Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Cuando era candidato a la alcaldía, desde las altas esferas del poder se comentaba: “Hay que cuidar a Juanelo de Juanelo”; se referían al entonces diputado local con licencia y aspirante a la Presidencia Municipal de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, conocido con el mote antes mencionado.
A Juanelo ya le habían negado la candidatura antes y debe ser por algo, aunque sus antecesores priístas no son precisamente lo mejor que ha habido para el pueblo cafetalero: el último alcalde emanado del PRI fue Sergio Ramírez “Cabañas” Contreras durante la administración 2008-2010, una de las más desastrosas que se recuerden (se agregó el “Cabañas” para decirse devoto de Coatepec, trepado en la figura de su abuelo, el maestro Joaquín Ramírez Cabañas).
Coatepec ha sido tradicionalmente panista y la última buena gestión que se recuerda fue la de Diego Hernández Alonso (1998-2000). Entre los alcaldes blanquiazules ha habido buenas y malas administraciones; algunas trágicas, como la de Miguel Cervantes Sánchez, quien permitió la operación de una gasolinera clandestina en la entrada de la ciudad y que explotó, habiendo varios muertos. Entre los mismos panistas han hablado que la cúpula blanquiazul es controlada por familias que ostentan el poder económico en la ciudad y controlan la vida política, que a la vez son muy elitistas a la hora de elegir a los candidatos, especialmente por sus intereses comerciales, lo que se nota, por ejemplo, en el reciente crecimiento desmesurado de fraccionamientos en lo que eran cafetales, algunos con problemas serios como la falta de agua.
Coatepec es una ciudad que ha crecido por su propio pie, sin depender de Xalapa pese a su cercanía. Durante los años 80 y parte de los 90 disfrutó de la bonanza de los precios del café que estaban por las nubes y convertían a la ciudad como una de las más importantes productoras del mundo; una próspera ciudad donde tanto los productores, como intermediarios, siempre tenían dinero en los bolsillos. Aunque siguen conservando ese prestigio de calidad, desde la caída del precio mundial del aromático se vieron afectados cientos de familias y sus ingresos económicos.
Es una de las ciudades quizás más bellas de Veracruz, por su arquitectura colonial, reconocida gastronomía y, obviamente, por su café. Es rodeado por bellos escenarios naturales y tiene el mejor clima para vivir. Se conocía por ser un lugar bastante seguro, ya que se podía caminar a cualquier hora del día o la madrugada, sin problema alguno. Por esos atributos, la Secretaría de Turismo designó a Coatepec como el primer Pueblo Mágico de Veracruz, el jueves 17 de agosto de 2006, como reconocimiento a su valor cultural e histórico.
Lo triste es que edificios como la Casa de Cultura, una vieja y hermosa casona estilo colonial, se está cayendo a pedazos e incluso tienen clausurada parte de la banqueta, porque las vigas de madera se están cayendo de lo podridas que están.
Con el crecimiento de la delincuencia organizada en los recientes años en la entidad, Coatepec no estuvo exento de secuestros y otras situaciones desagradables, como delincuentes juveniles diciéndose malosos “pesados” quienes llegaban a las cantinas a golpear a meseros y parroquianos; o bandas que se dedicaban a asaltar a los trasnochados. Según el chisme popular, fue la misma mafia que los eliminó uno por uno, por sus excesos, aunque la entrada de la Marina y sus retenes en el área, también fueron factor influyente para que los índices de inseguridad descendieran.
Ahora los problemas a los que se enfrenta la actual administración encabezada por Roberto Pérez Moreno “Juanelo”, han comenzado con absurdos que ha tratado de minimizar el edil, como la vez que se le escapó una leona viva de su propiedad en fincas de la comunidad El Grande, perteneciente a Coatepec. Su hermano Óscar Pérez Moreno corrió a la prensa del lugar, según para que no se hiciera escándalo, pero la verdad es que algo trataban de ocultar muy burdamente.
En el Pueblo Mágico también han incrementado los delitos de robo a casa-habitación, especialmente en la zona residencial que está en la salida hacia Xico. En esta semana que termina, vecinos del fraccionamiento Centenario tuvieron una reunión con representantes del ayuntamiento para denunciar que desde hace varios meses han ocurrido robos y saqueos a viviendas, inclusive un asalto a mano armada. Lo mismo ocurre con vecinos del fraccionamiento San José, quienes constantemente se quejan de que no existen condiciones de seguridad, obligándolos a contratar seguridad privada.
Pero el principal de los asuntos pendientes ha sido el tema de la basura, ya que Coatepec no tiene donde depositar las toneladas de basura diarias que se producen en la ciudad, teniendo Juanelo la osadía de tirar los desechos en terrenos donde se realiza la tradicional Feria del Café, en una zona populosa y muy habitada, que de inmediato fue denunciado por los vecinos por la pestilencia y la gran cantidad de aves de rapiña que se estaba presentando en el lugar.
Hace un par de días comenzó una pestilencia precisamente en la zona de la salida a Xico. Con la denuncia, el portal EnlaceVeracruz212 hizo un recorrido por esa zona, abarcando la congregación de Zimpizahua, la antigua estación del tren El Piojito, la zona del camino real conocido como El Aguacatal, la colonia de los 400 Pueblos, Fraccionamientos San José, SETSE II, Centenario y el nuevo fraccionamiento La Trinidad, así como la parte posterior del supermercado Aurrerá, y llegamos a la conclusión de que los fétidos olores provenían de fincas que se ubican frente al beneficio de café que está en la salida a Coatepec, justo frente a la entrada de San José.
Este jueves, no obstante, y al estilo Juanelo, minimizaron la peste y dijeron que se trataba de bagazo (residuos) de caña de azúcar que se echaron a perder en la comunidad Mahuixtlán, ubicada a 10 kilómetros de la cabecera municipal.
En el recorrido pudimos ubicar perfectamente que el área afectada era solamente los sitios antes mencionados, así como parte de la zona donde se ubica la tienda Chedraui y abarcando parte del centro histórico, más delante de donde se ubica el conocido restaurante de mariscos “Bonilla”. La zona de donde provenía la peste, era precisamente frente al fraccionamiento San José.
Al igual que en el caso de la leona fugitiva, no se sabe qué oculta Juanelo en Coatepec con respecto a la pestilencia, y más teniendo en cuenta que carga con el problema del depósito final de la basura que genera el Pueblo Mágico. Precisamente el olor que se siente en la ciudad es de desechos ya putrefactos, aunque hay quienes afirman que se trata de pulpa de la semilla del café, también en estado de putrefacción.
La realidad es que en pleno Día Mundial del Medio Ambiente, no se sabía qué es la pestilencia que inunda a gran parte de Coatepec. Tampoco lo informó su departamento de prensa, que es un remedo de un mal chiste: está más dedicado a tomarse “selfies” con políticos y a subir mensajes que nada tienen qué ver con la administración coatepecana.
Así, entre la ignominia, Coatepec apesta, y va creciendo otra bronca: la inseguridad en los robos, sólo que --a diferencia de otros pueblos-- en el Pueblo Mágico se saben organizar para protestar, por mucho que lo minimice Juanelo con su estilo valemadrista.
Por algo no querían que fuese candidato, ahora lo entendemos. Abrón.
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