7 de mayo de 2008

Crónica de una sesión naranjera

Pablo Jair Ortega - pablo.jair.ortega@gmail.com

Esta mañana luego de la grilla en OlmecaTV (y la grillada que nos dieron, chale), nos amanecimos en Coatza con el memorandum de que al Cat lo había atacado una bola de rufianes con “charola”… Y no se trataba de periodistas, sino de policías vestidos de civil que, según el recado, se enfrentaron ojetemente con el famoso Betogato.

En contraataque, ya se estaba juntando una cuadrilla de marihuanos valemadristas de las colonias más selectas de Minatitlán, para ir en camionetas a ponerles una acalambrada de aquellas a quienes se metieron con el gran caricaturista y fotógrafo; de hecho como avanzada les mandaríamos una célula de mujeres simpatizantes de La Potra, nomás pa’ que sientan lo bravo que es el sur.

Pero esta mañana nos comunicamos con el BetoGato, y nos dice afortunadamente: “Todo bien, men”.

Todo esto ocurrió en Martínez de la Torre, donde la nota roja la pusieron los de segurida’: polis municipales naranjeros que se encargaban de custodiar un evento sin precedentes en dicho lugar: la sesión de la sexagésima legislatura. Es decir, los diputados locales sesionaron fuera de sus cómodas curules de Xalapa, para irse a dar un baño de pueblo bajo un calor celestial, con eso de que ya quedó claro que el infierno es algo así como Siberia.

Pero dejemos que sea el “mesmesemo” BetoGato quien sea el narrador de esta aventura: “El calor de su fucking mother, al recinto asistieron alcaldes de la región: el de Tlapacoyan, el de Jilotepec, el de San Rafael, incluyendo diputados federales, entre ellos, el convergente Virgen, no recuerdo su nombre, pero es el que está con la bolsa de dama en las fotos… Héctor Yunes Landa pasó a tribuna y tiró un rollo en un tono que más que como legislador, hablaba como candidato... Carolina Gudiño anunció que le cederían la palabra al alcalde anfitrión... Al subir éste a tribuna, la bancada panista se engalló, y tuvo que ir Yunes Landa a cabildear los ánimos”.

Prosigue el Gato: “El alcalde tiraba un rollo gris y sin sentido: fue cuando a un gesto de la diputada Gudiño le pidió al alcalde que se retirara, porque la sesión tenía que continuar (jajajaja)… Te comento que al lugar del recinto, llegaron como invitadas de honor las dos niñas parlamentarias; le dieron a cada una su respectiva curul y alguien comentó que el suplente de una de ellas era el diputado Zarrabal. (Otra vez, jajajajajaja)”.

Quizás el clímax de esta aventura en tierras cítricas, fue esa habilidad patentada de Indiana “Herrera” Jones para salir del lugar de las maneras más insospechadas y que sorprenden hasta a sus más cercanos colaboradores. Según el Cat, ocurrió lo siguiente: “El gober no habló. Después de la intervención de tres diputados, se declaró un receso para que el gober abandonara la sala… Como siempre travieso, quería escapar por una lateral del recinto, pero que se da cuenta que para salir por ahí tenía que brincar como 2 metros, y mejor que se regresa. Como siempre, el saludo y la entrega de peticiones, folders y demás… Él siguió caminando hasta la calle, mientras su escolta se hacía bolas para mover los vehículos entre la gente… Ante esto, el gober se subió a una patrulla Nissan de Tránsito y ¡pelas!… Que le pide al oficial que lo llevara, y la cara de sorpresa del “tamarindo” no era para menos”.

Luego seguiría el momento de los destapes: “De ahí salió y se fue a la iglesia del Rosario, en algún barrio de Martínez; ahí lo estaban esperando junto con el padre de la parroquia, el licenciado Carbonell, encargado de Asuntos Religiosos del estado. Cuando el gober arribó, palabras más, palabras menos del padre, fueron: ‘cuando yo escuchaba que Veracruz late con fuerza, pensaba que nada más era publicidad, pero como usted anda en todas partes como aquí con nosotros, ahora entiendo por que sí Veracruz late con fuerza’… Ereleeeeeee, el padrecito grillo… De ahí el tío salió y se montó en su Suburban para trasladarse a la inauguración del hotel AQUA de la cadena Best Western; de ahí salió rumbo al restaurante El Rocín a que lo destaparan (otra vez)”.

Es allí donde se da el desencuentro entre periodistas y policías… ¿Será por qué el restaurante “Rocinante” no tiene planta de tratamiento y tira sus porquerías al río Bobos? Tal vez eso era lo que estaban ocultando.

El Cat lo narra así: “El incidente de la entrada por parte del comandante de pacotilla y sus secuaces se dio en general con todos los medios, hasta con los de casa como son RTV y Comunicación Social, con el argumento de que nadie había invitado a los periodistas a un acto privado, según ellos… No había nadie de relaciones públicas en la entrada, por eso de que el gober ya había entrado, en fin. Cuando pudimos entrar, ya sabes, el gober apenas se estaba sentando y fue cuando tomaron la palabra para darle la bienvenida. Ahí fue cuando el wey que habla dijo: ‘lo vimos como diputado, lo vimos como senador, lo estamos viendo como gobernador y lo veremos como presidente de la república’… Eso le arrancó una risa de sorpresa al gober (AJA)… Después de cerrar con la frase ‘El Rocín late con fuerza’ le entraron a una tablita de quesos que era la entrada para luego pegarle a las acamayas…”

-Era notorio que en el lugar había mesas vacías…- concluye el Cat.

1 comentario:

Armandís de Mina dijo...

Muy buena crónica, alguna foto por ahí no estaba de más.

Chale con la publicidad de minayork...