10 de octubre de 2008

¡Ay, nanita, córranle! ¡Córranle! ¡Ahí viene el ciclón!

Este martes 7 de octubre de 2008, se decidió tomar todas las medidas preventivas necesarias ante lo que se avecinaba: lluvias, muchas lluvias, harta agua cayendo por todas partes. En Minatitlán, luego de la desgracia vivida (y que todavía no termina), lo más conducente como veracruzano era prepararse.

Primero lo primero, luego segundo lo segundo y tercero lo tercero… Ir por los papeles importantes, el acta de nacimiento, el de defunción falsa (por si las moscas), la herencia firmada por mi abuelo convaleciente, la credencial de elector, la de SAM’S, Costco, Video Rana y la tarjeta de Bancomer.

Luego la Jackie y la susodicha, a quienes les di órdenes específicas –hice que así lo juraran– de que en caso de que cayera al río, me dejaran morir, que no se arriesgaran a rescatarme. Que se fueran inmediatamente al refugio atómico o de perdis a la azotea a esperar que un helicóptero las rescatara… Pero que fuera uno de los Puma de la Marina, y no que se fueran a conformar con el Bell de Seguridad Pública.

Desde Minatitlán, el Betogato ni bien terminaba de tomar sus gráficas de las inundaciones que iban cediendo, o de la manta que apareció dando recompensas, cuando metió todo a la maleta y agarró rumbo desde el sur de Veracruz hacia la región de Nautla y Tuxpan, a donde estaba anunciada la entrada de la tormenta tropical “Marco”. Imagine usted a un fotógrafo profesional tan ávido de retratar todo lo que se deje y sea importante de cubrir, que en el caso de Mina, ni bien terminó de visitar lo que en un momento fue Venecia región 4, cuando en unos instantes más, a la velocidad del rayo, llegó al norte de Veracruz.

Así como el Beto, decenas de periodistas salieron como pollitos en fuga desde el sur de Veracruz que dejaba de ser noticia, para irse al nuevo escenario de lo que podría ser la desgracia en boga.
Todos llegaron preparados: botas de hule altas, decenas de botes de agua y latas de frijoles o sopas instantáneas; impermeables industriales color amarillo canario fosforescente, con gorrito, chaquetón y toda la cosa. Guantes también de hule. Sombrillas con pararrayos, por si acaso los relámpagos se ponían de a peso, y uno corriera el riesgo de sufrir electrocutado.

No faltarían los chalecos salvavidas; tampoco los salvavidas mismos en forma de donas, o de cocodrilo, chance hasta de Bob Esponja. Para adornar la escena de aguas, el infaltable estereotipo del patito de hule amarillo, que no sirve para nada, pero ahí anda flotando.

Los goggles (ojo, fíjese bien: pa’ los oclayos, no pa’ buscar cosas en internet) antiempañantes. También lo conducente para cuidar el equipo fotográfico. Hay quienes para ir ad hoc a estos tiempos de mucha agua, copiaron el estilo de los pescadores de Coatza y se compraron sus chanclas “pata de gallo” presumiendo que carecen de hongos y pie de atleta.

Reportados todos listos para lo que sería la tormenta tropical “Marco”, lo que algunos todavía dijeron sería huracán o ciclón. Incluso el invitado llegó dos horas antes en Vega de Alatorre.
Ya estaban todos en el punto, y… nada.

Bueno sí: unas pringuitas, un leve chipi-chipi, una llovizna por allí. Unas cuantas nubes más oscuras que conciencia de muchos políticos jarochos. “Mmmmm… Pero si nos dijeron que iba a ser el diluvio… ¡Chin!”.

Los ríos, pues sí, con agua (Jeje, sino no serían ríos). Si acaso crecido tantito, pero afortunadamente no los metros que prometieron.

En Misantla, pues tampoco así que digamos que el caos se hizo presente, y que casi casi Neptuno estaría a tocando la puerta, pues no, eh.

Para el sur también se anunciaban lluvias, según reportes oficiales, pero por más que se quiso, el calor y solecito no se quitó ni un ratito. Todavía hubo quienes mejor prendieron el clima que hasta hace poco era innecesario porque en Mina estaba haciendo frío (es neto). En el norte, los periodistas mejor se quitaron los impermeables porque estaban reportando deshidratación y pérdida de masa corporal ante el calor que hacía en la zona.

Esta tarde me quedé con ganas de ver llover.

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