Coquetas ellas
Nos dimos cuenta que Xalapa era totalmente único: un clima perfecto, cafés por todos lados, librerías, amigos nuevos, sede de escritores, prominentes pedagogos, intelectuales, gente que sabe de historia, pero lo que más se recuerda es que en esas fechas había fallecido Marlon Brando, el famoso actor quien dio vida a Vito Corleone, en la trilogía fílmica de “El Padrino”.
El luto, en cualquier otra parte de Veracruz, valdría cacahuate, pero un saxofonista llamado Ray Cadó (cuyo nombre supimos anoche por el Facebook de la periodista Laura Haddad) estaba instalado ahí en el Banco Santander que está sobre la avenida Enríquez. El tema que había en el ambiente y causaba hasta nostalgia, era el de la película “El Padrino”. De ese tipo de magia hay en Xalapa.
Para muchos es curiosidad ver a las estatuas vivientes en el Parque Juárez u otras zonas de esparcimiento. Algunos son alumnos de la facultad de Artes que salen a las calles para ganarse unos pesos, pero a la vez para hacer prácticas escénicas. Se disfrazan y nunca falta alguien que se acerca a darles una moneda para verlos actuar o simplemente tomarse la foto. Esto no se ve en otra parte de la entidad veracruzana.
En la administración de David Velasco Chedraui, se escribió desde este espacio que sus inspectores de Comercio habían arremetido contra un artista callejero que se disfrazaba de espantapájaros y a la vez vendía figuras o dulces con este personaje. El momento de la agresión fue captado por el lente de Darío Pale y se hizo la denuncia pública correspondiente del abuso de autoridad en contra de una persona que sólo buscaba ganarse la vida de modo decente.
Al final el ayuntamiento reculó, envió un boletín expresando respeto a la comunidad artística y asunto arreglado.
Elizabeth Morales ya parece pato: evacúa a cada rato y a cada paso que da. Sus malas obras públicas la han hecho caer repetitivamente en error tras error tras error y así sucesivamente. Ha causado daños en aras del “embellecimiento” del Centro Histórico, y tuvo por meses (hasta que protestaron los vecinos y comerciantes) cerradas algunas calles estratégicas de la ciudad para desahogar el ya de por sí asfixiado tráfico xalapeño. Zonas como Los Lagos están en una obra pública que parece interminable, cíclica, sin fondo alguno.
La nueva ocurrencia de la alcaldesa es que ahora mandará a desalojar a los limosneros, músicos y artistas callejeros de las calles del centro histórico de Xalapa. Los artistas callejeros no pueden buscar una manera decente de vivir; no pueden estar en las calles tocando una marimba o un saxofón.
La alcaldesa parece que quisiera desquitarse de sus errores por todos señalados, contra quienes trabajan en el Centro Histórico de Xalapa. Contra los “pedigüeños”, como los califica.
La que se supone que estaba del lado de la gente, que le decía a sus televidentes y radioescuchas enfáticamente “Usted no está solo”, ahora resulta que le da alergia ver a los artistas callejeros y vendedores tratando de ganarse unos centavos para comer. Vaya, si los afectados fueran hermosas mujeres, pues sería otra cosa: los invitaría a Los Cabos y así.
¿O alguien la está cilindreando para que la ciudad sea despejada para no horrorizar a unos ojos delicados que no quieren ver la real pobreza? Como sea, en cualquier, la decisión es por demás estúpida.
¿De cuando acá la benefactora de la pobreza va en contra de los pobres? Con esas medidas, Elizabeth se está quedando sola.
2 comentarios:
De acuerdo con las malas obras y decisiones de la administración de Morales. Considero debe replantearse lo de los ‘artistas' callejeros (previa reflexión de quíenes lo son y quiénes no). Pero no estoy de acuerdo con la práctica de los limosneros, no creo que sea una forma ‘decente' de vivir. Hay varios cados de sinvergüenzas en el asunto. Mejor un programa social de autoempleo, aunque estoy seguro queocos serían los ‘pedigüeños' que optarían por éste...les deja más la calle.
De acuerdo con las malas obras y decisiones de la administración de Morales. Considero debe replantearse lo de los ‘artistas' callejeros (previa reflexión de quíenes lo son y quiénes no). Pero no estoy de acuerdo con la práctica de los limosneros, no creo que sea una forma ‘decente' de vivir. Hay varios cados de sinvergüenzas en el asunto. Mejor un programa social de autoempleo, aunque estoy seguro queocos serían los ‘pedigüeños' que optarían por éste...les deja más la calle.
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