+ Entre los conciertos de Los Flaming Lips y el rock oscuro de Incubus, hubo quienes prefirieron ver el futbol y la tremenda rastriza que le puso el Tiburón a las Águilas del América.
Pablo Jair Ortega
Papantla, Ver. Por las noticias desde la Ciudad de México se invita a la ciudad más grande y poblada del país para que se visite la Cumbre Tajín el fin de semana.
Se habla de que el acceso más viable es la nueva autopista México-Tuxpan, que atraviesa el estado de Hidalgo y Puebla para llegar en dos horas y media al puerto, hoy el más cercano a la capital nacional. "A Papantla deben ser como 4 horas", dice el locutor.
Pero a la vez también se informa: un fuerte incendio derivado de una fuga en un gasoducto, producto de los rateros de combustible, mantiene desde temprana hora cerrada dicha autopista poco antes de llegar a la zona de Necaxa. En resumen: desde la mañana no había paso desde el D.F. a Veracruz, a excepción de la carretera hacia el puerto de Veracruz, que fácilmente duplica las horas de recorrido.
El camino por la carretera costera está en pésimo estado en el tramo Vega de Alatorre-Nautla. Mortales hoyos en la carretera dificultan el tránsito por esta rúa, además de los saltos que provoca a la camioneta.
Este año se ve menos prensa: se optó, en el marco de la austeridad, invitar a los medios locales y estatales pero solicitándoles que cubrieran sus gastos de traslado y hospedaje.
Muchos no saben que acreditarse para venir a la Cumbre Tajín era una suerte de vacaciones todas pagadas y durante muchos años varios periodistas de todo el estado (especialmente de Xalapa) aprovecharon esta oferta de la Coordinación General de Comunicación Social para descansar una semana con todo gratis y con cargo al erario, así como le hace todos los días la clase política. Este año, con la pena, pero llegaron menos periodistas.
Los que sí disfrutaron del Tajín de a gratis fueron medios nacionales a los cuales sí les pagaron hospedaje y transporte, pero que también fueron reducidos en número.
El sistema de identificación, siendo sinceros, fue una verdadera lata. Entre que se culpaba a los organizadores o la empresa representante de los artistas, resulta que a los reporteros se les ponía una pulsera verde para identificar a la prensa en general, pero que para acceder a la zona de trabajo en los conciertos (incluida la zona lounge donde los periodistas descansan) había que tener otra pulsera que se va a entregar diariamente a cada reportero… Y para poder tomar fotos cerca del escenario, también hay que tener una mentada pulsera especial que permitiría el acceso.
Y así entre pulseras y pulseras, supuestamente para tener un control, algunos encargados andaban ligando morras entregando pulseras a quienes ni siquiera eran reporteras.
Con un equinoccio de primavera que llegó a las 4.26 de la tarde, los bailables en la Plaza de la Danza fueron la expresión vespertina más destacada con figuras y personajes de la sierra del Totonacapan: escenario que fue visitado por la Sra. Cecilia de Ochoa, madre del gobernador.
Tampoco pueden faltar los Voladores de Papantla, anfitriones máximos de esta Cumbre Tajín, dedicada esta edición al Tata Juan Simbrón, quien falleciera hace unas pocas semanas.
Así en medio de un festival lleno de hipsters y mucha chica enseñando pierna por el calor, se vieron también los cinturones de seguridad desde las afueras del Parque Temático Takilhsukut con marinos, Fuerza Civil, Seguridad Física de PEMEX y Policía Estatal.
En Poza Rica, de hecho, se dio un enfrentamiento donde el resultado oficial es de dos heridos. Ahí a unos cuantos kilómetros de la fiesta.
La seguridad interna también al por mayor, tomando en cuenta que este día no fue precisamente una jornada abarrotada de multitudes; que el cartel artístico de hoy no era para el gusto popular, tal como sí ocurrió en la primera noche cuando trajeron la chunchaca de Los Ángeles Azules y La Arrolladora.
Debemos decir que es bastante cómodo saber que somos menos burros y hay más olotes. Que si bien no son multitudes las que abarrotan el parque temático, se puede caminar tranquilamente por los pasillos y talleres; que incluso se vio un ambiente más familiar, de parejas jóvenes con carriolas.
Y sinceramente no creo que esto signifique un fracaso o que el Tajín haya venido a menos. No estaba ni despoblado ni desangelado, sólo quizás con menos gente por lo que se esperaría de ser un día laboral (nunca se dio como día obligatorio de descanso); de problemas de traslado con un carretera destrozada o el incendio que bloqueó la vía más rápida entre la Ciudad de México y Veracruz. Tal vez también se deba, insistimos, a que el cartel artístico no era tan atractivo como el del primer día y se espera que sea igual con el del lunes, cuando llegue Santana.
En fin, como dicen, los viejos: el gusto se rompe en géneros.
Pero a lo mejor también se deba que la Cumbre Tajín agarró a todo mundo a media quincena (a algunos, especialmente burócratas, no les han pagado nada); no obstante, los organizadores reportaron, por ejemplo, que llegaron a rentar todas las casas de campaña; que los paquetes estaban prácticamente agotados desde los primeros días.
Por cierto que entre los conciertos de Los Flaming Lips (muy alucinantes, medio mamucos, pero todo un espectáculo) y el rock oscuro de Incubus, hubo quienes prefirieron ver el futbol y la tremenda rastriza que le puso el Tiburón a las Águilas del América de 4-0.
Pero igual: cada quien sus gustos, cada quien sus aficiones.
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