19 de diciembre de 2008

¿Cuánto costará Lupe a Minatitlán?

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com.- Diez millones de pesos son los que acaba de pedir el ayuntamiento de Minatitlán para poder cubrir el costo de aguinaldos y prestaciones laborales, según el boletín del Congreso del Estado, donde se emitió la autorización. Se trata del adelanto de participaciones federales.

La cantidad es llamativa, si tomamos en cuenta que el municipio que más se le acerca en cantidad es el de San Andrés Tuxtla, con un adelanto de 5 millones de pesos.

Esto en el marco de mucha publicidad negativa por buscar reflectores gratis: la alcaldesa Guadalupe Josephine Porras se ha distinguido por la búsqueda de la foto con las abuelitas, con los seres en desgracia, mostrando esa cara amable que en la vida real no posee: en su verdadero rostro está el despotismo, el de regañar a los periodistas cuando le preguntan cuánto gana como presidenta municipal.

Otra de las particularidades, es que le dio por llamar directamente a los reporteros a sus celulares o domicilios para reclamarles una nota que no le pareció, o al grado de hablar directamente con los directivos de los medios para pedir censura al trabajo periodístico.
Pero no sólo ha tenido sus desencuentros con la prensa local: prácticamente se ha aislado manteniendo al margen de los asuntos municipales a los regidores: ella es quien dispone, manda, no consulta, ni siquiera recibe consejos, porque a estas alturas --sus enanas alturas-- ella es la jefa del ayuntamiento.

Y más que la jefa, entendemos que trata de marcar una pauta histórica y ser la nueva cacique: las aspiraciones de Josephine Porras la llevan ahora a ser la candidata a diputada federal --con lo que no alcanzará ni siquiera el año y medio en la Presidencia Municipal-- sino que todavía intenta capitalizar sus “bonos” políticos a favor de miembros de su familia, porque había intenciones de lanzarlos como candidatos a un cargo de elección popular. Caso concreto, su hijo Ciro, quien es presidente del DIF local.

O sease que Minatitlán, según el entender de la política de Lupita, iba a entrar en una fase de “Lupismo” o “Porramato”.

Ya auto-limitada por su confrontación con los medios de comunicación, por su cerrazón ante el Cabildo, hoy tiene una posición frágil al tomar decisiones marcadas por su inseguridad, sin asesores; pero al tener debilitado a su personal más cercano y de confianza, se debilitó a sí misma.

No obstante a los panoramas antes descritos, la burbuja con que se protege la alcaldesa, la mantiene en un estado de alejamiento con la realidad.

De los recientes escándalos podemos subrayar cómo reitera su falsa determinación de representar los intereses de todos los minatitlecos: el retiro de la concesión a la empresa Comunicaciones Cibernéticas (dedicada a la recolección y procesamiento de basura) es uno de los problemas más grandes que ha creado en su administración, primero al permitir la continuación de la concesión; luego cancelarla, pero haciendo la vista gorda de los intereses que previamente se había comprometido proteger.

Esto último se explica cuando siendo diputada local por Minatitlán en la pasada legislatura (cargo que también abandonó para dedicarse de lleno a la campaña por la Presidencia Municipal) dio su consentimiento para que se aprobara tan aberrante contrato, porque en su momento convenía así a sus intereses y necesitaba el apoyo del gremio petrolero --que está detrás de Comunicaciones Cibernéticas-- para ser la futura alcaldesa de Mina.

Hay que recordar que el propietario de esta empresa es Julio Aldana Prieto, hermano del diputado federal Ricardo Aldana, tesorero del sindicato petrolero a nivel nacional y segundo al mando en la estructura de dicha organización; el contrato se da cuando el entonces alcalde de Minatitlán era un petrolero: Raúl Morales Cadena.

Entonces era todo fotos, saludos, cariños y abrazos efusivos de Lupita con los líderes. Toda esa patética parafernalia a la que está acostumbrada la clase política.

Pero hoy, la licenciada Lupe oculta el dilema de haber consentido el contrato con Comunicaciones Cibernéticas ya sea por incompetente (al no saber qué estaba aprobando) o por mera complicidad.

Inclusive llama la atención que en los primeros meses amenazó en abierto que se demandaría al trienio precedente encabezado por Morales Cadena por serias irregularidades, “el cochinero” (como fue llamado por varios medios) que Raúl había dejado en finanzas y administración: en entrevista para los medios de comunicación el 24 de enero de 2008, la incipiente alcaldesa daba a conocer que no les habían dejado ni archivos, ni expedientes del personal de confianza. “No sabemos dónde se ubican los que están trabajando”, declaró.

En nota firmada por el periodista Crispín Garrido, en su portal CoatzaDigital: “La alcaldesa señaló que ‘en cuanto a las finanzas también hay muchas irregularidades. No tenemos el archivo de Tesorería. Nos dejaron bloqueado el sistema de prediales”. Entonces dio la noticia cuando aseguró un “desde luego que sí” se procedería penalmente en contra de la administración de Raúl Morales Cadena.

Esto también le causó su hoy distanciamiento y conflicto con el otro grupo político dominante en Minatitlán: los petroleros.

Al transcurso de los meses, resulta que nunca hubo denuncia, y Raúl Morales Cadena, pese a lo obvio de su desastrosa administración (que todavía causa estragos en Minatitlán), resultó que tenía las finanzas limpias. El “desde luego que sí” quedó otra vez en incompetencia o complicidad.

Hoy entonces nos preguntamos, ¿Se piden los 10 millones porque no hubo planeación de las finanzas? ¿O va a resultar que todo ese dinero se fue en los apoyos para los damnificados de las pasadas inundaciones?

Sí, en esa contingencia donde ordenó que nadie podía entregar apoyos a los necesitados, excepto ella, su esposo y su hijo, porque si no la familia se perdía la foto que engrosa su arrogancia.

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