; el noble pueblo jarocho le dará la calurosa bienvenida y podrá quedarse en lugares cercanos a Xalapa preferidos por rebeldes folkloristas, como Coatepec o Xico. En serio que se le recibirá bien como a muchos que desean vivir en este suelo hermoso, y se le saludaría todos los días con la amabilidad característica del pueblo jarocho.

Incluso se compra el hecho de que Flavio Sosa Villavicencio proviene perseguido de un estado gobernado por un Ulises Ruiz asesino y represor. No se debe perder de vista este punto, porque es gracias a las tácticas siniestras de Ulises que la protesta de la APPO en Oaxaca se radicaliza. Súmese la exageración del gobierno federal de encerrarlo en una cárcel de máxima seguridad, que resultó contraproducente, pues entonces se daba entender que Sosa tenía la misma peligrosidad que la de Osiel Cárdenas, Daniel Arizmendi, y otras distinguidas personalidades del penal de La Palma, en Almoloya.

Entre todos estos enredos políticos ajenos a los jarochos, lo que no se vale es que seamos rehenes de intereses de grupúsculos políticos de la izquierda radical... ¿Qué pensaban los patrocinadores de Flavio Sosa al traerlo a Veracruz? Especialmente si se trata de un contrato nada barato y con consecuencias a mediano plazo, con las elecciones federales cercanas del 2009; sobre todo si los encargados de la política interna de Veracruz no operan de inmediato.

Y es que con los antecedentes y experiencia de Sosa en las movilizaciones sociales, no nos queda otra más que pensar que su aparición en terreno veracruzano es para una estrategia de desestabilización, aprovechando el factor de que las autoridades estatales le tienen miedo a famosos “líderes sociales” como el mismo Sosa, Genaro Domínguez, César del Ángel, o Margarito Montes Parra, a quienes les dan carta libre para hacer lo que quieran, incluso violando la ley, bajo el disfraz de “luchadores”.

A César del Ángel incluso lo reciben como héroe en Palacio de Gobierno. A Flavio Sosa ya lo dejaron hacer su primera marcha en la Plaza Lerdo de Xalapa e incluso interrumpiendo el tráfico de la principal avenida, la Enríquez.

Con ejemplos como éste, los veracruzanos quedamos ante el país como un pueblo que fácilmente puede ser sometido, sobre todo por ese actuar de la autoridad cuando usa el garrote contra los paisanos, pero ante líderes fuereños como Flavio Sosa o César del Ángel, fácilmente se bajan los calzones.

5 de agosto de 2008

Sueño Azteca

REGRESE PRONTO, PORQUE VA A HABER FOTOS, ¡OH, SÍ, HERMANO´, HERMANA!

Pablo Jair Ortega -
pablo.jair.ortega@gmail.com.- Era una hermosa madrugada de canícula. Los mosquitos revoloteaban entre la maleza, las luciérnagas también. Era un buen día para viajar. El cielo se tornaba rojizo, como las manzanas que de niños nos daba la abuela. Las nubes rosadas parecían algodón de azúcar.

Luego entonces, ante una hermosa mañana que nos deslumbraba a los sureños, un grupo de hermanos centroamericanos decidió emprender un viaje mágico y misterioso entre la tierra mexicana… ¡Oh sí! Vieron llegar el camión que los llevaría por las perfectamente bien construidas cintas asfálticas que hay en este bello y tranquilo estado donde todo es amor.

Los recibe un chofer de notable educación inglesa: puntualidad, amabilidad, servicial. Pulcro hasta la punta de los zapatos bostonianos.

El camión tenía clima, porque aunque el calor es una bendición, no hay que abusar tanto de ese bálsamo salado que sale del cuerpo. De igual manera, los mullidos asientos de seda china que llevaban a los pasajeros, son tipo cama, para mayor comodidad. A bordo hay servicio de te Earl Grey, café gourmet achocolatado de Coatepec, smoothies para los más pequeños, y aguas frescas de todos los sabores.

