Renato Tronco
Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Durante todo este tiempo nos hemos equivocado los críticos de Renato Tronco Gómez, y nunca pensamos que su vocación política estaba rebasada por el melodrama. Que lo suyo, lo suyo, es el teatro de lágrimas.
Durante todo este tiempo, Renato Tronco nos engañó haciéndonos creer que era político, que buscaba ser líder de Las Choapas y expandirse como intento de cacique por toda la zona sur. Que quería entrar a dominios de los petroleros vía la zona rural de Minatitlán, pero se le olvidó que la Sección 10 no es la misma que la 26. Que quiso ponerse las botas de su mentor Cirilo Vázquez Lagunes, pero está lejos de tener la inteligencia que le daba su gran sentido común.
Quién iba a pensar que Renato Tronco Gómez era algo así como una sorpresa incubada en artes melodramáticas y hasta tragedias, con finales como la muerte del regidor Alfredo Pérez Juárez el 6 de junio de 2006 y que aún nos recuerda la calidad moral que tuvo Tronco para dar muerte a un opositor, y peor aún la calaña de quienes lo protegieron. Al ex regidor no se le ha hecho justicia.
Quién iba a pensar que Renato Tronco era una especie de actor de ópera; que andar en caballo o meterlos al Congreso no era un folklorismo, sino uno un acto escénico como si fuese Valquiria o Cid Campeador.
Tronco ha escalado en su carrera política para tirarla a la basura por un teatro, un drama por el de sentirse traicionado. A lo mejor, con lo sensible actor que es, nunca supo que en política las traiciones están al orden del día y que cuando se es útil al sistema, es apreciado. Después, sólo eres nada y hasta te persiguen.
Al pobrecito Renato Tronco le deben estar colmando las angustias al estilo de Victoria Ruffo o Carmelita Salinas. Que debe estar sufriendo más penurias que Job y más desprecios por parte de la clase política que las tres Marías de Thalía.
Por eso ahora, en exclusiva, anuncia que se retira de la política, renunciará a la curul y hasta dejará de ser esa alimaña política --más que animal político-- para dedicarse a los prósperos negocios que han crecido, curiosamente, a la par de su vida pública.
Ahora resulta que después de todo este tiempo de haber vivido pegado a la ubre, de haber mamado del erario estatal, terminará tirando todo por la borda, quemando las naves como Cortés, así bien sacalepunta.
Nadie le cree el cuento, pero igual en una de esas nos vuelve sorprender con otra actuación/chantaje y nos dice que se dedicará a la cantada como lo hizo en el 2011, cuando pidió licencia a la Presidencia Municipal de Las Choapas, justificando que no era porque quería la candidatura a diputado federal, sino convertirse en cantante de música ranchera y de banda.
“Incluso comentó que ya le componen las canciones que incluirá en su primer disco, el cual será acompañado con un espectáculo de caballos, para hacer un show similar al de Joan Sebastian” (nota de Jair García, en La Jornada Veracruz, fechada el jueves 17 de noviembre de 2011).
Y es que el chantaje que hizo cuando abandonó al PAN y pasarse al PRI, en un discurso que se recuerda todas las pestes que habló en contra de Fidel Herrera Beltrán y hasta de su esposa Rosa Borunda de Herrera. Bastó un acercamiento con el mandatario estatal, para que se le cumplieran los caprichos y se convirtiera en operador del río Fide en ese punto del extremo sur de Veracruz.
En 2009, quiso aplicar la misma estrategia de chantaje, esta vez en Nanchital cuando aspiraba a la curul federal por el distrito de Minatitlán e hizo que hablara pestes de los petroleros; lo menos que dijo es que el gremio era “arcaico y unos dinosaurios que no representaban al distrito”… Pero el chantaje no le funcionó y los mecenas del distrito lo mandaron a la gaver.
Ante el panorama de chantaje que hoy se vislumbra, nos queda claro que si al menos no le creen el cuento de la mentada licencia a la diputación local, o que su hermano Miguel (que dicen los que saben que es la mano que mece la cuna de Renato) se va a retirar por las buenas y no gobernar Las Choapas, posiblemente el polémico legislador sombrerudo llegue a ser cantante de palenque, aunque Renato Tronco Gómez tiene harto talento --más bien-- para ser payaso de rodeo.
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