22 de octubre de 2013

¡Ay sí! ¡Ay sí! ¡Me espiaban y no sabía!




Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Ahora resulta que todo mundo anda espantado y con el Jesús en la boca porque… ¿qué cree?… ¡LOS GRINGOS NOS ESPÍAN! ¡BENDITO CRISTO!

¿Y sabe que es lo peor? Que la clase política se hace la sorprendida y hasta manda cartas diplomáticas y todo el teatro para decirse enojados por las medidas de los gringos.

Con todo respeto, presidente Peña Nieto, presidente Calderón, secretarios, gobernadores, alcaldes: no mamen.

¿A poco de veras no saben que el poderío de Estados Unidos se basa precisamente en los trabajos de inteligencia que realiza, no de ahorita, sino desde los tiempos de George Washington? ¿Nunca han leído (y me atrevo a pensar que siquiera saben leer) la historia de J. Edgar Hoover, el temible director del FBI que documentó todos los secretos sucios del poder? ¿Saben que existe una cosa llamada CIA? ¿Saben lo que es la NSA?

¿En verdad ahora actúan ingenuamente como los "maistros" que denuncian que son infiltrados y espiados? ¿Por qué se hacen los inocentes, cuando ustedes hacen el mismo trabajo de policías chinos con la población mexinaca?

Vaya usted y pregunte a cualquier periodista y le dirá que prefiere platicar por vías "seguras" sobre chismes y datos; que ya evita hablar por teléfono y hasta por Nextel, que se supone que era muy seguro, pero ya en existe la cuchufleta mimetizadora para escuchar conversaciones por radio (Muajá).

¿Y a poco no sabían de la presencia de los gringos operando en abierto en el país? Pues sepa usted que sólo en el estado de Veracruz, los "güeros" --como eran llamados por los agentes federales mexicanos-- se encargaban de coordinar "observando" los operativos contra el narcotráfico, escoltados por soldados, marinos o agentes de la Policía Federal.

No, no traían armamento, pero estaban de lleno en camionetas blindadas, escoltados por mexicanos, vigilando de lejos las operaciones que realizaban las fuerzas federales. En los retenes, más de un testigo reporta la presencia de agentes de la DEA (Drugs Enforcement Agency) vigilando las carreteras junto a miembros de las fuerzas armadas.

Trabajaban en abierto con la PGR y esto no lo pueden desmentir: el sexenio pasado les dieron todas las facilidades para que los estadounidenses operaran como supervisores con el pretexto del combate al narcotráfico.

Para nadie es secreto que los Estados Unidos trabajaron abiertamente con elementos de la Marina Armada de México para los operativos contra el narcotráfico, pues consideraron a esta dependencia como la única confiable. Que eran los satélites gringos los que ubicaban y rastreaban a los malosos, porque aquí en México a duras penas alcanzamos a entenderle al internet.

¿Qué ahora se sorprenden por qué no sabían que los estadounidenses también andaban de chismosos con sus jefes en la tierra de Walt Disney? No la chiflen, mejor chequen su mail bien.

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