14 de agosto de 2015

La inseguridad es el fondo

Adolfo y Juan

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Ni bien estábamos asimilando el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa en el Distrito Federal, cuando la madrugada de este jueves un comando ejecutó a supuestos miembros de un grupo criminal y al periodista Juan Santos Carrera, ex corresponsal de Televisa, que se encontraban en una taberna de Orizaba.

Los mensajes de apoyo al periodista no se hicieron esperar, lo que denota que (más allá de sus presuntas actividades al margen de la ley) era muy querido en la región. No obstante, otra vez comenzaron los enconos y mensajes de odio: que si el gobierno es el asesino, que si el periodista andaba en malos pasos.

Cada quien sus vicios y sus amistades, pero el hecho de recibir dinero o consumir algo ilícito, nos convierte en cómplices. Por ejemplo, así la marihuana sea inofensiva y hasta recreativa, por ley sigue vinculada al millonario y sangriento negocio del narcotráfico.

La realidad es que maleantes armados andan como si nada paseándose y hasta conviviendo en bares: eso no debe perderse de vista. La inseguridad aquí es el fondo del asunto y no debe perderse como tema, más allá de las pasiones que se generen.

Por cierto, que ya van dos ex corresponsales de Televisa que ejecutan en la misma zona: Adolfo Sánchez Guzmán y Juan Santos Carrera. Descansen en paz.

9 de agosto de 2015

¿Gubernatura 2016-2024?

Por el proyecto de 8

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Especialistas en economía sugirieron en su momento que lo mejor para Veracruz hubiese sido una gubernatura de 8 años, especialmente porque una de dos años no es suficiente tiempo para solucionar los grandes problemas económicos de Veracruz y apenas sentaría las bases para ir reconstruyendo la esperanza de una nueva etapa.

Al menos así era la apuesta de varios sectores, aunque debemos decir que en las últimas semanas algunos ya han visto fluir dinero y a destrabarse conflictos de orden administrativo.

El tema de la gubernatura de dos años y luego la de 6, en este sentido, sería más en la apuesta de lo personal, del ego por saber quién se impondría por encabezar la primera magistratura de Veracruz, pero la realidad crítica nos lleva a que es necesario pensar más allá del personaje, del responsable directo de la solución o problema pendiente.

En este sentido por eso es viable el proyecto que los senadores Héctor y Pepe Yunes llevan juntos, pues ambos han manifestado su interés por un proyecto de largo plazo necesario para Veracruz, más allá de las ambiciones personales por encabezar un proyecto real de 6 años como sería una gubernatura decente.

El proyecto en este caso debe ser pensado en la forma de una gubernatura de 8 años, a largo plazo, para que Veracruz retome nuevamente el camino de las finanzas sanas, las deudas limpias (o por lo menos reducidas) y con verdaderos proyectos de bienestar social.

Porque también es sabido que el proyecto de los dos años era una mera extensión para salvaguardar los intereses y cuentas del actual grupo gobernante. Que dicha mini gubernatura estaba diseñada para la llegada de alguien muy afín para proteger los intereses y cuentas públicas de dicho grupo, pero la realidad es que no se ve un puntero real dentro de ellos y los senadores tienen rato que se están promoviendo y llevan todo el ánimo del altiplano.

Aquí también cabe apuntar que si bien se decía que Enrique Peña Nieto se encontraba debilitado y sin autoridad moral para meter las manos en la sucesión gubernamental de Veracruz por los recientes eventos como la fuga del Chapo Guzmán, la llegada a casi 17 pesos del valor del dólar y escándalos que no terminan como la Casa Blanca o los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, los escándalos y problemas en Veracruz no dejaban de ser igual o peores, pero estaban siendo opacados por el panorama nacional.

Ante esto, los asesinatos del fotoperiodista Rubén Espinosa y de la activista Nadia Vera, nuevamente pusieron los ojos en Veracruz. Sin ser jarochos nativos, el exilio de ambos en el Distrito Federal nuevamente volvió a colocar a la entidad como la más peligrosa para ejercer el periodismo y porque un comando golpeó con saña a estudiantes/activistas unas horas antes de las elecciones federales, donde todo apunta a que se trató de un grupo especialmente entrenado, protegido, con objetivos claros de desarmar cualquier intento de protesta, pero a final de cuentas ilegal.

Y es que si bien no se puede culpar a ligera y mucho menos sin pruebas de la madriza en Xalapa o de la masacre en la colonia Narvarte donde fallecieron Rubén y Nadia, los gobernantes tampoco se pueden deslindar en lo absoluto de responsabilidades: ambas víctimas huyeron de Veracruz al Distrito Federal temerosos por lo que pudiera pasarles. Que si no mantuvieron su locación oculta como hubiese sido mejor, ya es otra historia.

Pero el exilio de Rubén y Nadia sí aplica una responsabilidad política, pues las garantías de seguridad, paz y vigilancia son tareas que implican directamente al Estado, y tanto Veracruz como el Distrito Federal, han fallado en esa materia, pues mientras algunos sectores veracruzanos como el empresarial claman seguridad, en la capital del país se han incrementado los delitos; por ejemplo, reportes periodísticos indican que entre las 10 colonias con más delincuencia en el DF, está precisamente la Narvarte.

De que hay responsabilidad histórica de la clase política, la hay. Nadie en su sano juicio quiere huir, pero cuando nuestra vida o la de nuestros seres queridos peligra, claro que es válido el exilio, aunque existan otras opciones como las medidas cautelares de protección que, según versiones periodísticas, Rubén rechazó.

El asunto es que el brutal homicidio de Rubén y Vera golpeó fuertemente al Gobierno de Veracruz y temas como éste son el Talón de Aquiles de la actual administración, cuyo estigma será muy difícil de olvidar en el futuro político inmediato de la sucesión gubernamental.

CONSTELACIONES POLÍTICAS

Pero la historia también nos obliga a voltear las extrañas coincidencias… “Constelaciones familiares”, les llaman los holísticos.

La llegada de Manlio Fabio Beltrones al PRI nacional, según analistas, lo pone en la antesala de la candidatura tricolor a la Presidencia de la República; y esto por el público conocimiento de que al sonorense le late su corazoncito por Los Pinos.

Manlio fue el alumno más aventajado del ilustre veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios (amado por muchos, odiados por otros más), quien siendo gobernador de Veracruz (1986-1988) fue llamado por Carlos Salinas de Gortari para ocupar el cargo de secretario de Gobernación. Gutiérrez Barrios se convertiría así en el primer mandatario de dos años y tampoco le dio tiempo para hacer grandes obras; todavía fue rechazado por el gabinete salinista tecnócrata por no pertenecer a su grupo: sí, así como Manlio con Osorio Chong y Videgaray Caso en el presente.

No obstante, Manlio desde ahora se ve como el fuerte aspirante del PRI a suceder a Peña Nieto en la Presidencia y ahí un veracruzano podría ser nuevamente llamado al gabinete por quien, en teoría, podría ser el futuro presidente de México.

Y sí, nos referimos a Héctor Yunes Landa, hombre muy cercano al sonorense, como también es ahorita muy cercano a Los Pinos.

Quizás Héctor sea quien inicie la nueva etapa de 8 años como gobernador en Veracruz y dé los primeros pasos para sanear y recomponer todo lo que está mal como lo ha dicho reiteradamente en sus discursos: que el que metió mano al cajón tendrá que devolver lo que se llevó.

De ahí, si Manlio llega a Los Pinos en 2018, Héctor podría estar en el gabinete federal sin problema alguno, y con puente directo de ayuda a Pepe Yunes, que tendría la oportunidad de continuar el proyecto de 8 años en la gubernatura de 6.

Pero todo esto es teoría, pura imaginación de un periodista desvelado, así que no haga caso a rumores.

MEGAMARCHA POR LA PAZ EN XALAPA

A través de redes sociales se ha invitado a la ciudadanía en general a una Megamarcha por la Paz en Veracruz, que iniciará a las 17:00 horas en la Plaza Lerdo de Xalapa. Según información difundida a través de estos medios, quienes asistan deberán ir vestidos de totalmente blanco y portar una flor "para exigir la paz en el territorio veracruzano". Aunque no se especifica quién convoca a dicha manifestación, la mayor parte de la difusión proviene de activistas en internet, así como de grupos como el Comité Universitario de Lucha, que se ha encargado de informar sobre actividades de protesta en Xalapa. Este mismo grupo ha denunciado hostigamiento y acoso de parte de corporaciones policiacas a raíz del asesinato de la activista Nadia Vera y del fotoperiodista Rubén Espinosa.

5 de agosto de 2015

Fuera partidos del caso #RubénEspinosa

Nada que ver en el caso

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Verdaderamente censurable lo que el Partido Acción Nacional hizo este martes al divulgar a través de redes sociales una imagen del fotoperiodista Rubén Espinosa para atacar al Gobierno de Veracruz encabezado por Javier Duarte de Ochoa.

Si bien Veracruz ha sido en los últimos años el peor estado para ejercer el periodismo, el caso de Rubén no debe ser tomado por los opositores políticos de Duarte como bandera para atacar políticamente; en primer lugar, por respeto al dolor de su familia y amigos cercanos; en segundo, porque los partidos políticos son los menos indicados para decir que son los protectores de los periodistas, pues han permitido, ocultado y hasta concedido que sus abanderados, de todas las siglas y colores, arremetan con toda impunidad en contra de trabajadores de medios de comunicación.

También es bastante patético que el patriarca panista Miguel Ángel Yunes Linares se erija ahora paladín de la libertad de expresión, cuando fue el peor represor en el sexenio de Patricio Chirinos Calero, siendo secretario de Gobierno de un gobierno priista. De igual manera, no tendría nada qué criticar Alberto Silva Ramos, cuyo paso por Comunicación Social fue efímero y simple trampolín para sus aspiraciones personales.

Los partidos y los políticos son quienes más tienen que mantenerse al margen del homicidio de Rubén, tanto en opinión como en acciones tan deplorables como el uso de su imagen y la del resto de periodistas caídos.

4 de agosto de 2015

¿Qué te comiste, Marcelo?

¿Qué te comiste, pillín?

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- La delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Social vuelve a estar en el ojo del huracán, y no hay salida para desmarcarse de lo anterior diciendo que se trata de ataques políticos, porque ni siquiera estamos en tiempos de campaña.

Marcelo Montiel Montiel, aún estando abrumado por las enfermedades degenerativas y propias de su edad, se aferra con todas las garras a lo que representa a la delegación más importante de todas en Veracruz: el manejo de sumas millonarias de dinero.

A la par, sigue sosteniendo su proyecto político apoyando con todo al senador Pepe Yunes Zorrilla a la gubernatura, hasta con redes de tuiteros falsos.

Recientemente, su operador financiero Víctor Rodríguez Gallegos (y según cuentan, galán tropical que se rodea de hermosas mujeres para presumir entre los cuates), fue nombrado como dirigente del Movimiento Territorial en el estado, con miras a saltar a la diputación local o la alcaldía de Coatzacoalcos, donde Marcelo tiene su feudo.

Pero recientemente se le salió de control el gallinero y han estado dándose con todo dos pupilos muy íntimos: Joaquín Caballero Rosiñol, actual presidente municipal, y el ex alcalde Marcos Theurel Cotero. Se acusan de todos los males mutuamente.

Esto a la par de los graves señalamientos que Montiel tiene desde el Altiplano, como el desvío de recursos millonarios en diversos programas sociales que ya es motivo de intervención solicitada a la Auditoría Superior de la Federación.

1 de agosto de 2015

Rubén, el fotógrafo rebelde

Descanse en paz

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Indignación, tristeza e impotencia. Es lo que reflejan los mensajes de decenas de periodistas que tengo al alcance de las redes sociales. No hay más.

Rabia, enojo, encabronamiento. No es para menos, porque el fotorreportero Rubén Espinosa Becerril se había autoexiliado de Veracruz temiendo por su vida. Se supone que estaba a salvo lejos de la entidad cuyos asesinatos a periodistas son la firma de los últimos años. Se supone que lejos de aquí, la muerte, el espionaje chino, el burdo acoso no lo alcanzarían.

Quizás con Rubén no compartíamos ideales, pero tampoco dejábamos de lado el saludo con cortesía: un "¿Quiobo, Rubén? ¿Qué onda, Pablo?" y ya... Si acaso una vez al mes.

Si bien no había una amistad cercana, uno no deja de pensar tristemente en que ese compañero al que saludaba, al que me topaba trabajando en diversos eventos o coberturas, sencillamente ya no está... Que así como "Cuco", en Acayucan, con quien hablábamos diario por MSN y pocas veces por teléfono, sencillamente dejó de existir y ya no está más. Que un ser humano con el que convivimos, aunque sea poco tiempo, partió de forma violenta de este mundo porque a alguien se le ocurrió tomar la iniciativa: a algún desquiciado psicópata, a un maldito asesino, a un perverso que aprovechó de manera sádica la circunstancia.

Y lo peor: se viene a sumar a las desgracias y tragedias contra periodistas veracruzanos o que hicieron pasos en territorio jarocho como Rubén en los últimos 8 años.

Se notaba también el enojo de Rubén por su exilio en el Distrito Federal: "Me caga", dijo alguna vez en entrevista; lo que denotaba su cariño por Veracruz pero especialmente por Xalapa, donde hizo muchos amigos que hoy lo extrañan, lo lloran.

Independientemente de los motivos por los que haya decidido salir de Veracruz e irse a radicar a la Ciudad de México --de donde era originario-- hoy nos sumamos a la condena por su asesinato, asimismo presentamos nuestro respeto y condolencias a su familia.

Rubén Espinosa no debía morir. Quizás de viejito, solamente. Tampoco las otras 4 víctimas.

Tenía una juventud plena para seguir haciendo fotoperiodismo rebelde y sus constantes labores de activismo (criticables, pero respetables). Rubén tenía mucho que ofrecer y sin duda deja un legado en Veracruz entre las nuevas generaciones que les gustó su estilo de trabajo.

Hoy sólo nos queda gritar ¡JUSTICIA!, y que las autoridades capitalinas esclarezcan lo más pronto el atroz crimen que le quitó la vida.

En teoría, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal no tendría ningún compromiso político o con mafias para dar a conocer la verdad histórica de porqué Rubén ya no está con nosotros.


Lo que sí sabemos en primera instancia, es porque decidió partir a otros rumbos, cagado de coraje, por irse de Xalapa.

Descanse en paz, Rubén Espinosa, el fotógrafo indómito.