3 de noviembre de 2015

Ejecutado a unos metros del cuartel

Rodolfo Zapata Carrillo

Serán las autoridades quienes investiguen la ejecución del abogado Rodolfo Zapata Carrillo, en Coatzacoalcos, pero es mucha casualidad su brutal asesinato.

Según los primeros reportes, a Zapata Carrillo lo ejecutaron muy cerca de las instalaciones del Mando Único, a unas cuantas cuadras del cuartel donde se concentran las corporaciones policiacas encargadas de vigilar al antiguo Puerto México.

Rodolfo Zapata --originario de Tampico, Tamaulipas-- fue quien recientemente organizó una protesta contra la inseguridad palpable en este municipio y hasta pidió la renuncia de Arturo Bermúdez Zurita, titular de Seguridad Pública, por su ineficacia y los altos índices de delincuencia que se estaban desatando en la región, de la cual también fue víctima.

Hoy su muerte indigna a muchos en la región sur, pues su activismo en contra de la inseguridad y levantar la voz para pedirle a las autoridades que hagan su trabajo le acaban de costar la vida. Ni siquiera el sicario disimuló un robo, un asalto, un accidente… Simplemente se acercó y le soltó varios disparos a quemarropa.

Y es que mientras en Xalapa esta mañana de martes se firmaba un convenio de mecanismo de defensa para protección de periodistas y defensores de derechos humanos, se toman la bonita foto para el boletín, en regiones lejanas a la capital se está desatando la inseguridad y nadie hace nada por remediarlo.

Por ejemplo, llama mucho la atención las constantes reuniones que se han realizado en la Huasteca y zona limítrofe con Tamaulipas, donde los estados vecinos han señalado a Veracruz como el lugar donde los delincuentes se refugian. A dichas reuniones encabezadas por altos funcionarios, han acudido el secretario de Gobierno y el Fiscal General del Estado, pero (a diferencia de otros eventos pocos trascendentes) no se divulgaron los encuentros, lo que demuestra que hay un desinterés pleno por no atender o dar a conocer los acuerdos en estas reuniones, donde Veracruz sale mal parado ante las entidades colindantes.

Pero el tema de inseguridad, como muchos otros en Veracruz, tiene que ver directamente con la falta de recursos. Desde hace meses --si no es que años-- se viene hablando de que las patrullas de Seguridad Pública y de la Fuerza Civil no tienen ni para la gasolina, lo que es aprovechado por la delincuencia para cometer fechorías, dada la inmovilidad de las corporaciones.

Hay casos verdaderamente ridículos como el de un comercio que estaba siendo asaltado en Minatitlán, a unos metros del cuartel de la Policía Naval, a donde tuvieron que llegar corriendo los elementos porque no tenían gasolina en las patrullas.

A lo anterior también se suma que la Policía Naval prácticamente ya no existe en la región sur, pues muchos de los marinos renunciaron a la vigilancia en las calles. Algunos también se quejaron de que el bono por el que arriesgaban su vida, se les quedó debiendo. Lo único que queda es el nombre a unos civiles disfrazados que no son de la Marina y de eso ya se da cuenta la población.

El asunto de los recursos es un tema que ya en Veracruz han tratado de justificar con tecnicismos, culpando a otros de la responsabilidad, evadiendo, pero la situación real es que quienes están en los cuarteles, sobre las patrullas, están exponiendo su vida a cambio de nada.

Literalmente, trasciende que incluso algunos jefes de la Fuerza Civil (que iniciaron con buenas y sanas intenciones) ya están negociando con grupos de poder fácticos en algunas regiones porque no les mandan ni para la gasolina.

Quizás por eso no llega la Gendarmería Nacional a Veracruz: no hay recursos para hospedar y apoyar a la fuerza élite del gobierno federal y es mejor seguir con la cantaleta de que a los veracruzanos nos toca que nos cuide la “Marina” y evitar (más) vergüenzas por algo tan absurdo que no sirve para justificar la inseguridad: que no hay lana.

EPÍLOGO: De última hora, la Fiscalía anunció que tiene identificado al vehículo que se uso para ejecutar al abogado y que fueron dos personas las participantes, usando un “cuerno de chivo”. Deja entrever, gravemente, que el asunto fue ejecutado por la delincuencia organizada, lo que confirma que en Coatzacoalcos el Gobierno de Veracruz está perdiendo la batalla por andar metidos más en el asunto electoral. Ahí la llevan.

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