Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- A principios de la década del 2000, Manuel Carrillo Ochoa y un servidor --a bordo del Atos “todoterreno”-- nos dirigimos como corresponsales de una televisora a la sierra de Zongolica por una situación que nos habían comentado: que había conflictos de intolerancia religiosa entre cristianos y católicos. Que incluso el asunto había llegado hasta enfrentamientos.
La aventura terminó en San Juan Texhuacan, municipio que se encuentra a mil 940 metros sobre el nivel del mar, donde pudimos entrevistar al síndico del lugar y el cual sólo se limitó a decir que no sabía nada. Extraoficialmente admitió que había un grupo de cristianos estadounidenses que se encontraban en el lugar y dispuso de personal que nos escoltaría para seguridad y guía.
En Texhuacan, si usted camina por las calles, verá una niebla rara; no es niebla: son nubes.
Nos llevaron hacia una cabaña donde a lo lejos se escuchaban cánticos con guitarra, música religiosa moderna. Al interior, un grupo de extranjeros convivían con indígenas de la sierra de Zongolica. Ahí nos comentaron que efectivamente habían llegado a esta zona de alta marginación e hicieron grupos para evangelizar y para hacer trabajos sociales de apoyo a la comunidad. Crearon huertos, viviendas, talleres, etc., y eso al parecer tenía molesto al párroco del lugar.
Nos invitaban a pasar la noche y quedarnos para mostrarnos la labor que habían hecho y que no estaban buscando problemas con la comunidad católica, pero la premura periodística, aunado a que estábamos en medio de la nada sin estar propiamente preparados (más una infección intestinal marca diablo) nos obligaba a regresarnos a Orizaba.
Poco antes de irnos, nos avisaban que ya había llegado el párroco de la iglesia por si queríamos entrevistarlo. La entrevista fue corta y casi sin sentido: el sacerdote estaba en estado de ebriedad.
Al descender hacia la salida de San Juan Texhuacan, uno de los acompañantes nos comentaba que en varias ocasiones habían que tenido que ir a rescatar al párroco en su camioneta porque se perdía en el camino o quedaba atascado en los lodazales. Que no era la primera vez que estaba ebrio.
En Orizaba es palpable la pobreza, porque allí llegan los indígenas de la sierra de Zongolica como tradicionales marchantes. Hoy son echados de las calles por la fuerza pública que dirige la élite orizabeña, como sucede con los trienios de Juan Manuel Diez y Hugo Chahín. Aquí también es innegable la cercanía de la cúpula católica con el poder político, misma que se extiende a Córdoba, donde el obispo Eduardo Patiño Leal incluso asesinó impunemente a una marchanta indígena con su camioneta de lujo al conducir borracho.
Es la zona de Orizaba donde se da el cultivo perfecto para el nacimiento de la guerrilla. De aquí son las hermanas Arenas Agis, descendientes del General Ignacio de la Llave, quienes, ante la pobreza de la región, decidieron hacer labor comunitaria que terminó con la conformación del ERPI.
NACE EL PES
En Baja California, en el extremo norte del país, nació el PES (Partido Encuentro Social) como Agrupación Política Nacional en el año 2001 y su líder en el país es el Dr. Hugo Flores Cervantes.
Su logotipo recuerda al símbolo de la cristiandad: el Ichtus o Ichthys, que consiste en dos arcos que se intersecan de forma que parece el perfil de un pez. El acrónimo significa: Iēsoûs CHristós THeoû hYiós Sōtér; “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”.
De hecho, según datos de una conversación reciente con un miembro de esta organización, el Partido Encuentro Social es de origen cristiano; que ha sido fundado así porque estos grupos religiosos siempre son buscados por el poder político para que se unan como simpatizantes en tiempos de campaña. Los pastores son usualmente quienes tienen este acercamiento con candidatos y aspirantes a un cargo de elección popular, pero siempre son engañados y utilizados.
El interlocutor, quien pide anonimato por seguridad, dice que al menos en Oaxaca ya se está cristalizando la conformación del PES, precisamente porque están hartos de que los políticos los utilicen y nunca les cumplan.
De acuerdo a una nota del diario La Jornada firmada por el reportero Alonso Urrutia y con fecha de 22 de noviembre de 2013, el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA, de Andrés Manuel López Obrador) y el PES son la dos agrupaciones políticas que más han avanzado en el cumplimiento de los requisitos legales para concretar 20 asambleas estatales o 200 distritales para convertirse en partidos políticos nacionales.
En Veracruz, de acuerdo a la fuente, se han realizado operaciones de afiliación bajo las mismas prácticas de la política a la mexicana: “¿Te interesa ganar 200 pesos?... Sí… Présteme su credencial de elector”. Si tendrán éxito o no en la conformación del PES en Veracruz como partido, está por verse en un futuro cercano.
Como apunte, el Partido Encuentro Social ya ha tenido participaciones locales en Baja California y nacionales. Según datos de su página web: “el PES participa en coalición en los procesos electorales en el año 2007 y 2010, dando a conocer a través de su trabajo y lucha social, la importancia de instruir con valores a quienes participan en diversas campañas políticas. Con el fin de brindar apoyo a la comunidad, organiza brigadas de ayuda distribuyendo despensas, así como atención médica, pláticas para padres de familia, y más”.
Prosigue: “A partir de esa fecha ha participado en coalición electoral en los procesos electorales nacionales del año 2003 (con el partido nacional Convergencia) y 2006 (Partido Acción Nacional). Actualmente se encuentra en proceso de conformarse como partido estatal en 10 entidades de la república mexicana”.
EL PES EN VERACRUZ
El homicidio sin resolver del pastor Claudio Martínez, en Coatzacoalcos, fue uno de los sonados en la historia sangrienta de Veracruz. Quienes conocieron de cerca su iglesia, dicen que tenía un fuerte carisma, pero también un gran elitismo: era iglesia para los ricos.
Su posición económica no era secreto: Claudio gozaba de una fortuna que se reflejaba en buena vivienda, espacios pagados en medios de comunicación y vehículos de lujo. Precisamente su vida holgada parece ser su mayor infortunio (aparte de la muerte, claro está), pues su esposa es señalada como la asesina intelectual por cuestiones que van de lo sentimental hasta la avaricia.
Claudio Martínez de hecho era muy allegado, según fuentes, a Gonzalo Guízar Valladares, eterno aspirante a la alcaldía del antiguo Puerto México, ex priísta reconocido como un operador hábil, pero con graves problemas que involucran los impulsos cavernarios de sus hermanos, quienes se sienten dueños del puerto y a todo mundo amenazan.
Guízar Valladares --hoy reconocido practicante del cristianismo-- es señalado como quien ha traído la “concesión” del Partido Encuentro Social (PES) en Veracruz, y actualmente trabaja para ser un partido reconocido y ocupar posiciones de poder en la entidad. ¿Sus miembros? Todos los adeptos de las iglesias cristianas que proliferan por el estado y que van ganando terreno ante un catolicismo pobre, especialmente en zonas marginadas, como ocurre en San Juan Texhuacan.
No obstante, hay que destacar que la religión católica sigue siendo la dominante en el estado. De acuerdo al “Panorama de las Religiones en México 2010” publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el catolicismo tiene una población de 6 millones 015 mil 058 adeptos, mientras que la iglesia Protestante/ Pentecostal/Cristiana/Evangélica cuenta con 702 mil 643.
SIGUEN LOS GRUPOS RELIGIOSOS EN ZONGOLICA
Actualmente en Veracruz siguen los mismos cristianos norteamericanos en la zona de Zongolica, quienes se han topado con las brigadas de SEDESOL estatal y a las cuales cuestionan hacia dónde se dirigen sus caravanas. Siguen siendo desconfiados, sólo que no es lo mismo esconderse de reporteros que del gobierno.
Como van las cosas, los grupos cristianos que han evangelizado zonas pobres como Zongolica ya han hecho su base social y esto lo podríamos multiplicar en varias partes del estado a donde se ven la llegadas de iglesias como La Luz del Mundo, entre otras.
Al final de cuentas la religión es un asunto personal de cada quien. Aquí en este texto no se trata de criticar las creencias particulares y, por supuesto, cada quien es libre de abrazar la guía espiritual que prefiera.
Lo que es un hecho, es que algunos grupos no católicos se están agrupando y buscando posiciones políticas, contrario a la tradicional laicidad que se presume en los asuntos públicos nacionales y que también es un tema desgastado por el acercamiento que hay entre las más altas esferas políticas y católicas.
Como van las cosas, no dude que en próximas boletas aparezca el PES como una opción para votar. Es incipiente su ingreso a la política, pero, al parecer, con una base sólida de simpatizantes bien adoctrinados… Amén… Perdón… ¡Aleluya!
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