6 de septiembre de 2010

No dejan protestar a Verónica

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Este lunes nos despiertan dos noticias lamentables: la muerte del legendario periodista Don Fausto Fernández Ponte en el puerto de Veracruz y la detención de la activista francesa Verónica Mounier en Coatzacoalcos.

Don Fausto, periodista de la vieja guardia, corresponsal en Washington de Excelsior cuando era el periódico más importante del país antes del golpe orquestado por el presidente Luis Echeverría. Se nos va un héroe y nace una leyenda para las nuevas generaciones sobre cómo hacer buen periodismo y vivir toda la vida de ello.

La otra noticia triste es la detención de la activista política de origen francés Verónica Mounier, quien radica en la Sierra de Soteapan. La galesa se ha dedicado en cuerpo y alma --junto a los jesuitas-- a atender a las comunidades pobres de la zona, una de las más abandonadas del país que, pese a su miseria, han logrado mejoras para su comunidades a base de protestas y bloqueos en la carretera federal en Cosoleacaque.

Mounier ha sido una pieza importante para la organización de manifestaciones indígenas en la zona sur de Veracruz. Su participación va siempre en sentido de llamados de atención a las autoridades ante situaciones de abandono en la sierra y zonas rurales.

En la sierra de Soteapan existe todavía una resistencia civil contra la Comisión Federal de Electricidad por las altas tarifas que se cobran, movimiento iniciado a principios de esta década por el comerciante Antonio Williams en Coatzacoalcos, y del que terminaron colgándose los políticos como el entonces aspirante a la gubernatura Fidel Herrera Beltrán para hacer campaña.

Al final, hubo una “reclasificación” de las tarifas que fue un fraude anunciado con bombo y platillo, pero que sigue siendo un buen tema para banderas políticas.

La realidad es que algunos usuarios todavía se mantienen en resistencia civil con todo y el abandono de sus representantes populares. El rechazo no es sólo evidente en Veracruz, sino que estados como Campeche se han unido a la protesta.

En Calendaria, Campeche, fueron detenidos incluso activistas contra la Comisión Federal de Electricidad, por negarse a pagar y hacer manifestaciones. Sara, Joaquín y don Guadalupe son los integrantes del Movimiento de Resistencia del No pago a las altas tarifas de energía eléctrica. Amnistía Internacional señaló en su momento que las autoridades mexicanas utilizaron indebidamente el sistema de justicia para someterlos a proceso penal en 2008 y detenerlos el 10 de julio de 2009.

En Veracruz, estas protestas también han llevado a varios líderes a ser hostigados por la paraestatal, en una pésima aplicación de la justicia contra la sociedad civil. Habiendo tanto narco, tanto maleante, tanto verdadero delincuente, van sobre quienes salen a las calles a protestar. Como diría la periodista Marcela Gómez Salce: “¡Chingón!”.

Mientras hacía una de las tantas protestas que Mounier realizará por el resto de su vida (esta vez frente a las oficinas de la Subdelegación de la Procuraduría General de la República en Coatzacoalcos) fue detenida por elementos de esta corporación y llevada al CERESO de ese puerto.

De acuerdo a los informes, cerca de las 11 de la mañana, Verónica Mounier y un pequeño grupo de serranos se plantaron en dicho lugar para protestar contra las muertes en San Juan Copala, Oaxaca.

La también naturalizada mexicana por unos momentos se apartó del grupo a sacar unas copias de unos documentos, cuando fue intervenida por agentes de la PGR, haciéndole efectiva una orden de aprehensión del 6 de noviembre del 2009, correspondiente a la averiguación 116/2009, por el delito de bloqueo a las vías de comunicación.

Se trata de un bloqueo en Cosoleacaque encabezado en ese entonces por la francesa por los presos políticos de Candelaria, Campeche.

El asunto aquí es la actuación visceral con que la PGR revivió una orden de aprehensión que seguramente tenían al fondo del empolvado archivo.

¿En qué les afectaba la presencia de Mounier? Su situación migratoria es correcta, es naturalizada mexicana, no es delincuente, hasta donde sabemos no trafica humanos, droga, como sí lo hacen bandas organizadas en Coatzacoalcos… ¿entonces para qué diantres detenerla?

Lo único que ocasionaron es que comenzaran a movilizarse desde la sierra, donde ya de por sí estaban calientes con el asunto del agua en la presa Yuribia, y ahora en quince camionetas bajaron hacia el CERESO con abogado y liderados por el alcalde de Tatahuicapan, Esteban Hernández.

“Ella no es una basura es un mujer preparada y tiene un espíritu muy grande siempre ha estado metida en la cuestión social por lo que respaldamos el apoyo para pedir por su liberación”, dijo el líder serrano.

Hasta las 6 de la tarde se sabía que iba a presentar declaración ante el juez, quien decidiría su sanción o libertad. De acuerdo a versiones del abogado Manuel Ponce San Román, esta sería liberada bajo fianza.

Ahora ya ni se puede protestar tranquilamente ante las oficinas de gobierno. Más reprimidos sociales por una autoridad cobarde que se le hace más fácil detener a activistas como Verónica, amedrentar a fotógrafas como Gina Collins y hacerse vellos púbicos con los malosos.

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