30 de enero de 2011

Como Pepe El Toro, El Chapo y El Mayo son inocentes




+ En entrevista con Patricio Ortiz, uno de los moneros más destacados a nivel nacional y parte del grupo que hace la revista “El Chamuco”, expresa su sentir ante los niveles de violencia que se viven en el país y sus causas, que no son necesariamente males como el narcotráfico.
+ Se viven los peores momentos para el periodismo, explica el autor de “Los Miserables”.


PABLO JAIR ORTEGA
Fotos: DAVID FERNÁNDEZ BRINDIS


COATEPEC, VER.- El monero Patricio viene caminando con unas bolsas del mandado por una banqueta prohibida de Coatepec: la Casa de Cultura advierte que se están cayendo las vigas y es bajo su propio riesgo si usted, necio, quiere seguir caminando ahí con altas probabilidades de sufrir un descalabro en la choya.

El famoso mercado orgánico del Pueblo Mágico, es pequeño y se acomoda perfectamente en la planta baja del edificio tipo colonial. Ahí Patricio Ortiz llega a comprar su despensa.

“Dame 5 minutos, nomás para apartar las cosas que luego se acaban”, nos comenta al momento de llegar; y es que el pasillo se ve atiborrado de gente que llega a comprar desde tamales, hasta lechuga, miel, pan integral, dulces típicos, leche. Dedicado a sus compras, lo acompañamos hasta “La Onza”, donde se vende quizás el mejor café de toda la región.

–¿Tu eres de aquí Patricio?
–No, es una historia muy larga porque viví en muchas partes de la república. Yo nací en la zona mixteca-poblana, pero mis padres trabajaron en asuntos indígenas y por eso viví en Puebla, Michoacán, Sinaloa, varias partes de la república. Hasta los 20 regresé a Puebla, donde viví en Cholula.

Explica que llegó a Xalapa y exclama “¡De aquí soy!”.

Caminando otra vez tercamente por esa banqueta que advierte de fuertes dolores de cabeza, nos fuimos a sentar al fondo del mercado, tomando prestado unas sillas de plástico arrebatadas de algún rincón, donde Patricio nos habla de monos y de los temas que hoy son obligados para todos los cartones: violencia, narco, política.

CON EL NARCO NO NOS ÍBAMOS A METER

– Estamos viviendo muchos tiempos de violencia. Ustedes los moneros encabezan una campaña que es “NO + SANGRE” y no obstante ya tienen años dibujando sobre el asunto… ¿Cómo ha sido este proceso cuando la violencia no era tan densa actualmente?
– Yo creo que lo hemos vivido como todo mundo; un poco sorprendidos por el cambio y por el nivel de violencia, y sin embargo, si tu revisas lo que decíamos en las revistas en 1994, pues más o menos se veía venir: a mi me sorprende mucho cuando veo los libros de “El Fisgón” (Rafael Barajas, monero que publica en La Jornada) como los de “Cómo sobrevivir al neoliberalismo sin dejar de ser mexicano” y “Me lleva el TLC”, que él describió exactamente lo que iba a pasar paso por paso, y bien curioso porque siempre que siempre proponemos algo o decimos algo, los intelectuales orgánicos del momento que siguen siendo los mismos y los medios de comunicación oficiales, siempre nos descalifican como “exagerados, locos, amarillistas, radicales”, y al final siempre pasa lo que decimos. Entonces si bien estamos como abrumados igual que todos por el nivel de violencia y por la famosa guerra, pues en ese sentido no nos sorprende.


Entrevista con el monero

– Hay un fenómeno muy curioso: dentro de los mismos periodistas hay una autocensura o una narcocensura en contenido, y ustedes parecieran que, al contrario, explotan más los contenidos ¿no hay un temor en esa parte?
– Pues mira, hace tiempo nosotros mismos habíamos platicado esto muy abiertamente y habíamos decidido que con el narco no nos íbamos a meter, y sin embargo las circunstancias nos han llevado a que nos tenemos que meter, pues porque eso es de lo que se trata todo todos los días ¿no?. Sin embargo nosotros no estamos, primero, exentos de que nos pase algo, pues no tenemos absolutamente ninguna otra protección que nuestro trabajo y nuestro nombre, que es nada: o sea, esa protección no es nada; y pues estamos expuestos a todo tipo de violencia, sin embargo si te fijas nosotros no estamos metiéndonos directamente con los capos del narco, sino que nosotros estamos tocando y metiéndonos a lo que es la raíz de lo que ha pasado, que son las causas de la violencia: la miseria, la corrupción, la impunidad, la pésima educación, etc., y eso la verdad pues no es culpa ni del Chapo Guzmán ni del Mayo Zambada, sino de los gobiernos y nuestra bronca ha sido con los gobiernos desde un principio.

– En esta parte de los gobiernos, ustedes como moneros han sido muy combativos en hacer una crítica muy ácida al sistema político nacional ¿ha ayudado en algo, ha avanzado en algo el sistema democrático o sigue igual todo?
– Yo creo que hay diferentes niveles de lectura. De entrada por como están las cosas, podríamos pensar que no todo está igual, sino peor. Porque igual nada funciona y no tenemos democracia, la economía es un desastre, etc. Pero lo que sí funciona creo yo, y lo que ha sido un cambio muy fuerte, es que la sociedad civil tiene otro papel: no estamos atenidos a ver qué nos dan y qué nos regala el gobierno y las instituciones, sino que todos los logros que existen a nivel de sociedad: libertad de expresión, libertad de manifestación, etc., los hemos conseguido basados en nuestra propia organización como ciudadanos y eso existe, y todos los cambios que han existido en este país se han dado por eso, y los cambios que podamos lograr en el futuro, se darán por eso. Y ahí entramos nosotros simplemente como un factor más.

LIBERTAD DE EXPRESIÓN PARA UN MONERO CASI JAROCHO

Café en vaso diminuto en mano, Patricio de igual manera recuerda precisamente el momento cuando el ex presidente Vicente Fox se enredó en su palabrería y llega a declarar que durante su mandato había tanta libertad de expresión que hasta se podía calumniar al presidente. Así, envuelto en una especie de paladín de la justicia, el guanajuatense se llevó las ovaciones de pie por la gran barbaridad expresada, que borraba de un salivazo todas las luchas de antaño por la libre manifestación de ideas:

– Si te fijas, en el sexenio de Vicente Fox, yo creo que ha sido uno de los de mayor apertura en cuanto a la libertad de expresión, pero no porque él quisiera, sino porque era tan bestia que no pudo, o sea, se le fue completamente de las manos y acabaron hasta pitorreándose de él en Televisa. Si te fijas, en cuanto llega Felipe Calderón lo primero que hizo fue cerrar todos los espacios que se habían abierto con Fox, especialmente en la televisión, porque la razón de que este no es tan bruto y es más malévolo.

Para Patricio, el caso de Veracruz en 2011 es de mera nostalgia: “Veracruz sigue en pleno 1970 y tantos… Es un estado donde no ha cambiado nada, no existe la libertad de expresión y muchas de las cosas, si tu te fijas en el México de Echeverría y de López Portillo, lo encontramos ahorita en Veracruz. Es bastante patético, pero pues así es como yo lo veo.”


Libro autografiado para la mamá del entrevistador

“No por eso quiera decir que a mi Veracruz me encante, la gente, muchas cosas, pero creo que estamos metidos en un grave problema”, aclara.

Y enfatiza: “En Veracruz no hay libertad de expresión, todos los periódicos viven exclusivamente de la publicidad del gobierno o de los acuerdos con el gobierno, y por eso revisas cualquier periódico en Veracruz y no hay crítica al gobierno; crítica de a de veras, directamente al poder, al estado, al gobierno. Y en ese contesto no se puede hacer gran cosa”.

El autor de tiras como “Los Miserables”, “Hombre Man”, “La Enchilada Completa” recuerda que a nivel local ha realizado trabajos con iniciativas propias, ante un difícil ambiente de sobrevivencia en el estado: “Yo quisiera publicar muchas cosas, pero no me las publican y además no pagan, así que básicamente estoy dedicado al ámbito nacional”.

Recuerda: “Hace muchos, muchos años cuando estaba Chirinos de gobernador hicimos una revista que se llamaba “La Tía de Vladivostok” con absoluta libertad de expresión. Yunes era el secretario de Gobierno, y, ¡futa! le dimos durísimo a Yunes, a Chirinos, nos dijeron que nos iban a matar, no nos pasó nada, pero pues fue un trabajo brutal y además, nosotros no sólo no ganábamos nada sino que además manteníamos a la revista”.

– ¿Se consideran ustedes como moneros una “élite” de personas que están llevando al país a un rumbo, tomando una iniciativa como la de dibujar, hacer crítica?
– Lo que somos algunos moneros, o el grupo de moneros donde yo me inserto, no tanto una élite, sino que somos un grupo que desde hace mucho tiempo estamos muy identificados con una visión del país y estamos abiertamente promoviendo, buscando un cambio democrático nacionalista, independiente, etc., y bueno pues empujamos en esa dirección todo lo que podemos, y pues hay mucha gente que se identifica con nosotros, con la crítica bestial como la que nosotros hacemos porque la mayoría de los espacios se han cerrado… ¿Entonces quienes quedamos? Carmen Aristegui, Ricardo Rocha, La Jornada, Proceso y nosotros, y por ahí una que otra cosita, entonces la gente que anda buscando espacios como estos, entonces definitivamente se identifica con nosotros y nos siguen.

– La cuestión de la censura que se ha vivido este sexenio, ¿la has sentido como regresar al PRI aquel del poder absoluto o hay apertura en realidad?
– Yo creo que este es uno de los peores momentos para la libertad de expresión en México. Y eso no es sólo por la censura gubernamental, sino por la censura que hay en los medios de comunicación privados que defienden sus intereses, y que normalmente están coludidos con el poder político. Entonces a ti no te censura el gobierno, normalmente te censura el dueño del periódico o el dueño de la televisora o el dueño de la estación de radio, que es diferente a antes. Anteriormente quien te censuraba era el gobierno y además ahora está el agravante de los asesinatos de los periodistas, que ya no nada más te censuran, sino que ahora te matan y no pasa nada. Entonces yo creo que es uno de los peores momentos para el periodismo.

REGRESO DEL PRI, CONTINUIDAD DEL PAN

Con un destacado desempeño de crítica a la política mexicana (los moneros expresan constantemente que sin los políticos, no tendrían trabajo o qué comer), Patricio Ortiz González deja una reflexión al final de la entrevista sobre las transformaciones que el país necesita:

“Los cambios se pueden hacer, pero los tenemos que hacer nosotros, todos, los ciudadanos; no van a llegar del cielo, ni nos lo va a dar papá gobierno, sino que los tenemos que hacer, generar y empujar nosotros. Nos han querido hacer creer que no se puede cambiar en nada y eso no es cierto. Desde luego los cambios implican un riesgo, cuesta mucho trabajo, pero yo creo que hay que hacerlo, entonces mi invitación a la gente es que participe y se organice, participe y promueva los cambios que se necesitan”.

– ¿Y cómo se preparan los moneros para la llegada del anticristo copetudo?
– Pues mira, yo creo que primero que nada yo no pertenezco a ningún partido político, pero yo te digo, personalmente y como grupo haremos todo lo que esté a nuestro alcance para impedir que regrese el PRI y para impedir que siga el PAN. Y si hay una alternativa nacionalista aunque sea muy moderada, la apoyaremos, aunque en realidad ahí no está el cambio: el cambio está en la organización de la gente, en el fortalecimiento de la sociedad civil, y en la lucha específica por libertad y movimientos muy específicos… Creo yo.

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