¡Los estatales llegaron ya! ¡Y llegaron bailando son istmeño o algo así!
Los cambios en la Policía Intermunicipal de Veracruz, Boca del Río y Banderilla, fueron necesarios. Era una zona ya donde por las noches no se podía salir a las calles, donde los reporteros gráficos ya ni acudían a los eventos de violencia y donde los cadáveres y los tiroteos se convirtieron en un escenario común (que permanece de manera esporádica y ya con menos intensidad). Para nadie era un secreto que detrás de la protección a la delincuencia o que los mismos delincuentes eran policías intermunicipales. Entró la Policía Naval, corporación fundada en el puerto con integrantes de la Marina Armada de México. La delincuencia bajó.
El caso de la Policía Intermunicipal de Xalapa, Banderilla y Tlalnehuayocan fue detonado porque en una balacera se aseguró un arma que estaba registrada dentro de la licencia colectiva otorgada a la Policía por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional. Días después se hizo la desaparición de la “Inter” y la entrada de la Policía Estatal Acreditable y la Policía Vial (corporación que funge como agentes de Tránsito, pero que andan armados) a cuidar la región de Xalapa.
Córdoba, la ciudad donde se crió el gobernador Javier Duarte de Ochoa, tuvo también que ser cambiada en su corporación policiaca. Se desataron las ejecuciones y los secuestros en la región (problema que todavía permanece). La Policía Municipal fue desaparecida y en su lugar entró la Policía Estatal Acreditable y la Policía Vial. La delincuencia parece haber disminuido, pero aquí ya comenzaron los problemas internos para la Secretaría de Seguridad Pública, que mencionaremos más adelante.
Este lunes fue desaparecida la Policía Intermunicipal que cubría las regiones de Cosoleacaque, Minatitlán, Coatzacoalcos y Nanchital; también desapareció la Policía Municipal de Acayucan. En un principio se aplaudió la medida de concentrar a toda la policía sureña (excepto Acayucan) pues se les reforzó con armamentos, equipo y uniformes nuevos, mejor salario, desayunos para la tropa y, lo más importante, que los elementos ya no dependían de los caprichos de los alcaldes en turno, que algunos abusaban de su poder y los tenían como chalanes personales para su familia y allegados.
Incluso se habla de que un alto mando de la desaparecida Intermunicipal salió huyendo desde el pasado viernes cuando alguien le dio el pitazo de que llegaba la Policía Naval, la Policía Estatal Acreditable y el Ejército a tomar el mando de la protección de la región sur.
Y es que la cosa en Coatzacoalcos puso nerviosos a los mandos en la SSP: los policías sureños despedidos se negaron a ser llevados al Centro de Convenciones para anunciarles que desaparecía la corporación a la que pertenecían. Como un día antes les hicieron la treta de llevarlos al mismo lugar con el pretexto de un curso, esta vez los exuniformados dijeron que no iban y que mejor se aclarara el asunto ahí mismo en el cuartel. Hasta el hoy excoordinador Marcelino Morales, persona salida de la tropa, apoyó a sus exsubordinados y se rehusaron a abordar los camiones.
Finalmente los mandos de SSP cedieron y les dieron el anuncio vía altavoz que sería desaparecida la Policía Intermunicipal, que pueden ser recontratados si acuden a los exámenes en la Academia de Policía que está en El Lencero, Xalapa, y quienes no quisieran, serían liquidados conforme a la ley.
La vigilancia en la región ya se siente. Ahora toca ver los resultados.
El común denominador de estas historias policiacas han sido las protestas de los elementos que son sorprendidos con que a partir de ese momento ya no son policías. En Xalapa, los despedidos fueron a manifestarse al Palacio de Gobierno y fueron atendidos para decirles lo mismo: que si querían ser recontratados, tenían que pasar por los exámenes de confianza en la Academia o liquidados conforme a la ley.
En Veracruz, la mayoría fue simplemente liquidada y algunos fueron detenidos. Así nomás de simple y ya.
En Córdoba, los policías municipales también protestaron, aunque algunos accedieron a irse a los exámenes en El Lencero, y se sabe que son pocos los que han pasado las duras pruebas y entrenamiento que se les da.
En la Ciudad de los 30 Caballeros ha habido incidentes preocupantes que son indicios de cansancio o de malas condiciones en que tienen a los policías, quienes por cierto, la mayoría son fuereños y no conocen la región. Es conocido que los elementos duermen en un lugar llamado el Centro de Atención Ciudadana (sede alterna de las oficinas operativas del ayuntamiento) prácticamente a la intemperie, en los pasillos, ahí donde la gente que acude a realizar diversos trámites tiene que esquivar a los policías que descansan en el suelo. No tienen camas, ni catres. Los baños son escasos y para las mujeres policías la pesadilla es peor aún por sus necesidades de higiene personal. En cambio, a los mandos y recomendados los tienen en unas conocidas suites de lujo.
Resultado: a dos elementos ya se les escaparon dos tiros, sin consecuencias fatales, en zonas públicas; choques de las patrullas que no conocen la circulación vial de Córdoba y simplemente el hastío.
En Coatzacoalcos los policías en realidad no protestaron, sino que no quisieron perder el tiempo en cuestiones políticas y ni siquiera se opusieron a la desaparición de la “Inter”: sólo querían que les dijeran qué procedía ahora que son desempleados de gobierno.
De ahora en adelante, con la experiencia en Córdoba, debería haber cambios en la manera en que los elementos, seguramente traídos de otros lugares de Veracruz, tengan las instalaciones adecuadas y servicios básicos para un mejor desempeño.
Seguramente eso ya lo tienen contemplado los mandos y si no, en lugar de estar peleando inútilmente con periodistas y metiendo en aprietos al secretario de Seguridad Pública, los jefes policiacos deberán ponerse a trabajar no sólo para cuidar a la ciudadanía, sino también a los suyos.
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