4 de septiembre de 2015

Paranoias fílmicas



Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- En la película “Goodfellas” (traducida como “Buenos Muchachos” en Latinoamérica) hay una escena donde el jefe mafioso Jimmy Conway toma café con su protegido Henry Hill hasta las primeras horas de la mañana. Posteriormente se despiden y Conway se acerca a un auto donde duermen dos agentes federales. A manera de chacota, les toca la ventana y les dice que es hora de irse, en clara referencia a que lo sigan porque si no perderían su trabajo de vigilancia.

La película --inspirada en eventos reales-- habla también que dentro de las organizaciones delictivas existen los famosos “wise guys” o “tipos listos”… “Muy vivos”, diríamos en Veracruz, con cualidades muy sencillas que también aplican al periodismo: discreción y bajo perfil.

En la vieja escuela del periodismo, por ejemplo, enseñaban que el reportero no debía ser la noticia. El protagonismo no tenía cabida. Eso ha cambiado en los tiempos modernos y todos queremos nuestros 15 minutos de fama, como decía el artesano del pop, Andy Warhol.

Antes también era común ver “orejas” como una parte muy rudimentaria del sistema de inteligencia de cualquier gobierno; muchos periodistas convivían con ellos y hasta compartían datos.

Hace poco, parte de la “nueva” generación de comunicadores descubrió el hilo negro: ¡HAY ESPÍAS EN VERACRUZ!

A ver si con las cámaras que acaba de anunciar Bermúdez en cascos y patrullas de policías, no se desata (¿más?) la paranoia. Ojalá que no… Bueno, nomás tantito… Para deleite de algunos cinéfilos.

2 de septiembre de 2015

Adiós, Arqui

Adiós, Arqui...

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El profesor Danilo Valenzuela (+), director de la escuela Justo Sierra, nos había recomendado a Armando Preciado y a un servidor que buscáramos a René Reséndiz, alias “El Abuelo”. ¿El motivo? La inquietud por tener espacios donde escribir y llevar una orientación literaria en un pueblo donde lo más que se memoriza de lectura, es el Contrato Colectivo de Trabajo del sindicato petrolero.

Llegamos entonces a la Casa de Cultura de Minatitlán, un miércoles por la noche, donde se reunía un grupo de amigos a compartir textos y a hablar del mundo de las letras. Si no mal recuerdo, en esa primera reunión estuvieron presentes el desaparecido periodista Blandelino Alor Alor, la maestra Lucina Facundo, el escritor Luis Chávez Fócil, el arquitecto Fernando Vázquez Chagoya y otros personajes que me apena no poder recordar. Don René se excusó y lo encontramos posteriormente en su casa, donde nos recibía con la puertas abiertas y nos acabábamos sus cigarros Alitas.

Cuando nos preguntaron el motivo de nuestra presencia, dijimos que veníamos a conocer al “Abuelo”, que nos gustaba escribir y que queríamos aprender. Entonces supimos que el grupo se llamaba “Café Literario” y estaba conformado por intelectuales de la región, aunque no sabíamos ni qué chingaos significaba la palabra “intelectual”.

Por suerte, por recomendación o porque inspirábamos ternura, pero ese grupo nos aceptó en sus filas, y desde entonces cada miércoles íbamos religiosamente a las sesiones de “Café Literario”. Allí nos codeamos con gente letrada y culta, a quienes leíamos nuestros intentos de poemas y cuentos. En su mayor auge, “Café Literario” llegó a recibir a Sergio Pitol y a Luis Arturo Ramos, con quienes hubo charlas en corto (y este zopenco se perdió).

El alma de “Café Literario”, en ese entonces, se resume en dos personas: Blandelino Alor Alor y Fernando Vázquez Chagoya, muy amigos, casi hermanos. Hoy juntos otra vez en alguna cantina celestial.

Blandelino, como coordinador, era quien convocaba a las reuniones de los miércoles, que a veces cambiaba de sede y se realizaba en casas de los integrantes del grupo. Inevitablemente, la mayoría de las veces esos miércoles se transformaban en tertulias y posteriormente en noches de bohemia, que a un par de mozalbetes les encantaban porque mamaban cerveza gratis y podían presumir de llegar “crudos” a clases porque habían estado tomando con gente mayor que ellos. Que ya eran niños grandes que se codeaban con puro caca grande: abogados, arquitectos, ingenieros, músicos, escritores, profesores, etc.

Quien siempre metía el desorden, invariablemente, era el arquitecto. Amante de la vida, contador de chistes profesional, cotorreador de medio mundo; era ese personaje el cual se presentaba para contagiar optimismo y buen humor, especialmente porque en esa época, el adolescente de ese entonces y escribe esto, pasaba por momentos de depresión muy al estilo Kurt Cobain.

El “Arqui” fue, en lo personal, un refugio al cual se acudía a pedirle consejos y para orientación en la vida. Visitarlo en su despacho era todo un agasajo, no sólo por la gran cantidad de curiosidades que tenía a la vista como fotografías, obras de arte pintadas por él mismo, un palo de lluvia enorme, la media taza de café para el jefe que siempre jode con que nomás quiere “media taza de café”, el poster de Marilyn Monroe o la fotografía original donde se comprobaba que esta no era rubia natural.

Con el tiempo te dabas cuenta que el “Arqui” era tan buen amigo de Minatitlán, que todos pasábamos a lo mismo: a platicar con él, a escucharlo contar anécdotas (muchas muy divertidas); que en esa banca frente a su escritorio, podías encontrarte a mucha gente visitándolo, preguntándole cosas, pidiéndole consulta; que ahí pasaban periodistas, políticos, artistas, abogados, intelectuales, de todo.

Y es que Don César, el entrañable patrón, siempre reconoció una cosa: “El más inteligente de mis hermanos es Fernando”.

--Debe ser porque el Arqui es Acuario y los acuarianos así somos-- le respondía en son de broma.

Pero sí, el arquitecto era un ser brillante. Tenía una capacidad y sentido común que le permitían apreciar la vida de una manera muy sencilla; además, fiel al estilo de los Vázquez Chagoya, nunca dejó de tener alma de joven. Hasta sus últimos días, todavía echaba desmadre por Whatsapp con sus sobrinos, así, como cualquier impúber.

Todavía recuerdo que en una de esas guarapetas, en el desaparecido bar Jaripeos, el arquitecto demostraba lo que era ser cabrón (“porque el chaparrito es cabrón”, como lo catalogó alguna vez Armando). En esa ocasión, ya entrada la madrugada y con la mesa llena de cervezas, llegó un parroquiano a querer enfrentarse con el arquitecto así nada más porque le caía mal. Preciado y un servidor ya estábamos con las botellas listas para sorrajárselas al estúpido borracho ese, pero comenzó la estridente música y el Arqui se lo jaló para platicar en privado: ahí le puso la regañiza de su vida o la terapia existencial más canija; quien sabe qué tanto le decía, pero al final el vato salió casi llorando, cabizbajo y ofreciéndole respetos al “Arqui”. Hasta al Armando y a mi nos fue a ofrecer disculpas por su comportamiento…

--¿Qué le dijo, Arqui?-- preguntamos sorprendidos.
--Gajes de la cantina-- y soltaba la carcajada.

Y es que convivir con el arquitecto era un deleite. Pocos tuvimos esa oportunidad de poder convivir de manera tan cercana.

Con el tiempo y las cuestiones de trabajo, tuvimos pocas ocasiones para poder ver al arquitecto más seguido. De hecho, debo reconocer que fue el primero que me ayudó a acercarme a los medios impresos. En ese entonces (no recuerdo el año exacto, la verdad) su hermano César era el director del diario “El Liberal”; al decirle que necesitaba trabajo no dudó en llamar a su hermano, pero éste era inabordable y sólo me recibió su secretaria para entregarle la solicitud de empleo y adiós.

Luego de una experiencia por la televisora regional, nuevamente acudí a él para ver si conocía a alguien con quien podía trabajar, y ahí me recomendó con su hermano Renato, “El Conta”, entonces director del Semanario Sotavento en su primera etapa. Ahí aterrizamos y desde entonces seguimos ligados al periodismo. Era el año 2000.

Fue por el “Arqui” que me acerqué a esa familia que me ha apoyado tanto (y estaré eternamente agradecido por todo). Fue por al “Arqui” que conocí tugurios y tuve consejos sobre cómo sobrellevar la vida, que en ese entonces se me hacía pésima, una miseria. Su inherente amor a la vida era contagioso.

Es por eso que hoy duele verlo partir. Su ausencia inmediata pesa. Duele mucho, porque es de esos amigos entrañables que no volverás a encontrarte nunca en la vida.

Adiós, Arqui. Te extrañaremos mucho. Salud.

26 de agosto de 2015

Mando Único: en Coatepec sí, pero en Orizaba no

¿Porfirio Díaz o El Canaca?

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El 23 de abril, a primera hora, elementos de Seguridad Pública sitiaron el primer cuadro de la ciudad de Coatepec y rodearon el Palacio Municipal. Ahí mismo, en el cambio de guardia de la Policía Municipal, elementos de la Marina detuvieron a unos cuantos elementos que tenían en lista. Después de ubicar a éstos, se retiraron.

El vistoso operativo causó tensión y curiosidad entre los presentes; ante cualquier eventualidad, algunos padres de familia decidieron acudir a la escuela primaria Juárez que se encuentra a un costado de la sede del Ayuntamiento, para sacar a sus hijos.

Pese a lo aparatoso, se trataba de una simple requisa donde la Secretaría de Seguridad Pública, a través de la Fuerza Civil, se haría cargo de la seguridad del cafetalero municipio, en ese entonces azotado por la delincuencia y la escandalosa administración del alcalde Roberto Pérez Moreno, señalado como autor intelectual del homicidio del tesorero Guillermo Pozos Rivera, secuestrado el 23 de agosto y encontrado muerto el día 25 por el rumbo de la comunidad Tuzamapan.

Pérez Moreno, conocido como “Juanelo”, todavía era alcalde, pero en ningún momento había sido informado de la presencia de la SSP esa mañana del 23 de abril. De hecho, se sabe que llegó a acercarse al Palacio Municipal, pero prefirió mantenerse a la distancia haciendo llamadas telefónicas.

Pero para darle valor legal a la requisa, prácticamente se obligó al Cabildo en pleno a que solicitara de inmediato la entrada del Mando Único, pues Coatepec se quedaba sin vigilancia ya que en ese momento estaban liquidando a todos los policías municipales, a quienes les daban un cheque y la consigna de que no hablaran con la prensa.

Al día siguiente, el 24, en un magno evento, el gobernador Javier Duarte de Ochoa anunciaba la entrada de la Fuerza Civil para tomar control de la vigilancia en el municipio. A ese evento también trataría de llegar Roberto Pérez Moreno, pero el presidente municipal fue detenido en un retén por el rumbo de la zona conocida como La Orduña (en la periferia de la ciudad) donde le dijeron que no estaba invitado al acto presidido por el mandatario estatal. Juanelo tenía sellada su suerte.

En los subsecuentes días, la Secretaría de Seguridad Pública, a través de la Fuerza Civil, ocupaba el municipio y comenzaba el proceso de desafuero del alcalde Roberto Pérez Moreno, acusado del asesinato del tesorero municipal. Hasta el día de hoy se desconoce la suerte del edil y si será procesado legalmente.

El asunto aquí es que un punto muy cercano a la capital veracruzana como Coatepec, es un lugar estratégico, con muchos escondites y caminos cañeros o cafetaleros para escondites de facinerosos. También tiene comunicación y salida a municipios como Jalcomulco, Perote, Coscomatepec, Huatusco, Amatlán y hasta Córdoba.

Siendo un municipio cercano a Xalapa, se entiende la prioridad de los órganos de seguridad para instalarse en Coatepec y crear un cinturón a través de retenes fuertemente armados en los accesos del municipio. Esto sin duda ha ayudado a que la delincuencia en el cafetalero municipio y la capital se mantenga alejada y la tranquilidad volviera a la región.

Caso contrario está pasando en Orizaba, donde la delincuencia está flagelando a la región y es un punto estratégico geográficamente: cercano al estado de Puebla, cercano a la Ciudad de México, con entradas a la Sierra de Zongolica, cercano a Córdoba, etc.

No obstante, a la eterna Pluviosilla le dejan que el control de la Policía lo siga teniendo el ayuntamiento que preside el polémico alcalde Juan Manuel Diez Francos.

Orizaba es una ciudad que se ha crecido por sí sola, sin pedirle nada a Xalapa o al puerto de Veracruz. De hecho, gran parte del crecimiento de Orizaba se debe a la forma tan particular de administrar de Diez Francos, quien ha sido un alcalde controvertido, pero ha sido calificado como un buen gobernante.

Despreocupado por el dinero, a Juan Manuel Diez sólo se le puede culpar de lo que se le imputa a la mayoría de los ricos: de ser testarudo y pedante, pero nadie le puede acusar de no haber hecho algo por su municipio, colocarlo en el pedestal de una de las ciudades más seguras del país y de convertir a Orizaba en una ciudad que una vez fue: casi la capital del estado. De hecho, el único conflicto político en esta zona es de dos millonarios que pugnan por el poder y el control político: Juan Manuel Diez y Fidel Kuri Grajales, quien acaba de ser ungido como diputado federal.

También es conocida la “filantropía” del alcalde orizabeño: su sueldo como servidor público no lo necesita, pues es uno de los hombres más ricos del estado (y quizás del país), y no duda presumir que su pago como funcionario público no lo necesita y prefiere donarlo.

Tal vez el alcalde no quiera verlo, especialmente porque Orizaba ha hecho en los últimos gobierno municipales --influidos por Diez Francos-- una fuerte inversión el área de seguridad que no se había visto en muchos años, pero los municipios aledaños como Maltrata  y Cuitlahuac se están convirtiendo en plazas controladas por los criminales y el Mando Único ha tenido que tomar control de la zona.

Dice un viejo dicho: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, y no porque Orizaba o Juan Manuel haya hecho un mal papel, sino porque no puede quedar excluido del control del estado ni pensar que ingenuamente la ciudad puede quedar exenta de la presencia de malandros.

No obstante, llama poderosamente la atención que en Orizaba no se obligue (como sí se hizo en Coatepec) o negocie entregar el control de la vigilancia al Mando Único coordinado por el Gobierno de Veracruz y fuerzas federales.

Hace poco, en un desayuno con mujeres periodistas, un alto funcionario del Gobierno de Veracruz confesaba que la plaza más difícil por combatir era precisamente Orizaba, pero que no iba dejarse vencer.

Lo que no especificó es si por la fortaleza del Cártel que controla la región o la terquedad del alcalde, quien sabe ganar elecciones y a lo mejor por eso prefieren que haga lo que quiera y siga manejando la ciudad a su antojo, como la propuesta de colocar una estatua en honor a Porfirio Díaz, que históricamente es una patada en los huevos al priismo tradicional revolucionario en Veracruz.

Basta recordar el mismo episodio en el municipio de Veracruz, donde el entonces alcalde panista José Ramón Gutiérrez de Velasco (2000-2004) dijo que colocaría una estatua dedicada al viejo dictador por haber sido el creador de la zona portuaria. La contestación vino directamente del gobernador Miguel Alemán Velasco, quien le prohibió la instalación y argumentó que Díaz había mandado matar a su abuelo, el general Miguel Alemán González, en los tiempos de la revolución.

Pero todo sea por los votos para la nueva y pragmática clase gobernante. Y si Juan Manuel es capaz de ganar elecciones en pocos días y arrasar sin problema a cualquier contendiente político, le dejarán hacer lo que sea, hasta hablar de las devaluaciones del peso frente al dólar y de que le valga lo que digan los políticos con respecto al monumento a Porfirio Díaz.

Así que… ¡Porfirio, levántate y anda en caliente! ¡Te lo pide Juan Manuel Diez Francos!

23 de agosto de 2015

Violencia contra la Universidad Veracruzana

¿Contra la UV?

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Ha habido en los últimas semanas, sin duda, una escalada de eventos violentos contra estudiantes universitarios, la cual se inicia con la brutal golpiza del 5 de junio a activistas y egresados, cerca de las instalaciones del PRI estatal, sobre la avenida Ruiz Cortines, en Xalapa.

Los avances en las investigaciones han sido prácticamente nulos y es una de las líneas por donde supuestamente se investigaría la huida del fotoperiodista Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera del estado de Veracruz. Poco o nada se sabe, tan sólo los hechos: un grupo de encapuchados que llegaron a golpear a jóvenes. Los avances en las investigaciones de la Fiscalía General del Estado, hasta el momento se desconocen.

De hecho, este evento --negado obviamente como un acto planeado por alguna dependencia de gobierno-- sí al menos podría ser el eslabón más débil en toda esta trama del crimen de la Narvarte (donde murieron asesinados Rubén y Nadia), pues no se ha aclarado quién o quiénes son los responsables de haber realizado tal golpiza, que lo único que hacen es sospechar de modos paramilitares en contra de grupos de protesta, propio de los tiempos del priato oscuro y combativo de los movimientos sociales de los 70.

Pero la violencia, aparentemente sistemática, contra la universidad todavía sigue. Y es que no se puede explicar que tantas casualidades fatales sean contra estudiantes y académicos de la máxima casa de estudios de Veracruz. ¿Quién o quiénes han emprendido una violencia con muchas coincidencias contra estudiantes y académicos de la Universidad Veracruzana (UV)?

Y es que a todo lo anterior, también se tiene que sumar la súbita desaparición de dos académicos de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) con sede en la sierra de Soteapan: uno de los reductos donde se mantienen los grupos de manifestantes más organizados en el estado; ahí es el lugar a donde llegan los zapatistas como el Subcomandante Marcos o normalistas de Ayotzinapa, porque es el único lugar donde consideran que hay garantías de respeto a su vida.

Pero Ladrón de Guevara tuvo que volver a dar la cara para exigir el regreso de dos académicos desaparecidos, los cuales fueron liberados con vida.

El pasado fin de semana, un estudiante identificado como Rafael Rivera Martínez fue acribillado a balazos mientras viajaba en un autobús de pasajeros de la línea Enlaces de Oriente (EO) que cubría la ruta Poza Rica-Tulancingo sobre la carretera México-Tuxpan, a la altura del municipio de Xicotepec.

Según datos del portal MunicipiosPuebla.com.mx: “El ataque contra Rafael Rivera Martínez de 22 años de edad y originario de Zihuateutla ocurrió cerca de las 17:00 horas del jueves, cuando dos pasajeros del mismo vehículo colectivo dispararon  contra él cuando transitaban en el tramo que va de Villa Ávila Camacho (La Ceiba) a la cabecera municipal. De acuerdo con testimonios de otros viajeros y el chofer del autobús con número económico 6023, al llegar al paraje conocido como “La Tres”, dos individuos se levantaron de sus asientos y dijeron “éste es” e hicieron varios disparos contra el estudiante. Luego caminaron hacia la puerta de salida y amenazaron con sus armas al conductor para exigirle que detuviera su marcha para que descendieran de la unidad”.

También este fin de semana, ejecutaron a un profesor de la Universidad Veracruzana en la zona de Coatzacoalcos, llamado Zacarías Aguirre Domínguez, cuyo cuerpo se presume estuvo dos días (al menos desde el viernes) en su domicilio de la colonia Gaviotas. Hasta ahorita, el presunto móvil más visible, es que lo asaltaron en su propia casa y le robaron su vehículo Ford Focus, color rojo de modelo atrasado que yacía estacionado frente a la vivienda.

Reporte de la página SuresteSur.com indica: “Aguirre Domínguez contaba con 44 años de edad y se desempeñaba como profesor en la Universidad Veracruzana, Universidad de Oriente y en la Universidad Istmo Americana. Vivía con su familia en una vivienda ubicada en la calle Liebres, número 113 de la colonia las Gaviotas. Sus familiares se encontraban fuera de la ciudad, pues según vecinos la ausencia se debe a que efectuaban una visita a un familiar que yace convaleciente debido a una enfermedad, no obstante por motivos laborales el profesor Zacarías decidió quedarse y llevaba días de estar solo en su casa. La última vez que esta persona estableció comunicación con su familia, fue por la noche del día viernes alrededor de las 11:30 de la noche a través de una llamada telefónica, hasta entonces no existía indicios de que su vida pudiera estar en riesgo.

Y es que mientras no se aclaren el homicidio contra Rubén, Nadia Vera, Rafael Rivera, Zacarías Aguirre, la momentánea desaparición de académicos de la UVI y la monumental madriza contra jóvenes del 5 de junio, toda sospecha seguirá creciendo, seguirá recayendo, en esa figura del estado represor, del gobierno que no ha podido resolver crímenes contra periodistas, y eso es lo peligroso del asunto: porque la Universidad Veracruzana no debe mancharse de sangre.

¿VIOLENCIA CONTRA LA RECTORA?

Antecedentes: Sara Ladrón de Guevara no pertenece (al menos así se detecta) a ningún grupo de los que se disputaban la Rectoría cuando fue ungida. Su elección fue considerada no sólo histórica por ser la primera mujer, sino porque se hablaba de la llegada de una académica pura, desligada de intereses políticos que tenían una lucha encarnizada por tomar el control de la UV.

¿Y quienes eran esos grupos? El que encabezaba Raúl Arias Lovillo, el rector saliente, quien promovía a su secretario académico Porfirio Carrillo Castilla para sucederlo; el otro grupo era el más peligroso, especialmente por la mafia que representa su cabeza más visible: Víctor Arredondo Álvarez, quien hizo alianza con el entonces secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, para ocupar espacios en la UV.

Lo anterior, de acuerdo a una reunión “discreta” que realizaron en el restaurante Villa Rica de Boca del Río, unos meses antes de la salida de Arias, donde ambos personajes dieron a conocer que tenían “luz verde” del “jefe” para abalanzarse sobre el proyecto de la Rectoría.

Incluso hay que recordar que el último informe de Arias Lovillo fue manchado por un grupo de choque que llegó a aguarle la fiesta manifestándose en la entrada de la USBI de Xalapa, donde fue el evento. La idea era tomar el control de la UV con cualquier método, especialmente el de los porros.

Luego entonces, la pregunta: ¿Y toda esta violencia es por qué no ganaron las elecciones? ¿Ahora buscan reventar a la máxima casa de estudios a través de la violencia por meros intereses políticos? ¿Fue por la reciente reunión de diputados federales electos de todos los partidos con la rectora?

Es que en este último punto, si bien la rectora no tuvo el tacto o el cuidado de convocar a actores políticos confrontados y mucho menos rebajarlos a meros ex estudiantes, no se puede culpar la buena intención de sentarse con los legisladores, pero la rectora no se dio cuenta de la trampa en la que estaba cayendo.

Uno: porque Miguel Ángel Yunes Linares, uno de los invitados, con toda la perversión que le caracteriza, usaría la reunión para arremeter contra el Gobierno de Veracruz usando el tema de la fuerte deuda que tiene el Gobierno con la Universidad; dos, porque no puedes meter a “ex alumnos” confrontados sólo con el mérito de decir que ahora son exitosos políticos egresados de la UV, especialmente cuando las cosas están tan calientes.

¿La violencia es para presionar la salida de Sara Ladrón de Guevara? ¿Es para presionar a la comunidad estudiantil y usar la estrategia de miedo para que “orden y nos amanecemos”?

Estos eventos han obligado a la rectora de la Universidad Veracruzana a dar la cara y fijar una postura de condena por la violencia en contra de egresados de la máxima casa de estudios de Veracruz. Pero hasta ahí: no puede más.

Ante tal escenario, y siendo la UV no una dependencia de gobierno, ni una institución policía china u organismo de inteligencia, la mejor seguridad es la que puedan aportar los mismos estudiantes, denunciando a todos aquellos que sí están ligados a grupos políticos, a políticos oscuros, bajo el disfraz de estudiantes. O incluso salir a las calles para protestar, pedir que a la Universidad Veracruzana se le deje en paz, pues no debe ser objetivo de grupúsculos que sólo se han encargado de destruir lo poco bueno que queda en el estado.

20 de agosto de 2015

Alumnos de Medicina exhiben corrupción de su facultad

Por algo pararon la Facultad de Medicina

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Tienen toda la razón los alumnos de la Facultad de Medicina que este jueves, desde muy temprano, tomaron las instalaciones para exigir trasparencia en la adquisición de plazas con perfiles adecuados.

Y es que en las últimos años, dicha facultad se ha visto inmersa en el ojo del huracán, pues han trascendido escándalos que van desde el otorgamiento de plazas a personal sin el perfil, cambio de calificaciones, y una corrupción en extremo que permite incluso renunciar y retomar cargos con facilidad, sin protocolo de por medio.

Decimos lo anterior, porque alumnos preocupados por la situación de la facultad (que omitieron su nombres por obvias razones) denunciaron que la secretaria académica de dicha facultad, de nombre Martha Leticia Zamudio Aguilar, se ausentó por cerca de un mes en su cargo, sin justificar su ausencia (lo que es motivo de rescisión de contrato en automático) y sin que hubiese un protocolo de entrega-recepción en tal importante cargo.

Lo peor de todo, es que Zamudio Aguilar regresó sin que nadie le tomara protesta de manera oficial. Así nada más de “regreso y me reincorporo”, sin la formalidad ni solemnidad que requiere la institución.

Pero el asunto va más allá: según las fuentes, resulta que Zamudio Aguilar también ostenta la materia de Histología (parte de la biología que estudia la composición, la estructura y las características de los tejidos orgánicos de los seres vivos), misma por la cual había competido antes, pero que no se le otorgó por no cumplir con el perfil.

En una segunda oportunidad sí fue beneficiada, violando todo el estatuto para adquirir un lugar en la facultad precisamente por la falta de perfil, y se comenta que es debido al compadrazgo que tiene con Rafael Ruiz Arroyo, alto funcionario en Rectoría que la habría ayudado, beneficiándola con dos materias de Histología de 7 horas cada una.

Es quizás por esto que los alumnos piden transparencia en cuanto a la asignación de maestros en sus materias, pues según la convocatoria, uno de los estatutos menciona que personal administrativo o de confianza, como el de la secretaria académica, no puede concursar por materias y este mismo cargo le impide tener más de 4 horas frente a grupo

Por algo es obvio que los alumnos estén indignados: ¿quién le autorizó, dio algún permiso, renuncia o incapacidad para tan larga ausencia en pleno proceso de inscripción de alumnos y convocatoria de materias? Especialmente en una facultad que, según trasciende, carece de acreditación a diferencia de la de Veracruz, que está en proceso; y la de Minatitlán, que sí está acreditada… ¿Existe entrega recepción de su renuncia?

Y es que se supone que siendo Xalapa, la facultad de Medicina debería ser la mejor, pero el proceder y ausencia de Zamudio Aguilar repercutió durante la inscripción, pues los alumnos escogieron sus materias acorde a la flexibilidad del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), y al regresar la secretaria académica les cambió y dio de baja de materias en las que ya estaban inscritos, creando todo una crisis administrativa.

Todo esto, cabe decir, lleva el aval o por lo menos tiene conocimiento el director de la Facultad, el doctor Alberto Navarrete Munguía, según los alumnos inconformes.

Estos están completamente de acuerdo en que se apoyen los estatutos de la Universidad Veracruzana: debe haber transparencia en aras del beneficio del alumno y se debe cumplir con toda la legalidad patente.

Y es que mencionan otros ejemplos de catedráticos impartiendo materias que no tienen perfil de médico, como el caso de la materia de Genética, que es impartido por una bióloga.

Como van las cosas, a lo mejor en la Facultad de Medicina de la UV llegarán a impartir clases médicos veterinarios, total es cosa de entrarle a la corrupción imperante y que sólo afecta a los estudiantes.

EPÍLOGO

¿Será que alguien echó a andar la protesta en la UV para mandarle un mensaje a la rectora Sara Ladrón de Guevara, luego de que esta filtrara el dato a Miguel Ángel Yunes Linares sobre el adeudo de mil 800 millones de pesos a la máxima casa de estudios? ¿O sencillamente porque no brilló el pingüinito que querían que brillara en la reunión y los reflectores se los llevó el choleño?