30 de mayo de 2007

Medios y/o monopolios

Soñé tan intensamente, que la almohada, sin deberla ni temerla, estuvo a punto de pagar las consecuencias. En mi pesadilla, ella ratifica la acaecida realidad: “sólo amigos”. (Anónimo de Pablo)

Así como es de fácil cerrar un canal de televisión para Hugo Chávez, dictadorzuelo de Venezuela, la justicia mexicana sí es capaz de acalambrar con argumentos legales un monopolio, una mega corporación, una firma mundial.

Aunque a los viciosos de la Coca Cola no les afecta en lo más mínimo dicha resolución judicial, y seguirán llenándose el cuerpo de azúcar y gas, retacando a la diabetes con “la chispa de la vida”, para varios comerciantes abarroteros será un triunfo el saber que la empresa “será sancionada con 10.5 millones de pesos por efectuar prácticas monopólicas. De acuerdo con la ratificación realizada por el décimotercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en respuesta a la resolución interpuesta por la Comisión Federal de Competencia (CFC), la compañía refresquera tendrá prohibido imponer exclusividades en el comercio minorista, quedando inhabilitados los amparos que se interpusieron contra estas medidas”.

Según la nota publicada en El Universal On Line: “Con el fallo del Tribunal, ganan los consumidores, que a partir de ahora podrán comprar el refresco que ellos prefieran donde a ellos les convenga, sin que les sea negado por prácticas de exclusividad”, expresó Eduardo Pérez Motta, presidente de la CFC.

Bien como precedente de lo que es la aniquilación de prácticas monopólicas de antaño, que todavía están muy arraigadas en nuestro país, concretamente en el sector de las comunicaciones masivas. Este tipo de triunfos (al menos para los jodidos de México, que somos la mayoría) se ven lejanos en el ramo de los medios de comunicación electrónicos, en especial de la televisión abierta. Aquí la justicia, ni siquiera la divina, no es capaz de intervenir, y mientras la Suprema Corte de Justicia parece enredarse en tecnicismos innecesarios.

¿Medios de comunicación o monopolios? Esa siempre será la constante que acompañará a las dos grandes cadenas televisivas de nuestro país. Han acumulado un nefasto poder al grado de manipular la vida política del país a su conveniencia. No nos podríamos imaginar la clase de intereses que se protegen bajo el manto del poder político, y que se protegen con cuantos políticos se puedan comprar.

El caso del senador Santiago Creel es lo más claro del servilismo al que llegan algunos políticos ante los deseos de una televisora, más en tiempos electorales: siendo secretario de Gobernación (por propia confesión) fue “presionado” para apoyar la bautizada como “Ley Televisa” por méritos puramente electoreros, y nos da la pauta de la realidad en la relación entre los dos monopolios televisivos mexicanos y la facilidad con la que simplemente manejan a la clase política que dice representar al país.

Tan así es el peso Azteca-Televisa, que por todos los medios han impedido que surja una tercera televisora, como el caso CNI que se buscaba renacer con capital extranjero; los que en su momento decían que se revisara eso del concepto de “soberanía” por considerarlo algo arcaico, inmediatamente salieron a la palestra para decir que eso era una violación - no especificaron si idónea y no idónea- a nuestra patria.

Entonces, sin justificar la acción del monigote Chávez, esto nos llevaría a la reflexión de que si alguna vez una televisora en México tendría cancelada su concesión por la manera en que se conducen.

Al menos en Tv Azteca se ha notado más la manipulación del “golpeteo” periodístico barato: ahí están los casos del secretario de Hacienda con Fox, Francisco Gil Díaz, y el ex senador Diego Fernández de Cevallos (no son unas blancas palomitas tales personajes, pero los trabajos seudoperiodísticos de la televisora fueron más que degradantes para el oficio de informar). Más clara fue la toma de instalaciones del canal CNI 40 por parte de un grupo armado teveaztecoso el 27 de diciembre de 2002: el “chiquihuitazo” que remarcó lo que es el poder de una sola persona para hacer “justicia” por propia mano y salir impune por ser dueño de una televisora nacional, al grado de que el presidente Fox acuñó para la historia esa lamentable frase del valemadrismo propio del político mexicano: “¿Y yo por qué?”.

Televisa tampoco ha dejado sus prácticas perversas, como lo narra la revista PROCESO en un encuentro entre altos ejecutivos de esta empresa y los tres principales candidatos a la Presidencia de la República en un evento en Valle de Bravo, donde el mensaje fue “nadie se mete con Televisa”, mientras le apretaban el cuello al ganso… o un gallo, sepan los ornitólogos.

Esto viene al cuento, repetimos, por la autoritaria medida que ha tomado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de cerrar una estación de televisión en represalia por esa relación tormentosa que tiene el mandatario con la crítica; además de que RCTV (Radio Caracas Televisión) fue partícipe ideológico muy activo del golpe de estado que se intentó para derrocar al polémico presidente venezolano, y mantuvo su postura opositora hasta estos días donde le cancelan su licencia para transmisión.

“Ahora Hugo Chávez controla, directa o indirectamente, la práctica totalidad de los medios audiovisuales. El cierre de RCTV no es, como quiere hacer creer el jefe del Estado, una simple medida administrativa sino una decisión política tendente a reforzar su hegemonía sobre los medios informativos”, dice en su boletín para las Américas la prestigiosa organización civil de defensa para periodistas, Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, Francia.

“El remedio salió peor que la enfermedad”, dicen algunos periodistas en el tema de Venezuela, y aunque califican el asunto como una película que no es de buenos y malos, sino de una sociedad totalmente dividida, en México (aunque se celebra la gran libertad de expresión existente) habrá quienes pensamos sobre qué entidad aplica el autoritarismo a su manera: si las televisoras o los gobiernos que controlan.

Así como Chávez se ve mal cancelando una concesión televisiva en esa nación tan conocida por exportar bellas mujeres, aquí en el rancho, por el contrario, las televisoras pareciera que son las que mandan y disponen del poder. ¡Qué dicotomía! (30 DE MAYO DE 2007)

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