Los baños, obviamente, están divididos según el género. Dentro todo es hermoso: el espejo es hermoso, el excusado es hermoso, el papel es reciclado y también hay bidet. Mientras uno espera, puede escuchar un catálogo que va desde Las 4 Estaciones de Vivaldi, hasta el último hit reggeatonero.

El camión toma su rumbo por un camino negro como el azabache. Está bordeado de orquídeas; pasan por un arco hecho de ave de paraíso y tulipanes. En su camino se encuentran con ángeles guardianes. Guían a nuestros amigos, sonrientes, mariposean al mismo tiempo que acompañan al camión verde turquesa por las veredas. Mientras, les arrojan caramelos de dulce de leche, mazapanes y pan de dulce.

Los pasajeros reciben con alegría los regalos de los ángeles guardianes de Agua Dulce. Luego se estacionan un ratito para comer los dulces y allí decidieron retozar.

Esta escena fue tan comentada en el sur de Veracruz, que entonces todos decidieron unirse a esta felicidad. Muchos se trasladaron allí donde la dulzura del ser humano se derramaba a borbotones de miel.

Incluso, el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar; el secretario de Seguridad Pública, Sergio López Esquer; el procurador de Justicia, Salvador Mikel Rivera, y muchos hermanos más, decidieron trasladarse desde Xalapa, porque era maravilloso, hermoso, muy hermoso, espléndido, divino estar ahí con el camión turquesa.

Entonces era tan inspiradora tal fotografía, que todos a bordo de sus coches tomaron los caminos bordeados de flores, bañados con un sol sonriente que ya nos saludaba desde el rebosante cielo azul, tan inmenso con el mar.

Entre ellos iba un Corsa plateado como la luna. El compacto transcurría entre el mapa sureño, apurado a ver esa escena y es por eso que el tiempo era casi inerte dentro del automóvil. Viajaban al son de música angelical… Era tan hermosa la escena, ¡Oh, hermanos míos! ¡Como ver el pesebre navideño!

Todos se unieron en un viaje fraternal llamado caravana. Todos cantaban canciones inspiradoras: “All the leaves are brown… All the leaves are brown”…

El pequeño plateado es angelical y bonito. Es como el pequeño hijo de la camada, el elefantito que va de la cola de su mamá, los lobeznos que aprenden a aullar. Los leoncitos cuando juegan con su madre.

Y así como un cachorro es impetuoso --y antes de empezar a caminar, ya quiere volar-- dejó entonces que sus alas relucieran, y las agitó con tal fuerza que quienes lograron ver emprender el vuelo se quedaron boquiabiertos, porque en realidad parecía que iba a alcanzar el firmamento, con sus tiernitas patitas de hule al viento, y su lámina destellante al momento.

“¡Oooh! ¡Miren al pequeño Corsa!... ¡Está volando!”, dijeron los testigos asombrados por una escena más hermosa que la del camión turquesa.

Pero sus alas aún son muy chiquitas, y no es todavía posible alcanzar a tocar las estrellas… Siendo de día, era difícil que se vieran… Y entonces el pequeño plateado cayó como la pluma solitaria de un inocente pollito. Descendía con tal hermosura, en cámara lenta, que fue a caer a una batea con ángeles guardianes llena de pelotas multicolores. Uno de los ángeles incluso abrió el paso al tierno Corsa para dejarlo caer suavemente; el espíritu celeste que viajaba en la patrulla 184, cayó sobre un arbusto lleno de fresas, retozando también, sonriendo juguetonamente al ver como el pequeño Corsa caía sobre un colchón.

El ángel guardián llamado Gregorio Hernández, no pudo más que reír y reír y reír. Se agarraba la panza porque no dejaba de reír, mientras yacía en una cama de fresas y hojas verdes, y es que había retozado con el pequeño Corsa que lo empujó cariñosamente de la batea.

Los demás ángeles guardianes sonrieron, y siguieron cantando: “All the leaves are brown… All the leaves are brown”…

Una escena de lo más divina, todos con la sonrisa a flor de piel

P.D. ¿Así o más rosita?