Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Por fin se recupera el Zócalo, en medio de acusaciones de "represión" y también expresiones de "celebración". Extremos en verdad enfermizos. Unos, como la ya famosa asesora del Congreso de la Unión, Daniela Tello González, se llenaron de orgasmos pensando en una matanza al estilo de Tlatelolco en 1968. Otros, desgarrándose la camisa, exudando el odio al PRI y a Peña Nieto, reviviendo el sinsabor electoral latente por un gobierno que califican de "represor".
Discursos incendiarios de ambos lados: unos, para justificar que la Reforma Educativa fue hecha al chingadazo, sin la adecuada operación política; los otros, por ese romanticismo de enamorarse perdidamente de la idea de mentarle la madre a todo lo que huela gobierno y medios de comunicación.
Si bien no estamos en épocas del priato primitivo, de garrote puro, pareciera que tanto la extrema izquierda como la extrema derecha lloran por la nostalgia, por el recuerdo de la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968. Unos piden macanazos para hacerse mártires, otros quieren dar macanazos porque son intolerantes.
Pero el punto es que se recuperó el Zócalo, aunque todavía puedan seguir las manifestaciones en los estados. Este septiembre va a ser verdaderamente tenso, más que las granadas de Michoacán. La inconformidad ha crecido y rebasa ya el conflicto magisterial.
¿Pero por qué la añoranza del 68? ¿Por qué el actuar de ambas partes en el operativo para la recuperación de la Plaza de la Constitución? ¿Por qué el México tan polarizado? He aquí lo que se piensa:
+ La protesta de los maestros por la pérdida de sus privilegios laborales como heredar las plazas y oponerse a la evaluación (que en apariencia dicen aceptar), se radicalizó y de la misma manera el Estado les contestó. Llevaron la protesta al nivel de querer enfrentarse al gobierno federal aún sabiendo que no contaban con las armas necesarias para combatir de frente a la Policía Federal.
+ Lo anterior fue confirmado por el Dr. Manuel Mondragón, comisionado nacional de Seguridad: se hizo hasta lo imposible para no utilizar la fuerza pública. Mondragón y Kalb ha sido particularmente muy cauteloso para evitar la confrontación ciudadana y ha tenido dos operativos exitosos de desalojo sin el uso de armas: el desbloqueo de la autopista del Sol, en Guerrero; y hoy la recuperación del Zócalo de la Ciudad de México.
+ La participación de las redes sociales fue imprescindible, pero tampoco es un arma efectiva para enfrentar al Estado. Si bien sirve como desahogo de frustraciones personales y como medio alterno para comunicar sucesos que escapan o se censuran a los medios tradicionales, la realidad es que sigue siendo una plataforma virtual y alejada de la mayoría de la población. Estamos en otoño y nunca llegó la mentada "primavera mexicana".
+ A los maestros nunca se les vio una actitud de desobediencia civil real: Gandhi o César Chávez, a través de protestas pacíficas, huelgas de hambre y boicots permanentes a empresas, lograron sus objetivos. Claro, eran otros tiempos, pero hay que destacar que estos personajes tenían todo en contra: no había internet, por ejemplo. La llamada "resistencia" del CNTE y sus grupos de apoyo, pasaron ser simples movilizaciones violentas y de afectaciones a terceras personas. Optaron por lo más fácil y extremoso: jode al prójimo.
+ A esto también hay que agregar que no estamos en 1968 y no existe el silencio absoluto ni las tecnologías arcaicas para informar que había antes. Piense por un momento qué hubiese pasado si en Tlatelolco hubiese habido Twitter, smartphones, y lo que ahora llaman "medios independientes". Ahora existe todo eso, se transmiten en directo los desalojos y dista mucho de la violencia que hubo contra los estudiantes en el pasado, añorada por ambos extremos radicales.
+ El Estado ya no controla a todos los medios, ni los medios tampoco son absolutos dueños de la verdad, mucho menos está censurado el internet, como sí lo hacen gobiernos totalitarios como Cuba, China, Corea del Norte, Rusia, etc. Las mentadas a Peña Nieto vía Twitter no son perseguidas, ni reprimidas. En conclusión a este punto: vayan y échenle la caca a alguien más, porque los periodistas no tienen la culpa de las frustraciones de los manifestantes contra el gobierno.
+ El Estado aprendió históricamente a no usar las armas para no dar pie a controversias de muertos. Desde hace tiempo se le manda a los Policías (especialmente estatales y federales) desarmados, sólo con escudos y acaso un tolete. Dentro de la clase política que dirige la Seguridad Pública hay una frase siempre permanente: mejor un policía muerto a un civil.
+ Fue inédito el uso de tanquetas que arrojan agua. No habían sido utilizadas para desalojos de turbas, y la verdad es que tampoco se usaron mucho, más que para espantar a los iracundos (los que se decían valientes, salieron por piernas los muy cobardes), para apagar las barricadas y destruir los campamentos en el Zócalo. En Chile son muy usadas para dispersar las protestas y los chilenos en verdad que no le sacan al baño.
+ Los maestros de verdad se replegaron; los anarquistas y radicales se quedaron a lo que les gusta: enfrentar a la Policía a lo pendejo, así sin armas, sin soldados, sin fusil, nomás con el poder de una piedra antiimperialista, un tubo anarquista y una bomba molotov libertaria.
+ La Policía Federal tomó el Zócalo con la advertencia previamente hecha. Todos a las 4 de la tarde sabían que iba a pasar. Advertencias hubo hasta el cansancio y era lógico que el Gobierno iba a demostrar su fuerza para no verse débil. Lo que llaman "represión" fue una simple medición de fuerzas ganada por la Fuerza Pública.
+ Hay detenidos. Sí. En el 68 había muertos y los pocos sobrevivientes, fueron detenidos y llevados a la cárcel para pasar varios meses adentro. Ahora se les libera por intereses políticos o por simples fianzas.
+ No creo que haya habido "represión" porque no hubo más que escudos. No hubo un permanente contacto directo, ni golpes cuerpo a cuerpo contra los manifestantes. La Policía Federal mantuvo su prudente distancia y claro que contestó, porque a final de cuentas nadie es tan frío para aguantar insultos o pedradas, menos sin fundamento para tales odios.
+ La CNTE dijo que hay infiltrados y lo denunciaron justo al momento en que se venció plazo dado por las autoridades para desalojar el Zócalo de la Ciudad de México. No se duda que haya gente infiltrada con ganas de desestabilizar, pero tampoco pueden ser tan ingenuos para decir que no identifican un perfil de maestro de un simple anarquista que sólo quiere desmadre, golpes y sentirse punk por un día. Añádase que los grupos de choque que apoyan a los maestros son excelente carne de cañón para hacer ruido, y nunca los denuncian de manera formal, sólo a través de medios (a los que tanto denigran, por cierto).
+ Los líderes de la CNTE fueron acorralados y se les vio el miedo cuando los Policías Federales se les fueron encima a punta de toletazos (es natural, nadie quiere ser golpeado). De no ser por los medios informativos que tanto detestan y que se dieron cuenta de la acción, seguramente ahorita ni se sabrían dónde están y qué fue de ellos. De no ser por las cámaras de las televisoras que tanto odian, hoy seguramente habrían tenido la suerte que tuvieron muchos en Atenco. Milenio Televisión fue el más atacado, a pesar de que fue el más equilibrado en su información.
+ No hay represión, hay desalojo. Se insiste en que nunca hubo confrontación directa como sí lo hubo en Guerrero, que no obstante, fue un desalojo limpio. Lo de hoy fue sólo un medio de contención y de dispersar a los manifestantes, que todavía se dieron el lujo de huir de la zona de conflicto y aventar proyectiles desde lejos. La Policía Federal no los persiguió por una simple razón: recuperaron el Zócalo, que era la misión principal.
+ Cierto: el gobierno operó al mismo nivel de intransigencia de los manifestantes. Operó todo con las patas, sin uso de inteligencia oficial ni hilado fino. La Reforma Educativa entró con calzador y todavía siguen los problemas, que ya han pasado a los estados. Todavía no hay clases en varios estados y ya hasta sindicatos como el FESAPAUV (el de académicos de la Universidad Veracruzana), que andan diciendo que también se va a privatizar y va a salir en 10 mil varos el semestre, fieles al estilo de la propaganda de mentiras para conseguir adeptos en los sindicatos magisteriales.
+ Lo anterior confirma y reconfirma el fondo de las protestas magisteriales: a los vividores del profesorado, esos que negocian con las plazas, se les acabó el negocito. Pierden control sobre la educación y sobre los maestros.
+ Curioso es que fueron precisamente los maestros quienes fueron usados para operar electoralmente a favor del PRI. Ahora los que se dicen preocupados por la educación, son los mismos que anduvieron haciendo talacha electoral para beneficiar al tricolor y para hacer ganar a Enrique Peña Nieto, a crear el parásito Partido Nueva Alianza, y a servir parar fines electorales para los propios partidos. Hoy, con todo los pelos de la burra presidencial en la mano, simplemente se les da una patada en el trasero.
Cómicamente ahora dicen en mantas que el PRI va a pagar esto en las urnas. Eso lo hubiesen pensado antes, pero ahí van de babas a votar por quien les ordenan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario