23 de abril de 2013

¡Mamá, mamá, mira... Soy opositor!






Las listas macabras


Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Cómo está de moda esto del Twitter que ya es parte imprescindible de cualquier empresa, organización, personaje o gobierno. El que no tenga Twitter, está desconectado del mundo de las redes sociales de gran alcance.

De hecho Twitter no es en sí una red social. Es un microblog, pero sin duda ha creado lazos en su comunidad internacional. En el caso de Veracruz, muchos se conocen y conviven gracias a Twitter, compartiendo intereses, tardes de café y cine, noches de antro y hasta madrugadas. Hay amigos, novios, matrimonios y hasta amigos con derecho que se conocieron por Twitter.

Gracias a las redes sociales ya nació inclusive un nuevo tipo de trabajo: Community Manager, o administrador de redes sociales. Son aquellas personas que específicamente laboran para crear mensajes de Twitter o Facebook.

En Veracruz ha tenido gran alcance el Twitter, tanto que hasta se creó una Ley dizque para castigar a los que andan difundiendo mensajes que provoquen pánico. Ya fueron al bote dos tuiteros por andar inventando que andaban unos malosos disparándole a los niños en un kinder desde un helicóptero, y los acusaron de terroristas. Sí: al mismo nivel que los chechenos hijos de la gaver que detonaron unas ollas express aparentemente llenas de frijoles en la maratón de Boston.

Hay gente que no le sabe, como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que piensa que Twitter es Hugo Chávez es un pajarito que le da vueltas en la cabeza y le chifla para darle la bendición.

Para eso hay gente que se dedica venderle al gobierno o a particulares la idea de que pueden darle presencia en las redes sociales. Entre estos hay buenos y malos.

En Veracruz, hay uno que se dedica a estos menesteres, de manera muy chafa, pero no falta el que le compra sus frijolitos mágicos: se llama José Luis Galindo, quien se vende como periodista en Veracruz, es “director” de una agencia apócrifa y presume tener 241.651 seguidores en Twitter, la mayoría de ellos, comprados en sitios especializados para conseguir followers (esto último es muy común entre nenas del medio artístico como Anahí). Algunos de estos usuarios falsos son conocidos como “bots”, cuentas que realizan funciones específicas, imitando el comportamiento de un humano.

A Galindo (@JLGalindo1) ya se le ha señalado de dedicarse a saturar las búsquedas determinadas en Twitter para bloquear información de los verdaderos usuarios.

Por ejemplo: trabajando con el aspirante a la diputación federal Reynaldo Escobar, el fallido y tristemente célebre ex procurador de Justicia del Estado, saturó la etiqueta (hashtag) #Xalapa; si usted buscaba en Twitter alguna información de la capital del estado, lo único que encontraba eran cuentas falsas de tuiteros hablando maravillas de Reynaldo Escobar.

Hasta hace poco se le atribuyó la creación de cuentas falsas, “bots”, para saturar las búsquedas de #verfollow #xalfollow #xalapa con la intención de que no se dieran a conocer eventos de violencia como balaceras, levantones, o situaciones de riesgo.

Todo lo anterior fue un rotundo fracaso. Basta con bloquear esos usuarios falsos para que la búsqueda de información en Twitter se depure. La “estrategia” para manipular la información que se divulga en Twitter se cayó por su propio peso, como cualquier mentira.

“Los bots no votan”, dijo por ahí Claudia Cruz (@ClauCruzG, reconocida en la comunidad tuitera como una de las más importantes managers de redes sociales) pero Galindo cree que sí, pese a sus estrepitosos fracasos que vienen desde la campaña de Miguel Ángel Yunes Linares como candidato a gobernador en 2010, donde empezó su changarrito. Esto último es público y sabido por los verdaderos periodistas.

Lo malo, al final de cuentas, no son las chucherías fraudulentas que vende; lo malo es quienes le compran ciegamente un trabajo deficiente y engañoso.

Tan malo es su trabajo que en sus cuentas falsas de Twitter aparece mencionándose a sí mismo el wey.

La realidad es que Galindo no tiene peso mediático, ni con Telenews (que en su momento con Yunes lo tuvo, aunque hay datos de que se robó el nombre a una empresa del Distrito Federal y lo usa sin permiso), ni él como “periodista”. El trabajo de cada uno del gremio habla por sí solo y el de Galindo simplemente no llega ni a chismoso profesional.

Ahora el portal www.soulito.mx (del también conocidísimo tuitero @Soulito) surge una “lista negra” donde aparecen mencionadas unas cuentas de Twitter. Aparecen cuentas vinculadas al PRI; otra donde aparecen cuentas creadas para fines electorales donde se menciona a Galindo, una muy corta de periodistas y otra de ALIADOS y OPOSITORES, sin especificar de qué o contra qué.

Entre los opositores hay cuentas de Twitter de periodistas veracruzanos como Verónica Danell, Lourdes López, Saúl Contreras, Alberto Morales y su servidor. Aparece también @Soulito, quien tiene una gran cantidad de followers reales.

¿A qué somos opositores los arriba mencionados? Tal vez al maltrato animal o al mal uso en Twitter para trabajitos sucios como los que hace Galindo

¿Quién tiene criterio para definir quién es aliado y quién es opositor? ¿Para quién es la mencionada lista y cuánto costó esta chambita pedorra? No se sabe, sólo se puede especular.

La realidad es que dichas listas sólo causan mofa, sea para quien sea la lista y los intereses para los que sirva.

Lo único que se les pide es que tengan la madurez y seriedad para definir a qué somos opositores. En estos tiempos hay muchos pendejos con iniciativa para que al calor de las campañas pueden hacer cualquier cosa, como una agresión contra cualquiera de los periodistas arriba mencionados, quienes tienen foro para defenderse, pero ¿y los opositores qué no?

Una lista de periodistas opositores en un estado considerado como el más peligroso para trabajadores de medios en el país, sólo lleva a pensar que hay fines perversos detrás.

La realidad es que el trabajo de todos los periodistas habla por sí mismo. Habemos malos y buenos, y hay unos que ni siquiera lo son, como José Luis Galindo, que se la pasan vendiendo formulitas mágicas engañosas a incautos que se dejan y que duras penas le entienden al Twitter y no pueden controlar.

(Fotos de las listas en www.enlaceveracruz212.com.mx, www.multigrafica.com.mx, www.columnasinnombre.com y www.soulito.mx)

1 comentario:

Unknown dijo...

¡aplausos! Antes, no hace mucho, los actores políticos contrataban a un conocer de medios y trabajadores de los mismos, para tener en cuenta perfiles de información u opinión, ahora contratan a mercadólogos cuya especialidad es otra, pagando con perlas información errónea, de ahí sus tropiezos mediáticos.