29 de septiembre de 2013

CNTE vino a enseñarle a maestros veracruzanos cómo protestar

José Murat, ¿detrás de las protestas magisteriales en Veracruz?

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Queda más que clara la participación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en su Sección 22. Su conferencia de prensa ayer sólo destapó lo que ya se sabía: maestros oaxaqueños (y de otros estados) están en Veracruz dirigiendo tras bambalinas el movimiento magisterial.

No se duda que existan líderes opositores serios veracruzanos; los hay en el magisterio jarocho, pero son más moderados, más preocupados por una verdadera resistencia civil en el marco de la legalidad. Es más que claro el repudio que hay a un cacicazgo de los líderes sindicales encabezados por los Callejas y los abusos históricos de éstos, pero los que han venido a radicalizar las protestas, ni siquiera son de Veracruz.

Hay maestros que realmente ya están preocupados por regresar a clases. Han entendido que una lucha como esta es desgastante y los únicos afectados son los niños y jóvenes del país. El maestro veracruzano está realmente consciente de la situación.

A lo anterior, súmese que ya hay sectores dentro del magisterio opositor veracruzano que ya ven con preocupación la presencia de grupos radicales externos al movimiento legítimo. Lo que en apariencia llaman “apoyo”, sólo se ha convertido en carga pesada para el movimiento. “Infiltrados” les llaman después, aunque los maestros veracruzanos se han visto temerosos para deslindarse por una razón: en su vida han protestado y no saben cómo decirle a los “invitados” que ya se vayan.

A este periodista, un grupo de maestros (y se reserva el anonimato de los nombres por obvias razones) platicó que se les ha salido de control el movimiento a la llegada de grupos radicales de la CNTE a Veracruz.

La razón de la presencia de estos grupos se debe principalmente a que los maestros veracruzanos “siempre han sido borregos”, es decir, han estado del lado del sistema en la operación electoral, en las campañas políticas, en las movilizaciones masivas como los desfiles, etc. Nunca les había tocado un escenario real de protesta contra el gobierno: son el gremio que ha favorecido a los intereses políticos del PRI, han servido para los fines políticos del tricolor y es por eso la gran pléyade de privilegios que llaman “conquistas sindicales”.

Ahora con la reforma a la Ley Educativa, los maestros en Veracruz al principio se mantuvieron al margen de la protesta, y sólo un pequeño sector expresó su inconformidad. La movilización se hizo más grande a raíz de que trajeron a profesores del Distrito Federal, Michoacán y Oaxaca, expertos en protestas. Entre ellos identifican a uno llamado “Bruno”, proveniente del Distrito Federal, pero hablan de dos o tres líderes más que provienen de los lugares antes mencionados.

Hoy en los periódicos, ayer en los portales informativos, se da cuenta de una conferencia de prensa de integrantes de la CNTE que confirmaron su presencia en Veracruz, aunque ellos lo disfrazan como “apoyo”.

A consulta de este columnista, la fuente subraya y reafirma que la presencia de gente de otros estados no es de “apoyo”, sino que es porque nunca en su vida el magisterio veracruzano había realizado una protesta y no tenían ni idea de cómo realizar alguna. Vinieron a “asesorarlos” cómo se debe realizar una manifestación: qué lugares tomar, el tipo de movilizaciones, a quién debe ir dirigido los planes de acción, urgir en la búsqueda de apoyos fáciles de influenciar como estudiantes, buscar el respaldo de fósiles de izquierda extrema, descreditar a la prensa que no los alaba, etc.

Así, peligrosamente han radicalizado las protestas al llevarlas a extremos como colocar a maestros en contra de los petroleros, como sucedió en Minatitlán la semana pasada cuando bloquearon el centro de abastecimiento de la refinería “Lázaro Cárdenas”. Los petroleros, sencillamente, ya no ven como aliados a los maestros, por mucho que tengan su propia causa en la futura Reforma Energética.

Otro de los peligros han sido las agresiones contra periodistas, que si bien son gajes del oficio, los disidentes ya van contra todo lo que huela a Prensa, como sucedió también la semana pasada cuando arremetieron contra Miguel Ángel Carmona, director de la agencia FOTOVER.

La toma de las calles, carreteras y de la presa Yuribia en el sur de Veracruz, han sido también otro factor de descontento contra la radicalización del magisterio. Los maestros han hecho hasta lo imposible por verse como enemigos hasta de quienes los podrían ayudar, (petroleros, prensa, civiles en general) pero sus actitudes ya están distando mucho de una protesta contra gobierno y sí una en contra de la sociedad.

Se repite: es legítimo el derecho a manifestarse, pero no a joder la vida de los demás… Ante esto ¿y qué hace el gobierno? ¿Qué hacen los cuerpos de Seguridad Pública? Hasta en televisión ya se transmiten los desalojos limpios que ha hecho la Policía Federal ¿y no los estudian? ¿No hay manera de replicarlos? ¿A qué juegan en la Torre de la SSP?

¿INTERESES OSCUROS EN LA PROTESTA?

Más allá de que si gente de Oaxaca y otros estados estén presentes con la idea de radicalizar la protesta magisterial, el fondo de la protesta parece tener autores a los que les gusta la tenebra política y que están incrustados en el poder.

Una de las hipótesis que se maneja dentro de la clase política es que, de acorde a los tiempos, “alguien” habría dado la idea de aparentar una protesta “controlada” dentro de Veracruz. Que se le podría hacer ver al presidente Enrique Peña Nieto que si bien en tierras jarochas hay inconformidad, se actuaría inmediatamente para demostrar control en el estado, pero que la jugada salió mal e inmediatamente perdió el control ante la causa del descontento magisterial.

Otra de las ideas que surge --la más obvia-- es que los mismos líderes están acelerando a sus agremiados porque pierden poder al no tener el control de las plazas magisteriales, aunque se sabe que algunos líderes han sido enviados de gobierno para despresurizar en sus zonas de influencia.

Finalmente, otra de las hipótesis vienen con la toma de la presa Yuribia, que nos recuerda el triste caso del desaparecido constructor José Manuel Flores Ríos, “El Oaxaco”, quien organizaba las manifestaciones de indígenas de la Sierra de Soteapan cilindreando al líder Esteban Bautista Hernández. Al “Oaxaco”, hasta el día de hoy, se le desconoce su paradero; sólo se sabe que en Veracruz era prestanombres de José Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca, y a quien en reciente información señalan como uno de los patrocinadores de la CNTE de Oaxaca, y esto no es reciente: las acusaciones vienen desde el 2002.

Murat, hasta hace poco, se supone que tenía negocios e intereses como asesor en Veracruz. “El Oaxaco” era su representante.

Entonces ¿el enemigo está en casa, lo exiliaron o simplemente son invitados no deseados en Veracruz?

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