Libramiento de Coatepec
Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- La visita del presidente Enrique Peña Nieto a Coatepec, dejó más dudas que certidumbres. El mandatario vino a promover el “libramiento” de Coatepec, en un tramo donde se han gastado la millonada para 3 kilómetros, y cientos de miles más en la logística para su inauguración presidencial, con 5 helicópteros, despliegue impresionante de seguridad, etc.
Se supone que el libramiento es eso: un libramiento, pero actualmente sólo evade parte de la entrada de la ciudad cafetalera. La idea original es que se llegue hasta Xico o poblados cercanos a Coatepec sin necesidad de entrar a la ciudad. Habrá si acaso uno que otro poblado beneficiado, pero la realidad es que la obra, hasta horas después de su inauguración formal, permanecía cerrada a los automovilistas.
Tampoco se ve un gran beneficio poblacional: tendrá acaso la facilidad de acercar poblados como La Orduña y San Alfonso (entre los dos, cerca de 2 mil habitantes), quienes también acceden por puntos como la carretera de Coatepec-Xalapa, en el punto conocido como La Florida.
Este primer tramo va desde Pacho Viejo hasta la entrada del fraccionamiento residencial Casas GEO “Los Cafetales”, y sólo ayuda a esa gente con graves problemas de agua, abasteciéndose con un gran negocio millonario de pipas que se surten en el Cuartel de Bomberos de Coatepec y lo llevan a dicho fraccionamiento.
A lo que quizás ayude un poco, es a descargar el tráfico que se dirige a Jalcomulco o Córdoba, vía la carretera vieja; evade la entrada de Coatepec viniendo desde Xalapa, pero todavía los automovilistas se topan con el tráfico del poblado El Grande, lleno de topes y con la carretera en mal estado.
Actualmente ni siquiera ha empezado la segunda etapa, la más importante: la que realmente va a librar a la ciudad de Coatepec para llegar a Xico. El libramiento es apenas un tramo corto, que --insistimos-- sólo evade la entrada de Coatepec, la popular glorieta con el busto de la hija pródiga María Enriqueta Camarillo.
De lo que sí estamos seguros, es que esa zona hacia donde se dirige el libramiento, incluso por donde pasa la primera etapa, será un camino que facilitará a las compañías constructoras para empezar a fraccionar terrenos y hacerse millonarios con la venta de lotes. De hecho, Coatepec padece de esa situación, pues varios terrenos y fincas han sido vendidos y convertidos en unidades habitacionales que van desde lo exclusivo hasta lo económico. El camino de Coatepec a Xalapa, vía Las Trancas, es prueba de ello.
Y si a eso le sumamos que los políticos recientemente andan inaugurando fraccionamientos propios, ya se imaginará usted quiénes serán los verdaderos ganones del mentado libramiento.
Pero además, alguien comenta en redes sociales sobre los costos: 300 millones de pesos invertidos en la construcción de dicha obra; 100 millones por kilómetro, que son apenas tres. Millonaria inversión para una carretera que apenas y ha sido disfrutada por los supuestos beneficiarios, pues ha estado cerrada la mayor parte del tiempo desde su terminación; voces críticas incluso decían que era verdaderamente un desperdicio que un tramo carretero se mantuviera cerrado sólo por la vanidad propagandística del presidente.
Aunando a todo lo anterior, la visita de Peña Nieto realmente no trajo anuncios importantes para la región, pues sólo se enfocó en las obras ya anunciadas con fanfarrias como la modernización del puerto de Veracruz; y que algunas llevan años construyéndose, como el caso de la autopista México-Tuxpan. Para Coatepec no hubo nada importante, excepto estos tres kilómetros que mantienen cerrados hasta el cierre de esta edición.
Incluso, los más conservadores refieren al caso inmediato de Rinconada, en el municipio de Emiliano Zapata, alguna vez la “Capital Mundial de La Garnacha”, pero que gracias al libramiento hoy es una ciudad muerta. En Coatepec temen que pase lo mismo: que el poco turismo que llega prefiera irse directo hasta Xico y evite la ciudad cafetalera, lo que impactaría directo al comercio local.
Lo más raro fue también el informar el regreso de la Fórmula Uno a nuestro país, en una región donde ni hay autódromo y si acaso realizan rallys en ríos o terrenos lodosos, pero no carreras de alta velocidad (al menos no formales). Estamos hablando de un lugar donde la población está seriamente golpeada en su economía por los bajos precios del café y por eso fue extraño el anuncio deportivo del presidente en un pueblo que realmente no se beneficiaría por nada, porque ni siquiera está cerca de la ciudad de México.
Pero aún así trajo al piloto “Checo” Pérez a Coatepec, que es como llevar a Iron Maiden a un encuentro cristiano. O sea: nada que ver.
Lo que sí habría valido la pena de la visita del presidente, es que toda ese gran despliegue de personal de seguridad, lamebotas, alcaldes, huelepedos, invitados especiales, etc., hubiesen sido llevados a Coatepec siquiera a consumir las nieves del parque. Eso sí sería derrama y no arrancones con el “Checo”.
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