¿Y guau-guau por qué?
Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El escándalo del plan para matar perros callejeros en Xalapa se confirma con las declaraciones de Gabriela García, coordinadora del Centro de Salud Animal del ayuntamiento capitalino este martes, quien confirma que efectivamente había un plan y orden de “eutanasia” para “tener perros sanos en las calles”.
En verdad creemos que se exagera con dicha medida, pues si cada vez que tengamos eventos de talla internacional mataremos animalitos, lo más sano sería mejor no traer ningún evento y sanseacabó… ¿Para qué ganarnos la imagen de bárbaros mata-fauna que por la llegada de extranjeros haremos limpieza de animales callejeros? ¿O qué? ¿A poco no hay perros en Centroamérica o en el Caribe?
Y digo, si allá los matan, ese es problema de ellos, pero ¿tenemos que imitar esas costumbres en aras de la imagen de Xalapa para los mentados Juegos Centroamericanos y del Caribe?
Y no, no es por azotarnos con el asunto de que los animales estén por encima de cualquier evento que le den prestigio a Veracruz, pero creemos que el prestigio de Veracruz está más allá de una justa deportiva.
Por ejemplo, en lugar de andar pensando en matar perros, mejor se preocuparan por la mala imagen en que se han visto envueltos los JCC, con escándalos en el manejo de presupuesto y obras retrasadas que todavía no se entregan.
Otro ejemplo: ya se ha anunciado hasta el cansancio que el velódromo de Xalapa será convertido en sede de eventos para conciertos chunchacas y mitotes políticos; o que igual servirá para cumbres de talla internacional, pero que no serán necesariamente de tipo deportivas.
Es decir, tendremos un velódromo que se convertirá en lo mismo que el Museo de Ciencia y Tecnología (hoy MIX) que servirá sólo para escenario de eventos políticos ruidosos, cuando existen espacios privados -y públicos- para ello… ¿De cuándo acá, por ejemplo, han negado hacer actos faraónicos en lugares como el estadio “Heriberto Jara Corona” y ahora resulta que es necesario un Centro de Convenciones para Xalapa? ¿Por qué no se usó el intento de Museo de Transporte para ese fin?
Pero lo más importante, ¿por qué no aprovechar las instalaciones deportivas precisamente para lo que fueron creadas y no para convertirlas en negocios para restauranteros, hoteleros y comerciantes ligados al poder político? ¿Por qué no usar el velódromo para competencias internacionales o para prácticas de ciclistas que todos los días arriesgan su vida entrenando en la carretera Xalapa-Coatepec?
Otro ejemplo -a lo mejor el más importante— puede ser el que se destaque a Veracruz como de las pocas entidades donde se lucha y la autoridad responde favorablemente (aunque no de manera absoluta) en el tema del cuidado a los animales.
Lo anterior no se debe olvidar. Teocelo, por ejemplo, hizo que el mundo volteara hacia Veracruz cuando fue nombrado el primer municipio antitaurino del país. Veracruz, propiamente como entidad, recibió reconocimiento a nivel nacional como uno de los pocos estados que tiene una Ley de Protección Animal (imperfecta, pero ya está).
Lo más seguro, es que ni siquiera hubo una estrategia para convivir con la fauna urbana y el plan de matar animales callejeros salió al vapor, al ritmo de la desorganización que identifica a los JCC Veracruz 2014.
De manera muy subjetiva, tampoco no concebimos a atletas que odien a los animales: son entrenados con cierta sensibilidad artística y que además serán trasladados (suponemos, porque la logística es secreto de estado) en unidades especiales, a través de rutas predeterminadas, con vigilancia especial, escoltados y en cómodas unidades que los llevaran a hoteles selectos.
¿Entonces para qué demonios matar perros? Seguramente los deportistas se van a ofender por verlos en la calle y les va a dar el patatus…
O sea, “guau” con sus ideotas.
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