El funeral de Gregorio (Cuartoscuro)
Otra versión confiable es que nunca se ofreció una casa para la familia de Gregorio, sino que les dieron la opción de rentarles una vivienda en Coatzacoalcos para su seguridad y terminar de edificarles la que Goyo, con mucho esfuerzo, estaba construyendo en Villa Allende.
El tema es que por dignidad estuvo “bien” que la viuda Carmela Hernández no aceptara ni casa nueva ni “dádivas” del Gobierno del Estado, pese a las condiciones de precariedad, pobreza y humildad de la familia. Súmese a eso que Gregorio, su esposo, era el pilar económico de su prole.
Quién sabe, pero pareciera que alguien de mala leche anda dando malos consejos a la familia, pues el no aceptar la oferta de gobierno ni ayuda a la situación familiar ni tampoco destraba el asunto de justicia que merece el autor de “La Notitas del Pantera”; por el contrario, creemos que la familia debió haber aceptado eso, exigir mucho más, pero sobre todo justicia para Gregorio.
Digo, si en las protestas dicen que Gobierno del Estado mató a Gregorio, dadas las circunstancias económicas de la familia, lo mínimo sería que pagara caro, muy caro, la muerte del periodista. Que no fueran sólo pequeños apoyos económicos, mínimo empleos bien pagados como los que hay en la administración estatal, becas, pensión y mucho más, especialmente por la situación de seguridad social para los periodistas en Veracruz.
Pero, por encima de todo, se aceptaba todo lo que ofrecían y se seguiría en la lucha por justicia a Gregorio Jiménez de la Cruz; nunca se claudicaría y, por el contrario, teniendo al menos una parte resuelta en lo que respecta al patrimonio familiar, se seguiría presionando a la administración estatal para que resolviera favorablemente el caso de Goyo.
Pero no, el “escándalo” es que cómo chingaos va a aceptar una casa la familia… ¡Es una infamia!
Es entendible el enojo y encono, pero eso no soluciona las cosas, especialmente en una situación tan vulnerable para la familia (como el hecho de que por llevar una primicia periodística, se nos olvidó la regla básica de la confirmación y todo mundo dio por vivo al periodista porteño); y aunque Gregorio no está con nosotros, lo mejor es hacer acto de cabeza fría para pensar mejor la estrategia en lugar de pretender ser reaccionarios que van a “arrodillar” al gobierno.
Eso nunca ha funcionado.
Seguramente esos que mal aconsejan tienen el dinero suficiente para apoyar económicamente a la familia de Gregorio; que lo “políticamente correcto” ayudará a la pobreza en que viven. Que recibir una casa o que le construyan una, quiebra su dignidad.
Eso, mis estimados, es para enanos mentales.
LOS “ACTIVISTAS”
Causa curiosidad que “activistas” ligados a opositores políticos andan operando en abierto visitando las plazas que hay que visitar para enardecer lo que políticamente ha operado y manejado mal el Gobierno del Estado: la relación con periodistas y el tema de seguridad.
Viajar cuesta, más ahora que Valentín Ruiz le dio por subir las casetas (seguramente es muy mísero el pobre empresario). Los viáticos cuestan, la gasolina ha subido como nunca, la comida tampoco es barata, y no obstante, resulta que estos “activistas”, redentores de la libertad de expresión, andan con la bandera paseándose por puntos claves recalcitrantes de la entidad jarocha.
Si hay un periodista muerto en Pueblo Viejo, tenga por seguro que allá también los veremos. Si hay uno en Benito Juárez, también allá los veremos… Vaya, ni de Regina se acuerdan ahorita; el tema es Goyo y por eso estuvieron en Xalapa y Coatzacoalcos.
En este businnes nos conocemos todos; a muchos se les ha perdido el instinto periodístico y hacen el caldo gordo a quienes quieren llevar agua para su molino en el caso de Gregorio Jiménez.
¿Activistas por la libertad de expresión? ¡QUE SE LOS CREA LA TAPU DE SU DREMA!... (¿lo hice bien? ¿ya soy de discurso incendiario? ¿Ya soy del club? Mtaaaa)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario