19 de octubre de 2009

Dos incongruencias y la puntita


¡YA SÁCALA! es la frase una niña que nomas con la puntita de una inyección armó tremendo lío.


y la continuacion del video donde inyectan a otra chica; hasta parece una violación sexual.

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- En menos de lo que canta un gallo, en lo que un Ferrari va de cero a 100, y un mosquito contagia de dengue sin pretender ganar el primer lugar como Lila defiende que no lo somos, los diputados federales priístas veracruzanos han cambiado paulatinamente su discurso de apoyo a la población.

Si hace unos días era: “No más impuestos que afecten al pueblo”, luego “No aceptaremos impuestos… para alimentos y medicinas”, hoy ya es “Aprobaremos el 1%”. Es, como dijeramos los jarochos, nomás la puntita.

Pareciera que el presidente Calderón jugó como los sindicatos mexicanos –muy adhoc ahorita con el asunto del SME– quienes al momento de emplazar a huelga y renegociar su contrato colectivo de trabajo, lanzan su primera oferta jaladísima de pedir hasta el 15% de aumento, que siempre termina siendo el 5, 6 o 7%. En este caso, los diputados finalmente aceptaron la propuesta de Calderón, con la variable de aumentar sólo la mitad de lo pretendido.

Con esto, señoras y señores, usted ya puede darse por enterado que pagará un nuevo impuesto del 1%; y en el fondo los representantes populares de oposición que se han desgarrado las vestiduras para no aprobar el presupuesto calderoniano –como los priístas veracruzanos– quedarán como lo que son: demagogos y mentirosos.

¿Por qué? Porque el PRI en primera instancia se apresuró a irse en contra del plan de presupuesto de Felipe Calderón porque le interesa el plan a mediano plazo de regresar a Los Pinos y hacer creer que ahora sí, me cae de monjas, se los juramos, que el tricolor está con el pueblo; que este momento oportunista por parte de los priístas es bien aprovechado ante un PAN muy débil y un PRD desmoronado. Que las elecciones locales se han ganado precisamente para el PRI, pero cayendo en contradicciones propias de sus antiguas mañas.

Aquí en la aldea, desde un inicio se había planteado que aumentar los impuestos no eran la vía para rescatar de la crisis del país, sino aportar las condiciones para que se crearan empleos.

Pero mientras ha pasado el tiempo y los diputados federales priístas veracruzanos, encabezados por Javier Duarte de Ochoa, andan como nómadas de pueblo en pueblo diciendole a los veracruzanos que no se aprobarán más impuestos y que la bursatilización es lo más chido, la neta de las netas, y casi casi el santo grial del fidelismo, en las semanas recientes el mensaje ha cambiado radicalmente de sentido y generalidades: “pues dice mi mamá que siempre sí y será del 1%”.

La incongruencia se fortalece, porque hasta había anunciado que se propondría la desaparición del engorroso IETU y el ISR.

Hoy, así como en el caso del aumento al transporte público donde los diputados federales se hacen los occisos, nuevamente retomamos la pregunta: ¿Y ahora con qué cara van a hablar de combatir a la pobreza? ¿Con qué autoridad moral van a ayudar a la población? Si desde aquí señalamos que era una aberración que se criticara la reforma fiscal de Calderón en el Congreso mientras en Veracruz aumentaba el pasaje urbano, ahora ¿de qué sirvió tanto peregrinaje propagandístico si siempre van a aceptar el aumento de impuestos propuesto por Calderón?

Sí, aunque sea sólo la puntita.

Ya es inconcebible como dos incongruencias están marcando a la novel bancada de legisladores priístas. Ese es el problema cuando la realidad supera a la promesas y al discurso.

Como dirían en mi tierra: “Tanto gas para evacuar aguado”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

necesidad de comprobar:)