24 de noviembre de 2009

Las fuerzas oscuras del rector


"Jejeje, voy a crear el imperio xalapeño"

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com

-- ¡Sacré bleu! Alguien se ha llevado el códice Gigas...
-- ¡Merde! ¿Y quién fue el tarugo que lo trajo a guardar a la USBI de Xalapa?
-- Pos creo que Arredondo, en uno de sus viajes…
-- ¿Sabes lo que esto significa?
-- No, la neta no.
-- Se han desatado las fuerzas oscuras...
-- ¡Oh, nooooo!

Otra vez la burra al trigo: decir que detrás del movimiento estudiantil hay fuerzas oscuras, impías, malignas, darthvaderscas, descalifica burdamente la causa justa de la sociedad civil y a su capacidad para organizarse por sí sola.

Decir que hay fuerzas oscuras, sólo es insultar a los estudiantes (y de paso al resto de la población), como si éstos carecieran del raciocinio, el sentido común, y desconocieran la histórica presencia estudiantil en las protestas para demandar causas como el ilegal e injusto aumento en el pasaje del transporte.

Vaya, en pocas palabras, que son una bola de borregos tarados que necesitan de alguna “fuerza oscura” para tener la capacidad de movilizarse.

O sea que para el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, atrás del movimiento de los estudiantes está el senador Palpatine, o Rasputín calando al Hellboy, a Galactus queriendo comerse al mundo porque ya se aproxima el 2012. Tal vez hasta Hitler resucitado, Ceaucescu, Stalin o Iván El Terrible reloaded.

Es más, futs, yo creo que los universitarios estaban poseídos por el pituche.

Es común esa vulgar expresión de los políticos jarochos: con los periodistas pasa igual. Si alguien los critica, está Yunes, o el PAN, o Dante, o Peña Nieto, el Peje, Buganza, los narcos, etc., detrás de las líneas. Pero si hablan bien de ellos, futa, son los periodistas independientes que están acorde a la realidad… o vendidos. Que el periodista no tiene criterio propio.

A lo mejor en estos momentos los enemigos del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, están moviendo los hilos para que el títere llamado Pablo Jair escriba lo que sus perversas mentes quieren que se escriba. Que tengo a un Yunes encima para echarle boñiga al gobierno fidelista; que Calderón está usando sus poderes dipso-páticos para que el columnista escriba pestes de los políticos fidelistas; que El Yunque, los Tecos, el dueño de la Bimbo y hasta el “cavernal” Norberto están concatenando para que un descerebrado periodista critique al sistema.

Pero la neta, nel, para nada. Aunque es común ese descalificativo en la clase política, de aducir todo a “fuerzas oscuras”; por el contrario: lo que es comprobado es que la clase política --esa sí-- es siempre es manipulada por fuerzas oscuras, azules, amarillas, tricolores, coloradas. Ni pa’ que digan que no es cierto; con tal de seguir en el hueso, hablan bien hasta del diablo.

No por nada esa vieja expresión que el arte de la política es comer excremento sin hacer gestos y pedir más.

Con el caso de los estudiantes quisieron decir que atrás está Yunes o el PAN o Calderón, con eso de que siempre tienen la culpa de lo que pasa en Veracruz.

Es preocupante la observación de Arias Lovillo, porque siendo el titular de la máxima casa de estudios de la entidad, nos indica que su pensamiento más que el de un verdadero rector universitario, es el de político cerrado y arcaico cuya única comparación puede tener con un Díaz Ordaz o Echeverría, de los tiempos verdaderamente más oscuros del priísmo.

Es cierto: el señor también tiene una opinión respetable, pero el cargo que ostenta es precisamente para respetar la vida académica, universitaria, de protesta que tanto prestigio le ha dado a Veracruz y a Xalapa en particular, no para descalificarla.

Es muy triste que el representante de la UV dé estas opiniones en medio de una verdadera causa, aparentemente ya resuelta. ¿Qué gana con despreciar a los estudiantes? El ni usa un trinche camión, así que en nada le afecta el aumento del pasaje.

Además, lo único que se provoca es más decepción de la clase política, a sabiendas que la población no está nada contenta con aumento de impuestos, crisis, pobreza, hambruna; declaraciones así, sólo abonan al cinismo, al enojo contra los políticos por parte de los gobernados.

Bajo esa misma lógica, creo que el rector verdaderamente tiene fuerzas oscuras que lo manipulan. No sé, quizás sean puras alucinaciones de un servidor, pero por si las moscas, le recomiendo que se consiga un exorcista.

P.D. Quizás las fuerzas oscuras sí existan: son las mismas que alcahuetaron que los transportistas subieran el precio del pasaje y se hicieran de la vista gorda... ¡Ay, wey!

23 de noviembre de 2009

¿Y qué esperaban? Ya no le hacen caso al gobernador



Los estudiantes tomaron camiones y caminos

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Estelunes finalmente ocurrió lo que tenía que ocurrir. El enojo social, el estallido violento de la población en contra de una mafia transportista a la cual le tiene miedo el Gobierno de Veracruz.

Desde que se estaba anunciando el aumento de pasaje, las voces de diversos sectores sociales fueron primeramente en un tono de atento llamado a los concesionarios, de que fueran sensibles con lo que está ocurriendo en el panorama de crisis que ahoga al país; que un aumento al pasaje no iba a ayudar en nada; que los más perjudicados son las clases sociales media y baja que usan el transporte público por necesidad, no porque les guste subir a camiones en mal estado, viejos y que matan a la gente.

Que a los estudiantes nunca se les ha respetado el 50% de descuento. En realidad sólo les dan si acaso el 30%.

Que la terquedad de los transportistas en todo momento fue alcahueteada por el Gobierno de Veracruz; que ya se sabía que sí había autorización desde la Secretaría de Gobierno, pero recularon cuando vieron que la sociedad se les iba encima, y de paso salía perjudicado el precandidato oficial a la gubernatura.

Que la postura de las autoridades fue siempre de negación y de hacerse de la vista gorda, porque mientras decían que no había aumento, los transportistas le subieron por sus blanquillos a las tarifas y hasta establecieron a su antojo los descuentos a estudiantes y adultos mayores (mísero descuento de un peso). Mientras esto se daba, el Gobierno de Veracruz no actuaba más que con boletincitos de prensa.

Que hasta hoy lunes, cuando de plano vieron que la protesta estudiantil va en serio, y que están sumamente enojados los universitarios, entonces sí implementaron un operativo con las Delegaciones de Tránsito para detener a las unidades que estaban cobrando la tarifa no autorizada… ¿Por qué hasta ahorita?

Que hay gente espantada porque los estudiantes se ven molestos y enojados, que a lo mejor causen desmanes… ¿Y qué no se podía evitar esto? ¿Tuvieron que esperar las autoridades a que los transportistas hicieran lo que se les hinche su gana y que la población se enojara?

¿Qué esperaban cuando la postura cínica de los niños fidelistas es de echarle la culpa de todo al gobierno federal? ¿Qué reacción esperaban ante tanta mentira como echarle la culpa a Calderón del aumento de transporte que todos sabemos es competencia del gobierno del estado? El único que se vio la cara de vello púbico fue el mismo presidente del PRI, Jorge Carvallo, por pretender hacer creer lo anterior.

En resumen, ante tanto solapamiento, indiferencia, cinismo y abuso, ¿qué demonios esperaban como respuesta del sector más afectado en el alza de las tarifas de transporte? ¿Una felicitación? ¿Una porra para Fidel Herrera? ¿Votos para Duarte? ¿Sexo oral?

En serio, ¿qué esperaban? Si los transportistas ya no le hacen caso al gobernador.

20 de noviembre de 2009

Secretario de Gobierno a punto de golpear a fotógrafo











Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Como si no bastase la violencia histórica que se vive en el país; como si no bastase que México fuese el segundo lugar en agresiones a periodistas en el mundo; como si no fuese suficiente que haya una periodista desaparecida en Michoacán, el estado de Veracruz y su gobierno tienen que figurar en estos lamentables escenarios de agresión a los medios de comunicación.

Totalmente fuera de sus casillas, y de una manera que sorprende a todos, el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, arremetió contra el fotógrafo Miguel Ángel Carmona. Lo increpó, lo amenazó, y todavía tuvo la ocurrencia de preguntarle "¿Quién te pagó para seguirme?".

¿Qué ocurrió? Que luego de presidir en el parque Juárez una guardia de honor en el busto de Francisco I. Madero, en el marco de los festejos de la Revolución, el alto funcionario se dirigía caminando al Palacio de Gobierno seguido por miembros de los medios de comunicación. Entre estos iban Miguel Carmona, quien le tomaba fotos de frente, lo que al parecer molestó al secretario y con puño cerrado le hacía ademanes de que cesara su actividad. El asunto llegó hasta el despacho de Reynaldo, donde ahí arremetió con violencia y de manera verbal contra Carmona. Tuvo incluso que intervenir uno de los colaboradores del funcionario para controlarlo, porque se veía dispuesto a golpear.

Sólo para resaltar la importancia de quién es el secretario de Gobierno, es el encargado de velar por la paz de la política interna, pero también es quien se queda a cargo del estado cuando el gobernador se ausenta e irónicamente es además presidente de la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas.

Ya es sabido desde hace años que Reynaldo Escobar Pérez, secretario de Gobierno (e insistimos: el segundo hombre después del gobernador Fidel Herrera) es una persona escandalosa en su actuar y criticable en su proceder: parece celebridad de programa de chismes. Tanto así que cuando inició la presente administración y se supo que Reynaldo era nombrado como el encargado de la política interna de la entidad, muchos círculos políticos y periodísticos quedaron sorprendidos con la decisión del gobernador Fidel Herrera Beltrán, pese a los antecedentes oscuros, poco discretos y de legendaria traición a sus protectores que caracterizan al hoy secretario de Gobierno.

No obstante, hasta el precandidato del PRI a la gubernatura, el diputado federal Javier Duarte de Ochoa, lo ha llamado "el mejor secretario de Gobierno que ha tenido Veracruz".

La relación entre Reynaldo y la prensa --especialmente la xalapeña que lo conoce muy bien, porque aquí en la capital ha forjado su carrera profesional-- ha sido distante. ¿El motivo?: la manera de actuar cuando se le critica y sus amenazas de que siendo el mejor abogado --según él-- puede meter a la cárcel a cualquiera. Así ha pasado su vida política, enfrentándose a los comunicadores de la capital veracruzana, porque saliendo de aquí, de su casa, donde todo mundo lo conoce y sabe quién es, en las demás ciudades se pavonea como "el respetable" secretario de Gobierno.

¿Respetable? ¿En serio? ¿Precisamente cuando ha hecho burla del importante cargo que ostenta? Digo, en otras partes del estado podrá hacerse pasar como un serio y solemne secretario de Gobierno, pero aquí en Xalapa --y no sólo los periodistas-- lo conocen mínimo por tahúr, alcohólico y mentiroso, nada que ver con el sencillo y carismático Reynaldo que era abogado defensor de los maestros de la UV.

En pocas palabras, Xalapa ha sido testigo de la transformación del Dr. Escobar para transformarse en el Sr. Reynaldo de manera tristemente permanente.

Ahora en este emblemático 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana, Reynaldo hace otra vez gris historia y arremete violenta y físicamente contra el fotógrafo y premio nacional de periodismo Miguel Ángel Carmona. ¿La razón? Sólo "el mejor secretario de Gobierno que ha tenido Veracruz" lo sabe.

Quizás tuvo un mal día; quizás no puede comprobar honorablemente sus acusaciones contra los periodistas Alberto Morales y Mario Chama; quizás anda ciscado porque esperaba que su comparecencia fuese el día de los halagos, las mieles y elogios para el secretario de Gobierno y contraste tuvo que ser exhibido por sus falsas acusaciones contra los periodistas, y porque personal de seguridad de Reynaldo --externo al Congreso del Estado-- impedía el paso de la diputada Dalia Pérez por el simple hecho de que se manifestaría en contra de la Ley Antiaborto recientemente aprobada.

Esto quizás lo mantiene fuera de sus casillas. O tal vez sea que se haya dispuesto a celebrar el bicentenario de la Revolución arremetiendo contra un fotógrafo.

Como sea, pero no hay justificación. Reynaldo sabe perfectamente quién es Miguel Ángel Carmona y su respetado trabajo en la lente y trato como persona. Si no lo sabe, entonces volvemos a confirmar que el trabajo de secretario de Gobierno le vuelve a quedar muy grande, y deja de ser el hombre del gabinete que supuestamente debe estar más informado.

Como sea, pero no se vale. ¿Quién ahora garantiza la seguridad de Carmona? Porque si no lo sabe Reynaldo --como suele suceder-- esto no es pleito de cantina: es la amenaza del segundo hombre más poderoso del estado contra un comunicador.

Ni un solo pelo, Reynaldo: ni uno solo.

8 de noviembre de 2009

Ayuntamiento de Xalapa contra artistas urbanos


El artista y los niños que pasan a saludarlo


El inspector de Comercio acalambrando al espantapájaros


Llega el dizque jefe de sector también para acalambrar

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Como muchos que llegamos a residir a la hermosa capital del estado de Veracruz –o como visitantes primerizos– lo primero que notamos en Xalapa es la presencia cultural en todos sus rincones, pero sobre todo de su centro histórico.

Allí podemos encontrar parte de los museos, las galerías, el Ágora, la pinacoteca, las bibliotecas o incluso las fondas o cafés que tienen su toque folklórico por ubicarse en sitios legendarios como el Callejón del Diamante o por ocupar una casona colonial cuya arquitectura deleita a la vista, mientras uno le mete duro al paladar y al estómago.

Xalapa es y siempre será una capital cultural e intelectual. Su vida, paralela a ser el centro del poder político del estado, tiene mucho que ver con su población flotante de estudiantes provenientes de diversas partes del país o del mundo (en la Universidad Veracruzana se asienta una fuerte presencia alumnos extranjeros), y es precisamente la sociedad estudiantil la que diariamente le inyecta ese ambiente cultural a la ciudad, así como a sus centros recreativos y culturales.

Por las calles de Xalapa se pueden ver a los alumnos de la facultad de Teatro realizando performances de diversas temáticas, como recientemente ocurrió con la celebración del Día de los Muertos, donde se veían a las tradicionales “Catrinas” caminando sigilosamente por las calles del centro histórico. Eso es Xalapa.

Y parte también de la cultura xalapeña con calidad de exportación, son los artistas urbanos que en las esquinas o parques del centro se ven realizando lo que mejor sabe hacer Xalapa: manifestaciones artísticas que distinguen a la ciudad al resto de muchas que hay en el país.

Aquí, si nos remitimos a hacer remembranza, hay un pionero del graffiti en las manos del famoso “Betogato”, Alberto Morales, reconocido fotógrafo y caricaturista, quien anduvo en sus años de juventud pintando a sus famosos gatos en lugares específicos y con mensajes particulares, que a diferencia de los rayones sin gracia que hoy vemos en cualquier barda, daban ese toque pintoresco que merece una capital tan llena de rebeldes.

Aquí en las calle Enríquez fui testigo de cómo el saxofonista que se coloca frente al Pasaje Tanos entonaba una melodía solemne, con tono triste, y era por el luto internacional que vivíamos los admiradores de El Padrino, cuyo actor Marlon Brando había fallecido en ese julio de 2004. Sobra explicar cuál era la melodía que salía de ese saxofón.

De igual manera vemos cientos de músicos que forman parte del paisaje urbano del centro histórico xalapeño: hippies dándole duro a los tambores con todo y bailarina exótica, marimberos, guitarristas, y toda una larga cartelera que cambia diario.

O igual hasta los tiempos de elecciones son pretexto para grupos de teatro que realizan lo que entiendo se le denomina “happening”: actuaciones que de manera imprevista se realizan al aire libre y sorprenden a los transeúntes, como fuimos testigos en las elecciones federales pasadas y que grupos de artistas realizaban para promover el voto entre la ciudadanía.

Dentro de este paisaje, también vemos a los estatuas vivientes, quienes llegan a un punto, se instalan y quedan inmóviles hasta que una persona llega y les ofrece una moneda: es cómo entonces si uno les diera cuerda porque inmediatamente toman vida, bailan, hacen movimientos estrambóticos o sencillamente toman una cajita para abrirla frente al donador y ofrecerle un caramelo como muestra de gratitud. Pasado unos segundos toman nuevamente forma de estatua y permanecen inmóviles.

En realidad es un sentimiento muy conmovedor cuando uno ve a los pequeños de 5 o menos años acercarse curiosos a estos artistas mientras permanecen quietos, y ahí se ve la escena del padre o madre de familia buscando unas monedas en el bolsillo para que sus hijos le regalen una al artista urbano. Algunos de estos “enanos“ salen corriendo espantados, otros permanecen atentos, y casi todos sonríen.

En fin, reitero: eso es Xalapa.

No obstante, el fotógrafo José Darío Pale fue testigo de algo que en verdad preocupa precisamente porque así como Xalapa está perdiendo año con año su niebla y clima fresco, ahora también resulta que los artistas urbanos son tratados como vendedores ambulantes por parte del ayuntamiento.

Resulta que este sábado una persona que se instala en el Parque Juárez como una estatua viviente fue acosada por quien se identificó como inspector de Comercio, de nombre Severino Martínez Hernández y otra persona más, quienes trataron de desalojarla argumentando que no tiene permiso de colocarse ahí, no obstante que estos artistas no venden ningún tipo de producto.

Ahí nos enteramos también que a estos artistas quienes difícilmente vivirían con las aportaciones que les da su público (ya que no están diario en el mismo lugar o tienen horarios muy cortos de presentación), el ayuntamiento xalapeño les cobra entre 50 y 200 pesos para dejarlos “trabajar”.

En lo ocurrido este sábado, momentos después de que el inspector de Comercio se presentara para arremeter con el artista disfrazado de espantapájaros, se presentó un tal Teódulo Hernández, quien dijo ser “jefe de sector”, y al ser cuestionado por los presentes sobre el porqué del desalojo del artista urbano, echó para atrás las indicaciones de retiro del artista, pero a la vez dijo que no tenía la obligación de dar explicaciones (qué raro, porque es servidor público).

Para rematar, expresó que cualquier duda se preguntara en la Dirección de Comercio.

Cuestionando posteriormente al artista urbano, comentó que las autoridades, a partir de ese momento, sólo le dieron permiso por media hora.

Con todo lo anterior, y me disculpo si la introducción fue demasiado chorera para llegar a la real problemática, es en verdad muy triste que esta situación se viva en la capital cultural, intelectual y académica de Veracruz, y una de la ciudades más importantes en el país por estas mismas características.

Es muy lamentable (por no decir que no tiene madre) que el ayuntamiento xalapeño solape este tipo acciones de sus empleados cuya visión obtusa de extorsionar a todo lo que se mueve o “comercia” en el Parque Juárez, afecta más al prestigio de la ciudad en lugar de abonar a un buen gobierno municipal, que ya de por sí está muy cuestionado por los xalapeños.

No se vale que se arremeta contra los artistas. Por mero sentido común, estos ignorantes “inspectores” deberían de tener en cuenta que la trascendencia de un evento artístico callejero es un sello de Xalapa, pero que además en su mayoría se trata de estudiantes o de actores de teatro que tienen esta forma como parte de sus expresiones artísticas, y no porque dependan totalmente de sus “ingresos urbanos” para subsistir.

Ya de por sí existe una protesta constante de los payasos que actúan en el Parque Juárez y que sí los tienen registrados como organización popular, con gafete, cuotas, permisos y toda la “whole” cuchufleta, pero que ahora las medidas gubernamentales se han endurecido quitándole los espacios a quienes viven de la risa de la gente.

Mal, muy mal, porque los otros payasos, según constamos, son los que están en el ayuntamiento. Esos sí hacen show y dan risa, dentro de todas las tragedias que se puedan enumerar en el gobierno municipal.

A este paso no dudamos que lleguemos a lo que sucede en Cosoleacaque, donde una mafia de fotógrafos cobra o acosa a quienes lleguen al parque para tomar fotos hasta del palacio municipal. Con esta lógica, y al ritmo que van, no duden que le cobren a los pintores por plasmar un callejón típico de Xalapa, o cobrarle derecho de piso a Sebastián o a cualquier escultor que presente sus obras en el Parque Juárez.

Sólo bastaría recordar que la constitución nos garantiza la libertad de ganarnos la vida de un modo honesto, pero que además la expresión de ideas (como las manifestaciones artísticas) deben ser garantizadas por el estado, y no por una bola de ígnaros que se creen autoridad por portar una burda charola de cartulina enmicada.

Mal, muy mal, y qué pena por el ayuntamiento de Xalapa.