13 de enero de 2010

Implacable frío xalapeño

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Más allá de la fuerte gripa que me azota, el frío en Xalapa ha sido igual de despiadado como el calor que los xalapeños no soportaron en abril y mayo. Bien lo decía la vox populi: "Así como están los calores, van a estar los fríos".

En los días recientes se ve por momentos calles completamente desiertas: la gente no quiere salir a la calle… ¿Para qué? ¿A qué demonios se expone uno a sentir como navajas las corrientes heladas? A tener las patas congeladas y húmedas, frías, que se tardan en calentar bajo cerros de cobijas. Los más abusados tienen su talega llena de agua caliente, como se ven en las caricaturas viejas.

Otros compraron sus calentadores eléctricos en forma de ventilador, para ir calentando un poco el ambiente. Hay quienes no se quieren ni siquiera bañar.

Lo peor es el tráfico. Sí, ya sé, los chilangos dicen que a ellos no les pueden hablar de tráfico porque están curadísimos de eso, pero la realidad es que en Xalapa no; había manifestaciones, sí; había granaderos, trancazos y ya, pero no eran tan constantes; los inconformes encontraron ya la formulita ante la ineptitud de los operadores políticos: nomás basta con cerrar la calle Enríquez para generar caos y atención.

Ahora la circulación está atascada de taxis de sobra y camiones que aglomeran en el centro histórico. También la facilidad de conseguir auto, ya sea por moda, por "necesidad", por tener ganas de moverse sin depender de un transporte público amafiado, corrupto, pero sobre todo impune e ineficaz.

¿Así para qué salir al frío? ¿Valdría la pena ir a los Tecajetes para ver a los pececitos? El parque es de los favoritos de los xalapeños, pero con este ambiente siberiano ni para irse a sentar a leer en los kioscos.

¿Ir al cerro del Macuitepetl? Ni pensarlo, allá que se congelen los líderes agrarios y Cándido Aguilar.

Ahora no sólo hay que cargar la mochila para el trabajo o la escuela, también hay que cargar con unos 5 kilos de implementos para el frío: guantes, gorras, chamarras que nos hacen ver pachoncitos, bufandas, doble calcetas, pants debajo de los pantalones, botas, suéter y ropa térmica. Los más aventurados se atreven a cargar con el paraguas e impermeable.

Frío, helado, congelante es el aire de Xalapa. Echarse un cafecito es la costumbre en la capital veracruzana, pero mis respetos para quienes se atreven ahorita a posar sus asentaderas en una cafetería. Les pesa más el hábito cafetero.

Nada como estar entamalado con las cobijas… ¡Achuuuuuuuuuu! Sodamedte esdpedo qe nod sed contagied de gidpa, podqe je jiendte de da made.

No hay comentarios.: