20 de noviembre de 2009

Secretario de Gobierno a punto de golpear a fotógrafo











Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Como si no bastase la violencia histórica que se vive en el país; como si no bastase que México fuese el segundo lugar en agresiones a periodistas en el mundo; como si no fuese suficiente que haya una periodista desaparecida en Michoacán, el estado de Veracruz y su gobierno tienen que figurar en estos lamentables escenarios de agresión a los medios de comunicación.

Totalmente fuera de sus casillas, y de una manera que sorprende a todos, el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, arremetió contra el fotógrafo Miguel Ángel Carmona. Lo increpó, lo amenazó, y todavía tuvo la ocurrencia de preguntarle "¿Quién te pagó para seguirme?".

¿Qué ocurrió? Que luego de presidir en el parque Juárez una guardia de honor en el busto de Francisco I. Madero, en el marco de los festejos de la Revolución, el alto funcionario se dirigía caminando al Palacio de Gobierno seguido por miembros de los medios de comunicación. Entre estos iban Miguel Carmona, quien le tomaba fotos de frente, lo que al parecer molestó al secretario y con puño cerrado le hacía ademanes de que cesara su actividad. El asunto llegó hasta el despacho de Reynaldo, donde ahí arremetió con violencia y de manera verbal contra Carmona. Tuvo incluso que intervenir uno de los colaboradores del funcionario para controlarlo, porque se veía dispuesto a golpear.

Sólo para resaltar la importancia de quién es el secretario de Gobierno, es el encargado de velar por la paz de la política interna, pero también es quien se queda a cargo del estado cuando el gobernador se ausenta e irónicamente es además presidente de la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas.

Ya es sabido desde hace años que Reynaldo Escobar Pérez, secretario de Gobierno (e insistimos: el segundo hombre después del gobernador Fidel Herrera) es una persona escandalosa en su actuar y criticable en su proceder: parece celebridad de programa de chismes. Tanto así que cuando inició la presente administración y se supo que Reynaldo era nombrado como el encargado de la política interna de la entidad, muchos círculos políticos y periodísticos quedaron sorprendidos con la decisión del gobernador Fidel Herrera Beltrán, pese a los antecedentes oscuros, poco discretos y de legendaria traición a sus protectores que caracterizan al hoy secretario de Gobierno.

No obstante, hasta el precandidato del PRI a la gubernatura, el diputado federal Javier Duarte de Ochoa, lo ha llamado "el mejor secretario de Gobierno que ha tenido Veracruz".

La relación entre Reynaldo y la prensa --especialmente la xalapeña que lo conoce muy bien, porque aquí en la capital ha forjado su carrera profesional-- ha sido distante. ¿El motivo?: la manera de actuar cuando se le critica y sus amenazas de que siendo el mejor abogado --según él-- puede meter a la cárcel a cualquiera. Así ha pasado su vida política, enfrentándose a los comunicadores de la capital veracruzana, porque saliendo de aquí, de su casa, donde todo mundo lo conoce y sabe quién es, en las demás ciudades se pavonea como "el respetable" secretario de Gobierno.

¿Respetable? ¿En serio? ¿Precisamente cuando ha hecho burla del importante cargo que ostenta? Digo, en otras partes del estado podrá hacerse pasar como un serio y solemne secretario de Gobierno, pero aquí en Xalapa --y no sólo los periodistas-- lo conocen mínimo por tahúr, alcohólico y mentiroso, nada que ver con el sencillo y carismático Reynaldo que era abogado defensor de los maestros de la UV.

En pocas palabras, Xalapa ha sido testigo de la transformación del Dr. Escobar para transformarse en el Sr. Reynaldo de manera tristemente permanente.

Ahora en este emblemático 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana, Reynaldo hace otra vez gris historia y arremete violenta y físicamente contra el fotógrafo y premio nacional de periodismo Miguel Ángel Carmona. ¿La razón? Sólo "el mejor secretario de Gobierno que ha tenido Veracruz" lo sabe.

Quizás tuvo un mal día; quizás no puede comprobar honorablemente sus acusaciones contra los periodistas Alberto Morales y Mario Chama; quizás anda ciscado porque esperaba que su comparecencia fuese el día de los halagos, las mieles y elogios para el secretario de Gobierno y contraste tuvo que ser exhibido por sus falsas acusaciones contra los periodistas, y porque personal de seguridad de Reynaldo --externo al Congreso del Estado-- impedía el paso de la diputada Dalia Pérez por el simple hecho de que se manifestaría en contra de la Ley Antiaborto recientemente aprobada.

Esto quizás lo mantiene fuera de sus casillas. O tal vez sea que se haya dispuesto a celebrar el bicentenario de la Revolución arremetiendo contra un fotógrafo.

Como sea, pero no hay justificación. Reynaldo sabe perfectamente quién es Miguel Ángel Carmona y su respetado trabajo en la lente y trato como persona. Si no lo sabe, entonces volvemos a confirmar que el trabajo de secretario de Gobierno le vuelve a quedar muy grande, y deja de ser el hombre del gabinete que supuestamente debe estar más informado.

Como sea, pero no se vale. ¿Quién ahora garantiza la seguridad de Carmona? Porque si no lo sabe Reynaldo --como suele suceder-- esto no es pleito de cantina: es la amenaza del segundo hombre más poderoso del estado contra un comunicador.

Ni un solo pelo, Reynaldo: ni uno solo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades por el artículo. Ojalá este tipo de información llegara a todos los ciudadanos del estado, para exigir la destitución de su cargo de este "señor". Por eso estamos como estamos.