18 de septiembre de 2009

Llueve y llueve ¿y Protección Civil?


Afectaciones por las lluvias en las colonias de la periferia de Xalapa. (Foto: Badu/IMAGENVER)

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Las últimas lluvias que se han dejado sentir en la entidad, pero en especial en la zona Xalapa-Coatepec, han sido la causa de que diariamente se reporten situaciones de emergencia que pareciera agarrar fuera de la base a las autoridades de Protección Civil municipales y del estado.

Ha sido ya casi un mes de intensas tormentas en la capital de Veracruz y sus alrededores, y los reportes recibidos diariamente en la redacciones de los periódicos –y hasta en las tarjetas informativas para aquellos funcionarios perezosos– son inundaciones en calles, viviendas afectadas, deslaves o afectaciones a edificios.

Este jueves, una bebé de nombre Ana Lucero Cervantes Reyes, de 1 año de edad, falleció cuando a su casa le cayó un cerro encima, producto de estas trombas que no dejan de caer.

¿Quién tiene la culpa? ¿La vivienda por no soportar el peso? ¿La niña por estar adentro al momento de la lluvia? ¿La lluvia que no deja de caer? ¿Las autoridades que han estado jugando a serlo, pero que en ningún momento se les ocurrió que las tormentas causarían daños que lamentar? ¿Que a poco creían que el agua nomás moja, se seca y ya?

Porque así ha sido últimamente el cinismo de las autoridades: “YA DEBEN ESTAR ACOSTUMBRADOS A VIVIR ASÍ” le dijeron a la directora de la escuela “Jesús Reyes Heroles”, de la colonia San Bruno, quienes una vez más tuvieron que ver con tristeza como sus materiales didácticos ya son inservibles y su escuela se encontraba inundada por el lodo que dejó atrás el agua del río Carneros desbordado este miércoles.

Han sido días y días donde se reporta diariamente en los medios de comunicación de la capital, que ha habido viviendas inundadas en Pacho Viejo, derrumbes en la carretera Xalapa-Coatepec, calles con anegamientos, escuelas inundadas en Banderilla, muros y cerros que se desgajan en Xalapa 2000, coladeras que salen volando de su lugar por la alta presión del agua, carreteras hacia Xico desechas por la lluvia (con sus niños veracruzanos que no se tocan, pero cómo arriesgan sus vidas paleando tierra de las orillas de la cinta asfáltica), y cientos de situaciones más que se pueden leer en periódicos en el último mes.

En Xalapa, en plenos festejos del “grito”, el Consejo Municipal de Protección Civil se instaló de manera permanente, porque un torrencial aguacero comenzó por la tarde y de nuevo la misma información: inundaciones, afectados, daños.

Y es que pareciera que lejos de la prevención, Protección Civil inexplicablemente sólo actúa en consecuencia a lo que deja, arrastra o crea el mal tiempo. De la filosofía de la prevención han pasado a ser simples rescatistas.

A lo mejor habría que recordarles el regaño de López-Dóriga al gobernador del Estado de México y jefe de Gobierno del Distrito Federal, cuestionándoles porque las obras nunca funcionan y año con año se repiten las mismas desgracias, los mismos escenarios de damnificados.

Aquí no han dicho que las lluvias no han sido las esperadas, porque la verdad los veracruzanos ya estábamos informados que así como hubo fuertes calores, la temporada de lluvia nos iba a azotar duramente. Los únicos que al parecer no se informaron fueron los de Protección Civil.

En Minatitlán –que destacó el año pasado por el drama que generaron las inundaciones– está el asunto también peliagudo, ya que el río Coatzacoalcos ha acariciado constantemente su nivel crítico y el malecón nuevamente se encuentra desprendiéndose de su base. Está la amenaza palpable de nuevamente sufrir con el río invadiendo a la ciudad, sobre todo –se reitera– porque las lluvias se anuncian más fuertes que las del año pasado.

Sin duda es una gran labor y muy difícil la de dirigir o pertenecer a los cuerpos de Protección Civil; es una gran responsabilidad, y sobre todo ha generado reconocimientos por el actuar rápido de las autoridades en momentos de desgracia.

Pero ahora se ve la respuesta ejecutiva más lenta. Se estaba cayendo el fraccionamiento Xalapa 2000 y tardaron en reaccionar. Las banquetas de la avenida Ávila Camacho no tienen para cuando se terminan, y en plenas lluvias, la obra se convierte en un chiquero.

De igual manera, no creemos que un importante rubro como lo es Protección Civil, no esté previendo que ante el mal clima anunciado para el resto del año y su respectiva temporada de huracanes, se tengan que tomar inmediatamente las medidas necesarias, organizar a la población, ver los posibles puntos de daño y las zonas de alto peligro, pero además urgir a las autoridades correspondientes a realizar trabajos que sean necesarios para terminar obras pendientes, desazolvar drenajes, etc.

Vaya, no puede ser posible que hace unos días se tuvo que desalojar de emergencia a los alumnos de una escuela en la colonia Revolución, a sabiendas de que se inunda a cada año.

¿Entonces de qué sirve Protección Civil si simplemente se convierte en una guardia de rescatistas?

Urge hacer algo porque las lluvias seguirán, y con el boletinazo no se resuelven los problemas.

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