16 de diciembre de 2009

La farsa de Veracruz en Copenhague

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Más allá de la desaparición de las costas veracruzanas, que ya ha sido alertado, discutido y dado a conocer infinidad de ocasiones, y más allá de lo nice, chic, fresa que pueda ser viajar al primer mundo, o que el gobernador Fidel Herrera salga en las fotos, en Veracruz la temática ambiental sigue siendo la misma y con la complacencia de las autoridades del gobierno federales y estatales.

Sí, la alarma ahora está desatada por lo que dijo el gober sobre que Tuxpan, Veracruz y Coatzacoalcos van a desaparecer por culpa de la maldita contaminación.

¡Corran todos los coatzacoalquenses, los tuxpeños, jarochos a tierras altas! ¡A los refugios atómicos! ¡Sálvalos Barack Obama! ¿On tás Chapulín Colorado? ¡Mighty Mouse, help us! ¡Llamen a los Tepichines con Al Gore! ¡Salvemos a los porteños! ¡Que ya se encuere Kari Sweets para PETA!

Y ya… esa es la visión climática que fuimos a dar allá a Europa: quesque el mundo pa’ los porteños se va acabar, así que algún día me has de querer, te debes apresurar.

Lo que no se comentó y que realmente es prioritario (y más interesante para los líderes mundiales), es la fuerte contaminación que aquí en tierras jarochas no se combate ni se menciona en discursos y sin gastar lana del erario para caros mensajes en el extranjero; la polución está acabando más rápidamente con nuestro entorno que eso de que el mar le está ganando territorio a las playas.

¿Por qué el gobernador Fidel Herrera no habló de una situación que quizás no es exclusiva de Veracruz, pero que sí no está partiendo el queso jarocho?

El tiradero de basura (y de cadáveres de los que se andan haciendo pasar por Zetas) a un costado de la carretera Minatitlán-Coatzacoalcos, que mantiene un foco de infección sobre un importante ecosistema como son los humedales y pantanos de la zona. Todo el sexenio está haciéndose el llamado, y los gobiernos estatal y locales se hacen vellos púbicos.

Los talamontes en el Cofre de Perote y el Pico de Orizaba; en este último, tiene días que están denunciando a Maurilio Tzopitl en el lugar conocido como Tzitzicatecoxco, quien en complicidad con el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Francisco Briseño, están talando inmoderadamente más de 180 árboles en 72 hectáreas. Las denuncias no prosperan.

Los camiones de pasaje y transporte que cada que hay una revista vehicular, pareciera que no los ven echar humo negro por las calles. No sólo joden y joden los concesionarios con el asunto del alza del pasaje, sino que todavía mantienen en las calles a verdaderas cafeteras viejas.

Las descargas de drenaje en Veracruz y Coatzacoalcos en las playas de dichos puertos. No se puede creer que se presuma de los malecones cuando apesta a caca y nadie lo haya notado. Sólo hay que darse una vuelta por ciertos puntos para darse una buena aspirada de aire cargado de excremento.

El hedor contaminante de Minatitlán, donde a veces por la noche arden los ojos, dan ganas de vomitar y se respiran olores de químicos, sin duda por algún producto despedido en las plantas industriales instaladas en la zona; los arroyos de aguas negras que atraviesan toda la ciudad y a los cuales ya se acostumbraron a vivir los minatitlecos. Pareciera que nadie se da cuenta de lo anterior.

Vaya, la zona de Minatitlán y Coatzacoalcos, con el río del mismo nombre, ha sido ya denominada en varias ocasiones como la más contaminada del país.

La región de Ixtaczoquitlán, donde está la planta de Kimberly Clark y una cementera de Apasco, los cuales recientemente fueron señalados en una manifestación de ecologistas como quienes arrojan sus desechos a aguas del río Orizaba, y hasta mencionan que se está envenenando con mercurio la zona.

La planta de Granjas Carroll en Perote, que todavía recibe influencia y protección política del gobierno de Veracruz para quitarse de encima a esos molestos ecologistas que los señalan de la porquería en que manejan a su ganado porcino. Imágenes en EnlaceVeracruz212.com.mx, muestran al entonces diputado local Atanasio García Durán dando un recorrido por la pestilencia contaminante que llega a cuerpos de agua y subsuelo, cadáveres de los cerdos pudriéndose en carretillas; existe la sospecha de que gracias a esta bonita escena, aquí se incubó el virus de la influenza AH1N1 que hoy es una epidemia mundial.

Los derrames de PEMEX, que más han servido engrosar la demagogia que en lugar de realmente pagarse un pasivo ambiental grave en el suelo veracruzano.

Los 22 ingenios azucareros que están instalados en la entidad, y que también contaminan a Veracruz (basta recordar que es el estado mexicano con más ingenios en todo el país).

De ahí, una larga lista de etcéteras contaminantes. Disculpen la memoria de teflón.

En fin, muy triste en verdad que el escenario de la Cumbre Internacional del Clima sólo nos haya servido para decir algo que ya se sabía, que ya está más que estudiado, y que podía haberlo dicho cualquier gobernante. Una pena en verdad, porque pese a la riqueza presumida en recursos naturales jarochos, se oculte el hecho de que hay puntos rojos que no se han atendido por falta de voluntad política y compromisos más allá de lo jurado en la constitución de Veracruz.

De por sí la Cumbre ha sido más que cuestionada por los medios europeos, donde los más inquisitivos de plano ya han calificado como un fracaso dicha reunión.

El escenario mundial hubiese podido ser un llamado más serio de atención a lo que está pasando. Más que hablar de las olas del mar que no cesan ni un momento y le están comiendo terreno a las playitas, aquí ya se podía haber atendido una problemática que tiene rato suscitándose.

No era necesario ir hasta Dinamarca para irse a dar golpes de pecho, neta.

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