15 de junio de 2009

Nadie jode con el PAN


¡AMIGUITO! ¿Adivina quién de estos dos weyes es más WAR PRESIDENT?

Pablo Jair Ortega -
pablo.jair.ortega@gmail.com.- La reciente visita del presidente Felipe Calderón a Veracruz fue con un sólo objetivo: amenazar… “A quien se meta con nosotros le haremos más difícil sus actividades”.

Y así con esa frase tan abierta, podemos pensar que no sólo se trata de un mensaje al crimen organizado. Siendo Calderón tan contundente y poco enclenque en su retórica, esta frase hubiese terminado en “le haremos caer todo el peso de la justicia por sus crímenes”, “los vamos a castigar con todas las de la ley”.

Pero no: la amenaza es amplia. El “nosotros” es “ellos”, “ellos” son los que están con “él”. “Él” es el presidente de México, panista, encabezando la segunda administración federal de oposición en la historia moderna de este país.

“Le haremos más difícil sus actividades”, suena más a someter a cualquiera con todos los recursos del Poder Ejecutivo Federal, aunque no sea delincuente.

La frase, entonces podemos comprender, no es meramente para los malosos; va dirigido para todos los opositores y adversarios políticos: “NADIE JODE CON EL PAN”.

Como si no bastase que el ambiente es tenso y las balaceras en el país no han cesado, este mandatario beligerante, este “war president” como bien se describiría gracias a las ocurrencias de Bush, llegó a advertirnos en suelo jarocho que nadie jode con el gobierno federal, con su administración y mucho menos con su partido.

“Nadie jode con el PAN” es el mensaje más claro que nos deja un presidente cuyo cinturón de seguridad rebasa por mucho al que estábamos acostumbrados los reporteros veracruzanos cuando teníamos que cubrir los eventos de Miguel Alemán en sus tiempos de gobernador. Se comprende que por eso de andar matando narcos y agitando el avispero tenga que protegerse, pero eso de amenazar con una expresión tan abierta siendo el comandante supremo de las fuerzas armadas, suena más como a dictatorial.

Y es que el uso de las fuerzas armadas para “protegerse” de los “adversarios”, es como inician los dictadores.

Los últimos hechos confirman que el presidente del prometido empleo vino a decirnos la verdad a Veracruz y advertirnos --sin sutileza alguna-- que sus empleados del gobierno federal y sus panistas, son intocables.

En los Tuxtlas, a Víctor Luna Hernández, conocido luchador social de la región, lo acaban de meter a la cárcel por delito de “difamación”, cuando se supone que en tiempos de Fox quedó despenalizado. El supuesto delito es haber denunciado corrupción en dos funcionarios de la Lotería Nacional.

A escala nacional, en Yucatán, el ex delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en la entidad, Hernán Vega Burgos, no figura en las órdenes de aprehensión que un juzgado local emitió en contra de los involucrados en la red de prostitución descubierta el martes pasado en Mérida.

En Nuevo León, los panistas vieron que el dirigente del PRI en Veracruz, Jorge Carvallo, se ha hecho vello púbico con el asunto ese de legislar el internet, y decidieron dar cátedra de cómo se censura en el YouTube sin andar haciendo tanto pancho: suspendieron el canal de televisión “onlain” del periódico El Universal a petición del Comité Estatal del PAN… ¡Qué curioso! Germán Martínez se pitorreó cuando Carvallo lo propuso, pero los panistas fueron más prácticos y, como nadie debe joder con ellos, en menos de 24 horas sacaron del aire el canal del quizás más importante medio nacional del país. (No les gustó que dieran a conocer cómo se copian de spots españoles para hacer sus campañitas electorales).

Digo, a nadie sorprende que las grandes empresas de internet sean sacatonas al poder. Son fáciles de censurar sin tanta flatulencia como la que andaba haciendo Carvallo. Google (propietaria de YouTube) no quiere broncas diplomáticas cuando ganan millones de dólares diarios, y así auto censuran sus contenidos en China, por ejemplo.

Por si fuera poco, los candidatos a diputados federales por el PAN en Veracruz, comenzaron ya con la letanía de que son perseguidos por el sistema, acosados; algo así como un “¡Mírelos, señor presidente! ¡Mírelos, eh!”.

Y es que teniendo un presidente como Calderón así de belicoso --y con todos los recursos armados a su disposición-- lo mejor, según su lógica, es no joder con el PAN y sus muchachitos.

No hay comentarios.: