23 de noviembre de 2009

¿Y qué esperaban? Ya no le hacen caso al gobernador



Los estudiantes tomaron camiones y caminos

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Estelunes finalmente ocurrió lo que tenía que ocurrir. El enojo social, el estallido violento de la población en contra de una mafia transportista a la cual le tiene miedo el Gobierno de Veracruz.

Desde que se estaba anunciando el aumento de pasaje, las voces de diversos sectores sociales fueron primeramente en un tono de atento llamado a los concesionarios, de que fueran sensibles con lo que está ocurriendo en el panorama de crisis que ahoga al país; que un aumento al pasaje no iba a ayudar en nada; que los más perjudicados son las clases sociales media y baja que usan el transporte público por necesidad, no porque les guste subir a camiones en mal estado, viejos y que matan a la gente.

Que a los estudiantes nunca se les ha respetado el 50% de descuento. En realidad sólo les dan si acaso el 30%.

Que la terquedad de los transportistas en todo momento fue alcahueteada por el Gobierno de Veracruz; que ya se sabía que sí había autorización desde la Secretaría de Gobierno, pero recularon cuando vieron que la sociedad se les iba encima, y de paso salía perjudicado el precandidato oficial a la gubernatura.

Que la postura de las autoridades fue siempre de negación y de hacerse de la vista gorda, porque mientras decían que no había aumento, los transportistas le subieron por sus blanquillos a las tarifas y hasta establecieron a su antojo los descuentos a estudiantes y adultos mayores (mísero descuento de un peso). Mientras esto se daba, el Gobierno de Veracruz no actuaba más que con boletincitos de prensa.

Que hasta hoy lunes, cuando de plano vieron que la protesta estudiantil va en serio, y que están sumamente enojados los universitarios, entonces sí implementaron un operativo con las Delegaciones de Tránsito para detener a las unidades que estaban cobrando la tarifa no autorizada… ¿Por qué hasta ahorita?

Que hay gente espantada porque los estudiantes se ven molestos y enojados, que a lo mejor causen desmanes… ¿Y qué no se podía evitar esto? ¿Tuvieron que esperar las autoridades a que los transportistas hicieran lo que se les hinche su gana y que la población se enojara?

¿Qué esperaban cuando la postura cínica de los niños fidelistas es de echarle la culpa de todo al gobierno federal? ¿Qué reacción esperaban ante tanta mentira como echarle la culpa a Calderón del aumento de transporte que todos sabemos es competencia del gobierno del estado? El único que se vio la cara de vello púbico fue el mismo presidente del PRI, Jorge Carvallo, por pretender hacer creer lo anterior.

En resumen, ante tanto solapamiento, indiferencia, cinismo y abuso, ¿qué demonios esperaban como respuesta del sector más afectado en el alza de las tarifas de transporte? ¿Una felicitación? ¿Una porra para Fidel Herrera? ¿Votos para Duarte? ¿Sexo oral?

En serio, ¿qué esperaban? Si los transportistas ya no le hacen caso al gobernador.

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